III Domingo de Pascua

CITA

«Para el que es capaz de ver, nada es profano».

Teilhard de Chardin

san Agustín: La ausencia del Señor no es ausencia. Ten fe, y estará contigo aquel a quien no ves. (Sermones (4º) (t. XXIV), Sermón 235, 1-4, BAC Madrid 1983, 419-22)

San Gregorio Magno (c. 540-604) Pongamos atención, hermanos, en la grandeza de esta virtud. Recibamos a Cristo en nuestra mesa a fin de poder ser recibidos a su festín eterno. Demos ahora hospitalidad a Cristo presente en el extranjero para que en el juicio no seamos como extraños que no le conocemos (Lc 13,25), sino que nos reciba en su Reino como hermanos. Homilía 23; PL 76, 1182

San León Magno, «Durante estos días, el Señor se juntó, como uno más, a los dos discípulos que iban de camino y les reprendió por su resistencia en creer, a ellos que estaban temerosos y turbados, para disipar en nosotros toda tiniebla de duda. Sus corazones, por Él iluminados, recibieron la llama de la fe y se convirtieron de tibios en ardientes, al abrirles el Señor el sentido de las Escrituras. En la fracción del pan, cuando estaban sentados con Él a la mesa, se abrieron también sus ojos, con lo cual tuvieron la dicha inmensa de poder contemplar su naturaleza glorificada» (Sermón 73).

san Ignacio de Antioquía, «Partimos un mismo pan que es remedio de inmortalidad, antídoto para no morir, sino para vivir en Jesucristo para siempre (Eph 20,2

Santo Tomás de Aquino, “Creer es un acto de entendimiento que asiente a la verdad divina por imperio de la voluntad movida por Dios mediante la gracia”, II-II, 2, 9

“el instruido en las Escrituras se hace fuerte para vencer todas las dificultades”

Kempis “Muchos siguen a Jesús hasta partir el pan, pero no hasta beber el cáliz” ()”

Pascal “Pero tú no me buscarías, si no me hubieras encontrado

S. Josemaría Escrivá “Pan y Palabra, Hostia y Oración, si no, no tendrás vida sobrenatural” ().

¿Estas triste? ¡Haz oración! Camino.

Aquellos dos que -sin darse cuenta- han sido heridos en lo hondo del corazón por la palabra y el amor de Dios hecho hombre, sienten que se vayan. Porque Jesús les saluda “con ademán de continuar adelante”. No se impone nunca, este Señor Nuestro. Quiere que le llamemos libremente, desde que hemos entrevisto la pureza del Amor, que nos ha metido en el alma (Amigos de Dios, n. 313).

Se dijeron uno a otro: “¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?” (Lc 24, 32). Estas palabras de los discípulos de Emaús debían salir espontáneas, si eres apóstol, de labios de tus compañeros de profesión, después de encontrarte a ti en el camino de su vida (Camino, n. 917).

Concilio Vaticano II, “Para dar esta respuesta de la fe es necesaria la gracia de Dios, que se adelanta y nos ayuda, junto con el auxilio interior del Espíritu Santo, que mueve el corazón, lo dirige a Dios, abre los ojos del espíritu y concede a todos gusto en aceptar y creer la verdad” Dei Verbum, 5 (D.V. 5)…, 162-3

S. Juan Pablo II, Del encuentro personal con Jesús brota, en el corazón de los creyentes, el deseo de dar testimonio de Él. (18-IV-1999)

En la Misa dominical es donde los cristianos reviven de manera particularmente intensa la experiencia que tuvieron los Apóstoles cuando el Resucitado se les apareció estando reunidos. En aquel pequeño núcleo de discípulos, primicia de la Iglesia, estaba presente en cierto modo el pueblo de Dios de todos los tiempos. La íntima relación entre la manifestación del Resucitado y la Eucaristía es sugerida por Lucas en la narración sobre los discípulos de Emaús, a los que acompañó Cristo mismo, guiándolos hacia la comprensión de la Palabra y sentándose a la mesa con ellos, que lo reconocieron cuando tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. Los gestos de Jesús en este relato son los mismos que él hizo en la última Cena, con una clara alusión a la “fracción del pan”, como se llamaba a la Eucaristía en la primera generación cristiana”.”Dies Domini”

