XXIX Domingo del Tiempo Ordinario

CITA

Importunad al buen Dios”

Nada ofende tanto al buen Dios

como desesperar de su Misericordia”

San Juan María Vianney

«Los amigos del novio no hemos de ayunar»

(Mt 9,15).

« ¡Con insistencia confiando en Su Providencia!»

S.Son

Renuncio a todo porque no me hace falta nada.

S.Son

El bien tiende a difundirse (bonum est diffusivum sui).

Proverbio Mexicano «Nunca pidas que Dios te dé las cosas; mejor pídele que te ponga donde están las cosas.»

Proverbio indio:

Refrán español: «a Dios rogando y con el mazo dando».

Sócrates,

Aristóteles,

Hipócrates

Cicerón,

Séneca,

Esopo,

Confucio:

Ovidio,

Filón de Alejandría:

Flavio Josefo

Didajé:

San Clemente de Roma

Carta a Diogneto:

San Justino

San Ignacio de Antioquía:

S. Policarpo,

San Clemente de Alejandría

San Ireneo de Lyon

Tertuliano,

San Hipólito,

Pastor de Hermas,

Evagrio, «No nos ha sido prescrito trabajar, vigilar y ayunar constantemente; pero sí tenemos una ley que nos manda orar sin cesar» (Capita practica ad Anatolium 49).

Orígenes,: «Ora continuamente el que une la oración a las obras y las obras a la oración. Sólo así podemos encontrar realizable el principio de la oración continua» (De oratione 12)»

San Cipriano, «A los que buscan el Reino y la justicia de Dios, Él les promete darles todo por añadidura. Todo en efecto pertenece a Dios: el que posee a Dios nada le falta, si él mismo no falta a Dios» ().

Eusebio de Cesarea,

San Pacomio

S. Hilario,

San Antonio Abad

San Atanasio,

San Efrén de Siria

S. Basilio, La oración no consiste en fórmulas: engloba toda la vida. Homilía 5.

San Cirilo de Jerusalén,

San Ambrosio

San Macario Egipciano

San Zenón,

Hugo de San Víctor,

S. Gregorio de Nisa,

San Gregorio Nacianceno:

San Juan Crisóstomo «Que el hombre ore atentamente, bien estando en la plaza o mientras da un paseo: igualmente el que está sentado ante su mesa de trabajo o el que dedica su tiempo a otras labores, que levante su alma a Dios» (De Anna 4,5).

San Cromacio de Aquileya

San Jerónimo «Lee muy a menudo las divinas Escrituras, o, por decir mejor, que nunca la lectura sagrada se te caiga de las manos» (Epistulae 52,7).

S. Agustín, Creamos, pues, para poder orar y oremos para que la fe, que es el principio de la oración, no nos falte. La fe difunde la oración, y la oración, al difundirse obtiene, a su vez, la firmeza de la fe. Sermón 115, 1; PL 38, 655

La fe hace brotar la oración, y la oración, en cuanto brota, alcanza la firmeza de la fe (San Agustín).

Aut dabit quod petis aut quod nóverit melius”: “O te dará lo que pides, o lo que Él sabe mejor”.

Pulsa, dare vult. Et quod dare vult, differt, ut amplius desideres dilatum, me vilescat cito datum. Plus vult Ille dare quam nos accípere: Golpea, Él quiere dar, y lo que quiere dar lo dilata, para que desees más lo dilatado, y no se desprecie pronto dado. Más quiere Él dar que nosotros recibir”.

“cierta confianza de que vamos a alcanzar lo que pedimos”

“Difiere darte lo que quiere darte, para que más apetezcas lo diferido; que suele no apreciarse lo aprisa concedido”.

«la fe es la fuente de la oración y no puede fluir el río cuando se seca el manantial del agua».

La fe difunde la oración, y la oración, al difundirse obtiene, a su vez, la firmeza de la fe. (Sermón 115, 1; PL 38, 655).

“Las personas viajan, dijo San Agustín, para maravillarse ante las alturas de las montañas, las enormes olas del mar, los largos cursos de los ríos, la inmensa vastedad del océano, el movimiento circular de las estrellas; y, sin embargo, se contemplan a sí mismos sin mostrar el menor asombro”.

Agustín dice que si Dios no escucha nuestra oración es: quia mali, quia mala, quia male:

-porque somos malos, o

-porque pedimos cosas malas. o

-porque las pedimos de mala manera.

San Juan Casiano,

San Cirilo de Alejandría:

San Pedro Crisólogo

Teodoreto de Ciro,

San León Magno,

San Cesáreo de Arlés

San Benito «En su gobierno debe el abad observar siempre aquella norma del Apóstol que dice: reprende, reprocha, exhorta; es decir, que combinando tiempos y circunstancias, y el rigor con la dulzura, muestre la severidad del maestro y el piadoso afecto del padre» (Regula 2,23-25).

San Doroteo de Gaza,

San Gregorio Magno,

S. Columbano,

Romano Melodía,

Máximo el Confesor,

Isaac de Nínive,

San Beda

S. Andrés de Creta,

San Juan Damasceno,

Teofilacto,

San Esteban, Rey de Hungría

San Bernardo de Claraval: «Ya no escucho más a Moisés: su boca y su lengua tartamudean. Los labios de Isaías son impuros. Jeremías no sabe hablar porque es un niño. Todos los Profetas son como mudos. No, no; que me hable ya él, el mismo a quien ellos anunciaban. ¡Qué me bese él con los besos de su boca! No quiero que me hablen más sus intermediarios; son como un nubarrón espeso. No. ¡Qué me bese él con besos de su boca! Para que el hechizo de su presencia y las corrientes de agua de su admirable doctrina se me conviertan en fuente que salte hasta la vida eterna. Si él, al fin, ungido por el Padre, con el óleo de la alegría entre todos sus compañeros, se dignase besarme con besos de su boca, ¿no derramaría sobre mí su gracia más copiosa? Su palabra viva y eficaz es para mí un beso de su boca. No es un simple contacto de los labios, que a veces interiormente es mera paz ficticia, sino la efusión del gozo más íntimo que penetra hasta los secretos más profundos. Pero sobre todo, es como una intercomunión maravillosa de identidad entre la luz suprema y el espíritu iluminado por ella. Pues el que se allega al Señor se hace un espíritu con él» (SCant 2,2).

Isaac el Sirio Bienaventurado el hombre que conoce su propia debilidad, porque este conocimiento es en él, el fundamento, la raíz y el principio de toda bondad… Discursos ascéticos, 1ª serie, n. 21

Beato Guerrico de Igny

San Elredo de Rieval

Isaac de Stella,

San Francisco de Asís

San Antonio de Padua

Santo Tomás de Aquino, Hay una diferencia que distingue la petición hecha a Dios de aquella que se hace a una persona humana. La petición hecha a un hombre necesita de antemano una cierta familiaridad para tener acceso a la persona a quien se pide algo. Mientras que la oración dirigida a Dios nos convierte por ella misma en familia de Dios. Nuestra alma se eleva hacia él, conversa llena de afecto con él y lo adora en espíritu y en verdad. Compendium theologiae, parte segunda, cap. 1.).

San Juan Casiano, Para que la oración sea todo lo ferviente y pura que conviene, es necesario ser fiel a los puntos siguientes. Ante todo, una liberación total de las inquietudes que vienen de la carne. Luego, ningún asunto, ningún interés o preocupación debe inquietar en la oración. Antes que nada, hace falta suprimir a fondo los desórdenes causados por la cólera y la tristeza. Luego hacer morir en el interior todo deseo carnal y el apego al dinero. Después de esta purificación que conduce a la pureza y la simplicidad, hay que asentar los fundamentos de la humildad profunda, capaz de sostener la torre espiritual que tiene que llegar hasta el cielo. Por fin, para que sobre este fundamento repose todo el edificio espiritual de las virtudes, conviene apartar del alma toda dispersión y divagación en pensamientos fútiles. Entonces es cuando se va elevando, poco a poco, un corazón purificado y libre, hasta la contemplación de Dios y la intuición de las realidades espirituales. Conferencia 9.

