Ceremonia de entrega de los Premios ¡Bravo! 2015

Hoy a las 12.00 ha tenido lugar la ceremonia de la entrega de los Premios ¡Bravo! 2015 que todos los años la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social entrega a diferentes personas que han aportado un gran valor a la comunicación de la Iglesia a través de diferentes medios y que se hayan distinguido por el servicio a la dignidad del hombre, los derechos humanos y los valores evangélicos.

Esta ceremonia ha estado presidida por el Cardenal Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal Española, acompañado por, Mons. Renzo Fratini, Nuncio Apostólico de Su Santidad el Papa Francisco, Mons. Ginés García Beltrán, presidente de la CEMCS, Mons. Claudio Mª Celli, hasta ahora presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales,  el obispo de Lleida, Mons. Salvador Giménez, el obispo de San Sebastián, Mons. José Ignacio Munilla, y el obispo emérito de Lleida, Mons. Joan Piris, que ejerció de presidente del jurado de los premios.

Además, en la sala de la Asamblea Plenaria de la CEE, donde se ha celebrado esta entrega de premios, se encontraba José Mª Gil Tamayo, secretario general y portavoz de la CEE.

Esta ceremonia de entrega ha dado comienzo con la lectura del acta de la concesión de estos premios, que realizó José Gabriel Vera, director del secretariado de la CEMCS y director de la Oficina de Prensa de la CEE, y acto seguido se ha dado entrega de los diferentes galardones en sus categorías correspondientes:

Premio ¡Bravo! Especial a Mons. Claudio María Celli, presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales.

Premio ¡Bravo! de Prensa a Luis Ventoso, columnista y corresponsal en Londres del diario ABC.

Premio ¡Bravo! de Radio a Luis Manuel Fernández Iglesias, redactor de Radio Nacional de España.

Premio ¡Bravo! de Televisión a Bertín Osborne, presentador del programa En la tuya o en la mía de TVE.

Premio ¡Bravo! de Cine a la película  Francisco, el Padre Jorge.

Premio ¡BRAVO! de Música al P. Damián María, , redentorista.

Premio ¡Bravo! de Publicidad a la Campaña #MIGRANITOXCHINA de la Fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada.

Premio ¡Bravo! de Nuevas Tecnologías a la plataforma Cine y Fe.

Premio ¡Bravo! al Trabajo Diocesano en Medios de Comunicación Social a diócesis de Ávila por su trabajo de comunicación en el V Centenario del nacimiento de Sta. Teresa de Jesús.

Tras la entrega, el Premio ¡Bravo! especial 2015, Mons. Claudio Mª Celli, ha dicho unas palabras para recordar que estos premios destacan la “labor meritoria de todos los profesionales de la comunicación que han sido hoy premiados”. En concreto ha agradecido al P. Damián su labor musical ya que en propias palabras del prelado “una canción muchas veces llega más que diez homilías”. Tras estas palabras, ha felicitado con especial cariño la campaña de AIN #MIGRANITOXCHINA y por su labor que hace por los católicos en china.

Ha destacado el tema principal del mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que enlaza comunicación con misericordia, estrechamente unidas. “Es un desafío para nosotros que trabajamos en el campo de la comunicación. Ha destacado que “es muy importante el qué decimos, pero más el cómo lo decimos”.

Mons. Ginés García Beltrán, obispo de Guadix-Baza y presidente de la Comisión ha clausurado el acto con unas palabras dirigidas a los asistentes recordando que “la definición clásica de los medios de comunicación señala que éstos tienen como objetivo formar, informar y entretener” y que  han sido precisamente estos tres objetivos los que se han premiado.

Además el presidente de la Comisión Episcopal de los Medios de Comunicación Social ha destacado la labor de cada uno de los premios especialmente la de Mons. Claudio Mª Celli quien, en palabras de Mons. Ginés Beltrán “nos ha honrado siempre con su cercanía y amistad” y de su “buen hacer en el servicio de la Iglesia, en esta última etapa en los medios de comunicación”.

“El ejercicio de buscar la verdad para ofrecerla al mundo es un ejercicio valioso y necesario para el bien común de una sociedad porque sólo en la verdad está el bien, pero en muchas ocasiones es un ejercicio arriesgado que cuesta la fama, el prestigio o la vida”, ha recordado el prelado.

AgenciaSIC