Profundo mensaje de Sor María Prema sobre la Madre Teresa y el éxito, el fracaso y el «ser fiel»

En la mañana de este lunes, el arzobispo de Calcuta, Thomas D’Souza, ofició una misa en memoria del 109º aniversario del nacimiento de la Madre Teresa de Calcuta (1910-1997), celebración que, según declaró a Asia News
el vicario general de la diócesis, fue “espléndida… un momento de
acción de gracias a través de la oración y la alegría” en capilla
“abarrotada de gente de todos los sectores sociales”. 


Monseñor D’Souza encendió una vela sobre la tumba de la Madre Teresa,
decorada para la ocasión, y a continuación se entonó una canción de
felicitación de cumpleaños. 


También se dirigió a los presentes la Hermana María Prema,
alemana de 66 años superiora de las Misioneras de la Caridad desde 2009,
cuando sustituyó a la primera sucesora de la Madre Teresa, Sor Nirmala, fallecida en 2015. Sor Prema dedicó unas palabras a glosar la forma en la que su fundadora entendría la fidelidad a Dios y a la propia vocación.



Monseñor D’Souza, ante la tumba de la Madre Teresa en la casa general de las Misioneras de la Caridad en Calcuta.


Éstas son las palabras que dijo la Hermana Prema:


“Querría compartir con vosotras mis reflexiones sobre una convicción de la Madre: ‘Dios no me llamó para tener éxito. Me llamó para ser fiel.


»Me maravilla cómo la Madre aceptaba el éxito y el fracaso con la misma serenidad y alegría.


»No se preocupaba del éxito, ni de la riqueza, ni de la gloria ni del
poder. Sabía que Dios la había llamado y que Dios es siempre fiel. La
cultura albanesa la educó en mantener la palabra dada, incluso a costa
de la propia vida. La Madre era fiel a lo que su madre le había
enseñado.


»Era fiel a la promesa bautismal de servir a Dios en la Iglesia católica.


»Era fiel a su llamada a pertenecer solo a Jesús como religiosa.


»Era fiel a la llamada de Dios a servirLe en los más pobres entre los pobres en India y en todo el mundo.


»Confiaba plenamente en la Providencia de Dios para todo aquello que necesitaba para Su servicio.


»Amaba fielmente a todos y nunca cerró su corazón a nadie, menos que nadie a quienes la herían.


»Su fidelidad en los momentos fáciles y en los difíciles fue bendecida por Dios con una extraordinaria fecundidad.


»Se convirtió en la defensora del derecho a la vida de los niños abortados, abandonados y discapacitados.


»Se convirtió en la Madre de los descartados y de quienes eran considerados inútiles y un lastre para la sociedad.


»Se convirtió en un icono del amor tierno y bondadoso de Dios.


»Era fiel en la dedicación de sí misma al servicio más humilde, tanto
que en 1985 el secretario general de las Naciones Unidas, Pérez de
Cuéllar, la definió como ‘la mujer más poderosa del mundo’.


»Queridísima Madre, hoy, en el día de tu cumpleaños, te pedimos nos concedas una porción de tu fidelidad a Dios y a los más pobres entre los pobres”.

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