Guido II,

San Buenaventura

Maestro Eckhart La persona de un comportamiento recto se encuentra bien en todas partes y con todo el mundo. Pero aquella que le falta esta rectitud se encuentra mal en todas partes y con todo el mundo. El que posee a Dios no tiene más deseo que Dios sólo y todo lo demás se convierte para él en Dios sólo. Esta persona lleva a Dios consigo a todas partes y toda su actividad reviste un carácter divino…Es cierto que para ello hace falta el esfuerzo y el amor, una vigilancia atenta de su conciencia, una inteligencia vigilante, verdadera y efectiva que orienta toda nuestra actitud espiritual hacia las personas y las cosas. No se puede adquirir esta inteligencia con una actitud evasiva, huyendo ante las cosas para refugiarse lejos del mundo exterior, a la soledad. Antes bien, hace falta aprender una soledad interior que nos acompaña por doquier, estemos donde estemos y con quien estemos. Hay que aprender a penetrar en el misterio de las cosas para encontrar en ellas a Dios… Así nos impregnamos de la presencia de Dios, seremos remodelados según la forma del Dios de amor y unidos a él siendo uno con él, para que la presencia de Dios nos ilumine sin el menor esfuerzo. Conversaciones espirituales.

«En la mejor de las oraciones que el hombre sea capaz de rezar, no se debe decir ni “¡Dame esta virtud o este modo!”, ni “¡Ah sí, Señor, dame a ti mismo o la vida eterna!”, sino solamente: “¡Señor, no me des nada fuera de lo que tú quieras y haz, Señor, lo que quieres y como lo quieres de cualquier modo!” Esta [oración] supera a la primera como el cielo a la tierra. Y si alguien reza así, ha rezado bien: cuando en verdadera obediencia ha salido de su yo para adentrarse en Dios»

Marguerite Porète

Santa Catalina de Génova

Juliana de Norwich

Jan van Ruysbroeck

Juan Taulero,

Santa Catalina de Siena

Tomás de Kempis:

S. Lorenzo Justiniani,

Santo Tomás Moro

Santo Tomás de Villanueva,

San Estanislao De Kostka

Fray Luis de Granada,

Fray Luís de León

San Felipe Neri

Ignacio de Loyola,

San Pedro de Alcántara,

San Juan de Ávila: …Y por esto debiera decir San Dionisio, que en principio de toda obra hemos de comenzar por la oración. Audi filia, capítulo 70

Santa Teresa de Jesús: dice de las monjas neurasténicas “los hace hacer el purgatorio en esta vida”, -y buenas; porque las neurasténicas malas, esas hacer pasar el Purgatorio a las demás.

“Si uno persevera, Dios no se niega a nadie”.

S. Carlos Borromeo,

San Juan de la Cruz, Y las ceremonias con que él nos enseñó a orar sólo es una de dos: o que sea en el escondrijo de nuestro retrete, donde sin bullicio y sin dar cuenta a nadie lo podemos hacer con más entero y puro corazón, según él dijo, diciendo: Cuando tú orares, entra en tu retrete y, cerrada la puerta, ora (Mt 6,6); Subida al Monte Carmelo, 3, capítulo 44, 4-5

Sta. Rosa de Lima,

San Roberto Belarmino

San Francisco de Sales,

San José de Calasanz

San Vicente de Paul

S. Juan Eudes

Ángelus Silesius:

Alfonso María de Ligorio “El que reza se salva, y el que no se condena”.

Quien pide con constancia su salvación, se salvará si además pone de su parte.

San Serafín de Sarov

San Juan Maria Vianney Importunad al buen Dios”

“No hace falta hablar mucho para rezar bien. Sabemos que el buen Dios está ahí, en el santo Tabernáculo; le abrimos el corazón y nos complacemos en su presencia. Esta es la mejor oración”.

“Hay que rezar mucho con sencillez y decir: Dios mío, he aquí un alma muy pobre que no tiene nada, que no puede nada, dame la gracia de amarte, de servirte y de darme cuenta de que no soy nada”.

“El buen Dios no nos necesita: si nos pide que recemos, es porque quiere nuestra felicidad y porque nuestra felicidad sólo se puede encontrar ahí”.

San Antonio María Claret

B. Disraeli:

Don Bosco

San J.H. Newman

Santa Teresita del Niño Jesús ¡Cuán grande es el poder de la oración! Se diría que es como una reina, que a cada instante tiene libre acceso a los aposentos del rey pudiendo obtener de él todo lo que le pide. Para ser escuchada, de ninguna manera, es necesario leer en un libro una bella fórmula compuesta para la circunstancia; si fuera así, ¡Ay! ¡Cuán digna de compasión sería yo! Para mí, la oración, es un impulso del corazón, una simple mirada dirigida al cielo, un grito de agradecimiento y de amor, tanto en el interior de la prueba como cuando me invade el gozo; en fin, es una cosa muy grande, sobrenatural que me dilata el alma y me une a Jesús. Manuscrito C, 25 rº

«Debería atribuirla a mi poco fervor y fidelidad, tendría que estar desolada de que desde hace siete años me duerma durante la oración y la acción de gracias. Pues bien, no estoy desolada… pienso que los niñitos dan tanto gusto a sus padres cuando duermen como cuando están despiertos, pienso también que, para operar, los médicos duermen a sus enfermos. Pienso, en fin, que el Señor conoce de qué estamos hechos, sabe muy bien que no somos más que polvo» Historia de un alma.

Para mí, la oración, es un impulso del corazón, una simple mirada dirigida al cielo, un grito de agradecimiento y de amor, tanto en el interior de la prueba como cuando me invade el gozo; en fin, es una cosa muy grande, sobrenatural que me dilata el alma y me une a Jesús. Manuscrito C, 25 rº

Santa Gema

Santa Isabel de la Trinidad

Santa Faustina

San Maximiliano María Kolbe,

SantaEdith Stein

Dietrich Bonhoeffer

San Pío de Pieltrecina

San Alberto Hurtado, Sj,

San Josemaría Escriva de Balaguer, Clemente de Alejandría, escribe: «Se nos ha mandado alabar y honrar al Verbo, que sabemos es el Salvador y el Rey, y por él, al Padre, y no tan sólo unos días escogidos, como lo hacen otros, sino constantemente a lo largo de toda nuestra vida y de todas las maneras posibles». Homilía del 26-03-1967 en ‘Es Cristo que pasa’.

«Te crecías ante las dificultades del apostolado, orando así: “Señor, Tú eres el de siempre. Dame la fe de aquellos varones que supieron corresponder a tu gracia y que obraron —en tu Nombre— grandes milagros, verdaderos prodigios…” —Y concluías: “sé que los harás; pero, también me consta que quieres que se te pidan, que quieres que te busquemos, que llamemos fuertemente a las puertas de tu Corazón”. —Al final, renovaste tu decisión de perseverar en la oración humilde y confiada» (Forja, n. 653).

San Óscar Romero

Santa Teresa de Calcuta Sólo mediante la oración mental y la lectura espiritual podemos cultivar el don de la oración. La simplicidad favorece enormemente la oración mental, es decir, olvidarse de sí misma trascendiendo el cuerpo y los sentidos y haciendo frecuentes aspiraciones que alimentan nuestra oración. San Juan Vianney dice: “Para practicar la oración mental cierra los ojos, cierra la boca y abre el corazón.” Nuestras oraciones deberían ser palabras ardientes que provinieran del horno de un corazón lleno de amor. Elamor más grande, c. 1

Hermano Roger de Taizé

Concilio Vaticano II: «revelación que la Sagrada Escritura contiene y ofrece ha sido puesta por escrito bajo la inspiración del Espíritu Santo. (…) Como todo lo que afirman los hagiógrafos, o autores inspirados, lo afirma el Espíritu Santo, se sigue que los libros sagrados enseñan sólidamente, fielmente y sin error la verdad que Dios hizo consignar en dichos libros para salvación nuestra» (Conc. Vaticano II, Dei Verbum, n. 11).

