CITA
« Es bueno esperar en silencio la salvación del Señor».
Lamentaciones 3,24-26
« Iglesia y Familia, dos de las cuatro patas de mi silla, en la que me siento muy feliz, a contemplar la Vida».
S. Son
En todas casas cuecen habas; y en la mía, a calderadas
(El Quijote II 13)
En todas casas cuecen habas; y en la mía, a calderadas.
Si, pero la familia, por mucho que hierva,
siempre será Sagrada.
S. Son
A los amigos los elige uno,
los familiares y vecinos nos los elige Dios.
San Agustín, «Celebramos hoy el octavo día del nacimiento del Salvador. Y veneramos tus maravillas, Señor, pues la que ha dado a luz es Madre y Virgen, y el que ha nacido es Niño y Dios. Con razón ha hablado el cielo, y los ángeles han anunciado su gozo; los pastores se alegraron, los magos fueron conducidos al pesebre; los reyes temblaron y coronaron con glorioso martirio a los inocentes» (San Agustín, 21 Sermón de Navidad).
Beato Guerrico de Igny, Seamos ardorosos por nuestra devoción y resplandecientes por nuestras obras, y junto con Simeón llevaremos a Cristo en nuestras manos… Sermón 1º para la Purificación.
San Bernardo, Nosotros también, hermanos, ofrezcámosle lo mejor que tenemos, es decir a nosotros mismos. Él se ofreció a sí mismo, y tú, ¿quién eres para vacilar en ofrecerte por completo? Sermón para la Presentación, n. 2.
San Beda Nuestro Señor Jesucristo en cuanto niño, es decir, revestido de la fragilidad de la naturaleza humana, debía crecer y fortalecerse; pero en cuanto Verbo eterno de Dios no necesitaba fortalecerse ni crecer. De donde muy bien se le describe lleno de sabiduría y de gracia ().
San Basilio, «Obedeciendo desde su primera edad a sus padres, se sometió Jesús humilde y respetuosamente a todo trabajo corporal, porque, aunque eran honestos y justos, con todo, como pobres y sufriendo escasez hasta en lo necesario, es claro que se procuraban lo necesario para la vida con el continuo sudor de sus cuerpos. Y bien, Jesús, que obedecía a sus padres —como dice la Sagrada Escritura—, tomaba parte en sus trabajos con entera sumisión».
San Elredo de Rievaulx, Y tú, si con sumo interés has buscado a Jesús por todas partes, es decir, si –como la Esposa del Cantar de los Cantares (Ct 3,1-3)- los has buscado sobre el lecho de tu descanso, ahora leyendo, ahora orando, ahora meditando, si lo has buscado también en la ciudad preguntando a tus hermanos, hablando de él, compartiendo sobre él, si tu lo has buscado por las calles y las plazas aprovechándote de las palabras y de los ejemplos de los demás, si lo has buscado junto a los centinelas, es decir, escuchando a aquellos que buscan la perfección, entonces tú vendrás al templo «movido por el Espíritu». Ciertamente, es el mejor lugar para el encuentro del Verbo con el alma: se le busca por todas partes, se le reconoce en el templo… «He encontrado al Amado de mi alma» (Ct 3,4). Busca, pues, por todas partes, búscale en todo, búscale cerca de todos, pasa y sobrepásalo todo para, por fin, llegar al lugar de la tienda, hasta la morada de Dios, y entonces, le encontrarás. In Ypapanti Domini (Sermones inéditos p. 51-52).
Santa Teresa de Ávila, «Simeón tomo al niño en sus brazos» (Lc 2,28). Es en esta oración de quietud, adonde a mí me parece comienza el Señor, como he dicho, a dar a entender que oye nuestra petición, y comienza ya a darnos su reino aquí, para que de veras le alabemos y santifiquemos su nombre y procuremos lo hagan todos. Camino de perfección, cc. 31-33.
