Francisco: «A los que puedan sentirse ofendidos por algunos de mis gestos, les pido perdón»

Francisco envió este viernes una carta a los argentinos para dar las gracias a
todos los que le han manifestado su “cercanía” con motivo del quinto
aniversario de su elección, el 13 de marzo de 2013, “personas de
diferentes procedencias religiosas, políticas e ideológicas”: “Así se
confirma”, explica en la misiva, “que no es imposible encontrar razones
para encontrarse y que ‘la unidad es superior al conflicto’“, expresión esta última que aparece entrecomillada por el mismo Papa porque es uno de los cuatro principios sobre los que basa su pensamiento desde que era superior provincial de los jesuitas.


“Quisiera decirles que el amor por mi Patria sigue siendo grande e
intenso. Rezo todos los días por ese mi pueblo que tanto quiero”, dice
el Papa: “Y a los que puedan sentirse ofendidos por algunos de mis gestos, les pido perdón.
Puedo asegurarles que mi intención es hacer el bien y que a esta edad
mis intereses ya tienen poco que ver con mi persona. Pero, aunque Dios
me confió una tarea tan importante y Él me ayuda, no me liberó de la
fragilidad humana. Por eso puedo equivocarme como todos”.



En el contexto de una carta dirigida a sus compatriotas, las palabras de Francisco pueden interpretarse referidas al hecho de haber visitado todos los países fronterizos
de Argentina salvo Uruguay (ha estado como Papa en Brasil, Bolivia,
Paraguay y Chile), además de Ecuador y Colombia en América del Sur, pero
no a su país natal. O también respecto a las diferentes actitudes que
se han comentado respecto a sus relaciones con los presidentes Cristina Fernández de KirchnerMauricio Macri. O bien sobre su relación con las Madres de la Plaza de Mayo.



“Si alguna vez se alegran por cosas que yo pueda hacer bien, quiero pedirles que las sientan como propias“,
añade: “Recuerden que el Señor ha llamado a uno de ustedes para llevar
un mensaje de fe, de misericordia y de fraternidad a muchos rincones de
la tierra”.



“A los que tienen fe les pido que recen por mí, y a los que no tienen fe, les ruego que me deseen cosas buenas”, concluye el Papa. (Ver a continuación la carta íntegra.)

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