«Entre los oficios principales de los Obispos se destaca la predicación del Evangelio. Porque los Obispos son los pregoneros de la fe que ganan nuevos discípulos para Cristo y son los maes­tros auténticos, es decir, herederos de la autoridad de Cristo, que predican al pueblo que les ha sido encomendado la fe que ha de creerse y ha de aplicarse a la vida, la ilustran con la luz del Espíritu Santo, extrayendo del tesoro de la Revelación las cosas nuevas y las cosas viejas (cfr Mt 13,52), la hacen fructificar y con vigilancia apartan de la grey los errores que la amenazan (cfr 2 Tm 4,1-4)» (Lumen gentium, n. 25).

Catecismo, 2629 «Mediante la oración de petición mostramos la conciencia de nuestra relación con Dios: por ser criatura, no somos ni nuestro propio origen, ni dueños de nuestras adversidades, ni nuestro fin último; pero también, por ser pecadores, sabemos, como cristianos, que nos apartamos de nuestro Padre. La petición ya es un retorno a El» ().

Pío XII:

San Juan XXIII,

San Pablo VI,

Juan Pablo I:

San Juan Pablo II El cristiano sabe que la oración le es tan necesaria como la respiración y, una vez que ha gustado la dulzura del coloquio íntimo con Dios, no duda en sumergirse en él con abandono confiado. Audiencia, 09-09-1992

la oración es el reconocimiento de nuestros límites y de nuestra dependencia: venimos de Dios, somos de Dios y retornamos a Dios. Por lo tanto, no podemos menos de abandonarnos en Él, nuestro Creador y Señor, con plena y total confianza

¡No dejéis de orar! ¡No pase un día que hayáis orado un poco! ¡La oración es un deber, pero también es una gran alegría, porque es un diálogo con Dios por medio de Jesucristo! ¡Cada domingo la Santa Misa y, si es posible, alguna vez también durante la semana; cada día las oraciones de la mañana y de la noche y en los momentos más oportunos.

S.S. Juan Pablo II- Santidad es la conciencia de estar “custodiados”. Custodiados por Dios. El Santo conoce muy bien su fragilidad, la precariedad de su existencia, de sus capacidades. Pero no se asusta. Se siente igualmente seguro.

Confía en el hecho de que Dios “no permitirá que resbale su pie, que lo guardará a su sombra, que lo guardará de todo mal” (cfr. Sal 120/121,3.5.7.8).

No obstante los santos sienten muchas tinieblas en sí mismos, sienten que están hechos para la Verdad. Para Dios-Verdad. Y ciertamente, en su vida dan cada día más espacio a esta Verdad. De aquí nace esta seguridad que los distingue: donde los otros vacilan, ellos resisten. Donde los otros dudan, ellos ven claro.

La santidad quiere decir también tener las manos alzadas en plegaria a Dios, mientras alrededor se desarrolla un combate, mientras continúa la lucha entre el bien y el mal.

A primera vista puede parecer que el compromiso de la contemplación y de la oración nos aleja de las luchas de la vida, como si fuese una renuncia a combatir. Pero quien piensa así no conoce el poder de la oración, tal como aparece claramente en la Primera lectura de la Misa. Homilía en la beatificación de Teresa María de la Cruz, en Florencia (19-X-1986)

«La Iglesia desea servir a este único fin: que todos puedan encontrar a Cristo, para que Cristo recorra con cada uno el camino de la vida, con la fuerza de la verdad en relación al hombre y al mundo, contenida en el misterio de la Redención, y con la fuerza del amor que de él dimana» (R.H.37).

(Aloc. 241111979).

Benedicto XVI Parece increíble, pero es así: Dios necesita las manos levantadas de su siervo. Los brazos elevados de Moisés hacen pensar en los de Jesús en la cruz: brazos extendidos y clavados con los que el Redentor venció la batalla decisiva contra el enemigo infernal. Su lucha, sus manos alzadas hacia el Padre y extendidas sobre el mundo piden otros brazos, otros corazones que sigan ofreciéndose con su mismo amor, hasta el fin del mundo ().

Se puede resumir así: la fe es la fuerza que en silencio, sin hacer ruido, cambia el mundo y lo transforma en el reino de Dios, y la oración es expresión de la fe. Cuando la fe se colma de amor a Dios, reconocido como Padre bueno y justo, la oración se hace perseverante, insistente; se convierte en un gemido del espíritu, un grito del alma que penetra en el corazón de Dios. De este modo, la oración se convierte en la mayor fuerza de transformación del mundo

Papa Francisco, Todos experimentamos momentos de cansancio y de desaliento, sobre todo cuando nuestra oración parece ineficaz. Pero Jesús nos asegura: a diferencia del juez deshonesto, Dios escucha con prontitud a sus hijos, si bien esto no significa que lo haga en los tiempos y en las formas que nosotros quisiéramos. La oración no es una varita mágica. Catequesis (25-05-2016)

“Clamar día y noche” a Dios. Nos impresiona esta imagen de la oración. ¿No conoce Él ya nuestras necesidades? En la lucha contra el mal fuera y dentro de nosotros, el Señor no está lejos; nosotros luchamos con Él a nuestro lado, y nuestra arma es precisamente la oración. Hay una lucha que mantener cada día; pero Dios es nuestro aliado, la fe en Él es nuestra fuerza, y la oración es la expresión de esta fe. Por ello Jesús nos asegura la victoria, pero al final se pregunta: “Cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?” (Lc 18, 8). Si se apaga la fe, se apaga la oración, y nosotros caminamos en la oscuridad, nos extraviamos en el camino de la vida.

(13 de diciembre de 2015)

Papa León XIV:

Pedro Casaldáliga:

Rainiero Cantalamessa

P. Raniero Cantalamessa, San Agustín dice que la esencia de la oración es el deseo. Si continuo es el deseo de Dios, continua es también la oración, mientras que si falta el deseo interior, se puede gritar cuanto se quiera; para Dios estamos mudos. Este deseo secreto de Dios, hecho de recuerdo, de necesidad de infinito, de nostalgia de Dios, puede permanecer vivo incluso mientras se está obligado a realizar otras cosas: «Orar largamente no equivale a estar mucho tiempo de rodillas o con las manos juntas o diciendo muchas palabras. Consiste más bien en suscitar un continuo y devoto impulso del corazón hacia Aquél a quien invocamos».

Franz Jalics, contemplación: «Significa permanecer en el presente. Al pasado y al futuro nos podemos trasladar por medio de pensamientos y deseos. Lo que existe en este momento es el presente. El pasado fue. El futuro todavía no ha llegado. Ser realista significa permanecer en el presente. Dios es accesible a través del presente. Por eso la espiritualidad benedictina describe la meta del camino espiritual como ‘un caminar en la presencia de Dios’. Debemos aprender a vivir en el presente. El estar constantemente atentos al presente nos llevará a la presencia de Dios» Ejercicios de contemplación, 30

«Al no perdonar a un semejante guardamos rencor a

Dios, que creó a este ser y lo colocó próximo a nosotros» Ejercicios de contemplación, 236

Walter Ciszek,. «Al cuerpo se le puede encerrar, pero nada es capaz de destruir la libertad más profunda del hombre, la libertad del alma, como tampoco la libertad de la inteligencia y la voluntad. Estas son las facultades más excelentes y nobles del hombre, las que hacen que sea la clase de hombre que es, y nada las puede constreñir» Caminando por valles oscuros

George Orwell dice refiriéndose a la docilidad de las masas, y por qué en muchos casos no despiertan a pesar de ser víctimas de opresión, que “Hasta el momento en que no tengan conciencia de su fuerza, no se rebelarán, y hasta después de haberse revelado, no será, conscientes: ese es el problema”.