Santo Tomás, hablando de la gracia, la llama repetidamente “gratia Spiritus Sancti” (cf. Summa Theol., I-II, q. 106, a. 1), como don gratuito en el que se expresa y se concreta el favor divino hacia la creatura amada eternamente por el Padre (cf. I, q. 37, a. 2; q. 110, a. 1). Y, hablando de la causa de la gracia, dice expresamente que “la causa principal es el Espíritu Santo” (I-II, q. 112, a. 1 ad 1, 2).San Juan Pablo II, 27-06-1990
Catecismo de la iglesia Católica: 1655: Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. La Iglesia no es otra cosa que la «familia de Dios». Desde sus orígenes, el núcleo de la Iglesia estaba a menudo constituido por los que, «con toda su casa», habían llegado a ser creyentes. Cuando se convertían deseaban también que se salvase «toda su casa». Estas familias convertidas eran islotes de vida cristiana en un mundo no creyente.
2218 El cuarto mandamiento recuerda a los hijos mayores de edad sus responsabilidades para con los padres. En la medida en que ellos pueden, deben prestarles ayuda material y moral en los años de vejez y durante sus enfermedades, y en momentos de soledad o de abatimiento. Jesús recuerda este deber de gratitud ().
Pablo VI El hogar de Nazaret es la escuela donde se nos ofrece el significado de la familia, su comunión de amor, su sencilla y austera belleza, su carácter sagrado e inviolable, lo dulce e irreemplazable que es su pedagogía y lo fundamental e incomparable que es su función en el plano social ().
San Juan Pablo II, Según el texto de Lucas, se dio también en Jesús un crecimiento espiritual. 27-06-1990
La expresión «purificación» puede resultarnos sorprendente, pues se refiere a una Madre que, por gracia singular, había obtenido ser inmaculada desde el primer instante de su existencia, y a un Niño totalmente santo. Sin embargo, es preciso recordar que no se trataba de purificarse la conciencia de alguna mancha de pecado, sino solamente de recuperar la pureza ritual, la cual, de acuerdo con las ideas de aquel tiempo, quedaba afectada por el simple hecho del parto, sin que existiera ninguna clase de culpa. 11-12-1996.
«La esencia y el cometido de la familia son definidos en última instancia por el amor» (Familiaris consortio, 17)
Mediante el amor, el respeto y la obediencia a los padres, los hijos aportan su específica e insustituible contribución a la educación de una familia auténticamente humana y cristiana. Cumplirán más fácilmente esta función si los padres ejercen su autoridad irrenunciable como un verdadero y propio “ministerio”, esto es, como un servicio ordenado al bien humano y cristiano de los hijos, y ordenando en particular a hacerles adquirir una libertad verdaderamente responsable (Exhortación apostólica Familiaris consortio, n. 21).
El puesto y la función del padre en y por la familia son de una importancia única e insustituible. Revelando y viviendo en la tierra la misma paternidad de Dios, el hombre está llamado a garantizar el desarrollo unitario de todos los miembros de la familia (Familiaris consortio, n. 25).
Defended la pureza de las costumbres en vuestro hogar ().
El futuro depende, en gran parte, de la familia, lleva consigo el porvenir mismo de la sociedad; su papel especialísimo es el de contribuir eficazmente a un futuro de paz.
«Para poder vivir una vida gozosa de familia se requieren sacrificios, tanto por parte de los padres como de los hijos. Cada miembro de la familia debe convertirse en siervo de los otros, compartiendo las cargas. Es necesario que cada uno sea solícito no sólo por la propia vida, sino también por la de los otros miembros de la familia: por sus necesidades, esperanzas, ideales. Las decisiones respecto al número de los hijos y a los sacrificios que de ellos se derivan, no deben ser tomadas sólo con miras a aumentar las propias comodidades y asegurar una vida tranquila. Reflexionando sobre este punto ante Dios, ayudados por la gracia que procede del sacramento y guiados por la enseñanza de la Iglesia, los padres se recordarán a sí mismos que es menos mal negar a sus hijos ciertas comodidades y ventajas materiales, que privarles de la presencia de hermanos y hermanas que podrían ayudarles a desarrollar su humanidad y realizar la belleza de la vida en cada una de sus fases y en toda su variedad». (Juan Pablo II, Homilía en el Capitol Mall (Washington), 7.X.1979)
Benedicto XVI, La Sagrada Familia de Nazaret es verdaderamente el «prototipo» de toda familia cristiana que, unida en el sacramento del matrimonio y alimentada con la Palabra y la Eucaristía, está llamada a realizar la estupenda vocación y misión de ser célula viva no sólo de la sociedad, sino también de la Iglesia, signo e instrumento de unidad para todo el género humano. (Ángelus del domingo, 31 de diciembre de 2006)
Papa Francisco, Cuánto bien nos hace pensar que María y José enseñaron a Jesús a decir sus oraciones. Y esto es una peregrinación, la peregrinación de educar en la oración. Y también nos hace bien saber que durante la jornada rezaban juntos; y que el sábado iban juntos a la sinagoga para escuchar las escrituras de la Ley y los Profetas, y alabar a Dios con todo el pueblo. Y durante la peregrinación a Jerusalén, ciertamente cantaban con las palabras del Salmo: “¡Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor” (Sal 122, 1-2). Qué importante es para nuestras familias caminar juntos para alcanzar una misma meta: un camino donde nos encontramos con dificultades, pero también con momentos de alegría y consuelo (Papa Francisco).