Benedicto XVI, Tened confianza: el Señor resucitado camina con vosotros ayer, hoy y siempre. Amén. Homilía(08-05-2011)

S.S. Francisco, “Siempre hay una Palabra de Dios que nos guía en nuestra desorientación; y a través de nuestros cansancios y decepciones hay siempre un Pan partido que nos hace ir adelante en el camino”. (Regina Coeli, 4 de Mayo de 2014)

El camino de Emaús se convierte así en símbolo de nuestro camino de fe: las Escrituras y la Eucaristía son los elementos indispensables para el encuentro con el Señor. También nosotros llegamos a menudo a la misa dominical con nuestras preocupaciones, nuestras dificultades y desilusiones. La vida a veces nos hiere y nos marchamos tristes, hacia nuestro “Emaús”, dando la espalda al proyecto de Dios. Nos alejamos de Dios. Pero nos acoge la Liturgia de la Palabra: Jesús nos explica las escrituras y vuelve a encender en nuestros corazones el calor de la fe y de la esperanza, y en la Comunión nos da fuerza. Palabra de Dios, Eucaristía. Leed cada día un pasaje del Evangelio. Los discípulos de Emaús acogieron la Palabra; compartieron la fracción del pan, y, de tristes y derrotados como se sentían, pasaron a estar alegres

Cuantas veces el hombre se auto paraliza, negándose a superar su idea de Dios, de un dios creado a imagen y semejanza del hombre; cuantas veces se desespera, negándose a creer que la omnipotencia de Dios no es la omnipotencia de la fuerza o de la autoridad, sino solamente la omnipotencia del amor, del perdón y de la vida.Homilía(29-04-2017) Santa Misa en el Air Defense Stadium, El Cairo.

José Luis Sicre La palabra y el rito, sin el contacto personal con el Señor, nunca servirán para suscitar el entusiasmo y hacer que arda el corazón.

Rainiero Cantalamessa, Jesús se ha quedado entre nosotros de dos maneras: en la Eucaristía y en su Palabra. En ambas está Él presente: en la Eucaristía en forma de alimento, en la Palabra en forma de luz y de verdad. La Palabra tiene una gran ventaja sobre la Eucaristía. A la comunión no se pueden acercar más que los que ya creen y están en estado de gracia; a la Palabra de Dios, en cambio, se pueden acercar todos, creyentes y no creyentes, casados y divorciados. Es más, para llegar a ser creyentes, el medio más normal es precisamente el de escuchar la Palabra de Dios.

Romano Guardini, los relatos evangélicos subrayan «a menudo y con fuerza que Cristo resucitado es distinto de como era antes de Pascua y distinto del resto de los hombres. En las narraciones su naturaleza tiene algo de extraño. Su cercanía conmueve profundamente, llena de estupor. Mientras que antes «iba» y «venía», ahora se dice que «aparece», «de repente», junto a los peregrinos, que «desaparece» (cf. Mc 16, 9-14; Lc 24, 31-36). Las barreras corporales no existen ya para Él. No está limitado a las fronteras del espacio y del tiempo. Se mueve con una libertad nueva, desconocida en la tierra… pero al mismo tiempo se afirma claramente que es Jesús de Nazaret, en carne y hueso, tal como vivió antes con los suyos, y no un fantasma…». Sí, «el Señor se ha transformado. Vive de forma distinta a como vivía antes. Su existencia presente nos resulta incomprensible. Y, sin embargo, es corporal, contiene a Jesús todo entero… e incluso, a través de sus llagas, contiene toda su vida vivida, la suerte que sufrió, su pasión y muerte». Por tanto, no se trata solamente de una supervivencia gloriosa de su yo. Nos encontramos en presencia de una realidad profunda y compleja, de una vida nueva, plenamente humana: «La penetración, la transformación de toda la vida, incluido el cuerpo, por la presencia del Espíritu… Se realiza en nosotros ese cambio que llamamos fe y que, en vez de concebir a Cristo en función del mundo, hace pensar en el mundo y en todas las cosas en función de Cristo… La Resurrección desarrolla un germen que Él siempre llevó en sí». «necesitamos la resurrección y la transfiguración para comprender realmente lo que es el cuerpo humano… En realidad, sólo el cristianismo se ha atrevido a situar el cuerpo en las profundidades más ocultas de Dios»(R. Guardini, El Señor, t. 2).

