CITA
La alegría no procede de estar a salvo de la tormenta,
sino de estar con paz en ella.
« ¡Quién lo diría… vivir “en cristiano” es ALEGRÍA!»
S.Son
Aristóteles, “Escoger la mejor de las posibilidades y realizarla”
Pastor de Hermas, Una persona alegre obra el bien, gusta de las cosas buenas y agrada a Dios. En cambio, el triste siempre obra el mal (Mand. 10,1).
Orígenes, ¿Queréis saber quién soy yo? yo os digo que no soy nada más que una voz…nuestro Señor nos propone a san Juan como modelo a imitar para toda clase de personas. (Sermón del 13 de diciembre de 1620. Tomo IX, 425, 426, 430, 431.)
Como dice muy bien uno de los sabios griegos: “No hay otra fiesta que la de hacer lo que conviene”. (Tucíd. I, 70).Verdaderamente está de fiesta el que hace lo que conviene, orando siempre y ofreciendo continuamente sacrificios incruentos en sus oraciones ante Dios. (Contra Celso)
San Cipriano, «Ésta es la diferencia entre nosotros y los que no conocen a Dios: ellos en la adversidad se quejan y murmuran; a nosotros las cosas adversas no nos apartan de la virtud ni de la verdadera fe. Por el contrario, éstas se afianzan en el dolor» (De mortalitate 13).
San Atanasio, Los santos, mientras vivían en este mundo, estaban siempre alegres, como si siempre estuvieran celebrando la Pascua (Carta 14).
San Ambrosio Las alegrías de este mundo conducen a la tristeza eterna, en cambio, las alegrías que son según la voluntad de Dios durarán siempre y conducirán a los goces eternos a quienes en aquellas perseveren. Por ello, añade el Apóstol: Os lo repito, estad alegres.
Se nos exhorta a que nuestra alegría, según Dios y según el cumplimiento de sus mandatos, se acreciente cada día más y más, pues cuanto más nos esforcemos en este mundo por vivir entregados al cumplimiento de los mandatos divinos, tanto más felices seremos en la otra vida y tanto mayor será nuestra gloria ante Dios».
S. Basilio, Siempre estarás gozoso y contento, si en todos los momentos diriges a Dios tu vida, y si la esperanza del premio suaviza y alivia las penalidades de este mundo (Hom. sobre la alegría).
S. Gregorio de Nisa, El que asciende no cesa nunca de ir de comienzo en comienzo mediante comienzos que no tienen fin. Jamás el que asciende deja de desear lo que ya conoce (hom. in Cant. 8).
San Juan Crisóstomo «La verdadera alegría se encuentra donde dijo S. Pablo: En el Señor. Las demás cosas, a parte de ser mudables, no nos proporcionan tanto gozo que puedan impedir la tristeza ocasionada por otros avatares en cambio, el temor de Dios la produce indeficiente porque quien teme a Dios como se debe a la vez que teme confía en El y adquiere la fuente del placer y el manantial de toda la alegría» (PG. 27, 179)
En la tierra hasta la alegría suele parar en tristeza; pero para quien vive según Cristo, incluso las penas se truecan en gozo (Hom. sobre S. Mateo,18).
Los seguidores de Cristo viven contentos y alegres y se glorían de su pobreza más que los reyes de su diadema (Hom. sobre S. Mateo,38).
S. Agustín, el Señor está más cerca de nosotros que nosotros mismos: «interior intimo meo et superior summo meo» (Confesiones, III, 6, 11).
«Aprended del mismo Juan un ejemplo de humildad. Le tienen por Mesías y niega serlo; no se le ocurre emplear el error ajeno en beneficio propio. (…) Comprendió dónde tenía su salvación; comprendió que no era más que una antorcha, y temió que el viento de la soberbia la pudiese apagar» (Sermones 293,3).
“El inefable abrazo del Padre y su Imagen que es el Hijo no está exento de júbilo, amor y alegría. Hilario de Poitiers llamó a este afecto puro, este placer, esta felicidad, de una manera concisa, goce y en la Trinidad eso es el Espíritu Santo. No generado, es la suavidad del generante o del generado que inunda con su liberalidad y su inmensa abundancia a todas las creaturas según su capacidad” (Trin. VI, 10, 11).
¿Cuándo llegará la hora de su presencia? Cuando le veamos cara a cara, como dice el Apóstol; esto es lo que nos promete Dios como premio a nuestros trabajos. Cuando trabajas para esto lo haces: para llegar a la visión (Coment. sobre el Salmo 90).
Hemos de prepararnos para la ciudad futura; quien se prepara para ella, toda la vida tiene en poco (Coment. sobre el Salmo 147).
El gozo en el Señor debe ir creciendo continuamente, mientras que el gozo en el mundo debe ir disminuyendo hasta extinguirse. Esto no debe entenderse en el sentido de que no debamos alegrarnos mientras estemos en el mundo, sino que es una exhortación a que, aun viviendo en el mundo, nos alegremos ya en el Señor (Sermón 171).
Entonces será la alegría plena y perfecta, entonces el gozo completo, cuando ya no tendremos por alimento la leche de la esperanza, sino el manjar sólido de la posesión. Con todo, también ahora, antes de que esta posesión llegue a nosotros, antes de que nosotros lleguemos a esta posesión, podemos alegrarnos ya con el Señor. Pues no es poca la alegría de la esperanza, que ha de convertirse luego en posesión (Sermón 21).
Nada hay más infeliz que la felicidad de los que pecan (Catena Aurea, vol. 1P 325).
San Benito «gozo rebosante de ansia espiritual» es lo que desea para el monje que espera la santa Pascua (Regla de san Benito 49,7).
San Gregorio Magno, Perdemos la alegría verdadera por el deleite de las cosas temporales (Hom. 2 sobre los Evang).
San Bernardo: «regula los afectos, dirige los actos, corrige las faltas, compone las costumbres, hermosea y ordena la vida; confiere, en fin, tanto la ciencia de las cosas divinas como de las humanas (…). Ella ordena lo que debe hacerse y reflexiona sobre lo hecho, de suerte que nada se encuentre en el corazón desarreglado o falto de corrección» (De consideratione 1,7).
San Francisco de Asís “Dando es como recibimos”
“El diablo se alegra, sobre todo, cuando logra arrebatar la alegría del corazón del servidor de Dios. Llena de polvo las rendijas más pequeñas de la conciencia que puedan ensuciar el candor del espíritu y la pureza de la vida. Pero cuando la alegría espiritual llena los corazones, la serpiente derrama en vano su veneno mortal.”
Santo Tomás de Aquino, El amor produce en el hombre la perfecta alegría. En efecto, sólo disfruta de veras el que vive en caridad (Sobre la caridad,1. c. ,205).
Santo Tomás Moro «La claridad de mi conciencia hizo que mi corazón brincara de alegría»
“Felices los que están atentos a las necesidades de los demás, sin sentirse indispensables, porque serán distribuidores de alegría.”
