En la VII jornada mundial de los pobres el Papa, a partir del libro de Tobias, anima a recordar a todas las personas que encontramos y, como Tobit le dice a su hijo, el Papa dice «No apartes tu rostro del pobre» (Tb 4,7) . Francisco propone para ello pensar gestos concretos.
Para situarnos en gestos concretos, el Papa habla de Tobit, desterrado en Nínive, que se despide de su hijo Tobías, que va a emprender un largo viaje.
Y siguiendo la Biblia, nos cuenta el Papa que, por lo que pueda pasar, el padre le da unas preciosas y precisas indicaciones al hijo para que tenga una vida plena. Tobit le dice “El Señor ha sido mi bien”, por ello «Acuérdate del Señor todos los días de tu vida, hijo mío, y no peques deliberadamente ni quebrantes sus mandamientos. Realiza obras de justicia todos los días de tu vida y no sigas los caminos de la injusticia» y para que no quede duda Tobit añade «da limosna de tus bienes y no lo hagas de mala gana».
El Papa se centra en un acto de caridad concreto, de los diversos que aparecen en este libro de Tobías, que es cuando Tobit dice«En nuestra fiesta de Pentecostés, que es la santa fiesta de las siete Semanas, me prepararon una buena comida y yo me dispuse a comer. Cuando me encontré con la mesa llena de manjares, le dije a mi hijo Tobías: “Hijo mío, ve a buscar entre nuestros hermanos deportados en Nínive a algún pobre que se acuerde de todo corazón del Señor, y tráelo para que comparta mi comida. Yo esperaré hasta que tú vuelvas”» Y dice el Papa que el hijo al volver le cuenta que ha presenciado un asesinato y que hay un muerto en la calle, y el padre lo va a enterrar y “Al volver a su casa, (Tobit) cansado, se durmió en el patio; sobre los ojos le cayó estiércol de unos pájaros y se quedó ciego “.
Dice el Papa “A pesar de tener un alma tan buena, fue puesto a prueba. Como a menudo nos enseña la Sagrada Escritura, Dios no les evita las pruebas a los que hacen el bien. ¿Cómo es posible? No lo hace para humillarnos, sino para afianzar nuestra fe en Él.”
Para dar pie a la reflexión el Papa indica que “La prisa, cotidiana compañera de la vida, impide detenerse, socorrer y hacerse cargo de los demás “ porque “Delegar en otros es fácil; ofrecer dinero para que otros hagan caridad es un gesto generoso; la vocación de todo cristiano es implicarse en primera persona”porque “Si soy pobre, puedo reconocer quién es el hermano que realmente me necesita. Estamos llamados a encontrar a cada pobre y a cada tipo de pobreza, sacudiendo de nosotros la indiferencia y la banalidad con las que escudamos un bienestar ilusorio.”
En definitiva el Papa nos invita a un gesto concreto dentro de tantas pobrezas que podemos encontrar en nuestro entorno, como hicieron Tobit y Tobías, como tantos cristianos que nos han precedido en el reino han hecho, se puede realizar un gesto concreto.
Para leer el mensaje completo https://www.vatican.va/content/francesco/es/messages/poveri/documents/20230613-messaggio-vii-giornatamondiale-poveri-2023.html