J. Moltmann, el teólogo de la esperanza: «Creer significa rebasar, en una esperanza que se adelanta, las barreras que han sido derribadas por la resurrección del crucificado. Si reflexionamos sobre esto, entonces esa fe no puede tener nada que ver con la huida del mundo, con la resignación y los subterfugios. En esta esperanza, el alma no se evade de este valle de lágrimas hacia un mundo imaginario de gentes bienaventuradas, ni tampoco se desliga de la tierra. Pues, para decirlo con palabras de Ludwig Feuerbach, la esperanza sustituye el más allá sobre nuestro sepulcro en el cielo por el más allá sobre nuestro sepulcro en la tierra, lo reemplaza por el futuro histórico, por el futuro de la humanidad… La fe se introduce en esta contradicción, y con ello se convierte a sí misma en una contradicción contra el mundo de la muerte. Por esto la fe, cuando se dilata hasta llegar a la esperanza, no aquieta sino que inquieta, no pacifica sino que impacienta. La fe no aplaca el cor inquietum, sino que ella misma es ese cor inquietum en el ser humano. El que espera en Cristo no puede conformarse ya con la realidad dada, sino que comienza a sufrir a causa de ella, a contradecirla. Paz con Dios significa discordia con el mundo, pues el aguijón del futuro prometido punza implacablemente en la carne a todo presente no cumplido» (Teología de la Esperanza, Salamanca 1969, 26-27).

Henri J.M. Nouwen; Jesús tiene muchas maneras de aparecerse y de hacernos saber que está vivo. Lo que celebramos en la Eucaristía sucede de muchas más formas de las que nosotros podamos pensar.

Una vida eucarística ha de ser vivida con agradecimiento. La Historia de los dos amigos que iban a Emaús, que es también nuestra propia historia, nos ha mostrado que el agradecimiento no es una actitud obvia ante la vida. El agradecimiento necesita ser descubierto y vivido con gran finura interior. Con el Corazón en Ascuas

Winston Churchill «El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse».

Edgardo Riveros Aedo, «Aceptar que estamos tristes y recorrer el camino de la curación es iniciar el recorrido de un camino desanación y reconstrucción»

«La tristeza abunda precisamente porque tomamos decisiones equivocadas» Focusing desde el corazón y hacia el corazón

P. Mauro-Giuseppe Lepori OCist: «La belleza del rostro de Jesús está directamente ligada a la misión, a la evangelización, al testimonio de la fe» Heridos por la belleza

Hermano Rafael: «Si vieras que Jesús te llamaba y te mirase con esos ojos que desprendían amor, ternura, perdón y te dijese: – ¿Por qué no me sigues?».

TRISTEZA

P. Rey S.J.: Algunos maestros espirituales señalan ocho pecados capitales en lugar de siete. El octavo sería la tristeza.

Ma. García Dorronsoro: Cuando uno de nosotros reconoce que está triste, debe pensar: es que no estoy suficientemente cerca de Cristo.

San Agustín de Hipona: Dios lo que más odia después del pecado es la tristeza, porque nos predispone al pecado.

Autor desconocido: Hay espacios de la tristeza que solo pueden ser llenados por Dios.

SS Francisco (24 de marzo 2013): La cruz de Cristo, abrazada con amor, nunca conduce a la tristeza, sino a la alegría, a la alegría de ser salvados.

San Francisco de Sales: «la tristeza es contraria al autor divino».

Paulo Coelho: “Las tristezas no se quedan para siempre cuando caminamos en dirección a lo que siempre deseamos.”

SS Francisco (24 de marzo 2013): No seáis nunca hombres y mujeres tristes: un cristiano jamás puede serlo.

Dylan Thomas: Quien no conozca el amor jamás conocerá qué es la tristeza.

Rabindranath Tagore: Si por la noche lloras porque no ves el Sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas.