“El sacerdote debe sentir la misma alegría de los apóstoles al ver a Nuestro Señor, al que tiene entre las manos.”
San Felipe Neri “Que la alegría en el Señor continúe hasta que se extinga la alegría del mundo…Alégrense entonces en el Señor y no en el mundo.”
San Pedro de Alcántara, La alegría espiritual es el principal remo en esta navegación nuestra (Trat. de la oración y meditación,11,4, aviso 1°).
San Juan de Ávila: ¡Qué alegre iría un hombre de este sermón si le dijesen: «El rey ha de venir mañana a tu casa a hacerte grandes mercedes»! Creo que no comería de gozo y de cuidado, ni dormiría en toda la noche, pensando: «El rey ha de venir a mi casa, ¿cómo le aparejaré posada?» (Sermones Ciclo temporal, Domingo III de Adviento, Ed. BAC, Madrid, 1970, pp. 52-67).
Santa Teresa de Jesús: Todo es nada, y menos que nada, lo que se acaba y no contenta a Dios (Vida,20,26).
Es un cielo, si le puede haber en la tierra, para quien se contenta con sólo contentar a Dios y no hace caso de contento suyo. (Camino de perfección,13,7).
San Juan de la Cruz «Hace tal obra el amor – después que lo conocí, – que si hay bien o mal en mí – todo lo hace de un sabor – y al alma transforma en sí».
San Roberto Belarmino Si juzgas rectamente comprenderás que has sido creado para la gloria de Dios y para tu eterna salvación. Comprenderás que éste es tu fin, que éste es el objetivo de tu alma, el tesoro de tu corazón. Si llegas a este fin serás dichoso, si no lo alcanzas serás un desdichado (Trat. sobre la ascensión de la mente a Dios, grado 1).
San Francisco de Sales, “nuestro Señor nos propone a san Juan como modelo a imitar para toda clase de personas. No solamente deben copiarlo los prelados y predicadores, sino también los religiosos y religiosas tienen que considerar su humildad y su mortificación, para ser ejemplo suyo, voces los unos para los otros, voces que clamen que hay que preparar y allanar los caminos del Señor para que, recibiéndole en esta vida, gocemos de Él en la otra…” Sermón del 13 de diciembre de 1620. Tomo IX, 425, 426, 430, 431.
Don Bosco “El demonio no puede resistir a la gente alegre.”
“Mientras conserves la alegría, te alejarás del pecado.”
“Muéstrate siempre alegre, pero que tu sonrisa sea sincera.”
La santidad consiste en estar siempre alegres. (I Becchi, 1888)
Santa Teresita del Niño Jesús “Mi alegría es ser pequeña, permanecer pequeña, así, si alguna vez en el camino caigo, me levanto enseguida, y mi Jesús me toma de la mano.”
“Mi alegría es cumplir siempre la santa voluntad de mi Jesús, mi único y solo amor. Así, vivo sin miedo, amo el día y la noche por igual.”
“Jesús, no quiero probar ninguna alegría fuera de ti.”
Santa Gema “¡Qué alegría se experimenta al abandonarse totalmente en los brazos de Jesús! ¡Se está tan bien con Jesús a solas!… El alma fiel se hace hija queridísima de Jesús y Él le abre los brazos y la estrecha contra su corazón…»
San Pío de Pieltrecina “Camina con alegría y con un corazón lo más sincero y abierto que puedas; y cuando no puedas mantener esta santa alegría, al menos no pierdas nunca el valor y la confianza en Dios.»
«Vivan en santa alegría»
San Josemaría Escriva de Balaguer, Sin lucha, no se logra la victoria; sin victoria, no se alcanza la paz. Sin paz, la alegría humana será sólo una alegría aparente [. . . ] (Es Cristo que pasa,82).
¿No hay alegría? Piensa: hay un obstáculo entre Dios y yo. Casi siempre acertarás (Camino, n. 662).
Santa Teresa de Calcuta «La alegría es oración, la señal de nuestra generosidad, de nuestro desprendimiento y de nuestra unión interior con Dios.»
Catecismo, El gozo
30 “Se alegre el corazón de los que buscan a Dios” (Sal 105,3). Si el hombre puede olvidar o rechazar a Dios, Dios no cesa de llamar a todo hombre a buscarle para que viva y encuentre la dicha. Pero esta búsqueda exige del hombre todo el esfuerzo de su inteligencia, la rectitud de su voluntad, “un corazón recto”, y también el testimonio de otros que le enseñen a buscar a Dios.
Tú eres grande, Señor, y muy digno de alabanza: grande es tu poder, y tu sabiduría no tiene medida. Y el hombre, pequeña parte de tu creación, pretende alabarte, precisamente el hombre que, revestido de su condición mortal, lleva en sí el testimonio de su pecado y el testimonio de que tú resistes a los soberbios. A pesar de todo, el hombre, pequeña parte de tu creación, quiere alabarte. Tú mismo le incitas a ello, haciendo que encuentre sus delicias en tu alabanza, porque nos has hecho para ti y nuestro corazón está inquieto mientras no descansa en ti (S. Agustín, conf. 1,1,1).
La fe, comienzo de la vida eterna
163 La fe nos hace gustar de antemano el gozo y la luz de la visión beatífica, fin de nuestro caminar aquí abajo. Entonces veremos a Dios “cara a cara” (1 Cor 13,12), “tal cual es” (1 Jn 3,2). La fe es pues ya el comienzo de la vida eterna: Mientras que ahora contemplamos las bendiciones de la fe como el reflejo en un espejo, es como si poseyéramos ya las cosas maravillosas de que nuestra fe nos asegura que gozaremos un día (S. Basilio, Spir. 15,36; cf. S. Tomás de A., s.th. 2-2,4,1).
Dios mantiene y conduce la creación
301 Realizada la creación, Dios no abandona su criatura a ella misma. No sólo le da el ser y el existir, sino que la mantiene a cada instante en el ser, le da el obrar y la lleva a su término. Reconocer esta dependencia completa con respecto al Creador es fuente de sabiduría y de libertad, de gozo y de confianza:
Amas a todos los seres y nada de lo que hiciste aborreces pues, si algo odiases, no lo hubieras creado. Y ¿cómo podría subsistir cosa que no hubieses querido? ¿Cómo se conservaría si no la hubieses llamado? Mas tú todo lo perdonas porque todo es tuyo, Señor que amas la vida (Sb 11, 24 26).
Artículo 2. “Y EN JESUCRISTO, SU UNICO HIJO,”
430 Jesús quiere decir en hebreo: “Dios salva”. En el momento de la anunciación, el ángel Gabriel le dio como nombre propio el nombre de Jesús que expresa a la vez su identidad y su misión (cf. Lc 1, 31). Ya que “¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?”(Mc 2, 7), es él quien, en Jesús, su Hijo eterno hecho hombre “salvará a su pueblo de sus pecados” (Mt 1, 21). En Jesús, Dios recapitula así toda la historia de la salvación en favor de los hombres.
