CITA
Jer. 31,3: Te amé con un amor eterno
1 Juan 4, 16“¡Nosotros hemos creído en el amor que Dios nos tiene
Jn 17,3 «Padre, esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a tu enviado Jesucristo»!”.
San Agustín “Dios, que te creó sin ti, no te salvará sin ti”
«El médico, en lo que depende de él, viene a curar al enfermo. Si uno no sigue las prescripciones del médico, se perjudica a sí mismo. El Salvador vino al mundo… Si tú no quieres que te salve, te juzgarás a ti mismo» (Sobre el Evangelio de Juan, 12, 12: PL 35, 1190)
Nada hay más infeliz que la felicidad de los que pecan. (Catena Aurea, vol. 1P 325).
San Gregorio Magno, Perdemos la alegría verdadera por el deleite de las cosas temporales (Hom. 2 sobre los Evang. ).
Juan Crisóstomo: ¿Por qué te maravillas, pues, de que en esta vida sea la cruz tan célebre como para que Cristo la llame su «gloria» y Pablo en ella se gloríe? Sobre la Providencia: Dios nos ama ciertamente 17, 1-8: PG 52, 516-518.
Casiano manifiesta muchas veces que tenemos necesidad de la gracia para hacer el bien: «Si de una parte todos estos ejercicios son indispensables para la perfección, de otra son del todo ineficaces para llegar a ella sin el concurso de la gracia» (Instituciones 12,11).
«El principio de nuestra conversión y de nuestra fe, así como la paciencia en sufrir, son dones de Dios… La gracia de Dios no ha hecho bastante con haberos otorgado las primicias de nuestra salvación; hace falta que su misericordia vaya obrando cada día su plena eclosión mediante esa misma gracia» (Colaciones 3,14).
Santo Tomás de Aquino. La fe es un acto del entendimiento, que asiente a una verdad divina por el imperio de la voluntad movida por la gracia divina-.Suma theologica, II,II 2,9
S. Juan de la Cruz, Se ha de desnudar el alma (…) de su entender, gustar y sentir, para que echando todo lo que es disímil y disconforme con Dios, venga a recibir semejanza de Dios (…); y así se tranforma en Dios Subida al monte carmelo, lib. 2, cap. 5
San Pedro De Alcántara, La alegría espiritual es el principal remo en esta navegación nuestra (Trat. de la oración y meditación,11,4, aviso 1°).
Santa Teresa, Vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero que muero porque no muero.
Santa Teresita del Niño Jesús: «Que las cosas de la tierra jamás puedan turbar mi alma, que nada turbe mi paz. Jesús, sólo te pido la paz, y también el amor, amor infinito, sin otro límite que tú. El amor que ya no sea yo sino tú, Jesús mío».
San Josemaría ¿Y hay negocio que valga más que el negocio de la vida eterna ().
¿No hay alegría? Piensa: hay un obstáculo entre Dios y yo. Casi siempre acertarás (Camino, n. 662).
San Pío de Pieltrecina La vida es un calvario. Conviene subirlo alegremente.
Concilio Vaticano II: Para profesar la fe es necesaria la gracia de Dios que previene y ayuda, y los auxilios internos del Espíritu Santo, que mueve el corazón y le convierte a Dios, abre los ojos de la mente y da a todos la suavidad en el aceptar y creer la verdad. Dei verbum, n.5
Catecismo, 214: Dios, “El que es”, se reveló a Israel como el que es “rico en amor y fidelidad” (Ex 34,6). Estos dos términos expresan de forma condensada las riquezas del Nombre divino. En todas sus obras, Dios muestra su benevolencia, su bondad, su gracia, su amor; pero también su fiabilidad, su constancia, su fidelidad, su verdad. “Doy gracias a tu nombre por tu amor y tu verdad” (Sal 138,2). Él es la Verdad, porque “Dios es Luz, en Él no hay tiniebla alguna” (1Jn 1, 5); Él es “Amor”, como lo enseña el apóstol Juan (1Jn 4, 8).
218: A lo largo de su historia, Israel pudo descubrir que Dios sólo tenía una razón para revelársele y escogerlo entre todos los pueblos como pueblo suyo: su amor gratuito. E Israel comprendió, gracias a sus profetas, que también por amor Dios no cesó de salvarlo y de perdonarle su infidelidad y sus pecados.
219: El amor de Dios a Israel es comparado al amor de un padre a su hijo (ver Os 11, 1). Este amor es más fuerte que el amor de una madre a sus hijos (ver Is 49, 14-15). Dios ama a su Pueblo más que un esposo a su amada (ver Is 62, 4-5); este amor vencerá incluso las peores infidelidades (ver Ez 16; Os 11); llegará hasta el don más precioso: «Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único» (Jn 3, 16).