“En tiempos de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario” ()

Mario Javier Sabán dice en su libro Las raíces judías del cristianismo: “Cada vez que, los judíos se rebelaban contra el poder del Imperio, los cristianos también sufrían las consecuencias porque los romanos los consideraban un “grupo judío”, el objetivo ideológico del judeo-Cristianismo desde el 110 y el 120 fue diferenciarse totalmente del judaísmo desde el que hasta entonces formaba parte”.

J. B. Metz tiene razón cuando denuncia que en la espiritualidad cristiana hay demasiados cánticos y pocos gritos de indignación, demasiada complacencia y poca nostalgia de un mundo más humano, demasiado consuelo y poca hambre de justicia. Tomado de Pagola

Enrique Martínez Lozano La oración de petición yerra en dos sentidos: por un lado, falsea la imagen de Dios, al dar por supuesto que podría portarse mejor de lo que lo hace y, por otro, nos mantiene en el engaño acerca de nuestra verdadera identidad.

“Dios Juez” que, tal como se enseñaba habitualmente en la predicación y en la catequesis, te estaba vigilando constantemente (“mira que te mira Dios…”), no se le escapaba nada y anotaba todo para darte el castigo merecido.

La espiritualidad acaba con la imagen de un “dios juez” y con todo sentimiento de culpa. Se comprende que “Dios” no es un Ente que dirige nuestra vida desde fuera y marca nuestro comportamiento en base a premios y castigos, sino la Realidad última que nos constituye. Por decirlo brevemente, “Dios” no es un Ser, sino un estado de ser. A su vez, esta comprensión muestra el engaño y la perversión de la culpabilidad; lo que emerge, en su lugar, es responsabilidad.

Fray Marcos Agustín nos ha metido por un callejón sin salida cuando afirmó que si la oración no era eficaz, quia malum, quia mala, quia male. Que quiere decir: porque soy malo, porque pido cosas malas, porque las pido de mala manera. Este razonamiento es insostenible, porque, constatado que Dios no responde, nos las arreglamos para dejar a salvo a Dios, pues la culpa la tenemos siempre nosotros.

De manera menos lapidaria yo me atrevo a decir: Si rezamos, esperando que Dios cambie la realidad: malo. Si esperamos que cambien los demás, malo, malo. Si pedimos, esperando que el mismo Dios cambie: malo, malo, malo. Y si terminamos creyendo que Dios me ha hecho caso y me ha concedido lo que le pedía: rematadamente malo. Cualquier argucia es buena, con tal de no vernos obligados a hacer lo único que es posible: cambiar nosotros…

La única manera de superar una injusticia es que, el que la cometió tome conciencia de que se ha hecho daño a sí mismo y salga de esa dinámica.

Si rezamos, esperando que Dios cambie la realidad: malo. Si esperamos que cambien los demás, malo, malo. Si pedimos, esperando que el mismo Dios cambie: malo, malo, malo. Y si terminamos creyendo que Dios me ha hecho caso y me ha concedido lo que le ped ía: rematadamente malo. Cualquier argucia es buena, con tal de no vernos obligados a hacer lo único que es posible: cambiar nosotros.

T. Dicken «el problema pastoral más urgente de nuestro tiempo es cómo enseñar a orar a nuestro pueblo» ().

Thich Nhat Hanh The tears I shed yesterday have become rain “Las lágrimas que derramé ayer, se han convertido en lluvia”. ()

Jacques Philippe, «Aprender a recibir, recibirse a uno mismo y recibirlo todo de Dios. En la medida en que aprendemos a recibirlo todo de Dios podemos dar a los demás lo mejor de nosotros mismos» Si conocieras el don de Dios

J.M. Zunzunegui, en un bello libro: «(Sincera)Es ésta, sin duda, la oración de la mayoría en todas las religiones del mundo, la oración que desata la ternura de Dios y que es, en definitiva, suficiente para la inmensa mayoría de la humanidad».

André Louf «No hay posibilidad de oración auténtica sin cierta percepción de nuestra pobreza radical, de nuestro pecado. La oración es siempre de profundis, desde lo más profundo de nuestro desamparo. Es desde ahí donde surge en nosotros el grito» ().

Juan Antonio Estrada, SJ. «Es característico de la naturaleza humana plantearse grandes cuestiones filosóficas que escapan a las limitaciones de su conocimiento, y acabar reconociendo que nuestra mente limitada no tiene respuesta para muchos enigmas existenciales que ella misma nos plantea»… «Debemos acostumbrarnos a vivir sabiendo que hay cosas que no conocemos y que hay preguntas a las que no sabemos responder». “La pregunta por Dios

Pablo D ́Ors,

Cardenal Robert Sarah,

Teilhard de Chardin

H. Kung:

K. Rahner, debemos ser hombres de Dios, y para decirlo más sencillamente, hombres de oración con el suficiente valor para arrojarnos en ese misterio de silencio que se llama Dios sin recibir aparentemente otra respuesta que la fuerza de seguir creyendo, esperando, amando y por tanto orando.

Quique Martínez de la Lama-Noriega,

Javier Gafo

Pagola, Escuchemos las palabras de un maestro espiritual de nuestro días: «Estoy convencido de que si, después de veinte siglos, al inmenso esfuerzo de predicación, enseñanza y catequesis, se añadiera un esfuerzo no menos intenso de iniciación a la oración interior, el rostro del mundo sería diferente.»

Ruiz de Galarreta

Fidel Aizpurúa

Sobrado, .2015.

Anaïs Nin No vemos las cosas como son realmente, sino que más bien las vemos como somos nosotros

Tomás Muro, «Lo que consideramos como valioso, lo transmitimos. Y en sentido muy amplio eso es la misión»

Fray Marcos,

Enrique Martínez Lozano,

Tomas Merton

P. Carlos Padilla

J. Kentenich,

Sor Verónica,

Saint-Exupéry: «El tiempo que has perdido por tu rosa es lo que la ha hecho tan importante».El principito

BAUTISMO Fdz. Carvajal

CONSTANCIA Pensamientos.org

 Con constancia y tenacidad se obtiene lo que se desea; la palabra imposible no tiene significado. Napoleón Bonaparte

demás virtudes humanas. Giuseppe Mazzini

La constancia es la virtud por la que todas las demás virtudes dan su fruto. Baltasar Gracián y Morales

La constancia quebranta los muros más sólidos y vence los imposibles más colosales. Virgilio

La mayoría de los hombres no carecen de fuerza, sino de constancia. Víctor Hugo

Si el hombre fuera constante, sería perfecto. William Shakespeare

Soporta y resiste: ese esfuerzo te será útil un día. Ovidio

Una sucesión de pequeñas voluntades consigue un gran resultado. Charles Baudelaire

ORACIÓN Pensamientos.org

«A mi parecer no es otra cosa oración sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama. Santa Teresa de Jesús.