Juan prepara el camino al Mesías
523 San Juan Bautista es el precursor (cf. Hch 13, 24) inmediato del Señor, enviado para prepararle el camino (cf. Mt 3, 3). “Profeta del Altísimo” (Lc 1, 76), sobrepasa a todos los profetas (cf. Lc 7, 26), de los que es el último (cf.Mt 11, 13), e inaugura el Evangelio (cf. Hch 1, 22;Lc 16,16); desde el seno de su madre ( cf. Lc 1,41) saluda la venida de Cristo y encuentra su alegría en ser “el amigo del esposo” (Jn 3, 29) a quien señala como “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn 1, 29). Precediendo a Jesús “con el espíritu y el poder de Elías” (Lc 1, 17), da testimonio de él mediante su predicación, su bautismo de conversión y finalmente con su martirio (cf. Mc 6, 17- 29).
524 Al celebrar anualmente la liturgia de Adviento, la Iglesia actualiza esta espera del Mesías: participando en la larga preparación de la primera venida del Salvador, los fieles renuevan el ardiente deseo de su segunda Venida (cf. Ap 22, 17). Celebrando la natividad y el martirio del Precursor, la Iglesia se une al deseo de éste: “Es preciso que El crezca y que yo disminuya” (Jn 3, 30). III.
1829 La caridad tiene por frutos el gozo, la paz y la misericordia. Exige la práctica del bien y la corrección fraterna; es benevolencia; suscita la reciprocidad; es siempre desinteresada y generosa; es amistad y comunión:
La culminación de todas nuestras obras es el amor. Ese es el fin; para conseguirlo, corremos; hacia él corremos; una vez llegados, en él reposamos (S. Agustín, ep. Jo. 10,4).
2447 …El que tenga dos túnicas que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer que haga lo mismo (Lc 3,11). Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros (Lc 11,41). Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario, y alguno de vosotros les dice: ‘Id en paz, calentaos o hartaos’, pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? (Jc 2,15-16).
Juan Pablo I: La gente a veces dice: estamos en una sociedad totalmente podrida, totalmente deshonesta. Esto no es cierto. Hay todavía mucha gente buena, mucha gente honesta. Más bien habría que preguntarse: ¿Qué hacer para mejorar la sociedad? Yo diría: Que cada uno trate de ser bueno y contagiar a los demás con una bondad enteramente imbuida de la mansedumbre y del amor enseñados por Cristo.
San Juan Pablo II “Sin embargo, esta alegría que brota de la gracia divina no es superficial y efímera. Es una alegría profunda, enraizada en el corazón y capaz de impregnar toda la existencia del creyente. Se trata de una alegría que puede convivir con las dificultades, con las pruebas e incluso, aunque pueda parecer paradójico, con el dolor y la muerte. Es la alegría de la Navidad y de la Pascua, don del Hijo de Dios encarnado, muerto y resucitado; una alegría que nadie puede quitar a cuantos están unidos a él en la fe y en las obras”(Domingo 17 de diciembre de 2000)
Cuando el alma se aleja del pecado, de las pasiones y de los vicios, Dios se acerca, y ella vive su Adviento, su venida, su presencia, su cercanía. (DP-374 1982)
Me amó y se entregó por mi (Ga 2,20). De ahí debe partir vuestra alegría más profunda, de ahí ha de venir también vuestra fuerza y vuestro sostén. Si vosotros, por desgracia, debéis encontrar amarguras, padecer sufrimientos, experimentar incomprensiones y hasta caer en pecado, que rápidamente vuestro pensamiento de fe se dirija hacia Aquel que os ama siempre y que con su amor ilimitado, como de Dios, hace superar toda prueba, llena todos nuestros vacíos, perdona todo nuestro pecado y empuja con entusiasmo hacia un camino nuevamente seguro y alegre (Disc. IIII1980).
¡No apaguéis esta alegría que nace de la fe en Cristo crucificado y resucitado! ¡Testimoniad vuestra alegría! ¡Habituaos a gozar de esta alegría! (Aloc. 241111979).
Benedicto XVI Como en tiempos del profeta Sofonías, la palabra del Señor se dirige de modo privilegiado precisamente a quienes soportan pruebas, a los “heridos de la vida y huérfanos de alegría”. La invitación a la alegría no es un mensaje alienante, ni un estéril paliativo, sino más bien una profecía de salvación, una llamada a un rescate que parte de la renovación interior.
“La verdadera alegría no es fruto del divertirse, entendido en el sentido etimológico de la palabra di-vertere, es decir, desentenderse de los compromisos de la vida y de sus responsabilidades. La verdadera alegría está vinculada a algo más profundo. Ciertamente, en los ritmos diarios, a menudo frenéticos, es importante encontrar tiempo para el descanso, para la distensión, pero la alegría verdadera está vinculada a la relación con Dios. Quien ha encontrado a Cristo en su propia vida, experimenta en el corazón una serenidad y una alegría que nadie ni ninguna situación le pueden quitar. San Agustín lo había entendido muy bien; en su búsqueda de la verdad, de la paz, de la alegría, tras haber buscado en vano en múltiples cosas, concluye con la célebre frase de que el corazón del hombre está inquieto, no encuentra serenidad y paz hasta que descansa en Dios (cf. Confesiones, I, 1, 1). La verdadera alegría no es un simple estado de ánimo pasajero, ni algo que se logra con el propio esfuerzo, sino que es un don, nace del encuentro con la persona viva de Jesús, de hacerle espacio en nosotros, de acoger al Espíritu Santo que guía nuestra vida. Es la invitación que hace el apóstol san Pablo, que dice: «Que el mismo Dios de la paz os santifique totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo se mantenga sin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo» (1 Ts 5, 23). En este tiempo de Adviento reforcemos la certeza de que el Señor ha venido en medio de nosotros y continuamente renueva su presencia de consolación, de amor y de alegría. Confiemos en él; como afirma también san Agustín, a la luz de su experiencia: el Señor está más cerca de nosotros que nosotros mismos: «interior intimo meo et superior summo meo» (Confesiones, III, 6, 11)”. III Domingo de Adviento «Gaudete», 11 de diciembre de 2011
Papa Francisco, Quien se convierte y se acerca al Señor experimenta la alegría. (13 de diciembre de 2015)
En el Evangelio de hoy hay una pregunta que se repite tres veces: «¿Qué cosa tenemos que hacer?»…Tres respuestas para un idéntico camino de conversión que se manifiesta en compromisos concretos de justicia y de solidaridad. Es el camino que Jesús indica en toda su predicación: el camino del amor real en favor del prójimo.
