- La pandemia está golpeando con mayor dureza a los hogares
que antes del impacto de la Covid-19 estaban en situación más vulnerable

Con motivo del Día Internacional de las
Familias, Cáritas llama la atención sobre el impacto del coronavirus en
las condiciones de desprotección de las familias más vulnerables, que
están agravándose a causa del confinamiento y la ausencia de ingresos.
Si antes de la actual pandemia el proceso de integración de muchas
familias y hogares españoles en situación de pobreza y exclusión social
se mostraba todavía débil en su recuperación e inestable en su duración,
ahora el retroceso está siendo importante.
Situación al límite
Los equipos diocesanos y parroquiales de Cáritas en toda España ,
entre ellas la Diocesana de Santiago de Compostela, están siendo
testigos directos de cómo la economía de muchas familias está al límite y
cómo son muchos los hogares que han visto como uno o los dos
progenitores se han quedado sin empleo, con las consecuencias materiales
y psicológicas que ello conlleva. Y aunque el Estado, garante de sus
derechos fundamentales, está invirtiendo importantes recursos de apoyo,
estos no llegan a cubrir la protección que requieren las familias en
situación de mayor fragilidad.
La red de seguridad con la que cuentan las familias españolas, que no
habían podido recuperarse todavía tras los efectos de la crisis
económica del 2008, se ido debilitado en la última década, con lo que la
situación de partida ante el impacto del coronavirus era bastante
precaria para muchas familias. Esta situación de vulnerabilidad no ha
hecho más que agravarse tras la irrupción devastadora de la Covid-19.
Los menores
Como se indica en el VIII Informe FOESSA, la presencia de menores en
el hogar incrementa el riesgo de caer en exclusión. Los datos recogidos
en el mismo señalan que el 21% de los hogares con menores a cargo se
encuentran en situación de exclusión (el 16% en el caso de hogares sin
menores), una cifra que se dispara hasta el 28% cuando se trata de un
hogar monoparental y al 33% en el caso de familias numerosas.
Este enquistamiento de las condiciones de exclusión social a causa
del impacto sucesivo, en apenas 12 años, de dos crisis devastadoras van a
tener consecuencias determinantes en la perpetuación de la transmisión
intergeneracional de la pobreza. Aquello que la familia tiene o aquello
de lo que la familia carece puede influir, y de hecho influye, como ha
constatado la Fundación FOESSA, en la transmisión de elementos que
facilitarán o dificultarán la mejora de las condiciones de vida de las
nuevas generaciones.
Además, de las dificultades económicas a las se enfrentan las
familias, Cáritas alerta sobre la gravedad que supone el desbordamiento
psicosocial y emocional que están viviendo, y cómo se va abordar desde
las Administraciones públicas la estrategia eficaz de respuesta integral
y urgente que necesitan estos hogares.
No invertir en familia significa embargar el bienestar futuro. Según
datos del año 2018 del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar
Social, España fue el país de toda la Unión Europea que menos porcentaje
de PIB invirtió en políticas familiares. Las graves consecuencias de
ello las estamos evidenciando en éstos momentos, cuando las familias
necesitan unas garantías de protección que están ausentes.
Respuestas de Cáritas
En estos momentos de incertidumbre para muchas personas en situación
de gran precariedad, Cáritas está respondiendo a estos vacíos de las
políticas públicas y aportando apoyo, escucha y cercanía a todas ellas, a
través de un abanico de recursos que van desde la respuesta a derechos
fundamentales, como el acceso a una vivienda digna y a sus suministros
domésticos, a garantiza una alimentación sana y equilibrada dentro de un
modelo de ayuda dignificada u ofrecer vías formativas y de orientación
laboral para acceder a un empleo digno.
Junto a este apoyo, Cáritas sostiene otras acciones de acompañamiento
familiar sumamente importantes en tiempo de confinamiento, como es el
soporte educativo de hijos en edad escolar, actividades de ocio
alternativo y pedagógico, programas de apoyo psicológico y contención
emocional o la creación de vínculos grupales donde se integran y
conviven familias de diferentes procedencias, culturas y cultos, que
sirvan para generar comunidades de mutuo apoyo y cuidados.
Deuda social con las familias
En palabras del papa Francisco, “los servicios que la sociedad presta
a los ciudadanos no son una forma de limosna, sino una verdadera deuda
social, respecto a la institución familiar, que es la base y que tanto
aporta al bien común de todos”. En esa misma línea, el pontífice
recuerda que las políticas sociales destinadas a apoyar y a proteger a
la familia deberían ser la justa devolución de la importante e
insustituible labor que desarrollan los hogares por el bien común y para
la construcción de sociedades emocionalmente sanas.
“La familia -afirma Francisco-es la primera escuela de los niños, es
el grupo de referencia imprescindible para los jóvenes, es el mejor
asilo para los ancianos. La familia constituye la gran «riqueza social»,
que otras instituciones no pueden sustituir, que debe ser ayudada y
potenciada, para no perder nunca el justo sentido de los servicios que
la sociedad presta a sus ciudadanos” (homilía en Guayaquil, Ecuador
2015).
Llamamiento a la Unión Europea
Con motivo del Día de las Familias, Caritas Europa ha instado a la UE
a dar prioridad a la creación de la denominada Garantía Infantil y que
la dote de fondos suficientes. Se trata de una medida orientada a
reducir a la mitad la pobreza infantil y familiar para 2030, por lo que,
además de incluirse en una Estrategia Europa 2030 integral, social y
sostenible, debe estar respaldada por el presupuesto de la Unión
2021-2027 para lograr la reducción de la pobreza infantil y la inclusión
social.
Cáritas Europa recuerda que 23 millones de niños están en riesgo de
pobreza o exclusión social en la UE y todo apunta a que ese número
aumente considerablemente a medida que el impacto económico de la
pandemia de Covid-19 en Europa afecta a las familias.
Cuentas Bancarias de Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela “EMERGENCIA COVID 19”
Banco Sabadell ES21 0081 2130 4300 0103 7210
ABANCA ES18 2080 0318 6030 4000 8096
B.B.V.A. ES73 0182 5947 1400 1657 0006
Banco Santander ES44 0049 2584 9210 1001 7670
BANKIA ES58 2038 4007 6960 0011 6050
CAIXABANK ES39 2100 6040 6102 0000 6288
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