Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijos». Luego dejo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre».
Jesús, dijo: «Está cumplido». E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu. (Jn 19, 25-26. 28b)
Delegación para el Clero de Santiago de Compostela