Calderón de la Barca: Una pena imaginada es más que acontecida.

Khalil Gibran: Yo os digo que la alegría y la tristeza son inseparables.

CONTO

“LAS POTENCIALIDADES”
“Había una vez un rey muy caprichoso que tenía una hija muy hermosa y buena.
Quería casarla, aunque puso una condición algo absurda. Él estableció que sería elegido aquel hombre que fuera capaz de hacer volar un halcón que desde hace un tiempo estaba posado en una rama. Y nadie, absolutamente nadie hasta el presente había logrado hacerlo.
Una cantidad de personajes aparecieron en el palacio y con distintas mañas intentaron que el pájaro volara sin embargo ninguno lo consiguió.
Cuentan que una mañana el rey se levantó y vio volando al halcón por su jardín. Su hija ya tenía pretendiente y cuando lo mandó llamar le preguntó cómo había hecho semejante milagro.
Cuando estuvo frente al campesino le dijo: ¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres mago, acaso?
Entre feliz e intimidado, el hombrecito solo explico: No fue difícil, Alteza: solo corté la rama, entonces el halcón se dio cuenta que tenía alas y simplemente se largó a volar”.
(Claudio M. Pérez Bobasso)
Tomado de INPAS, B

EL NAUFRAGO
Desde una isla remota, el único sobreviviente de un naufragio oraba fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara, y todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero ésta nunca llegaba.
Cansado, eventualmente empezó a construir una pequeña cabañita para protegerse, y proteger sus pocas posesiones. Un día, después de andar buscando comida, encontró la pequeña choza en llamas, el humo subía hacia el cielo. Todo lo perdió en aquel incendio. Confundido y enojado con Dios le decía: “¿Cómo pudiste hacerme esto?” y se quedó dormido sobre la arena.
Temprano en la mañana del siguiente día, escuchó asombrado la sirena de un barco que se acercaba a la isla. Venían a rescatarlo. Les preguntó, ¿Cómo sabían que yo estaba aquí?. Y sus rescatadores le contestaron, “vimos las señales de humo que nos hiciste….”
Tomado de www. Corazones.org

DIOS ESTÁ CERCA
Una vez un hombre susurró: “Dios, dime algo”. Y un árbol cantó. Pero el hombre no escuchaba. Luego, el hombre habló más alto pidiendo: “¡Dios, háblame!”. Y el viento silbó a su alrededor. Pero el hombre no oía. El hombre miró a su alrededor y gritó: “¡Dios, déjame que te vea!”. Y una estrella se encendió con fuerza en el cielo. Pero el hombre no veía.
Entonces, el hombre gritó: “¡Dios, muéstrame un milagro!”. Y en ese momento un niño nació. Pero el hombre no lo supo. Luego, el hombre, ya desesperado, pidió a voces: “¡Tócame Dios, haz saber que estás aquí!”.
Dicho esto, Dios bajó y lo tocó. Pero el hombre, sin darse cuenta, espantó la mariposa que volaba a su alrededor y continuó su camino creyendo que Dios no existía.
Tomado de P. Diego Millán

ANÉCDOTA

PADRE VILARIÑO
Hace años –ya muchos—me contaron la anécdota del Padre Vilariño, autor de una popular y sentida vida de Jesús, que un día que estaba meditando en uno de sus capítulos, subió a un tranvía y allí, él solo, se ensimismó en la figura de Jesús que quería describir y al preguntarle el cobrador: “Billete”, contestó: “Dos, por favor”. Y ante el asombro del cobrador se desdijo: “No, uno solo”. El buen Padre llevaba de compañero de tranvía a ese Señor que camina siempre con nosotros.
José María Maruri, SJ

“Creo en el sol aunque no brille.
Creo en el amor, aunque yo no lo sienta.
Creo en Dios aunque no pueda verlo”.
Palabras escritas por un judio en el muro del Gueto de Varsovia, 1941.

