Cuando el Papa arranca a viajar….es complejo elegir un tema. En esta quincena ha resumido su viaje a Asia, ha enviado un montón de mensajes a Europa en Luxemburgo y ha tocado infinidad de temas.
Pero la búsqueda de la armonía y la fraternidad han sobrevolado muchas de sus intervenciones y de su viaje a Asia (del que volvió a recordar con alegría su túnel de la amistad) sobre todo celebró que ni siquiera las 800 lenguas tribales impidan la armonía fraterna y dice “Me alegró el corazón poder pasar algún tiempo con los misioneros y catequistas de hoy(como otras veces recordó sus deseos juveniles de haber sido misionero en Asia); y me conmovió escuchar las canciones y la música de los jóvenes: en ellos vi un futuro nuevo, sin violencia tribal, sin dependencias, sin colonialismo ideológico y económico; un futuro de fraternidad y de cuidado del maravilloso ambiente natural. Papúa Nueva Guinea puede ser un «laboratorio» de este modelo de desarrollo integral, animado por la “levadura” del Evangelio”, y en pocas palabras el Papa nos centra en mil aspectos que alegran y dan salsa a la vida, cantar, juventud, cuidado de la casa común para el desarrollo integral, fraternidad de los pueblos y todo en un contexto de fe.
Juventud y renovación también ha sido un tema central en sus discursos. Así al hablar con los responsables de la iniciativa de la Economía de Francisco les ha dicho a estos jóvenes “¡Ánimo, queridos amigos! ¡Ánimo! Si son fieles a su vocación, sus vidas florecerán, tendrán historias maravillosas que contar a sus hijos y nietos.” y la vocación a la que se están dedicando es el cambio de la economía. Porque una de las propuestas del papado es cambiar el el mundo de la economía y explica que“lo cambiarán sobre todo amándolo, a la luz de Dios, inyectándole los valores y la fuerza del bien, con el espíritu evangélico de Francisco de Asís: ¡era hijo de un comerciante, conocía los méritos y los defectos de ese mundo! Amar la economía, amar concretamente a los trabajadores, a los pobres, privilegiando las situaciones de mayor sufrimiento.
No son los grandes y los poderosos los que cambian el mundo a mejor: es el amor el primer y mayor factor de cambio. Un economista de vida santa, el beato Giuseppe Toniolo, escribió a este respecto que quien salvará verdaderamente a la sociedad «no será un diplomático, un erudito, un héroe, sino un santo, es más, una sociedad de santos». Por eso he querido incardinar todo el movimiento de la Economy of Francesco en San Francisco de Asís que, despojándose simplemente de todo por amor a Jesús y a los pobres, dio también un nuevo impulso al desarrollo de la economía.”
También la fuerza de la juventud en la promoción de la fraternidad ha estado en su discurso a los participantes del Chirstmas contest a quienes les ha recordado que el compromiso con la promoción de los valores de la Navidad a través de la música recuerda “ que el nacimiento de Jesús fue acompañado por un canto celestial:«Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres amados por Él» (Lc 2,14). La Encarnación de Jesucristo, que trae la verdadera paz al mundo – ¡y cuánto la necesitamos hoy! – ha inspirado a lo largo de los siglos a innumerables artistas de todas las lenguas y culturas, que han trazado senderos de fraternidad en el mundo.”
Y para todos los que se sienten jóvenes de espíritu y que todavía todo es posible, hoy y ahora, el Papa propone un camino propio del talento y creatividad de los jóvenes que permita“ impulsados no por los ídolos del dinero y por el éxito, sino impulsados por la pasión por la belleza, por la fraternidad, por el Señor Jesús que salva y da sentido a nuestras vidas”, porque el impulso de la pasión por la belleza dará impulso a la Vida con mayúscula.