221: Pero S. Juan irá todavía más lejos al afirmar: «Dios es Amor» (1Jn 4, 8.16); el ser mismo de Dios es Amor. Al enviar en la plenitud de los tiempos a su Hijo único y al Espíritu de Amor, Dios revela su secreto más íntimo. Él mismo es una eterna comunicación de amor: Padre, Hijo y Espíritu Santo, y nos ha destinado a participar en Él.
Dios por amor envía a su Hijo para nuestra reconciliación
457: El Verbo se encarnó para salvarnos reconciliándonos con Dios: «Dios nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados» (1Jn 4, 10).» El Padre envió a su Hijo para ser salvador del mundo» (1Jn 4, 14). «Él se manifestó para quitar los pecados» (1Jn 3, 5):
458: El Verbo se encarnó para que nosotros conociésemos así el amor de Dios: «En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él» (1Jn 4, 9). «Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna» (Jn 3, 16).
San Juan Pablo II ¿Qué es la gracia? «Es un don de Dios». El don que se explica con su amor. El don está allí donde está el amor. Y el amor se revela mediante la cruz. (25-03-1979).
Benedecto XVI Pensar en Dios da alegría. (26-03-2006)
¿cuál es el motivo por el que debemos alegrarnos? … que, a pesar de nuestra indignidad, somos los destinatarios de la misericordia infinita de Dios. Dios nos ama de un modo que podríamos llamar “obstinado”, y nos envuelve con su inagotable ternura. (26-03-2006)
Hemos creído en el amor de Dios: así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vida. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva. Deus Caritas est, 1.
“la fe nos muestra a Dios que nos ha dado a su Hijo y así suscita en nosotros la firme certeza de que realmente es verdad que Dios es amor. De este modo transforma nuestra impaciencia y nuestras dudas en la esperanza segura de que el mundo está en manos de Dios y que, no obstante las oscuridades, al final vencerá Él”. ( “Dios es amor”, 39).
Papa Francisco, Esta es la expresión más sencilla que resume todo el Evangelio, toda la fe, toda la teología: Dios nos ama con amor gratuito y sin medida. (15 de March de 2015)
Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia, dice Jesús. Esta la verdadera riqueza, no la riqueza material.
« Creemos a » Jesús cuando aceptamos su Palabra, su testimonio, porque él es veraz « Creemos en » Jesús cuando lo acogemos personalmente en nuestra vida y nos confiamos a él, uniéndonos a él mediante el amor y siguiéndolo a lo largo del camino (Lumen Fidei)
Nikos Kazantzakis: “Cristo no es el puerto donde echamos el ancla sino el puerto de donde salimos. Cristo no es el final sino el principio. No es la bienvenida sino la despedida hacia un viaje feliz. No está pasivamente sentado en las nubes sino que es sacudido por las olas, sus ojos fijos en la estrella polar de Dios. Sus manos firmes en el timón. Por eso me gusta, por eso lo sigo”.
Philip James Bailey No importa cuánto vivamos, sino cómo.
P. Evaristo Sada LC La vida espiritual consiste en tomar conciencia de esta Presencia viva de Dios a nuestro lado y dentro de nosotros, gozarla y pregustar el día en que recibiremos su abrazo eterno y podremos abrazarlo y verlo cara a cara.
Ernest Hemingway El hombre que ha empezado a vivir seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera.
Zenaida Bacardí de Argamasilla El que vive a plenitud la corriente de la vida, es joven. El que cierra el voltaje, apaga la luz y desconecta, es viejo.
Charles H. Spurgeon El tiempo es corto. La eternidad es larga. Es razonable que vivamos esta breve vida a la luz de la eternidad.
William Jones El gran uso de la vida es de invertirla en algo que durará toda la eternidad.