Al hacer silencio en la oración, acallo mis heridas, mi dolor, mis «por qués», mis frustraciones y fijo mi mirada en el Divino doctor. Dejo así que sea Él quien me pregunte por mis heridas, cicatrices, mi historia. P. Guillermo Serra, LC

Almas sencillas hay que, con su Rosario, consiguen todas las gracias y son esclarecidas con singulares luces en todas sus situaciones. San Pedro Julián Eymard

Aquellos ratos que estamos en la oración; sea cuan flojamente estés, Dios los tiene en mucho. Santa Teresa de Avila

Buscad leyendo y hallaréis meditando. San Juan de la Cruz

Cada mañana encomendad a Dios las ocupaciones del día. San Juan Bosco

¿Cómo conseguiréis vencer las distracciones en la oración? Pensando seriamente en que Dios os está mirando. San Basilio

Como se haga la oración que es lo más importante, no dejará de hacerse todo lo demás… San Teresa de Jesús

Conformarse con la voluntad de Dios es la oración más hermosa del alma cristiana. San Alfonso María de Ligorio

Contemplar o rezar contemplativamente exige la capacidad y disposición de estar ahí sin HACER nada. Pedro Finkler

Con la oración conocemos nuestro puesto en presencia de Dios, quién es Dios y quiénes somos nosotros. San Maximiliano Mc Kolbe

Con la oración y el sacrificio se prepara la acción. San Juan Bosco

Con solo cinco letras se construye una oración completa: “ JESÚS”. Alicia Beatriz Angélica Araujo

Cristo nos mostró con su vida lo que es orar. Pedro Finkler

“Cristo ora por nosotros como sacerdote nuestro; ora en nosotros como cabeza nuestra; a Él se dirige nuestra oración como a Dios nuestro. Reconozcamos, por tanto, en Él nuestras voces; y la voz de Él, en nosotros”. San Agustín

Cuando mi espíritu se eleva, mi cuerpo cae de rodillas. George C. Lichtenberg

Cuando huyo de la oración, del silencio, no quiero huir de ti, Señor, sino de mí: de mi superficialidad. Padre Karl Rahner, S.J

Cuando no puedes expresar tus oraciones, Dios escucha tu corazón. Nuestro Pan Diario

Cuando os reunís con frecuencia para la alabanza divina, se debilita el poder de Satanás, y la concordia de vuestra fe le impiden causaros mal alguno. San Ignacio de Antioquía

Cuanto más absorto está un hombre en la oración, menos conciencia tiene de que ora…, porque permanece oculto a su propia mirada. Jean Lafrance

Cuanto más se avanza en la vida de oración, más se penetra en el misterio del silencio de Dios. Jean Lafrance

“Cuanto pidáis al Padre en la oración, creed que ya lo habéis obtenido, y lo obtendréis” (Marcos 11,25). 

Cuando los creyentes sienten dolores mientras están orando, es que hay almas que están renaciendo. Orlando Boyer

Cuando recéis debéis ser conscientes de que la oración no significa sólo pedir algo a Dios o buscar una ayuda particular, aunque ciertamente la oración de petición sea un modo auténtico de oración. SS. Juan Pablo II 

Cuando recéis, no seáis palabreros como los paganos, que se imaginan que por hablar mucho les harán más caso. Mateo 6,7

Cuando rezas observa un orden en tus peticiones: pide en primer lugar los bienes espirituales, el perdón de los pecados, la luz para conocer la voluntad de Dios, la fuerza para mantenerte en su gracia; después pide la salud física, la bendición sobre tu familia, el alejamiento de las desgracias y la seguridad en el trabajo…. San Juan Bosco

Cuando se ama, se desea hablar constantemente con el amado, o al menos contemplarlo incesantemente. En eso consiste la oración. Charles de Foucauld

Cuando vayas a orar, que sea éste un firme propósito: ni más tiempo por consolación, ni menos por aridez. San Josemaría Escrivá de Balaguer

Cuanto más absorto está un hombre en la oración, menos conciencia tiene de que ora…, porque permanece oculto a su propia mirada. Jean Lafrance

“Dame un hombre de oración y será capaz de todo; podrá decir como el santo apóstol: puedo todas las cosas en aquél que me sostiene y me conforta”. San Vicente de Paúl

Debemos alterar nuestras vidas para alterar nuestros corazones, pues es imposible vivir de una manera y orar de otra. William Law

Debemos amar la oración. La oración dilata el corazón hasta el punto de hacerlo capaz de contener el don que Dios nos hace de Sí mismo. Beata Madre Teresa de Calcuta

Debemos orar siempre, no hasta que Dios nos escuche, sino hasta que podamos oír a Dios. Autor desconocido

Debemos ser hombres de Dios y, para decirlo más sencillamente, hombres de oración con el suficiente valor para arrojarnos en ese misterio de silencio que se llama Dios sin recibir aparentemente otra respuesta que la fuerza de seguir creyendo, esperando, amando y, por tanto, orando. Karl Rahner

Dejad todas las cosas, os repito, pero no dejéis la oración: que ella sola os volverá a Dios, aunque os hayáis alejado mucho de Él. Entendedlo bien: ella sola. San Pedro J. Eymard

Después de la oración del Sacerdote y de las vírgenes consagradas, la oración más grata a Dios es la de los niños y la de los enfermos. San Josemaría Escrivá de Balaguer

Dios da la oración a quien reza. San Juan Clímaco

«Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar, te enseña a que hagas cuanto puedes, y a que pidas lo que no puedes». San Agustín

Dios nos habla en el silencio del corazón. Madre Teresa de Calcuta

Dios nos oye y nos responde siempre, pero desde la perspectiva de un amor más grande y de un conocimiento más profundo que el nuestro. SS. Juan Pablo II

El cimiento de la oración va fundado en la humildad, y mientras más se abaja un alma en la oración, más la sube Dios. Santa Teresa de Avila

El contemplativo prefiere amar la maravilla que descubre en vez de tratar de comprenderla. Pedro Finkler

El contemplativo trabaja, lee, pasea, viaja, hace compras, reza, visita a sus amigos, etc. Mas en el centro de todas sus actividades está siempre aquel sentimiento precioso de intima unión con su amado. Pedro Finkler

El desvelo no ha de ser, motivo de quebranto, sino un tiempo de oración para llegar a lo alto. Alicia Beatriz Angélica Araujo

El don de la oración está en manos del Salvador. Cuanto más té vacíes de ti mismo, es decir, de tu amor propio y de toda atadura carnal, entrando en la santa humildad, más lo comunicará Dios a tu corazón. San Pío de Pieltrecina

El Espíritu es fuerte, pero la carne es débil. La oración hará que el Espíritu sea más fuerte que la debilidad de la carne. P. José Enrique Ruiz de Galarreta, sj

El fin de la oración no es alcanzar lo que pedimos, sino transformarnos. Green

El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz. Beata Madre Teresa de Calcuta

 El hombre de oración también se siente como extraño y peregrino en la tierra. Sabe que está aquí de paso, que la vida terrena no es eterna. P. Pedro Barrajón, L.C.

El hombre crece cuando se arrodilla. A. Manzoni

El hombre justo procura ardientemente que las alabanzas vayan siempre dirigidas no a él…, sino a Aquel de quien le viene al hombre todo lo que es digno de alabanza… San Agustín

… el hombre no debe olvidar la oración, por más que se encuentre errando sin norte preciso. Adolfo Kolping

El hombre no puede vivir sin orar, lo mismo que no puede vivir sin respirar. SS. Juan Pablo II  

El hombre no reza para dar a Dios una orientación, sino para orientarse debidamente a sí mismo. San Agustín

El mejor consuelo es el que viene de la oración. San Pío de Pieltrecina

El que después de la oración abriga mejores sentimientos, ha obtenido ya respuesta a sus súplicas. George Meredith

El que ora siempre, siempre esta hablando con Dios y mantiene el alma en una dependencia absoluta de Dios y el beneficio es un corazón permanentemente reconfortado. Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

El que se levanta de la oración con mejores sentimientos, ya ha obtenido una respuesta a sus súplicas. George Meredith

El que sólo hace oración cuando tiene ganas, quiere decir que se ha resignado a tener cada vez menos ganas de hacer oración. Karl Ranher

