XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario

CITA

De bien nacido es ser agradecido

La gratitud es una flor que crece en tierra noble.

Es mucho lo que recibimos y muy poco lo que agradecemos”.

«Nadie da gracias al cauce seco del río por su pasado».

« Ser agradecidos a Dios es ofrecer flor de harina.»

(Eclesiástico 35,2).

« ¡Gratitud, es la actitud!»

S.Son

Virgilio, Mientras el río corra, los montes hagan sombra y en el cielo haya estrellas, debe durar la memoria del beneficio recibido en la mente del hombre agradecido”.

S. Basilio, ¿Cómo pagaremos, pues, al Señor todo lo que nos ha hecho? Es tan bueno que no nos pide nada como recompensa de sus beneficios: se contenta con que le amemos. Grandes Reglas monásticas: Sus heridas nos curaron

San Ambrosio (…), se bañó, y, al verse curado, entendió al momento que lo que purifica no es el agua sino el don de Dios. Él dudó antes de ser curado; pero tú, que ya estás curado, no debes dudar» (S. Ambrosio, De mysteriis 12,19).

San Juan Crisóstomo «un poco de fe puede mucho».

S. Agustín, «¿Qué cosa mejor podemos traer en el corazón, pronunciar con la boca, escribir con la pluma, que estas palabras: “Gracias a Dios”? No hay cosa que se pueda decir con mayor brevedad, ni oír con mayor alegría, ni sentirse con mayor elevación, ni hacer con mayor utilidad» (S. Agustín, Epistolae 41,1).

San Bernardo de Claraval: También vemos en nuestros días que hay un cierto número de personas que piden a Dios con insistencia lo que les hace falta, pero tan sólo un número reducido de entre ellos parece reconocer los beneficios recibidos. Sermones diversos, nº 27.

“el Evangelio de la Ingratitud”, sermón XLIII.

“Cuando nos mostramos agradecidos por cuanto recibimos, ensanchamos más en nosotros el espaciopara recibir un don todavía mayor”


Maestro Eckhart “Si la única oración que dijeras es ‘Gracias,’ eso sería suficiente.”

Santo Tomás Moro «Sigamos nosotros a Cristo y supliquemos al Padre con Él. No imitemos la conducta de Judas, abandonando a Cristo después de haber participado de sus favores y haber cenado espléndidamente con Él» ()

San Francisco de Sales, Piensa en todo lo que Dios te ha dado en el ámbito del espíritu, del cuerpo, del alma: te ha dado la salud, el bienestar, los buenos amigos…Te alimenta con sus Sacramentos, te ilumina con sus luces, te ha perdonado tantas veces… Introducción a la Vida Devota. 1a parte, Cáp.. 9 y ss. III, 34.

San Josemaría Escriva de Balaguer, Si yo fuera leproso, mi madre me abrazaría. Sin miedo ni reparo alguno, me besaría las llagas. ‑Pues, ¿y la Virgen Santísima? Al sentir que tenemos lepra, que estamos llagados, hemos de gritar: ¡Madre! Y la protección de nuestra Madre es como un beso en las heridas, que nos alcanza la curación (Forja, n. 190).

Catecismo, 2.648 «Toda alegría y toda pena, todo acontecimiento y toda necesidad pueden ser materia de la acción de gracias que, participando en la de Cristo, debe llenar toda la vida: ‘En todo dad gracias’ (1Tes 5,18)»

Benedicto XVI Quien sabe agradecer, como el samaritano curado, demuestra que no considera todo como algo debido, sino como un don que, incluso cuando llega a través de los hombres o de la naturaleza, proviene en definitiva de Dios. En verdad, la lepra que realmente desfigura al hombre y a la sociedad es el pecado; son el orgullo y el egoísmo los que engendran en el corazón humano indiferencia, odio y violencia. Plaza de San Pedro, 14-10-2007

Papa Francisco, “No dejes de dar gracias a Dios, por todo lo que vives, por todo lo que recibes cada día”

Lao-Tsé “La gratitud es la memoria del corazón” ()

José Luis Sicre ¿Dónde me sitúo? ¿Entre los “buenos” poco agradecidos, o entre los “malos” agradecidos?

Rumi La gratitud es un “huésped honorable”

CONTO

SER AGRADECIDOS

Cuentan que una vez llegó un hombre al cielo y Jesús comenzó a enseñarle los diferentes departamentos existentes.