“La familia tiene carta de ciudadanía divina, ¿está claro? La carta de ciudadanía que tiene la familia se la dio Dios para que en su seno creciera cada vez más la verdad, el amor y la belleza”.
Maya Angelou Me sostengo con el amor de mi familia ()
Gilbert Keith Chesterton Quienes hablan contra la familia no saben lo que hacen, porque no saben lo que deshacen.
FAMILIA
¿A la puerta de qué familia se puede colgar el letrero: ‘no hay problema’? Refrán chino
Admira la bondad de nuestro Padre Dios: ¿no te llena de gozo la certeza de que tu hogar, tu familia, tu país, que amas con locura, son materia de santidad? San Josemaría Escrivá de Balaguer
Cada familia debe ser una escuela donde los padres y los hijos puedan reflexionar y aprender juntos. Autor desconocido
¿De qué sirve brindar a los hijos todos los caprichos, si no les brindamos una verdadera familia?. S. Biffi
Desgraciado el que se convierte en censor severo de cualquier defecto de sus progenitores S. Pellico
El futuro de la humanidad se fragua en la familia. Juan Pablo II
El mundo sufre porque no hay tiempo para los hijos, no hay tiempo para los esposos, no hay tiempo para disfrutar la compañía de otros. Beata Madre Teresa de Calcuta
El que es bueno en familia, es también buen ciudadano. Sófocles.
Esta es tu tarea de ciudadano cristiano: contribuir a que el amor y la libertad de Cristo presidan todas las manifestaciones de la vida moderna: la cultura y la economía, el trabajo y el descanso, la vida de familia y la convivencia social. San Josemaría Escrivá de Balaguer
Jesús, al encarnarse en el hogar de María y José, manifiesta y consagra la familia como santuario de la vida y célula fundamental de la sociedad. Juan Pablo II
La devoción a la Virgen, en las almas cristianas, despierta el impulso sobrenatural para obrar como domestici Dei —como miembros de la familia de Dios. San Josemaría Escrivá de Balaguer
La evangelización en el seno de la comunidad familiar, iglesia doméstica, no es individual, sino que se lleva a cabo según la modalidad comunitaria, propia de la familia. P. Mariano Esteban Caro
La sociedad y la familia se parecen al arco de un palacio; quitas una piedra y todo se derrumba. El Talmud
La familia cristiana evangelizada se hace comunidad evangelizadora, que transmite e irradia el Evangelio. P. Mariano Esteban Caro
La familia cristiana, como iglesia doméstica, constituye la escuela primera y fundamental para la educación en la fe. P. Mariano Esteban Caro
La familia es, cronológicamente, la primera realidad temporal. Las restantes estructuras profanas florecen a su sombra, viven de su savia. Anterior en el tiempo a todas, es manantial fecundo que las vivifica. Padre Tomás Morales
La familia es el espejo de la sociedad. Víctor Hugo
“La familia es el lugar principal del crecimiento de cada uno, pues a través de ella el ser humano se abre a la vida y a esa exigencia natural de relacionarse con los otros”. SS. Francisco
La familia es el nido del amor. Roque Barcia
La familia es el paraíso anticipado. John Browring
La familia es la única comunidad en la que todo hombre es amado por sí mismo, por lo que es y no por lo que tiene. Juan Pablo II
La familia es la unión más estrecha, profunda y santa que existe en la vida del hombre. Adolfo Kolping
La familia es un núcleo sagrado. Joseph Leon Edel
La familia es una pieza clave para la paz, a todos los niveles: en el barrio, en el pueblo o ciudad, en el Estado, en el mundo entero. P. Fernando Pascual, L.C.