La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría. En esta Exhortación quiero dirigirme a los fieles cristianos para invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría, e indicar caminos para la marcha de la Iglesia en los próximos años.
I. Alegría que se renueva y se comunica
2. El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada.
Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien. Los creyentes también corren ese riesgo, cierto y permanente. Muchos caen en él y se convierten en seres resentidos, quejosos, sin vida. Ésa no es la opción de una vida digna y plena, ése no es el deseo de Dios para nosotros, ésa no es la vida en el Espíritu que brota del corazón de Cristo resucitado.
3. Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso.
6. “comprendo a las personas que tienden a la tristeza por las graves dificultades que tienen que sufrir, pero poco a poco hay que permitir que la alegría de la fe comience a despertarse, como una secreta, pero firme confianza, aun en medio de las peores angustias”. (Evangelii Gaudium)
Pablo D ́Ors, «El hombre se realiza sólo en la simplicidad. Cuantas más cosas poseamos y más experiencias acumulemos, más difícil y tortuosa será nuestra realización». El olvido de sí, 22.
Quevedo Entre las desventuras, ninguna hay mayor que la falta de alegría” ()
Quique Martínez de la Lama-Noriega, No recuerdo quién escribió que «el hombre actual no parece acertar con el camino que conduzca a una vida feliz; y el cristianismo, por su parte, no acierta a presentar a Dios como amigo de la felicidad humana y fuente de vida sana e integral». Y también que: «Todos los crímenes, todos los odios, todas las guerras, pueden reducirse a la infelicidad».
Javier Gafo Es curioso constatar cómo esa convicción de que hay una felicidad en el compartir es patrimonio de los sentimientos religiosos de la humanidad. ¿No es esto lo que urgentemente necesita el mundo de hoy? ¿No es verdad que las religiones deben construir esa ética planetaria, urgente para nuestra aldea global? Dios a la vista Homilías ciclo C. Madris 1994.Pág. 24 ss.
P. A. Reggio, “Sus misterios son todos misterios de alegría; los misterios dolorosos los hemos provocado nosotros” Espíritu sobrenatural y buen humor, Madrid 1966, p. 20.
G. Chevrot, “Es verdad que, como los demás hombres, el cristiano conoce la amargura del llanto. Pero al aceptar, como venidos de Dios, tanto las alegrías como las contrariedades de la vida, encuentra siempre en el alma la canción gozosa de la paz divina, que será alegría en las horas radiantes, y serenidad en las grises. Alegría y serenidad: dos rasgos distintivos de la fisonomía del cristiano”. (“El pozo de Sicar”, cap. “Razones para vivir”, pág. 233)
ALEGRÍA
«A veces estos cristianos melancólicos tienen más cara de pepinillos en vinagre que de personas alegres que tienen una vida bella». SS Francisco (10/5/13)
Al Señor le agrada que le sirvan con gusto, porque haciéndolo con alegría y de corazón, se ama más a Dios. San Juan Bosco
Alegría, oración y comunión son el secreto de nuestra resistencia. San Juan Bosco
Alegría y amor son las alas de las grandes empresas. Johann Wolfang von Goethe
Amigos míos, pedid a Dios la alegría. Sed alegres como los niños, como las aves del cielo. Fedor Dostoievski
Buscas la alegría en torno a ti y en el mundo. No sabes que sólo nace en el fondo de tu corazón? Rabindranath Tagore
«Cada minuto que estás enfadado pierdes sesenta segundos de felicidad» Ralph Waldo Emerson
Crecerás el día en que verdaderamente te rías por primera vez de ti mismo. Ethel Barrymore
De cuantos bienes Dios nos envía, el más estimable es la alegría. Royo Marín
Después de la virtud, es la alegría lo más indispensable. Todos los días deberíamos leer un buen poema, oír una linda canción, contemplar un bello cuadro y pronunciar algunas bellas palabras. Johann Wolfang von Goethe
Dichoso quien no tiene más gozo y alegría que las palabras y obras del Señor. San Francisco de Asís
Dios favorece al hombre alegre. San Juan Bosco
Dios es alegría, si te entregas a Dios te entregas a la alegría. Michel Quoist
“El cristiano es un hombre o una mujer alegre. Esto nos enseña Jesús, nos enseña la Iglesia, en este tiempo de forma especial». SS Francisco (10/5/13)
El cristiano es un testigo de la verdadera alegría, la que da Jesús. SS Francisco (10/5/13)
El hombre se complace en enumerar sus pesares, pero no enumera sus alegrías. Dostoiewsky
El humor se tiene o no se tiene y es la manera de ver las cosas con claridad. Antonio Mingote
El modo mejor de alegrarte a tí mismo es tratar de alegrar a otro. Mark Twain
El mundo está lleno de pequeñas alegrías; el arte consiste en saber distinguirlas. Li-Tai-Po
El único momento en que me entran dudas, en que comienzo a sospechar que quizá lo que cuentan en la Iglesia no son patrañas y que Dios puede existir, es cuando os veo contentos. Alesandro Pronzato
Cada vez que das, muestra una cara alegre, siéntete feliz de presentar tus diezmos. Libro de Eclesiástico
Caras largas…, modales bruscos…, facha ridícula…, aire antipático: ¿Así esperas animar a los demás a seguir a Cristo?. San Josemaría Escrivá de Balaguer
Conviene reír sin esperar a ser dichoso, no vaya ser que la muerte nos sorprenda sin haber reído. Jean de La Bruyére
Convierte la alegría en fiel compañera de tu vida. Autor desconocido
Cuando estuvieres alegre, no sea con risas demasiadas, sino con alegría humilde, modesta, afable y edificativa. Santa Teresa de Jesús
Cuando se hace el bien es preciso hacerlo con alegría. Autor desconocido
El alma humana se revela profundamente no sólo en el dolor sino también en la alegría. Adolfo Kolping
El que se alegra a causa de un niño, se alegra a causa de la vida. Phil Bosmans
El que no encuentra la alegría dentro de su casa, ¿dónde la irá a buscar? Autor desconocido
El mundo está lleno de alegrías; el arte consiste en saber distinguirlas. Li-Tai-Po
El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho. William Shakespeare
En la tierra hasta la alegría suele parar en tristeza; pero para quien vive según Cristo, incluso las penas se truecan en gozo. San Juan Crisóstomo
En todo el mundo la gente está hambrienta y sedienta del amor de Dios. Satisfacemos esa hambre derramando alegría. Madre Teresa de Calcuta
Escogemos nuestros pesares y nuestras alegrías mucho antes de que las experimentemos. Khalil Gibran
Estando siempre alegres, ni cuenta nos daremos qué pronto pasa el tiempo. San Juan Bosco
Estén siempre alegres en el Señor, se los repito: estén alegres. El Señor está cerca. Flp 4, 4-5
Hay alegría de ser sano y justo; pero hay, sobre todo, la inmensa alegría de servir. Gabriela Mistral
Hay quienes dan con alegría y esa alegría es su premio. Khalil Gibran