EMAUS
«… a un pueblo llamado Emaús, que distaba sesenta estadios de Jerusalén» Esta es Nicópolis, ciudad distinguida de la Palestina que después de la guerra de la Judea fue restaurada por el príncipe Marco Aurelio Antonino, habiéndole cambiado la forma y el nombre. Un estadio -como dicen los griegos-, es un espacio de camino determinado [Unos 180 metros], como había dispuesto Hércules, y es la octava parte de una milla, por lo tanto, sesenta estadios representan un espacio de siete mil cincuenta pasos, esto es siete millas y media. Este fue el espacio de camino que recorrieron aquellos que, estando seguros de la muerte y sepultura del Salvador, aún dudaban acerca de su resurrección.
Beda el Venerable

La localidad de Emaús no ha sido identificada con certeza. Hay diversas hipótesis
Benedicto XVI

La localización de la ciudad de Emaús resulta problemática, porque a la distancia de los 60 estadios (11 kilómetros) que cita el evangelio, no hay ninguna ciudad llamada Emaús. La Emaús existente se hallaba a 160 estadios (a 31 kilómetros). Parece ser que esta diferencia se debe a errores de amanuenses.
La palabra Emaús hace referencia a «fuentes termales». En la ciudad de Emaús existen tres de estas fuentes cuyas aguas se conducía a través de canales. Fue un lugar de luchas nacionalistas, primeramente, contra la invasión griega y posteriormente contra la dominación romana. Cien años después de la muerte de Jesús, esta ciudad fue destruida totalmente por los ejércitos romanos.
Pepe Gómez, Tiempo Interior


Lleva a no depender (en la autoestima, el estado de ánimo, etc.) del éxito. “Porque tomar el éxito o el fracaso como las dos únicas metas por las que ha de regirse la vida es una opción desacertada, porque éxito y fracaso son categorías de un valor muy relativo. Así, por ejemplo, a los 4 años, tener éxito es no hacerse pipí en los pantalones. A los 12 años, tener éxito es tener amigos. A los 20 años, tener éxito es obtener brillantes calificaciones y tener prometida. A los 30 años, es tener dinero. A los 50 años, tener éxito es que los hijos estén bien encaminados en sus vidas. A los 60 años, tener éxito es seguir trabajando y disponer de buena salud. A los 70 años, tener éxito es tener amigos. A los 80 años, tener éxito es no ser un estorbo para nadie. A los 90 años, tener éxito es no hacerse pipí en los pantalones. Como puede apreciarse, el ciclo se cierra…”
(Aquilino Polaino, “Familia y autoestima”)

CHISTE

  • Estoy triste
  • ¿Qué tienes?
  • Tristeza

POEMA

«Cuando la tormenta pase y se amansen los caminos
y seamos sobrevivientes de un naufragio colectivo.
Con el corazón lloroso y el destino bendecido
nos sentiremos dichosos tan sólo por estar vivos.
Y le daremos un abrazo al primer desconocido
y alabaremos la suerte de conservar un amigo.
Y entonces recordaremos todo aquello que perdimos
y de una vez aprenderemos todo lo que no aprendimos.
Ya no tendremos envidia pues todos habrán sufrido.
Ya no tendremos desidia. Seremos más compasivos.
Valdrá más lo que es de todos que lo jamás conseguido.
Seremos más generosos Y mucho más comprometidos».
Mario Benedetti

«Huerto sellado, tumba vacía.
Pasos presurosos. Llantos y risas.
No sé de qué está hecho el día.
Sólo sé que las sombras mueren con el sol.
Y los vientos se calman.
Y los silencios se tiñen de risas.
Y mi mano toca la vida entre piedras vacías.
Ya no temo.
Súbitamente comprendo, que la alegría que dura es la eterna.
Y mi alma descansa segura.
Pasa el miedo y huye con las sombras.
Y yo tejo en silencio una suave armonía.
Esperando ese día cuando todo encaje o no.
Ese día en el que la vida no conozca más la muerte.
Sí, cuando Tú hayas vencido en mí para siempre».
Tomado de P. Carlos Padilla

ORACIÓN

ORACIÓN

No nos abandones en la tentación.

No nos dejes expuestos al placer,

ni al consumo, ni a la pura ciencia,

ni a los valores dominantes, ni al cansancio,

ni al aburguesamiento que traen los años,

ni a la autosuficiencia, ni al fariseísmo,

ni al engaño propio, ni al olvido de ti.