La Familia: escuela insustituible del amor y la esperanza. Emilio Carlos Berlie Belaunzarán , Arzobispo de Yucatán
La familia que acumula buenas obras tendrá dicha abundante; la familia que junta maldades tendrá desgracia sobrante. Refrán chino
La familia y el matrimonio son instituciones en la vida del hombre que se asemejan a una fuente viva: mientras más agua se saca, con más abundancia brota ella de la fuente. Adolfo Kolping
La iglesia doméstica, incluso para los alejados, debe ser un signo de la presencia y del amor de Cristo. P. Mariano Esteban Caro
La misión evangelizadora de la familia no tiene fronteras: los padres cristianos, como testigos de Cristo, deben ser verdaderos misioneros del amor y de la vida. P. Mariano Esteban Caro
La oración, piedra angular de la familia fiel a su identidad y misión. Regnum Christi
La paz y la armonía constituyen la mayor riqueza de la familia. Benjamín Franklin
La raíz de la humanidad es la familia. Adolfo Kolping
Los abuelos no sólo cuidan; son el tronco de la familia extendida, aportan algo que los padres no siempre vislumbran: pertenencia e identidad. Enrique Orschanski.
Losabuelos nunca mueren, sólose hacen invisibles. Enrique Orschanski.
Los mejores momentos de mi vida han sido aquellos que he disfrutado en mi hogar en el seno de mi familia. Thomas Jefferson
Los nietos, son de Dios. Ellos son el sustento que Él nos da a los abuelos… Cuando el peso de los años parecen abrumarnos… Los nietos se transforman en la energía de la vida… Lorenzo Brizzio
Los nietos son la obra de Dios para que: Vernos niños… Valorar los días de nuestra existencia…Desear que mañana, seamos ángeles para protegerlos… Lorenzo Brizzio
Los nietos, son la sal de la vida… La alegría, aún en el llanto y la tristeza… La templanza, en las dificultades… La Esperanza , en la negrura de
nuestros corazones… Lorenzo Brizzio
Pocos seres humanos son llamados para gobernar ciudades e imperios; pero cada cual está obligado a gobernar sabia y prudentemente su familia y su casa. Plutarco
Quien de los suyos se aleja, Dios lo deja. Refrán español
Traten de estar más tiempo en casa. Los abuelos están en hogares para ancianos, los padres trabajando y los jóvenes… desorientados. Beata Madre Teresa de Calcuta
Una estructura familiar sana lleva a construir relaciones sociales positivas. Una familia enferma o pervertida facilita el aumento de las tensiones y las luchas fuera del hogar. P. Fernando Pascual, L.C.
Una familia feliz no es sino un paraíso anticipado. Sir John Bowring
“Una familia que no respeta ni atiende a sus abuelos es una familia desintegrada” SS Francisco
CONTO
REGALO SORPRESA
Un joven muchacho que estaba a punto de graduarse de su carrera, hacía muchos meses que admiraba un coche deportivo en una agencia de automóviles. Sabiendo que su padre podría comprárselo, le dijo que ese auto era todo lo que quería. Como se acercaba el día de la graduación, el joven esperaba ver alguna señal de que su padre hubiese comprado el auto. Finalmente, en la mañana del día de graduación, su padre lo llamó para que fuera a verle a su escritorio; una vez allí, le dijo que se sentía orgulloso de tener un hijo tan bueno y lo mucho que lo amaba.
El padre tenía en sus manos una hermosa caja de regalo. Curioso, el joven abrió la caja y encontró una bonita Biblia con cubiertas de piel y su nombre grabado en letras de oro. Al verla, enojado, le recriminó a su padre diciendo:
– ¿Y con todo el dinero que tienes, lo que me das es esta Biblia? Y salió de la casa y no regresó más.