Hazles comprender que no tienen en el mundo otro deber que la alegría. Paul Claudel
«Jesús nunca fue serio» Jacques-Bénigne Bossuet
Justa causa de alegría es ver feliz a un amigo. Lucio Anneo Séneca
La alegría, cuanto más se gasta más queda. Ralph Waldo Emerson
La alegría de ser cristiano es verdaderamente capaz de colmar el corazón humano. Paulo VI
La alegría de hacer bien está en sembrar, no en recoger. Jacinto Benavente
La alegría de un hipócrita sólo dura un momento. Job
La alegría de vivir es el más grande poder cósmico. Teilhard de Chardin
La alegría del alma forma los bellos días de la vida, en cualquier época que sea. Sócrates
La alegría del Señor es nuestra fuerza. Todos nosotros, si tenemos a Jesús dentro nuestro, debemos llevar la alegría como novedad al mundo. Beata Madre Teresa de Calcuta
La alegría en el enfermo es el mejor jarabe, y así es bien procurársela; y cuando alegre lo vieres, cuéntalo por sano. Mateo Alemán
«La alegría es algo más, es otra cosa. Es algo que no viene de motivos coyunturales, del momento: es algo más profundo. Es un don». SS Francisco (10/5/13)
La alegría es el sistema de calefacción del Alma. Francisco J. Cortéz Ortiz
La alegría es el ingrediente principal del compuesto de la salud. Arthur Murphy (1727-1805)
«la alegría es el segurísimo remedio contra las mil insidias del demonio». San Francisco de Asís
La alegría es hija de la ocupación. John Lubboch
La alegría es oración, la señal de nuestra generosidad, de nuestro desprendimiento y de nuestra unión interior con Dios. Beata Madre Teresa de Calcuta
La alegría es parte integrante de la fiesta. La fiesta se puede organizar; la alegría no. SS. Benedicto XVI
La alegría es piedra filosofal que todo lo convierte en oro. Benjamin Franklin
La alegría es una gracia que debemos pedir al Señor en estos días de modo especial, porque la Iglesia se invita y nos invita a pedir la alegría y también el deseo». SS Francisco (10/5/13)
La alegría está en la lucha, en el esfuerzo, en el sufrimiento que supone la lucha, y no en la victoria misma. Mohandas Karamchand Gandhi
La alegría ha sido llamada el buen tiempo del corazón. Charles Smiles
La alegría que debes tener no es esa que podríamos llamar fisiológica, de animal sano, sino otra sobrenatural, que procede de abandonar todo y abandonarte en los brazos amorosos de nuestro Padre-Dios. San Josemaría Escrivá de Balaguer
La alegría que tuve, la vida me la brindó; el dolor que hoy siento, el tiempo me lo arrebató. Víctoria C. Lozano
La alegría más grande es la inesperada. Sófocles
La alegría no está en las cosas se halla en nosotros. Richard Wagner
La alegría no nos hace olvidar los sufrimientos que vemos en el mundo. Al contrario, ella nos da el coraje de hacer frente a situaciones difíciles. Hermano Alois, Taize
La alegría prolonga la vida y trae salud. R. Udall
La alegría y el amor son las dos alas para las grandes acciones. Johann Wolfang von Goethe
La cara más fea, la alegría la hermosea. Royo Marín
La felicidad y la alegría dependen de estar en armonía consigo mismo, con los demás, con el mundo y con Dios. Martín Descalzo
La persona piensa, Dios ríe Proverbio judío. Lo mejor de todo es estar alegres y hacer buenas obras. Eclesiastés
«La sencillez es la puerta de la alegría» Autor desconocido
Las personas más desdichadas que he conocido no son las más enfermas, ni las más pobres, ni las más ignorantes, sino las que no sienten amor a Dios, y las que no tienen alegría. Beata Madre Teresa de Calcuta
La vida esta llena de pequeñas alegrías, el arte consiste en identificarlas. Gianni Carlevaro
Las alegrías más auténticas vienen del cielo. R. Pinhas
Las alegrías más excelsas, variadas y duraderas son las espirituales. Arthur Schopenhauer
La mayor alegría es aquella que no se esperaba. Sófocles
La alegría es la mejor enfermera. Robert Hamerling
La alegría espiritual es el principal remo en esta navegación nuestra. San Pedro de Alcantara
La mitad de la alegría reside en hablar de ella. Proverbio Persa
La alegría es el ingrediente principal en el compuesto de la salud. A. Murphy
La tristeza es la muerte del alma; la alegría es la vida. Alejandro Vinet
La vida esta llena de pequeñas alegrías, el arte consiste en identificarla.s Gianni Carlevaro
La alegría es el ingrediente principal en el compuesto de la salud. A. Murphy
La cara más fea, la alegría la hermosea. Royo Marín
La jornada absolutamente perdida es aquella en la que no nos hemos reído. Lorenzo Sterne
La mayor alegría es aquella que no se esperaba. Sófocles
La mejor manera de expresar la gratitud a Dios y a las personas es aceptarlo todo con alegría. Madre Teresa de Calcuta
La risa es esa divina merced que Dios sólo al hombre se ha dignado conceder. García Morente
La risa es el antídoto del enojo. Juan Francisco de La Harpe
«La verdadera alegría nace de la buena conciencia» Erasmo de Rotterdam
Las alegrías más excelsas, variadas y duraderas son las espirituales. Arthur Schopenhauer
Las fiestas se han hecho para promover la alegría espiritual, y esa alegría la produce la oración; por lo cual en día festivo se han de multiplicar las plegarias. Santo Tomas
Lo mejor que cabe hacer en este mundo es proporcionar alegría a nuestros semejantes. R. Rosegger
Lo que alegra y halaga al cuerpo, ha de beneficiar también al espíritu, para que así todo se disponga a la mayor gloria de Dios. San Juan Bosco
«Los alegres curan» François Rabelais
Los santos, mientras vivían en este mundo, estaban siempre alegres, como si siempre estuvieran celebrando la Pascua. San Atanasio, Carta 14
Los seguidores de Cristo viven contentos y alegres y se glorían de su pobreza más que los reyes de su diadema. San Juan Crisostomo
Los tiempos felices en la humanidad son las páginas vacías de la historia. Leopold Von Ranke
Manos dadivosas causan más alegría que manos limpias Proverbio popular
Me dormí y soñaba que la vida era alegría. Me desperté y vi que la vida no era sino servicio. Serví y vi que el servicio era la alegría. Rabindranath Tagore
¡Mi mayor satisfacción es verte alegre!. San Juan Bosco
Mientras conservéis vuestra alegría, os alejaréis del pecado. San Juan Bosco
Mientras los alumnos se dejen guiar por la obediencia, como una madre lleva de la mano a su hijo, reinará la paz y la alegría en nuestro Oratorio. San Juan Bosco
Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías esperando la gran felicidad. Pearl S. Buck
Muéstrate siempre alegre, pero que tu sonrisa sea sincera. San Juan Bosco
Nada hay más infeliz que la felicidad de los que pecan. San Agustín, Catena Aurea, vol. 1, p. 325
¿No hay alegría?-Piensa: hay un obstáculo entre Dios y yo.-Casi siempre acertarás (San Josemaría Escrivá de Balaguer, Camino, n. 662).