CREER
Creer significa ser capaz de soportar la duda. John Henry Newman
Creo en Dios, como el ciego cree en el sol no porque lo vea sino porque lo siente. Autor desconocido
Cuando se deja de creer en Dios, enseguida se cree en cualquier cosa. G. K. Chesterton
El creyente es transformado por el Amor, al que se abre por la fe, y al abrirse a este Amor que se le ofrece, su existencia se dilata más allá de sí mismo. SS. Francisco (Lumen Fidei)
El que cree de verdad, predica sin predicar. Madre Teresa de Calcuta
Para creer es preciso querer creer. S. Pellico
Puedo creer lo imposible, pero no lo improbable. Gilbert Keith Chesterton
Quien cree, ve; ve con una luz que ilumina todo el trayecto del camino, porque llega a nosotros desde Cristo resucitado, estrella de la mañana que no conoce ocaso. SS. Francisco (Lumen Fidei)
Sólo cree de verdad el que practica lo que cree. San Gregorio Magno
Somos creyentes pero nuestra conducta es la de los ateos. Swami Vivekananda
Yo no intento comprender para creer, sino que creo para comprender. San Anselmo
«Yo tampoco creo en el dios en que los ateos no creen», Patriarca Máximo IV en el Vaticano II.
ALEGRIA
Es un cielo, si le puede haber en la tierra, para quien se contenta con sólo contentar a Dios y no hace caso de contento suyo. (SANTA TERESA, Camino de perfección,13,7).
Perdemos la alegría verdadera por el deleite de las cosas temporales (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 2 sobre los Evang. ).
Una persona alegre obra el bien, gusta de las cosas buenas y agrada a Dios. En cambio, el triste siempre obra el mal (PASTOR DE HERMAS, Mand. 10,1).
CONTO
VIDA INTERIOR.- AVIVAR LA LLAMA ESPIRITUAL
Cuentan que un rey muy rico de la India, tenía fama de ser indiferente a las riquezas materiales y hombre de profunda religiosidad, cosa un tanto inusual para un personaje de su categoría.
Ante esta situación y movido por la curiosidad, un súbdito quiso averiguar el secreto del soberano para no dejarse deslumbrar por el oro, las joyas y los lujos excesivos que caracterizaban a la nobleza de su tiempo.
Inmediatamente después de los saludos que la etiqueta y cortesía exigen, el hombre preguntó:
«Majestad, ¿cuál es su secreto para cultivar la vida espiritual en medio de tanta riqueza?
El rey le dijo: «Te lo revelaré, si recorres mi palacio para comprender la magnitud de mi riqueza.
Pero lleva una vela encendida. Si se apaga, te decapitaré».
Al término del paseo, el rey le preguntó: «¿Qué piensas de mis riquezas?
La persona respondió: «No vi nada. Sólo me preocupé de que la llama no se apagara».
El rey le dijo: «Ese es mi secreto. Estoy tan ocupado tratando de avivar mi llama interior, que no me interesan las riquezas de fuera».
Muchas veces deseamos vivir como mejores cristianos y tener vida espiritual, pero sin decidirnos a apartar la mirada de las cosas que nos rodean y deslumbran con su aparente belleza.
Procuremos «ver hacia adentro» y avivar nuestra llama espiritual, pues:-
Al tener nuestra mente y nuestro corazón puestos en el Señor, podemos aprender a conocerle y amarle.
– Las trivialidades y preocupaciones de la vida no podrán apartarnos del buen camino.
– Crecerá nuestro amor por la familia y nuestros semejantes, que son imagen de Dios.
– Viviremos alegres en está vida, preparándonos para alcanzar la felicidad eterna al lado de nuestro Padre.
Tomado de Anecdonet
ANÉCDOTA
PASCAL Y EL ATEO
El gran matemático Pascal discutía con un ateo sobre la existencia de Dios:
-Lleguemos a un acuerdo -le decía- Yo no puedo probar en un laboratorio la existencia de Dios. Pero usted tampoco puede probar lo contrario. Tomamos una postura u otra según las evidencias. Estudiemos las posibilidades: “Dios existe” o “Dios no existe”. Yo le doy a usted la oportunidad de tener un 50% de posibilidades de tener razón y usted me concede a mí que tengo razón en otro porcentaje igual. ¿Cuál nos ofrece mayores garantías de acertar?
Después de una vida más o menos prolongada ambos morimos y somos enterrados en el mismo cementerio. Supongamos que el día de la resurrección se descubre que Dios es real. Yo he ganado y usted ha perdido nada menos que la eternidad feliz.
Supongamos que no hay resurrección y Dios no existe. Usted ha ganado, pero no le sirve de nada, porque nos espera la nada: en esta opción usted también lo ha perdido todo y yo no he perdido nada. Por este sencillo cálculo de probabilidades, si apuestas por Dios lo ganas todo y si apuestas por la no existencia de Dios no ganas nada.
¡Dios existe! Es no solo una probabilidad matemática, sino una vivencia que hace feliz a quien la tiene.