Pasaron muchos años y el joven se convirtió en un exitoso hombre de negocios. Tenía una bonita casa y una hermosa familia, pero cuando supo que su padre que ya era anciano y estaba muy enfermo, pensó visitarlo; no lo había vuelto a ver desde el día de su graduación. Antes que pudiera partir para verlo, recibió el telegrama que le avisaba que su padre había muerto, habiéndole legado todas sus posesiones, por lo cual debía viajar de inmediato para iniciar los trámites sucesorios.
Cuando llegó a la casa de su padre, la tristeza y el arrepentimiento embargaron su corazón. Comenzó a ver los documentos importantes que había en el escritorio y entre ellos, encontró la Biblia que le había dado en aquella ocasión; con lágrimas en los ojos la abrió y comenzó a hojear sus páginas. Su padre cuidadosamente había subrayado un verso de Mateo 7.11 “Y si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas guías a vuestros hijos, cuanto más nuestro Padre Celestial dará a sus hijos aquello que le pidan”.
Mientras leía esas palabras, unas llaves de coche cayeron de la Biblia. Tenía una tarjeta de la agencia de automóviles donde él había visto ese coche deportivo que había deseado tanto. En la tarjeta estaba escrita la fecha del día de su graduación y las palabras: Totalmente Pagado.
Tomado de P, Diego Millán
LA CASA GRIS
El dueño de un pequeño negocio, amigo del gran poeta, Olavo Bilac, cierto día lo encontró en la calle y le dijo:
-Sr Bilac, necesito vender mi negocio, que Ud. tan bien conoce. Me haría el favor de redactarme el aviso para el periódico.
Olavo Bilac redactó:
“Se vende encantadora propiedad, donde cantan los pájaros al amanecer en la extensas arboledas rodeadas de cristalinas aguas de un lindo riachuelo. La casa, bañada por el sol naciente, ofrece la sombra tranquila de las tardes en la baranda”.
Pasó el tiempo y se volvieron a encontrar.
El poeta pregunto si había vendido el lugar. A lo que el comerciante contestó:
-Después de leer tu aviso, me di cuenta de la maravilla que tenía y no pensé más en venderla.
Tomado de Alejandro Illescas
CUANDO LOS HIJOS CRECEN
El viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años.
Ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban. La Familia completa comía junta en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacía el alimentarse un asunto difícil. Los guisantes caían de su cuchara al suelo y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel. El hijo y su esposa se cansaron de la situación.
“Tenemos que hacer algo con el abuelo”, dijo el hijo. “Ya he tenido suficiente”. “Derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo”. Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor. Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer.
Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida se la servían en un tazón de madera. De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado sólo. Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida. El niño de cuatro años observaba todo en silencio.
Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo. Le preguntó dulcemente: “¿Qué estás haciendo?”
Con la misma dulzura el niño le contestó: “Ah, estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que cuando yo crezca, comáis vosotros en ellos.” Sonrió y siguió con su tarea.
Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla. Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer. Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia.
Por el resto de sus días ocupó un lugar en la mesa con ellos. Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa, parecían molestarse más cada vez que el tenedor se tiraba, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.
Tomado de web católico de Javier
ANÉCDOTA
Un amigo evangelista me explicó hace tiempo el significado de la “señal”: los corderos que se ofrecían en el templo de Jerusalén, como prescribe el Levítico, tenían que ser perfectos, sin mancha ni tara alguna y, por eso, para protegerlos de cualquier golpe o mancha, se envolvían en tiras de tela… como las que usaban las comadronas para envolver a los recién nacidos. Es decir, “pañales”.
Creo que para José y María (buenos israelitas conocedores de las leyes de culto) el detalle no pasaría inadvertido y, de algún modo, captarían la señal como presagio y anuncio. Las profecías se cumplirían y el Rey obraría la salvación anunciada mediante el sacrificio.
Virginia Fernández Aguinaco
Tomado de Ciudad redonda
SAN JUAN XXIII
Cuando el 28 de octubre de 1958, los cardenales de la santa Iglesia romana me designaron para llevar la responsabilidad del rebaño universal de Cristo Jesús, a mis setenta y siete años, se extendió la convicción de que yo sería un papa de transición. En lugar de ello, heme aquí en vigilias de mi cuarto año de pontificado y con la perspectiva de un sólido programa a desarrollar ante el mundo entero que mira y espera. En cuanto a mi me encuentro como san Martín, que “no temo morir ni rechazo el vivir”.