No hay goce alguno de las cosas si no se comparten con otros. Erasmo de Rótterdam
No hay nada más difícil que saber cuándo uno debe reírse y de lo que se debe reír. Jacinto Benavente
Nada hay tan contagioso como el optimismo. Vivir con un amigo optimista es encontrar la clave de la felicidad. El llanto de los otros suele hacernos llorar; pero la risa de los otros, invariablemente, irremisiblemente, nos hará reír. Amado Nervo
No cambiaría la risa de mi corazón por la fortuna de las multitudes, tampoco me conformaría con cambiar mis lágrimas por quietud. Tengo la ferviente esperanza de que toda mi vida en esta tierra sea siempre lágrimas y risas. Khalil Gibran
¿No hay alegría? Piensa: hay un obstáculo entre Dios y yo. Casi siempre acertarás. Beato Escrivá de Balaguer
No hay grito de dolor que en lo futuro no tenga al fin por eco una alegría. Ramón de Campoamor
No hay ninguna cosa seria que no pueda decirse con una sonrisa Alejandro Casona
No te conformes con sentir la alegría dentro de ti, haz que aflore al exterior. Autor desconocido
Nunca te desanimes si eres apóstol. —No hay contradicción que no puedas superar. —¿Por qué estás triste? San José María Escrivá de Balaguer
No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices. Robert Louis Stevenson
No hay espíritu bien conformado si le falta el sentido del humor. Samuel Taylor Coleridge
Nuestra alegría no es algo que nace de tener tantas cosas, sino de haber encontrado a una persona, JesúsSS Francisco. (24 de marzo 2013)
Para ejercer una influencia benéfica entre los niños, es indispensable participar de sus alegrías. San Juan Bosco
Para la persona de bien, todos los días son de alegría y regocijo. Diógenes de Sínope
Para lograr todo el valor de una alegría has de tener con quien repetirla. Mark Twain
Para ser bueno basta practicar tres cosas y todo te resultará a pedir de boca. ¿Cuáles son estas tres cosas?: Alegría, estudio y piedad. San Juan Bosco
Para nosotros la base de toda santidad consiste en estar siempre alegres. San Juan Bosco.
Para un alma alegre, el mundo está repleto de cosas interesantes. Alexandra Stoddard
Perdemos la alegría verdadera por el deleite de las cosas temporales. San Gregorio Magno
Perro que ladra no muerde. Las personas que ríen nunca disparan. Karl Lorenz
Pocos hombres tienen la fuerza de carácter suficiente para alegrase del éxito de un amigo sin sentir cierta envidia. Esquilo de Eleusis
¡Qué alegría en las batallas espirituales! Es suficiente saber combatir para tener certeza de victoria. San Pío de Pieltrecina
Que la alegría te acompañe. Extiende las manos y tómala cuando pase. Carl Sandburg
Que tu vida sea alegre o triste, no depende de tu vida; depende de ti mismo. Steinberg
¿Queréis estar siempre satisfechos y risueños?. Es la obediencia la que nos lleva a esa alegría. San Juan Bosco
Quizá no podamos dar mucho, pero siempre podemos dar alegría que brota de un corazón enamorado de Dios. Madre Teresa de Calcuta
Se puede experimentar tanta alegría al proporcionar placer a alguien, que se sienten ganas de darle las gracias. Henri M. Montherlant
Ser capaz de encontrar alegría en la alegría de otro, ese es el secreto de la felicidad. Georges Bernanos
Si bien es cierto que las alegrías son cortas, tampoco nuestros pesares son muy largos. Luc de Clapiers Marqués de Vauvenargues
“Si cortas de raíz cualquier asomo de envidia, y si te gozas sinceramente con los éxitos de los demás, no perderás la alegría”. (Surco, n. 93). San Josemaría Escriva de Balaguer
Si estás triste no podrás ascender un montecillo; pero si estás alegre, serás capaz de escalar la montaña más alta. Proverbio oriental
Si me contento con poco, lo suficiente será un festín. Isaac Bickerstaffe
Si no sabes sonreír, es que no sabes vivir. Phil Bosmans
Si quieres una vida alegre y tranquila, procura estar siempre en gracia de Dios. San Juan Bosco
Si salen las cosas bien, alegrémonos, bendiciendo a Dios que pone el incremento. —¿Salen mal? —Alegrémonos, bendiciendo a Dios que nos hace participar de su dulce Cruz. San Josemaría Escrivá de Balaguer
Si todo en el mundo fuera alegría, nunca aprenderíamos a ser valiosos y pacientes. Helen Keller
Siempre estarás gozoso y contento, si en todos los momentos diriges a Dios tu vida, y si la esperanza del premio suaviza y alivia las penalidades de este mundo. San Basilio
Siempre florece la alegría en el alma unida a Dios. San Juan María Vianney (El Cura de Ars)
Sin lucha, no se logra la victoria; sin victoria, no se alcanza la paz. Sin paz, la alegría humana será sólo una alegría aparente […] Josemaría Escrivá de Balaguer Es Cristo que pasa, 82.
Sólo la alegría es garantía de salud y longevidad. Santiago Ramón y Cajal
Tener alegría es un regalo de Díos, úsala, consérvala, y veras como funcionará. Autor desconocido
“Tienes derecho a llorar, pero, aún entre lágrimas, no tienes derecho a renunciar a la alegría” Michael Quoist
Tu felicidad en la tierra se identifica con tu fidelidad a la fe, a la pureza y al camino que el Señor te ha marcado”. (Surco, n. 84) San Josemaría Escriva
Triste puedo estar solo; para estar alegre, necesito compañía. Elbert Green Hubbard
Un ánimo alegre es una continua fiesta para los que le rodean. Charles Burton
Un consejo, que os he repetido machaconamente: estad alegres, siempre alegres. Que estén tristes los que no se consideren hijos de Dios. San Josemaría Escrivá de Balaguer
«Un corazón alegre hace bien al cuerpo, un espíritu abatido seca los huesos» Proverbios 17, 22
Un joven sin alegría y sin esperanza no es un joven auténtico, sino un hombre envejecido antes de tiempo. Juan Pablo II
Una alegría esparce cien pesares. Proverbio Chino
Un hombre alegre es siempre amable. Máximo Gorky
Un santo triste es un triste santo. San Francisco de Sales
Una buena conciencia es una continua alegría. Benjamín Franklin
Una onza de alegría vale más que una libra tristeza. R. Baxter
Una persona alegre obra el bien, gusta de las cosas buenas y agrada a Dios. En cambio, el triste siempre obra el mal. Pastor de Hermas , Mand. 10, 1
Una persona que ríe no será nunca peligrosa. Lorenzo Sterne
Una pulgada de alegría es mayor que un palmo de sufrimientos, porque reír es propio del ser humano. François Rabelais
Uno de los grandes secretos para ser amado, es agradar y divertir; más corazones se ablandan con la alegría que con las lágrimas. Madame Sartory
Vivid en santa alegría. Padre Pío
Vuestras plegarias y alabanzas para que sean agradables a Dios, hacedlo no solamente con recogimiento de espíritu, sino con gozo y alegría de corazón. San Juan Bosco
CONTO
EL SUEÑO DE MARÍA
Tuve un sueño, José…. no lo pude comprender, realmente no, pero creo que se trataba del nacimiento de nuestro Hijo; creo que si era acerca de eso.
