Monseñor Barrio resalta que la Iglesia de Santiago recibe “a todos los peregrinos que buscan y comparten su caminar desde diversas posiciones religiosas”

El arzobispo clausuró el III Encuentro Interreligioso y dijo que “nuestra Catedral y otros templos son verdaderamente espacios de oración donde los no cristianos puedan estar junto a nosotros”

El arzobispo, monseñor Julián Barrio, clausuró este sábado el III Encuentro Interreligioso en Santiago de Compostela, con una intervención en la que habló sobre la importancia de la comunión entre los cristianos a la hora de abordar el diálogo con los creyentes de otras confesiones religiosas. “Nuestra Iglesia Compostelana”, indicó el arzobispo, “recibe simbólicamente en su iglesia, la Catedral, con puertas abiertas, a todos los peregrinos de nuestro tiempo que caminan, buscan y comparten en su caminar desde tan diversas posiciones religiosas. El hecho de que la Iglesia así acoja en su seno, es ya un gran gesto, aunque no lo apreciemos. En este caso nuestra Catedral y otros templos son verdaderamente espacios de oración donde los no cristianos puedan estar junto a nosotros, y los cristianos pueden rezar con nosotros, a pesar de la diversidad religiosa que nos separe”. En el acto de clausura intervino, también, el Dr. Abdelaziz Hammaoui, imán y teólogo musulmán. La jornada se había iniciado con una conferencia de Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio, quien habló sobre “Fraternidad y convivencia entre religiones”.

En su conferencia de clausura, el arzobispo compostelano hizo referencia al camino llevado a cabo por la Iglesia, sobre todo a partir del Concilio Vaticano II, en relación con el diálogo interreligioso. Monseñor Barrio aludió a los documentos conciliares y a las actitudes de San Pablo VI y de San Juan Pablo II para explicar que “el diálogo interreligioso es una evangelización recíproca bajo el influjo del Espíritu Santo”, que pone de manifiesto que “la Iglesia reprueba como ajena al espíritu de Cristo cualquier discriminación o vejación realizada por motivos de raza o color, de condición o religión”.

En ese sentido, el arzobispo indicó, también, que el encuentro interreligioso en Compostela evocaba la reunión promovida por San Juan Pablo II en Asís, en el año 1986, “siendo una misión y una tarea para nosotros”.

“Ese es el significado de este encuentro”, explicó monseñor Barrio, en alusión a la oración compartida en Asís y al encuentro de 2001, para añadir que la expresión de esa fe compartida para los cristianos “ha de manifestarse en la entrega a los demás a través de la caridad. Hoy aquí hablan en clamoroso silencio, todas las iniciativas de Cáritas donde los inmigrantes más necesitados dejan de serlo y encuentran una familia. Muchas de estas personas no comparten nuestra fe, aunque realmente no se les pregunta al tenderles la mano, trabajando para que la sociedad los considere no como necesitados o inmigrantes, sino como hermanos y conciudadanos. La esperanza de hoy reflejará el futuro del mañana”, apuntó el arzobispo.

En la misma línea, monseñor Barrio manifestó que “la misión del diálogo interreligioso y humano es una tarea que debe realizarse de forma ecuménica”. Y destacó que “el ecumenismo, el reconocimiento fraterno común entre las diversas familias cristianas, no es sólo para nosotros una tarea, sino el contexto y la manera de realizar el diálogo interreligioso y con el mundo”, al tiempo que indicó que “nuestros “propósitos de futuro” desde aquí, para ser auténticamente católicos, o auténticamente ortodoxos, o auténticamente evangélicos, sólo pueden ser ecuménicos”.

Así, aseguró que “es necesario un mayor compromiso ecuménico para superar los nuevos obstáculos, la fatiga o la desilusión que aparecen” y dijo que “la Iglesia entera peregrina hacia la propia unidad cuando recorre las calles del mundo invitando a toda la humanidad a participar en el banquete del amor de Cristo”. Para monseñor Barrio, “la comunión exige a todos los cristianos comprometernos  por la justicia y defensa de los más débiles”.

La jornada se había iniciado con la intervención de Andrea Riccardi. El fundador de la Comunidad de San Egidio resaltó el papel jugado por la Iglesia en el diálogo interreligioso, sobre todos en momentos, como el actual, en que existe la tentación por parte de algunos estados de instalarse en visiones nacionalistas o, incluso, considerar justificado el recurrir a los conflictos violentos para resolver diferencias. Riccardi opuso a lo que se ha dado en llamar choque de civilizaciones, la construcción de la paz y de la fraternidad a través del respeto entre las distintas religiones, ideas muy presentes, por ejemplo, en la reciente encíclica “Fratelli Tutti” del papa Francisco. Riccardi indicó, en este sentido, que esa convivencia entre creyentes de distintas confesiones es aún más valiosa en estos tiempos de Covid19, cuando se ha visto la necesidad de trabajar todos en común para superar la pandemia.

La misma jornada acogió una mesa de encuentro dedicada a Sociedad, política y religión. Retos de futuro para España, en la que intervino Margarita Robles, magistrada y Ministra de Defensa del Gobierno de España; el cardenal Carlos Amigo Vallejo, arzobispo emérito de Sevilla; y Xosé Luis Barreiro Rivas, politólogo y profesor en la USC.

Como remate de este III Encuentro Interreligioso de Santiago de Compostela, se desarrolló un encuentro espiritual en el Centro Internacional de Acogida al Peregrino.

Archicompostela