En un motu proprio publicado este 15 de febrero, el Papa Francisco ha establecido que algunas competencias y decisiones de las Conferencias Episcopales que hasta ahora requerían la “aprobación” del Vaticano precisarán únicamente de su “confirmación”.
Entre ellas, Francisco menciona la publicación y redacción de catecismos, la creación de seminarios, algunos criterios relativos a la formación de los sacerdotes-que podrá adaptarse a las necesidades de cada región- o a la incardinación sacerdotal, que podrá tener lugar no solo en iglesias o institutos religiosos sino en una “asociación pública clerical” (las que están bajo la dirección de clérigos, hacen suyo el ejercicio del orden sagrado y son reconocidas como tales por la autoridad competente).
El objetivo, define el motu proprio Assegnare alcune competenze, es fomentar “una sana descentralización” que facilite las decisiones de las iglesias locales.
El criterio de descentralización, pero también de “proximidad”, se refleja igualmente en el alargamiento de 3 a 5 años del periodo de “exclaustración”, es decir, la posibilidad que autoriza a un religioso a vivir fuera de su propio Instituto por motivos graves.
El motu proprio, además de intervenir sobre estas competencias, transfiere a las Iglesias locales la responsabilidad de las decisiones sobre posibles reducciones en el número de misas a celebrar con respecto a las intenciones y recepciones.