Somos débiles, aunque a veces

no nos lo creamos nosotros mismos.

Líbranos del mal,

de la ceguera y del endurecimiento de corazón,

de la instalación y del cambio de calle,

cuando apareces tú en la otra esquina.

EUCARISTÍA 1990/51

QUÉDATE CON NOSOTROS, SEÑOR

Porque el camino por donde avanzamos

son kilómetros sin luz y con tropezones

Porque, sin Ti, es difícil reconocer y alcanzar

la paz y la felicidad que necesitamos.

Porque, sin Ti, el pan de cada día

se hace duro de masticar y desagradable al paladar.

QUÉDATE CON NOSOTROS, SEÑOR

Porque, sin Ti, es huérfano nuestro caminar

triste nuestro canto e insípido nuestro existir.

Porque, sin Ti, la vida no es vida

y, la muerte, el triunfadora sobre nuestra suerte

QUÉDATE CON NOSOTROS, SEÑOR

Porque, para vivir, necesitamos verte

Porque, para no fracasar,

es bueno que camines a nuestro lado

y compartas nuestras ilusiones y nuestros sueños

y te hagas sabedor y conocedor de nuestras dudas y fracasos

QUÉDATE CON NOSOTROS, SEÑOR

Para volver de lo antiguo a lo nuevo

Para regresar de los caminos equivocados

Para llevar esperanza a un mundo perdido

Para que, la noche de la fe,

dé lugar al esplendor de la luz del día.

QUÉDATE CON NOSOTROS, SEÑOR

Porque anochece si, Tú, no eres el sol que nos ilumina

Porque atardece si, Tú, no eres la luz que nos guía

Porque ennegrecen nuestros días si, Tú,

no les das paz, fuerza y armonía.

QUÉDATE CON NOSOTROS, SEÑOR

Para que la tristeza sea amordazada

por la alegría de la Pascua

Para que nuestra fe sea contagiosa,

pascual, vibrante y entusiasta

QUÉDATE CON NOSOTROS, SEÑOR

Y que no dejemos de avanzar por los caminos de la vida

dando a conocer lo que, tu presencia, aporta a nuestros días

Y que no dejemos de pregonar lo que, tu compañía,

enriquece a nuestro caminar por la tierra.

Javier Leoz

YO SOY LA PASCUA

Mas ahora venid todas las naciones de los hombres

manchadas por los pecados,

y recibid la remisión de los pecados.

Porque Yo soy vuestro perdón,

Yo soy la pascua de la salvación,

Yo soy el cordero que ha sido inmolado por vosotros.

Yo soy vuestra vida,

Yo soy vuestra resurrección,

Yo soy vuestra luz,

Yo soy vuestra salvación,

Yo soy vuestro rey.

Yo soy el que os conduce hasta las alturas de los cielos,

Yo soy el que os mostraré al (que es) Padre desde los siglos,

Yo soy el que os resucitaré por mi diestra.

Él es el que hizo el cielo y la tierra,

el que formó al principio al hombre,

el que fue anunciado por la ley y los profetas,

el que se encarnó en una virgen,

el que fue suspendido en un madero,

el que fue sepultado en la tierra,

el que resucitó de entre los muertos,

y el que subió a las alturas de los cielos,

el que está sentado a la diestra del Padre,

el que tiene poder de juzgarlo y de salvarlo todo,

aquél por el cual el Padre hizo lo que existe

desde el comienzo y por los siglos.

El es el Alfa y el Omega,

él es el principio y el fin,

comienzo inexplicable y fin incomprensible;

Él es el Cristo,

Él es el rey,

Él es Jesús,

Él es el estratega,

Él es el Señor,

el que resucitó de entre los muertos,

el que está sentado a la derecha del Padre.

Él es el portador del Padre y el Padre lo lleva a él (en sí).

A él la gloria y el poder por los siglos. Amén.

[Melitón de Sardes, obispo sobre la pascua, paz al que escribió y al que lee y a los que aman al Señor con simplicidad de corazón.]

CANTO

El Peregrino de Emaús Cristóbal Fones, SJ

Miedo y Tristeza (En Vivo) HERMANA GLENDA