Web católico de Javier
LA FOTOFOBIA
Es una intolerancia a la luz, sea natural o artificial. La oftalmología nos explica que no es una enfermedad en sí misma, sino más bien un síntoma de otras enfermedades que afectan al ojo o al cerebro. Y también la psiquiatría y la psicología nos hablan de fotofobia refiriéndose al rechazo e incluso aversión que algunas personas manifiestan hacia la luz, especialmente la del sol, y que, también en este caso, es un síntoma de algún problema de salud mental. Puesto que la fotofobia es un síntoma de otras enfermedades, no hay un tratamiento específico para curarla, sino que hay que buscar y tratar la enfermedad que la está causando.
Hoy la Palabra de Dios nos ha presentado otro tipo de fotofobia: la espiritual, que consiste en la intolerancia o el rechazo hacia Dios. Una ‘fotofobia espiritual’ que ha aquejado desde siempre al ser humano.
Tomado de ACG
NICODEMO, UN PERSONAJE EMBLEMÁTICO DE S, JUAN
Nicodemo era un fariseo, magistrado judío, que aparece sólo en el evangelio de Juan. (cf Jn 3,1)
Lo encontramos por primera vez cuando Jesús predica en Jerusalén en ocasión de la Pascua. (cf Jn 2,23). Fascinado por su figura, Nicodemo busca Jesús por la noche para no ser visto y le dice “Rabbí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede realizar las señales que tú realizas si Dios no está con él” . (cf Jn 3,2).
Jesús le responde que para ser parte del reino de Dios hay que renacer de nuevo de lo alto: “El que no nazca de lo alto no puede ver el Reino de Dios” (cf Jn 3,3). Fue así que Nicodemo comprendió que “era necesario nacer de nuevo del agua y del Espíritu” (cf Jn 3,5) y por eso, cuando Jesús fue encarcelado lo defendió con vigor ante el Sanedrìn, recordando a los fariseos que la justicia daba a los acusados el derecho a ser escuchados antes de ser juzgados: “¿Acaso nuestra Ley permite juzgar a un hombre sin escucharlo antes para saber lo que hizo?” (cf Jn 7,50).
Por último, lo encontramos junto a José de Arimatea en el momento de la sepultura de Jesús. (cf Jn 19, 39 ss).
Existen también varios textos apócrifos del siglo II que describen historietas sobre José de Arimatea; narraciones que, siendo fruto de la imaginación oriental y de las creencias populares, no son sino claras invenciones desprovistas de cualquier fundamento histórico y bíblico.
Tomado de Vatican News
“LAETARE”
Las antífonas del Misal Romano nos invitan a la alegría.
“Alégrate, Jerusalén, reuníos todos los que la amáis, regocijaos los que estuvisteis tristes para que exultéis; mamaréis a sus pechos y os saciaréis de sus consuelos.”
La oración colecta y la oración sobre las ofrendas también hacen referencia a la alegría. (“Haz que el pueblo cristiano se apresure, con fe gozosa y entrega diligente, a celebrar las próximas fiestas pascuales.” “Señor, al ofrecerte alegres los dones de la eterna salvación, te rogamos nos ayudes a celebrarlos con fe verdadera y a saber ofrecértelos de modo adecuado por la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.”)
Tomado de Ciudad redonda
TIM TEBOW
Los aficionados al fútbol americano seguro que han oído hablar de Tim Tebow, jugador que se ha hecho famoso en el campo por su juego y controvertido en la sociedad por sus expresiones religiosas.
Tim Tebow además de su uniforme lleva algo muy especial. Debajo de su ojo derecho lleva escrito Juan y debajo de su ojo izquierdo 3,16, la cita del evangelio de hoy.
Su cara es su púlpito, su rodilla hincada en el césped es su credo. Cuando escribió esta cita bíblica por primea vez noventa millones de personas cliquearon en Google Juan 3,16 para descifrar el código secreto. Pensemos lo que pensemos, Tim Tebow da un magnífico testimonio de su fe al mundo.
Tomado de P. Félix Jiménez
HUMILDAD ES COMO UNA LAMPARA.
Hace posible ver la belleza verdadera, lo que realmente cuenta.
Cuando Miguel Angel Buonarroti tenía ochenta y tantos años, dándose cuenta que la muerte estaba cerca, confió a un amigo que dos cosas le causaban tristeza. “La primera,” le dijo, “es no haber cuidado más la salvación de mi alma.” Añadió, “Y la segunda es el morir precisamente ahora, cuando empiezo a balbucear las primeras palabras de mi arte.”
Miguel Angel habia producido obras inmortales como el David, Moisés, la Piedad y la Capilla Sixtina. Tienen una belleza abrumadora. Sin embargo, al final de su vida se dio cuenta que aun estas obras maestras – en la luz de la eternidad – eran como palabras incompletas. “Empiezo a balbucear.”