El hombre notó lo atareados que estaban en el departamento de “peticiones” y “bendiciones”, donde se reciben las peticiones de las personas y donde se entregan las bendiciones solicitadas.

Notó un departamento solitario y con un solo ángel. El hombre le preguntó a Jesús cuál era ese departamento. Jesús le contestó: “es el departamento donde se reciben los agradecimientos por las bendiciones recibidas a través de la peticiones”.

Tomado de P. Diego Millán

ANÉCDOTA

EJEMPLOS PREDICABLES

AGRADECIDO

La virtud del agradecimiento es una de las virtudes más olvidadas. Cuesta caer en la cuenta. Vivimos confortablemente y no pensamos en los sudores de los que prepararon los materiales y construyeron la casa. Saboreamos los alimentos, y nos olvidamos de los que sembraron y segaron, de los que plantaron y regaron. Vemos un jubilado y nos olvidamos de lo que trabajó. «Nadie da gracias al cauce seco del río por su pasado».

Un anciano estaba plantando mangos en su jardín. Un vecino le preguntó: «¿Qué haces? ¿Esperas llegar a comer mangos de esos árboles?». «No, no pienso vivir tanto. Pero otros lo harán. Se me ocurrió el otro día que toda mi vida he disfrutado comiendo mangos plantados por otras personas, y así les muestro mi gratitud. En mi larga vida he recibido muchas cosas de los demás. Es justo que contribuya a que otros reciban algo de mí».

Tomado de MSC

POEMA

“Mi ser expresa

gratitud hacia Dios,

cada vez que

recibe una verdadera gracia,

escuchando

como el leproso,

lo que Jesucristo me dice:

„Levántate

y ve donde debes,

bajo la presencia de amor fraterno

que nos hace felices‟ ”.

Tomado de Franck Widro

ORACIÓN

“Gracias, Señor, por el día,

por tu mensaje de amor

que nos das en cada flor;

por esta luz de alegría,

te doy las gracias, Señor.

Gracias, Señor, por la espina

que encontraré en el sendero,

donde marcho pregonero

de tu esperanza divina;

gracias, por ser compañero.

Gracias, Señor, porque dejas

que abrase tu amor mi ser,

porque haces aparecer

tus flores a mis abejas,

tan sedientas de beber.

Gracias por este camino,

donde caigo y me levanto,

donde te entrego mi canto

mientras marcho peregrino,

Señor, a tu monte santo.

Gracias, Señor, por la luz

que ilumina mi existir;

por este duce dormir

que me devuelve a tu cruz.

¡Gracias, Señor, por vivir!

Amén”

(De la Liturgia de las Horas)

MEDITACIÓN

“„¿No quedaron limpios los diez?, Los otros nueve ¿dónde están?‟ (Lc 17,17). Pienso que se acuerdan de estas palabras del Salvador, quien reprobaba la ingratitud de aquellos nueve.

En el texto se puede ver cómo todos supieron orar bien diciendo: „Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros‟ (Lc 17,13). Pero les faltó la otra cosa de que habla el Apóstol: el agradecimiento. De hecho, no volvieron para darle las gracias a Dios.

También hoy vemos a muchos empeñados en pedir aquello que necesitan, pero vemos a muy pocos preocuparse por agradecer aquello que recibieron.

Y no es que esté mal pedir con insistencia; pero el ser ingratos le quita fuerza a la petición. Y hasta, tal vez, sea propio de clemencia el negarle a los ingratos el favor que piden. Que no nos pase a nosotros el que seamos tanto más acusados de ingratitud, cuantos mayores sean los beneficios que recibimos. Y, pues, es propio de la misericordia, en este caso, negar misericordia (…)

Mira, por tanto, que no todos lucran con la cura de la lepra de la vida mundana, cuyos pecados todos conocen; porque algunos contraen un mal peor, el de la ingratitud; mal que es tanto peor pero cuanto más interno es (…)

Feliz de aquel samaritano, que supo reconocer que no tenía nada no hubiera recibido, y regresó para agradecerle al Señor.

Feliz de aquel que, ante cada don, se vuelve siempre para Aquél en quien reside la plenitud de todas las cosas.

Porque cuando nos mostramos agradecidos por cuanto recibimos, ampliamos más en nosotros el espacio para recibir un don todavía mayor”.

(San Bernardo, Sermón XXIII: “De discretione spiritum”, en “De diversis”, 23,5ss)

CANTO

Verónica Sanfilippo – Solo Quiero Darte Gracias

Delegación para el Clero de Santiago de Compostela