La gente estaba haciendo los preparativos con seis semanas de anticipación. Decoraban las casas y compraban ropa nueva.
Salían de compras muchas veces y adquirían elaborados regalos.
Era muy peculiar, ya que todos los regalos no eran para nuestro Hijo. Los envolvían con hermosos papeles y los ataban con preciosos moños, todo lo colocaban debajo de un árbol. Si, un árbol, José, dentro de una casa.
Esta gente estaba decorando el árbol también. Las ramas llenas de esferas y adornos que brillaban.
Había una figura en lo alto del árbol, me parecía ver una estrella o un ángel, oh! Era verdaderamente hermoso.
Toda la gente estaba feliz y sonriente. Todos estaban emocionados por los regalos; se los intercambiaban unos con otros José, pero, no quedó alguno para nuestro Hijo.
Sabes, creo que ni siquiera lo conocen, pues nunca mencionaron su nombre; ¿no te parece extraño que la gente se meta en tantos problemas para celebrar el cumpleaños de alguien que ni siquiera conocen?.
Tuve la extraña sensación de que si nuestro Hijo hubiera estado en la celebración, hubiese sido un intruso solamente. Todo estaba tan hermoso José y todos tan felices, pero yo sentí enormes ganas de llorar.
Que tristeza para Jesús no querer ser deseado en su propia fiesta de cumpleaños. Estoy contenta porque sólo fue un sueño, pero que terrible José, si esto hubiera sido realidad.
F. Kafka
Tomado de Lacompañiademaría.com
ANÉCDOTA
REVISTA TIME
Una vez, refiriéndose al artículo religioso semanal del Time, dijo Cox que, Si Dios leyera la revista, lo último que se le ocurriría leer es ese espacio dedicado a la religión porque “Dios tiene más interés en el mundo que en la religión”
Tomado de Ángel Calvo, En otras palabras
SOFONÍAS 3,14-18
Este breve texto, probablemente del siglo V a.C., aborda dos problemas políticos, con un final religioso. Jerusalén ha sufrido la deportación a Babilonia, el rey y la dinastía de David han desaparecido, los persas son los nuevos dominadores. Jerusalén no tiene libertad ni rey. El profeta anuncia un cambio total: el Señor expulsa a los enemigos y será el rey de Israel. Lo más sorprendente es el motivo de este gran cambio: el amor de Dios. Cuando se recuerda que los profetas consideran la historia del pueblo una historia de pecado, asombra que Dios pueda gozarse y complacerse en él. Las palabras finales se adaptan perfectamente al espíritu del Adviento. La Iglesia, tantas veces pecadora, sigue gozando del amor de Dios. Lo mismo puede decirse de cada uno de nosotros.
Tomado de J.L.Sicre
LA VIRGEN EN EL ADVIENTO
Reciente todavía la fiesta de la Inmaculada, no deberíamos olvidar que, sobre todo desde la «Marialis Cultus» de Pablo VI, el tiempo mariano por excelencia del año cristiano es el Adviento-Navidad.
Las lecturas de hoy nos recuerdan, como un eco, la actitud de la Virgen frente al misterio del Dios que viene: la alegría de Sofonías o de Pablo está encarnada en ella («se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador»); el «regocíjate, hija de Dios» del profeta parece tener un paralelo en el «alégrate, llena de gracia» del ángel a María; y la invitación del precursor a una actitud de caridad y solidaridad mutua, que luego se convertirá en labios de Jesús en el primer mandamiento cristiano, ha tenido una discípula excelente en María, la que tuvo tiempo (meses) para ayudar a su prima Isabel, o la que estuvo atenta al problema de los novios de Caná.
J. Aldazabal Misa Dominical 1988, 24
TRAGEDIA DEL HAMBRE
Le preguntaba un periodista a la madre Teresa de Calcuta: “¿Cómo y cuándo se remediará la tragedia del hambre en el mundo”? Ella le respondió: “Cuando usted y yo gastemos menos y compartamos más”.
Las ardillas, a veces, guardan sus granos en escondites tan seguros que con el paso del tiempo los olvidan y no los encuentran y hasta se mueren de hambre.
Tomado de Fe adulta
LA RAZÓN DE HADYN
Alguien preguntó a Hadyn por qué oía siempre tan alegre su música religiosa.
—Es que cuando me pongo a pensar —explicó el célebre músico— en lo que Dios es, lo que ha hecho y lo que se propone hacer con sus redimidos, incluyéndome a mí mismo, no puedo menos que ponerme alegre, y la alegría del corazón salta a las notas.
Tomado de Púlpito cristiano
LA BENDICIÓN DE LOS “BAMBINELLI”
En este domingo, según una bella tradición, los niños de Roma vienen a que el Papa bendiga las estatuillas del Niño Jesús, que pondrán en sus belenes… nos recuerda que el belén es una escuela de vida, donde podemos aprender el secreto de la verdadera alegría, que no consiste en tener muchas cosas, sino en sentirse amados por el Señor, en hacerse don para los demás y en quererse unos a otros.
BENEDICTO XVI – Ángelus 2009
CEMENTERIO DE GUERRA
Inscripción en el cementerio de guerra inglés a las puertas de Milán: «A la guerra seguirá la paz y la noche desembocará en el día» («Peace shall follow baffle and night shall end in day»). Me parece el augurio y la esperanza más bella que se pueda proporcionar a quien se encuentra en esta situación: que la noche desemboque pronto, también para ellos, en el día. Sin esperar, se entiende, la resurrección después de la muerte, ¡aunque la alegría plena se tendrá sólo entonces!
Tomado de Rainiero Cantalamessa
OVIDIO
Escribe en el destierro: «Nada puede hacerse sino llorar» (De tristitia). San Pablo, prisionero recomienda: «Estad siempre alegres en el Señor; de nuevo os digo, estad alegres». Dice también: «Sobreabundo de gozo en nuestra tribulación» (2 Co 7,4). Este vive de Cristo. Ovidio, no.
