El papa Francisco recibe en audiencia privada a los seminaristas y formadores del Seminario Interdiocesano ‘Apóstol Santiago’

Hoy jueves 12 de diciembre, el papa Francisco recibió en audiencia privada a los seminaristas y formadores del Seminario Interdiocesano ‘Apóstol Santiago’, que congrega a las diócesis de Mondoñedo-Ferrol, Santiago de Compostela y Tui-Vigo. Como viene realizando en los últimos meses con otros seminarios de España, en esta ocasión acogerá a los obispos y a toda la comunidad del Seminario. En total participarán veintidós seminaristas (seis de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol; doce de la de Santiago de Compostela y cuatro de la de Tui-Vigo) y sus cuatro formadores.

La audiencia tuvo lugar en los palacios vaticanos a las 8:30 horas. El encuentro ha sido preparado con mucha alegría y expectación. Se da la circunstancia de que es el primer seminario interdiocesano creado en España a raíz del encuentro que el papa Francisco tuvo con todo el episcopado español el 28 de noviembre del pasado año. En palabras del rector del Seminario, José Antonio Castro, «la audiencia con el Papa es un aliciente en el proceso que estamos realizando y ayudará a nuestro Seminario a seguir caminando en fidelidad al Evangelio y a la Iglesia».

Para participar en este encuentro, la expedición partió hacia Roma el pasado martes, donde sus integrantes aprovecharon para conocer la ciudad y fortalecer la comunión con la Iglesia universal. Ayer miércoles, a las 7:15 horas, celebraron la eucaristía en el altar de la tumba de San Pedro, presidida por el obispo diocesano, monseñor Fernando García Cadiñanos. Un momento oportuno para reafirmar la fe apostólica en vísperas del Año Jubilar.

Tras la audiencia con el papa Francisco, el grupo regresará a Santiago de Compostela.

DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LA COMUNIDAD DEL SEMINARIO MAYOR INTERDIOCESANO,
DE SANTIAGO DE COMPOSTELA , TUI-VIGO Y MONDOÑEDO-FERROL

Sala del Consistorio
Jueves, 12 de diciembre de 2024

Queridos hermanos obispos,

queridos formadores y seminaristas del Seminario Mayor Interdiocesano “Apóstol Santiago”:

Buenos días. Les doy la bienvenida a todos ustedes, que conocen bien las huellas del apóstol Santiago en España, y ahora vienen como peregrinos a Roma, tras las huellas del apóstol Pedro y de otros fieles seguidores de Jesús. Como dicen en su tierra, ¡buen camino!

Sé que desde septiembre están viviendo una nueva modalidad como Seminario “Interdiocesano”, uniendo las diócesis de Santiago de Compostela, Tui-Vigo y Mondoñedo-Ferrol.

Les agradezco su disponibilidad. Los animo a seguir adelante con fortaleza y esperanza renovadas.

Creo que la imagen de la “peregrinación” es adecuada para indicar el itinerario formativo que ustedes están realizando. Como peregrinos, primero, sentimos una llamada, que nos impulsa a salir de nosotros mismos; luego, nos lanzamos a la aventura y empezamos a caminar, a lo largo de diferentes momentos y etapas. Finalmente, llegamos a la meta. Esto también sucede en la formación para el sacerdocio, donde el objetivo es llegar a ser pastores del Pueblo de Dios, pastores forjados según la medida del Corazón de Cristo, humilde y misericordioso. Recuerden que en el camino no están solos, esto es fundamental: no tengan miedo de abrir el corazón al Señor y dejarse acompañar por Él, para que vaya modelando sus vidas.

No olviden, además, que en el camino irán encontrando muchas personas diferentes, algunas tal vez estarán atravesando momentos difíciles, estén heridas o no conozcan a Dios. Sean para todas ellas testigos de la alegría del Evangelio, bríndenles la ternura y el consuelo del Señor para que sane las ampollas del camino. No dejen de ser esas “flechas amarillas” que, como san Juan Bautista, señalen a Jesús y digan a todos, con sus palabras, pero también y sobre todo con su modo de vivir: «Este es el Cordero de Dios» (Jn 1,29).

Queridos hermanos, se aproxima el Año Santo 2025, con esta gracia jubilar que se nos regala, sigamos caminando juntos como peregrinos de esperanza, hacia la patria celestial.

Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Y, por favor, cuando regresen, pídanle a Santiago apóstol que interceda por mí. Muchas gracias.

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