El que no reza no puede perseverar en la virtud. San Agustín de Hipona dice: ‘Quien aprender a rezar bien, aprende a vivir bien’. San Juan Bosco

El sacrificio y la oración se complementan. No hay oración sin sacrificio ni sacrificio sin oración. Madre Teresa de Calcuta

El Señor no niega su ayuda a quien reza con humildad. Regnum Christi

El valor de una técnica se mide por sus resultados. Cualquier técnica para orar es buena cuando pone al hombre en contacto con Dios. Dr. Alexis Carrell

En el diálogo amoroso de un alma con Dios germinan los grandes acontecimientos que cambian el rumbo de la historia. Santa Edith Stein

En el silencio Él nos escucha; en el silencio Él habla al alma y en el silencio escuchamos su voz. Madre Teresa de Calcuta 

En la oración encontraremos el camino que nos transforma y nos hace ser mejores día a día. Néstor Mora Núñez

En la oración muchas veces solo fijaremos en sus ojos la mirada y nos quedaremos en silencio. Las palabras sobran porque su mirada dice amor, comprensión, posibilidad, futuro, cielo… Guillermo Serra, L.C

En la oración: «No malgasten palabras, no creen ruido», el ruido «de lo mundano, los ruidos de la vanidad». SS. Francisco

En la verdadera oración se pide ayuda sólo después de que se ha hecho todo el esfuerzo personal necesario, sin obtener ningún resultado. Napoleón Hill

En medio de las peores enfermedades puede hacerse la mejor oración Santa Teresa de Avila

Encuentra el tiempo de pensar, encuentra el tiempo de rezar, encuentra el tiempo de reír. Madre Teresa de Calcuta

Es la oración luz y poder; es la acción misma de Dios: el que hace oración dispone del poder mismo de Dios. San Pedro J. Eymard

Es mejor poner el corazón en la oración (y no encontrar palabras) que encontrar palabras sin corazón. Mohandas Karamchand Gandhi

Es necesario orar; el que ora como debe, alcanza de Dios todo lo que quiere. Autor desconocido

Es necesario orar mucho para mantenernos fieles en cualquier situación. Charles de Foucault

Escucha en silencio, porque si tu corazón está lleno de otras cosas no podrás oír su voz. Madre Teresa de Calcuta  

Felices los que hablan con Dios, porque sabrán entender a los hombres. Autor desconocido

Fuerte es el poder del infierno, pero la oración es más fuerte que todos los demonios. San Bernardo

Habla Jesús: «Así os digo yo: pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá».  Haz oración. ¿En qué negocio humano te pueden dar más seguridades de éxito? San Josemaría Escrivá de Balaguer

…Hablan con Dios y le tratan de poder a poder. Joseph Joubert

“Haz lo que puedas, y lo que no puedas, ¡pídeselo a Dios!”. San Agustín

Hay que rezar con una esperanza ilimitada de ser escuchados. San Juan Bosco

Jamás se te caiga de la mano un libro sagrado, haced oración a menudo. San Jerónimo

Jesús no nos enseñó a predicar, no nos enseñó a cantar. Nos enseñó a orar. Autor desconocido

La alegría es oración, la señal de nuestra generosidad, de nuestro desprendimiento y de nuestra unión interior con Dios. Beata Madre Teresa de Calcuta

“La evangelización se hace de rodillas”, sean siempre hombres y mujeres de oración. ¡Sean siempre hombres y mujeres de oración! Sin la relación constante con Dios la misión se convierte en función. SS. Francisco

La fidelidad a la oración y la caridad fraterna serán para nosotros señales de discernimiento para comprobar la autenticidad del abandono. Jaume Boada

La fidelidad a la oración favorece y hace más profunda la disposición de apertura y de escucha. Padre Jacques Philippe

La humildad es la base de la oración. La humildad es una disposición necesaria para recibir gratuitamente el don de la oración: el hombre es un mendigo de Dios. San Agustín, serm. 56, 6, 9” (C I C, 2559).

La humildad y la oración se desarrollan de un oído, de una mente y de una lengua que han vivido en silencio con Dios, porque en el silencio del corazón es donde habla Él. Madre Teresa de Calcuta

La intervención humanitaria más poderosa sigue siendo siempre la oración, pues constituye un enorme poder espiritual, sobre todo cuando va acompañada por el sacrificio y el sufrimiento. SS. Juan Pablo II

La mejor oración es aquella en la cual hay más amor. Charles de Foucauld

La oración cotidiana añade algo nuevo a la vida. Mohandas Karamchand Gandhi 

La oración debe caracterizarse también por la adoración y la escucha atenta, pidiendo perdón a Dios e implorando la remisión de los pecados. SS. Juan Pablo II

La oración debe ir antes que todo: quien no lo entienda así, quien no lo practique, no puede excusarse de la falta de tiempo: lo que le falta es amor. SS. Juan Pablo II

“la oración era la omnipotencia del hombre y la debilidad de Dios”. San Agustín

La oración es el acto propio de la criatura racional. Santo Tomás, Suma Teológica, 2-2, q. 83, a. 10) , Sermón sobre la oración

La oración es, la misma santidad, pues comprende el ejercicio de todas las virtudes. San Pedro J. Eymard

La oración es el lugar solitario e íntimo del amor de Jesús con su Padre. Es también, el lugar donde Jesús pregunta y espera respuesta. Es el lugar donde Dios responde y nos dice qué espera de nosotros. P. Salvador Plans, monje de Montserrat

La oración es entrar en el terreno sagrado del amor de Dios. Es descalzarse para quedarse expuesto en su presencia y contemplar el fuego ardiente de su amor. P. Guillermo Serra, L.C.

La oración es música callada y soledad sonora. Es un grito amoroso dicho en silencio y manifestado con constancia. Es esperar para encontrar, hablar para callar, decir para escuchar. P. Guillermo Serra, LC

La oración es también una arma para los débiles y para cuantos sufren alguna injusticia. Es el arma de la lucha espiritual que la Iglesia libra en el mundo, pues no dispone de otras armas. SS. Juan Pablo II

La oración es una entrega de corazones, un intercambio de latidos para al final encontrar el mismo ritmo y latir al unísono. P. Guillermo Serra, LC

La oración hace milagros, pero ¡debemos creer! SS. Francisco

La oración juntos es un momento precioso para hacer aún más sólida la vida familiar, la amistad! ¡Aprendamos a rezar cada vez más en familia y como familia! SS. Francisco

La oración, unida con ese divino sacrificio de la Misa, tiene una fuerza indecible; de modo que por este medio abunda el alma de celestiales favores como apoyada sobre su Amado. San Francisco de Sales

La oración de Cristo, era la oblación de su vida en el sacrificio de la Cruz. Jean Lafrance

«La oración de fe no consiste solamente en decir “Señor, Señor”, sino en disponer el corazón para hacer la voluntad del Padre». (C. I. C.- 2611).