Tomado de Clerus.org
ABRAHAM LINCOLN
Solía ir a la iglesia presbiteriana todos los miércoles que estaba en Washington D.C.
Un miércoles cuando salía de la iglesia uno de sus acompañantes le preguntó: Mr. President, que le ha parecido el sermón? Lincoln contestó: “El contenido fue excelente y Dr. Gurley habló con gran elocuencia. Es obvio que lo ha trabajado mucho”.
Entonces cree que fue un gran sermón, Mr. President?
No, no dije eso. Dije que el contenido fue excelente y que el predicador habló con gran elocuencia. Pero Dr. Gurley, esta noche, olvidó algo muy importante. Olvidó pedirnos que hiciéramos algo grande. Tomado de P. Félix Jiménez
Norman Cousins cuenta una conversación que mantuvo con un sacerdote hindú, llamado Satis Prasad, durante uno de sus viajes a la India. El hombre le dijo que su deseo era visitar América y trabajar como misionero entre los americanos. Cousins dio por supuesto que su intención era convertir los americanos a la religión hindú. Satis le dijo: «Oh, no, quiero convertirlos a la religión cristiana. El cristianismo no puede sobrevivir en abastracto. No necesita miembros, necesita creyentes. No gente que hable de su fe sino gente que practique su fe. La gente de su país presume de cristianismo, pero por lo que yo leo desde la distancia su cristianismo es más una costumbre que cualquier otra cosa. Yo les pediría que o aceptaran las enseñanzas de Jesús en su vida cotidiana y en sus asuntos como nación o que dejaran de invocar su nombre para justificar todo lo que hacen. Yo quiero ayudar a salvar el cristianismo para los cristianos».
Las ardillas, a veces, guardan sus granos en escondites tan seguros que con el paso del tiempo los olvidan y no los encuentran y hasta se mueren de hambre.
Tomado de P. Félix Jiménez
SANDALIAS
Las sandalias eran un símbolo de poder. Tenían importancia en actos jurídicos. Lanzar la sandalia sobre un lugar significaba tomar posesión de ese terreno o territorio. Cuando Moisés se halla ante la zarza ardiendo, se quita las sandalias para no tomar posesión de un terreno que es sagrado. Tan sólo llevaban sandalias los hombres libres. Los esclavos y prisioneros debían caminar descalzos. Era tarea del esclavo quitar las sandalias a su señor, desatar la correa y lavarle los pies. Juan Bautista, lleno de humildad, afirma que no es digno de «desatar la correa de la sandalia de Jesús».
Tomado de Tiempo Interior
FLAVIO JOSEFO
Recuerda que Juan «era un hombre bueno y pedía a los judíos el ejercicio de la virtud, a la vez que la justicia de los unos con los otros y la piedad con Dios, y de esta forma presentarse al Bautismo» (Antiquitates iudaicae 18,5,2).
Tomado de Bibliadenavarra
CHISTE
QUIETOS EN LA IGLESIA
Una maestra de Catecismo le preguntó a los niñitos de su clase, ya que éstos se encaminaban hacia la Eucaristía:
-“¿Por qué es necesario estar muy quietos en la iglesia?”
Una niñita le respondió:
-“Porque algunas personas están durmiendo.”
POEMA
SOFONÍAS. VERSIÓN 2.0
Felicidades, Sión, ¡qué suerte la tuya!
se han soltado las ataduras que te tenían amarrada,
se ha silenciado el ruido que ocupaba tu interior,
has liberado espacio en tu corazón,
está llegando Aquel a quien perteneces.
Alégrate, ensancha tu capacidad,
ábrete a su presencia desde ese vacío silencioso
que le hace sitio.
Dichosa tú, porque en tu seno acogedor y cálido
puedes ofrecer hospitalidad y amparo
a tantas vidas ateridas.
Enhorabuena, porque te estás volviendo Adviento.
Dolores Aleixandre
ORACIÓN
Si puedo hacer, hoy, alguna cosa,
si puedo realizar algún servicio,
si puedo decir algo bien dicho,
dime cómo hacerlo, Señor.
Si puedo arreglar un fallo humano,
si puedo dar fuerzas a mi prójimo,
si puedo alegrarlo con mi canto,
dime cómo hacerlo, Señor.
Si puedo ayudar a un desgraciado,
si puedo aliviar alguna carga,
si puedo irradiar más alegría,
dime cómo hacerlo, Señor.
Grevnille kleiser
Tomado de ACG
MEDITACIÓN
¿CÓMO VIVIR UNA NAVIDAD ALEGRE, DISTINTA?
– ¿Por qué no recuperamos a los verdaderos Reyes Magos, que llevaron sus mejores regalos a una familia pobre de Belén, en vez de atiborrarnos de objetos innecesarios y carísimos?
– ¿Por qué no leemos todos los días, junto al Belén, solos, aunque mejor en familia, unas palabras del Evangelio, y hacemos una sencilla oración?
– ¿Por qué no pensamos a quién podríamos dar una gran alegría, una sorpresa con una visita, una llamada, una invitación a cenar o tomar algo con nosotros?
– ¿Por qué no nos repasamos o aprendemos, con los más pequeños, los villancicos de siempre, y dejamos a un lado tantas cancioncillas insulsas y vacías, que ni huelen a Navidad ni a nada?
– ¿Por qué no, en vez de comprar alimentos carísimos para la Nochebuena y Navidad, preparamos algo todos juntos, aunque sea sencillo? La Navidad es la ocasión en que más comida se tira a la basura.
– ¿Por qué no, en vez de hacer limpieza de ropa y juguetes en casa «para los pobres», compramos algo nuevo, en condiciones, para los que nunca tienen casi nada?
– ¿Por qué no preparamos una buena bendición de la mesa para el día de Nochebuena/Navidad?
– ¿Por qué no damos a Cáritas (o donde mejor te parezca) un porcentaje del dinero que vamos a gastar y hasta derrochar estos días?
– ¿Por qué no nos acercamos a «cancelar» esa deuda que tenemos con Dios, celebrando el sacramento del Perdón?
– ¿Por qué no nos sentamos en familia a hablar de cosas importantes: Qué tal le va a cada uno, qué le preocupa de veras, qué necesita de verdad?
Mejor no digo más porque las Navidades son las fiestas de la fantasía. La fantasía de Dios le llevó hasta un Portal en Belén. A ver a dónde nos lleva a cada uno de nosotros la nuestra. Ahí dejo la pregunta del Bautista para que cada cual se la responda: Entonces, ¿qué hacemos?
Enrique Martínez de la Lama-Noriega, CMF
CANTO
Vendrá LUISIPO
Maranatha | Cristóbal Fones
Delegación para el Clero de Santiago de Compostela