Debo estar presto a morir, incluso súbitamente, y a vivir todo el tiempo que al Señor le plazca dejarme aquí abajo. Sí, siempre. En el umbral de mis ochenta años, debo estar a punto: para morir o para vivir. Tanto en un caso como en el otro, debo velar por mi santificación. Puesto que por todas partes me llaman “Santo Padre”, como si fuera mi primer título, pues bien, debo y quiero serlo de verdad.
Diario del alma, nn. 1958-1963.
FAMILIA QUE REZA UNIDA PERMANECE UNIDA
El padre Patrick Peyton (1909-1992) fue un apóstol del Rosario en el siglo XX. Estuvo 51 años haciendo el apostolado sacerdotal al servicio de las familias y de la promoción del Santo Rosario. El slogan que eligió para el rosario en familia fue: Familia que reza unida permanece unida.
Tomado de Anécdotas y catequesis
CARGAR CON EL MARIDO
Cuentan que el emperador Conrado había asediado la ciudad del duque de Baviera.
El asedio se prolongaba y los víveres escaseaban. El emperador decidió dejar salir a todas las mujeres. Les permitido llevarse consigo sólo una cosa, la más preciosa.
Cuando las puertas se abrieron para dejarlas salir, cada una de ellas llevaba cargada a sus espaldas a su marido.
Tomado de P, Félix Jiménez
LENTITUD MONACAL
“Cuando Philp Groning quiso hacer el documental “Into Great Silence”, pidió a los monjes cartujos del monasterio Grande Chartreuse en Francia si podía pasar un par de años filmando tranquilamente sus vidas. Dijeron que lo pensarían.
16 años después, Felipe recibió una carta. Los monjes habían considerado su petición y ahora estaban listos para que comenzara a filmar”.
Tomado de P, Félix Jiménez
PUERTA DE NICANOR
Cuando los peregrinos judíos accedían al Templo de Jerusalén para presentar sus ofrendas, lo hacían por la puerta de Nicanor. El sacerdote de turno salía a este lugar para tomar la ofrenda y bendecir a quienes la ofrecían. En Ɵ empos de Jesús era una puerta magnífi ca, adornada con hojas de vid de oro donadas por el rey Herodes. (La viña era el símbolo del pueblo de Israel: viña de Yahvé) La purifi cación era una ceremonia desƟ nada a purifi car a la madre tras el parto. El contacto con la sangre y la placenta inhabilitaban a la mujer para presenciar el culto. La ofrenda le devolvía la pureza legal.
Tomado de Tiempo Interior
HIJOS DIFÍCILES
“Un día en que estaba teniendo muchos problemas, especialmente con los niños, un amigo llamó por teléfono. Le conté que tenía un día tremendo, y él dijo:
-¿Por qué no piensas en María como la madre maravillosa a la cual puedes pedir ayuda?
Yo dije:
-Seamos honestos. Primero de todo, me estás diciendo que trate con una mujer que nunca pecó. Segundo, me estás hablando de una mujer que tuvo sólo un hijo, el cual era perfecto. Piensa tan sólo en esto: Si algo en la mesa está mal, todos se vuelven hacia San José ¡tiene que ser culpa de él! Yo no creo en eso de rezarle a los santos. Pero si lo hiciera, me dirigiría a San José. ¡No tengo ninguna relación con María!
(Más tarde comenté esta historia con una amiga que estaba preocupada por el hecho de que yo no pudiera dirigirme a María. Después de pensar un rato, ella dijo: «Kimberly, lo que dices es cierto: ella es perfecta y tuvo sólo un hijo también perfecto; pero si realmente ella es la madre de todos los creyentes, ¡piensa tan sólo cuántos hijos difíciles tiene!»)”.
(Scott y Kimberly Hahn, “Roma, dulce hogar”, p. 162)
Tomado de Anecdonet
CHISTE
Un Jesuita, un Dominico y un Franciscano caminaban a lo largo de un antiguo camino, debatiendo la grandeza de sus pedidos.