La oración debería ser la llave del día y el cerrojo de la noche. Thomas Fuller

La oración es el camino real para el Cielo, y camino seguro… No me parece es otra cosa perder el camino, sino dejar la oración… Santa Teresa de Jesús

La oración es el desahogo de nuestro corazón en el de Dios. San Pío de Pieltrecina

La oración es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre. San Agustín

«La oración es la mejor arma que tenemos; es una llave que abre el corazón de Dios». San Pío de Pieltrecina  

La oración es el mejor camino de la salvación. M. Del Rocío H. González

La oración es el método más efectivo de renovación y transformación porque al orar la persona se vincula a Dios y no al problema. Catherine Ponder

La oración es el pequeño nervio que mueve el músculo del Omnipotente. C.H. Spurgeon

La oración es el primer alimento del espíritu, como el pan es el alimento para el cuerpo. San Juan Bosco

La oración es la elevación de nuestro corazón a Dios, una dulce conversación entre la criatura y su Criador. Santo Cura de Ars

La oración es la elevación del alma hacia Dios y la petición de lo que se necesita de Dios. San Pedro Damián en Catena Aurea, vol. III, p. 304)

«La oración» es la humildad del hombre que reconoce su profunda miseria y la grandeza de Dios, a quien se dirige y adora, de manera que todo lo espera de El y nada de sí mismo. San Josemaria Escriva de Balaguer. Surco, 259

La oración es la vida misma de la unidad, de ser uno con Cristo. Madre Teresa de Calcuta

La oración es nuestra mejor arma, una llave que abre el corazón de Dios. Háblale a Dios más con el corazón que con los labios, en ciertos casos hazlo sólo con el corazón. Padre Pío

La oración es un encuentro amoroso entre Dios y tú, en la verdad. Pedro Finkler

“La oración es un verdadero descanso”. San Francisco de Asís

La oración es “una actitud interior, antes que una serie de prácticas y fórmulas, un modo de estar frente a Dios, antes que realizar actos de culto o pronunciar palabras” Benedicto XVI

La oración es una cita con el Médico de nuestras almas, nuestro Creador y Redentor. P. Guillermo Serra, LC

La oración está en todo, en todos los gestos. Madre Teresa de Calcuta

“La Oración humilde traspasará las nubes y no reposará hasta que llegue, ni se retirará hasta que el Altísimo la atiende” (Eccl. 35,12-14)

La acción nada vale sin la oración: la oración se avalora con el sacrificio. San Josemaría Escrivá de Balaguer

La oración de los cinco sentidos es una invitación a dejar que la presencia de Cristo se haga viva en cada una de los sentidos de nuestro cuerpo para que desde ese contacto los podamos elevar a los sentidos del alma. P. Guillermo Serra, LC

La oración debe ir menos encaminada a cambiar el mundo que a cambiarnos a nosotros mismos. David Wolpe

«la oración no es algo mágico, no se hace magia con la oración» SS. Francisco

La oración del cristiano nunca es monólogo. San Josemaría Escrivá de Balaguer

“La oración es un verdadero descanso”. San Francisco de Asís.

“La oración en el marco de la adoración eucarística alcanza una dimensión completamente nueva, solo ahora reúne los dos planos y solo ahora es realmente auténtica”. Cardinal Ratzinger

La oración es el cimiento del edificio espiritual. —La oración es omnipotente. San Josemaría Escrivá de Balaguer

La oración, piedra angular de la familia fiel a su identidad y misión. Regnum Christi

La oración es como un arma que tenemos que tener siempre dispuesta para defendernos en el momento del peligro. San Juan Bosco

La oración es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre. San Agustín de Hipona

La oración es el filo de la fe. Stanislas Fumet

La oración es el reconocimiento de nuestros limites y de nuestra dependencia: venimos de Dios, somos de Dios y retornamos a Dios. SS. Juan Pablo II 

La oración es el secreto de mi vida. Beata Madre Teresa de Calcuta

La oración es la mejor arma que tenemos; es la llave que abre el corazón de Dios. San Pío de Pieltrecina

La oración es la respiración de la esperanza. Quien deja de orar deja de esperar. Mons. Pedro Casaldaliga

La oración es nuestra mejor arma, una llave que abre el corazón de Dios. Háblale a Dios más con el corazón que con los labios, en ciertos casos hazlo sólo con el corazón. Padre Pío

La oración es un alma que se descubre ante Dios. Phillip Brooks

La oración es un puente seguro hacia Dios. Autor desconocido

La oración es una compañera inseparable de la vida cristiana. San Juan Bosco

La oración es para el sacerdote como el agua para el pez, como el aire para el pájaro, la fuente para el ciervo. San Juan Bosco

La oración es morir para vivir. Morir por amor para vivir y caminar en el Amor. P. Guillermo Serra, L.C

La oración llena de fe es “la debilidad” de Dios y la fuerza del hombre. Padre Guillermo Serra, LC

La oración logra mover el corazón de Dios. San Juan Bosco

La oración mental y el pecado no pueden estar juntos. Un hombre sin oración es como un animal sin razón. San Felipe Neri

La oración, no necesita de espacio ni lugar,  sino tan solo de una disposición. Alicia Beatriz Angélica Araujo

La oración no se trata de pedir cosas sino de comprender que no necesitas nada más que la presencia de Dios y descansar en esa morada llena de sus cualidades. Autor desconocido

La oración nutre el alma: lo que la sangre es para el cuerpo, es la oración para el alma. Madre Teresa de Calcuta

La oración puede cambiar vuestra vida. Ya que aparta vuestra atención de vosotros mismos y dirige vuestra mente y vuestro corazón hacia el Señor. SS. Juan Pablo II

La oración puede definirse de muchas maneras. Pero lo más frecuente es llamarla un coloquio, una conversación, un entretenerse con Dios. SS. Juan Pablo II

La oración puede ser momentos pero el que ora llega a vivir la presencia de Dios. Toda la vida se le va haciendo oración. Monjas Dominicas de Orihuela

La oración ya no es una actividad para mi; se ha convertido en el constante lenguaje de la relación que yo creo, Dios ha diseñado para llenar la vida humana. Keith Miller

La oración se muestra débil ante los ojos de los hombres. En realidad, es fuerte si está llena de confianza en el Señor. Comunidad de San Edigio

La oración valiente y humilde, hecha con el corazón entregado a la fe en Dios, logra milagros. SS. Francisco

La oración y el sacrificio son mis armas invencibles; constituyen todas mis fuerzas, y sé por experiencia que conmueven los corazones mucho más que las palabras. Santa Teresita del Niño Jesús

La plegaria es la primera y la última lección para aprender el noble y bravío arte de sacrificar el ser en los variados senderos de la vida. Mohandas Karamchand Gandhi

La plegaria no es un entretenimiento ocioso para alguna anciana. Entendida y aplicada adecuadamente, es el instrumento más potente para la acción. Mohandas Karamchand Gandhi

La prueba de la fe perseverante autentifica la cualidad de la oración. Jean Lafrance

«La salvación de muchos depende de la oración de pocos» SS Pío XII

La verdadera oración es unión con Dios. Madre Teresa de Calcuta

Las almas de oración son almas de gran silencio. Beata Madre Teresa de Calcuta

Las almas sin oración son como un cuerpo tullido que aunque tiene pies y manos no se puede menear… El que persevere en la oración, por más pecados y tentaciones y caídas que ponga el demonio, tengo por cierto que la sacará el Señor a puerto de luz. Santa Teresa de Jesús

Las mejores oraciones tienen muchas veces más gemidos que palabras. John Bunyan

Le decías: «No te fíes de mí… Yo sí que me fío de ti, Jesús… Me abandono en tus brazos: allí dejo lo que tengo, ¡mis miserias!» —Y me parece buena oración. San Josemaría Escrivá de Balaguer

Lo que le falta a la humanidad, es la oración San Pío de Pieltrecina

Los dos requisitos para una Vida Cristiana exitosa son visión y pasión; y ambas nacen y se mantienen por la oración. Leonardo Ravenhill

Los hombres de oración son los verdaderos maestros de la historia, sobre todo si la atraviesan como crucificados. Oliver Clément

Mas hacen por el mundo los que oran que los que combaten, y si el mundo está mal es porque hay mas batallas que oraciones. Donoso Cortés

Me has escrito, y te entiendo: «Hago todos los días mi “ratito de oración: ¡si no fuera por eso!. San Josemaría Escrivá de Balaguer

Mi pasado, Señor, lo confío a tu misericordia, mi presente a tu amor, mi futuro a tu providencia. Padre Pío

Mientras estáis jugando, en las conversaciones y endiversión, elevad alguna vez la mente al Señor ofreciéndole esas acciones. San Juan Bosco

Mirar a Jesús en la oración es descansar los ojos del corazón en los suyos y entrar así en su corazón humano. P. Guillermo Serra, L.C.