Tomado de P. Fhilip Bloom
SAN JUAN VIANNEY.
Mencionó que un día recibió dos cartas. Una lo alabó, diciendo que era un gran santo; la segunda lo acusó de ser un hipócrita y un charlatán. San Juan Vianney comento, “La primera nada me da, la segunda nada me quita. Soy lo que soy a los ojos de Dios y nada más.”
Tomado de P. Fhilip Bloom
CHISTE
“Conócete a ti mismo”, le dice Mafalda a Felipito.
-“Conócete a ti mismo, conócete a ti mismo… No… mejor no lo hago… ¿Qué pasa si no me gusto a mi mismo?”
(Quino)
POEMA
“Y aunque tinieblas padezco
en esta vida mortal
no es tan crecido mi mal
porque si de luz carezco
tengo vida celestial
porque el amor da tal vida
cuando más ciego va siendo
que tiene al ama rendida
sin luz y a oscuras viviendo.
Hace tal obra el amor
después que le conocí
que si hay bien o mal en mí
todo lo hace de un sabor
y al alma transforma en sí
y así en su llama sabrosa
la cual en mí estoy sintiendo
apriesa sin quedar cosa,
todo me voy consumiendo”
(San Juan de la Cruz)
ORACIÓN
¡TANTO AMÓ DIOS AL MUNDO!
Más de lo que podemos soñar y desear,
más de lo que podemos anhelar y esperar,
nos amas Tú.
Más de lo que nadie nos ha amado y amará,
más de lo que somos capaces de amar,
nos amas Tú.
Nuestra vida, desde el vientre materno,
es una historia de amor
que penetra y fecunda
todos los rincones de nuestro ser
haciéndonos vivir, crecer y madurar
a ritmo de más humanidad.
Y, día a día, el manantial de tu amor
se desborda y riega nuestro espíritu,
nuestros sueños y proyectos,
nuestros sentidos y tiempo,
manteniéndonos lúcidos
en la travesía del desierto.
La creación entera siente tu amor
y, a veces, gime y, otras, canta agradecida
porque en sus dolores de parto
se siente acompañada y realizada,
con luz en su horizonte
y esperanza renovada en tus brazos.
Las cruces que encontramos en el camino,
a lo largo de las estaciones y años,
nos ofrecen luz y vida,
nos liberan de cárceles y condenas,
de desengaños y tinieblas,
porque Tú estás en ellas.
Tanto nos amas Tú
que, a pesar de las noches y oasis,
somos personas que alzamos la vista
y miramos con esperanza,
fijos los ojos en Jesús,
iniciador y meta de nuestra aventura.
Y nuestro caminar, hasta llegar a tu regazo,
será una historia de amor
llena de sorpresas y encuentros,
de lágrimas, dudas y gozos
que nos harán madurar
como hij@s con espíritu
para vivir liberad@s la fraternidad.
¡Cómo brilla tu luz en nuestra oscuridad
al amarnos como nadie sabe amar!
Florentino Ullibarri
MEDITACIÓN
HUBO UN TIEMPO EN QUE LA ALEGRÍA
Hubo un tiempo en que la alegría
no era conocida en nuestra tierra,
porque la luz se había establecido en los espacios
y los hombres caminaban alumbrados
por el resplandor de sus tristezas.
Después, la alegría descendió
al mundo de los hombres
como desciende la lluvia de los montes.
Y hubo un estremecimiento
de todos los seres de la tierra:
como un rumor de vivas aguas
y un clamor de canciones en los árboles.
Desde entonces, tenemos esta invitación
como una llamada constante:
“Venid, venid y llenaos de ALEGRÍA”
como se llenan los que recogen
las mieses del verano.
Y la alegría se construyó una casa
para morar entre los hombres.
La alegría es un océano pequeño
que te nace en el pecho y que te desborda
hasta anegar con sus olas tu existencia.
Es como una sangre nueva introducida
por dentro de tu sangre,
que puede darte un nuevo modo
de mirar hacia las cosas.
Como un aliento que llega hasta los otros,
y hace más saludables los encuentros,
porque anula las distancias,
limpia los egoísmos, la mirada.
La alegría es un regalo
que Dios hace a los hombres
para construir un mundo nuevo
con sonrisas en todos los balcones.
Emilio Rodríguez
CANTO
Me Salvas Fray Nacho
Renovaos (Ixcís)
Delegación para el Clero de Santiago de Compostela