De repente, una aparición de la Sagrada Familia apareció frente a ellos, con Jesús en un pesebre, María y José rezando por él.
… El Franciscano se postró sobre su rostro, presa de asombro al ver frente a sus ojos que el Hijo de Dios nació en tal pobreza.
El Dominico cayó de rodillas, adorando el bello reflejo de la Trinidad y la Sagrada Familia.
El Jesuita se acercó a José, le pasó el brazo por el hombro y le dijo: «Y entonces, ¿has pensado a que escuela vas a enviarlo?»
POEMA
LA SAGRADA FAMILIA
Como me gustaría
estar con la Sagrada Familia
que en Nazareth vivía
San José como gran Patriarca
en Nazareth reinaba
aunque en dignidad menos pintaba
La Virgen miraba y cuidaba
a los que allí estaban
y su amor les prodigaba
El Niño con ellos vivía
y los respetaba y quería
y su bondad les impartía
Como me gustaría
estar con los que allí vivían
en paz y armonía
Y de ellos aprender
a respetar y querer
en lo que pueda entender.
Tomado de Anecdonet
ORACIÓN
LA FAMILIA DE JESÚS
Gracias de todo corazón, Señor Dios,
porque nos has acompañado todos los días de nuestra vida
con el calor de tu presencia paternal y maternal,
sin interferir en nuestra libertad,
pero alentándonos, dándonos siempre la fuerza y la vida.
Gracias, Señor, por cuanto has hecho por la humanidad.
Eres nuestro Padre y Madre común, somos tu gran familia,
nos sentimos hermanos de todos los seres creados por Ti.
Para Ti somos todos iguales, igualmente queridos.
Por eso, todos juntos, hermanados,
queremos expresarte nuestro cariño de hijos,
con este himno de agradecimiento.
MEDITACIÓN
MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO PARA LA NAVIDAD
La Navidad suele ser una fiesta ruidosa, pero nos vendría bien un poco de silencio para oír la voz del Amor La Navidad eres tú, cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma: el pino de Navidad eres tú,
Los adornos de las Navidades eres tú, cuando tus virtudes son colores que adornan tu existencia.
Las campanas de Navidad eres tú, cuando llamas, congregas y buscas unir, pues eres también luz de Navidad cuando iluminas con tu vida el camino de los demás con la bondad, la paciencia, la alegría y la generosidad.
Los ángeles de Navidad eres tú, cuando mandas al mundo un mensaje de paz, de justicia y de amor. y la estrella de Navidad eres igualmente tú, cuando conduces a alguien al encuentro con el Señor. Eres también lo mejor de los Reyes, cuando das lo mejor que tienes sin importar a quién.
La música de Navidad eres tú, cuando conquistas la armonía en ti cuando eres de verdad amigo y hermano de todo ser humano.
La tarjeta de Navidad eres tú, cuando la verdad está escrita en tus manos.
COMER EN FAMILIA
Comer, como tantas otras necesidades de nuestro cuerpo, se puede satisfacer de varias maneras: a solas, como mera necesidad fisiológica; socialmente, ajustándose a las normas de la urbanidad; finalmente, en familia, como cristianos, como conviene a hijos de Dios que saben y confiesan que el Padre del cielo es quien nos da el pan nuestro de cada día.
Comer es una necesidad de nuestro organismo. La auténtica tradición judeocristiana le encontrará a la necesidad orgánica de comer una forma que satisface los tres niveles: el orgánico, el social y el cristiano: comer en familia. Es casi un sacramento, vale decir, una forma de hacer presente a Jesús resucitado en medio de nosotros. Comer en familia, al menos una vez al día, eleva esa necesidad material de comer a un acto social y cristiano; se convierte en una sinfonía de arpegios y melodías prácticamente celestiales.
Comer en familia: No se trata ya de un acto privado y egoísta de engullir rápidamente alimentos como quien en contados minutos llena el tanque de su automóvil, sino de poner en artística ejecución a la orquesta más humana y divina que haya creado Dios: la familia. El comedor era y debería volver a serlo, el lugar más importante de la casa. El centro del hogar, que recoge bajo un mismo techo y alimenta con un mismo pan a todos los miembros de una familia. La vida moderna, con sus distancias entre oficina, colegio y hogar; sus múltiples faenas y ruidos, su caótica escala de intereses, acaba con el comedor, con la comida en familia y, lamentablemente, va acabando hasta con la familia.
