Una feligresa por teléfono: “Hola Padre Amancio. Quería pedirle un
favor: hoy falleció un vecino nuestro. Trasmítale a la familia, por
favor, el cariño de todos los que vivimos en la aldea. Dada la situación
a nosotros nos resulta imposible.”
Si estás en duelo y has empezado a leer estas líneas, lo primero que
queremos transmitirte es que sentimos mucho tu pérdida y que esperamos
que los siguientes apartados puedan ayudarte a transitar tu duelo desde
el cuidado que requiere este momento.
Perder a alguien, es una experiencia que necesita ser compartida,
acompañada, sostenida por abrazos, miradas compasivas, palabras de
cariño, respetuosos silencios, … Todo esto hace que no nos sintamos
solos ante el dolor.
Como doliente, es normal que necesites saber que tu dolor, tiene un
impacto en los demás; por lo que, por lo general, las personas que han
tenido una pérdida suelen valoran mucho la presencia y la compañía de
las personas que aprecian. El apoyo emocional recibido en estos primeros
momentos es crucial, pudiendo dificultar o favorecer el proceso de
duelo posterior. No obstante, también juegan un papel importante la
personalidad y el sistema de afrontamientos que cada persona tiene, más
allá de las circunstancias de la muerte, pueden ser factores de
protección/riesgo e indicadores de la capacidad de adaptación del/a
doliente ante su pérdida
Fuente: Guía para las personas que sufren una pérdida en tiempos del coronavirus
pastoralsantiago.es
Foto: Miguel Castaño