Cada hogar, si quiere volver a ser tal, deberá imponerse el deber de sentarse todos los días a la mesa, por lo menos, una vez al día y, ciertamente, en fin de semana. Todos sentados al tiempo, sin afanes, sin radio ni televisión. Por supuesto, sin estar pendientes del smartphone, ni de las redes sociales o del whatsapp, sin partidos de fútbol, prensa ni revista que distraigan la atención ni el ritmo de la vida en familia. Todos sentados a la mesa aprendiendo cultura y urbanidad, oyendo las tradiciones familiares, y oyéndose mutuamente lo que cada uno hace, sufre y goza. Allí, sentados a la mesa, se deben hacer las deliberaciones y tomar las grandes y pequeñas decisiones de familia. Así, los hijos aprenden a deliberar y decidir, y a caer en la cuenta de que son importantes en la familia. La vida en familia da seguridad a los hijos, los aparta de los vicios y las malas compañías, les ayuda a despejar sus dudas religiosas y morales, les compensa las fatigas del día. Recuerden cómo fuimos educados los que ya peinamos canas. Comimos juntos y crecimos juntos. Al calor de los “viejos” bebimos tradiciones, cultura y amor. Comimos y oramos juntos antes de lanzarnos a la vida, como hombres, a cumplir la misión que nos asignó el Señor. Jamás se nos ocurrió la fuga hacia el licor, la droga, la calle o la perdición. El hogar, el dulce hogar, nos educó y nos defendió. Padres de familia: si quieren formar hijas e hijos seguros, libres de todo mal, educados y valiosos, vuelvan a comer en familia.
(Reflexión basada en el texto de Alfonso Llano Escobar, S. J.)
Tomado de Web católico de Javier
LA FAMILIA
Tropecé con un extraño que pasaba y le pedí perdón. Él contestó: Discúlpeme por favor; no lo vi. Fuimos muy educados, seguimos nuestro camino, nos despedimos; pero en casa es otra historia al tratar a los nuestros, ancianos o jóvenes.
Más tarde, al estar cocinando, estaba mi hijo muy cerca de mí. Al girarme, casi le pego. “¡Quítate!”, le espeté. Él se retiró dolido, sin que yo notara lo duro que le hablé.
Al acostarme Dios me dijo suavemente: “Trataste al extraño cortésmente, pero fuiste brusca con el niño que amas. Ve a la cocina y encontrarás unas flores en el piso, cerca de la puerta. Son las flores que cortó y te trajo. Amarillas, rosas y una azul. Estaba calladito para darte la sorpresa y no viste las lágrimas que llenaron sus ojos.” Me sentí miserable y empecé a llorar.
Suavemente me acerqué y me arrodillé junto a su cama y le dije:
“¡Despierta pequeño, despierta!”. ¿Son éstas las flores que cortaste para mí? Él sonrió.
-“Las encontré junto al árbol. Las tomé porque son bonitas como tú, en especial la azul.”
-“Hijo, siento mucho lo que hice, no te debí gritar”.
Él contestó, “Está bien mami. Yo te quiero de todos modos.”
-“Yo también te quiero y me gustan las flores, especialmente la azul”.
Toma en cuenta que si morimos mañana, en cosa de días la empresa cubre el puesto; pero la familia que dejamos sentirá la pérdida por el resto de su vida. Piensa en ello, nos entregamos más al trabajo que a nuestra familia….¿No crees que es una inversión poco inteligente?.
Ten en cuenta siempre lo que dijo el Papa Francisco sobre la familia: “Tener un lugar a donde ir, se llama Hogar. Tener personas a quienes amar, se llama Familia y tener ambas, se llama Bendición”
Web católico de Javier
CANTO
Cantico de Simeón HERMANA GLENDA
La Presentación del Niño Jesús Jose Morales
Athenas – Niño Dios
Del Cielo Hakuna
Jesús en el templo Misión País
Delegación para el Clero de Santiago de Compostela