Nada es posible sin la oración, todo es posible con la oración hecha con fe. Comunidad de San Edigio

Nadie puede hacerse a sí mismo mayor daño que dejar de tener oración. Santa Teresa de Jesús

Nadie rezó con fervor sin aprender algo. Ralph Waldo Emerson

Necesitamos oraciones para realizar mejor la obra de Dios, para saber el modo de estar en todo momento y totalmente a su disposición. Madre Teresa de Calcuta

No buscarías el rostro de Cristo en la oración si no hubieras ya sentido su mirada posarse en ti. Jean Lafrance

No cesa de orar quien no cesa de bien obrar… El afecto de la caridad equivale a una oración continua. Santa Catalina de Siena

No dará Dios la perseverancia, si no al que se la pida con perseverante oración. San Nilo

No dejes nunca la oración. Dejar la oración es perder el camino. Santa Teresa de Avila

No digas a Jesús que quieres consuelo en la oración. —Si te lo da, agradéceselo. —Dile siempre que quieres perseverancia. San Josemaría Escrivá de Balaguer

No hagas de Dios tu cojín ni de la oración tu cobija. Helder Cámara

No hagan oración que corte las alas a la caridad. San Camilo

“¿No hará justicia Dios a sus elegidos, que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas?”. (Lucas 18,7).

No hay en la vida del hombre tesoro comparable a la oración. San Efrén

No hay que olvidar que antes de hablar es necesario escuchar; sólo así hablaremos a partir de la plenitud del corazón y entonces Dios nos escuchará. Madre Teresa de Calcuta 

No quiero pedirle a Dios que me evite los peligros, sino que me ayude a desafiarlos. No le suplicaré que alivie mis penas, sino que me dé valor para vencerlas. Rabindranath Tagore

No quites la oración de tu vida: el bullicio sólo la confunde. Zenaida Bacardí de Argamasilla

No reces para que Dios te escuche, reza para escucharlo tú. Autor desconocido

«no sabemos orar como es preciso» (Rom 8,26)

No sabes qué decir al Señor en la oración. No te acuerdas de nada, y, sin embargo, querrías consultarle muchas cosas. —Mira: toma algunas notas durante el día de las cuestiones que desees considerar en la presencia de Dios. Y ve con esa nota luego a orar. San Josemaría Escrivá de Balaguer

No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que procede de la boca de Dios», dijo el Señor. —¡Pan y palabra!: Hostia y oración. Si no, no vivirás vida sobrenatural. San Josemaría Escrivá de Balaguer

«No sólo basta oración y fe, sino acción y obras humanas». SS. Francisco

No te aflijas si no recibes de Dios inmediatamente lo que pides: es El quien quiere hacerte más bien todavía mediante la perseverancia en permanecer con El en la oración. Catecismo de la Iglesia Católica

No tengas miedo de gritar tu sufrimiento a Dios en la oración. Dios prefiere a los que protestan por amor. que a los que se callan por resignación. Autor desconocido

No todos los que tienen las manos juntas, rezan. Proverbio alemán 

Nuestra oración es un proceso de purificación que nos lleva de una curiosidad inicial a una inquietud y de ésta a una necesidad de Jesús. P. Guillermo Serra, L.C 

Nuestra vida de oración sufre mucho porque nuestro corazón no está en silencio. Madre Teresa de Calcuta

Nunca eres tan grande, como cuando te arrodillas delante de Dios. Autor desconocido

Ofrece a Dios en la oración lo que Él no tiene: tu pobreza, tu angustia, tu indigencia fundamental, tu pecado. Autor desconocido

Ora a Dios al principio de todas tus obras, de modo que puedas llevarlas a buen fin, pues la oración logra muchas más cosas de las que este mundo pueda imaginarse. Xenofonte

Ora y espera; no te inquietes. La inquietud no conduce a nada. Dios es misericordioso y escuchará tu oración. San Pío de Pieltrecina

Ora con la mayor intensidad cuando más difícil es orar. Charles H. Brent 

“Ora continuamente el que une la oración a las obras y las obras a la oración. Sólo así podemos cumplir el mandato: Orad constantemente” Orígenes.

Oración de petición en un perfecto abandono: «Dígnate, Señor, aliviar la carga o aumentar mis fuerzas; alejar la tentación o concederme la gracia de vencerla». Dom Vital Lehodey

Oración es que Dios viva en mí… Sea alabado el Señor que me libró de mí…El Señor nos da la libertad. Santa Teresa de Ávila

Oración es tratar de amistad estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama. Santa Teresa de Ávila

Orar es amar. Pedro Finkler

Orar es imitar a Cristo. Pedro Finkler

Orar es pensar en Dios, amando. Charles de Foucauld

Orar es un acto simple de colocación ante la presencia de lo Sagrado. Autor desconocido

Orar no es sólo «hablar con el Señor» o «dialogar con Él»… Para orar en verdad has de hacer en tu vida el don total de tu amor. Él, al llamarte, ya se ha convertido para ti en un «Don de Amor». Jaume Boada i Rafí O.P.

Orar no significa sólo que podemos decir a Dios todo lo que nos agobia. Orar significa también callar y escuchar lo que Dios nos quiere decir. SS. Juan Pablo II

Orar nos desata de lo que sentimos, y nos ata a lo que creemos: que somos hijos de Dios. Louis Evely

Orar significa abrir con ilimitada confianza el corazón a Dios, a su amor paternal, y luego salir corriendo alegre como un niño. Basilea Schlink

«Orad y orad siempre cada vez con más insistencia. Jesús es bueno y no dejará de escuchar tantas oraciones dirigidas a Él con confianza». San Pío de Pieltrecina

Para contemplar basta elevar el corazón a Dios con el simple y amoroso deseo de estar con él y esperar. Pedro Finkler

Para hacer que una lámpara esté siempre encendida, no debemos de dejar de ponerle aceite. Beata Madre Teresa de Calcuta

“Para mí la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada al cielo, un grito de reconocimiento y de amor, tanto en la tristeza como en la alegría” Santa Teresita del Niño Jesús 

Para que sea fructífera, la oración ha de proceder del corazón y ser capaz de tocar el corazón de Dios. Madre Teresa de Calcuta

Para orar hay que procurar en nosotros un profundo silencio interior. La oración es verdadera si no nos buscamos a nosotros mismos en la oración, sino sólo al Señor. SS. Juan Pablo II

Para orar necesitas estar en paz con el Señor, con los hermanos, contigo mismo. El perdón te lleva a encontrar esta paz. Vives a Jesús como «perdón». Él también será tu oración. Jaume Boada i Rafí O.P.

Para rezar no es necesario ser inteligente, sino estar en oración. Madeleine Delbêl

«Pedid y recibiréis, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá» (Mt 7,7)

Pensamientos grandes y un corazón puro: Esto es lo que tendríamos que pedir a Dios. Y, ¿lo pedimos?  Autor desconocido

Persevera en la oración. —Persevera, aunque tu labor parezca estéril. —La oración es siempre fecunda. San Josemaría Escrivá de Balaguer

Poner por primera y principal guarda la oración, y vivir alerta y examinar sus operaciones antes de ejecutarlas. Santo Hermano Pedro de San José de Betancur

Por la oración hablamos a Dios y Dios nos habla a nosotros, aspiramos a El y respiramos en El, y El nos inspira y respira sobre nosotros. San Francisco de Sales

Primero, oración; después, expiación; en tercer lugar, muy en «tercer lugar», acción. San Josemaría Escrivá de Balaguer

Procurad hacer un poco de silencio también vosotros en vuestra vida para poder pensar, reflexionar y orar con mayor fervor y hacer propósitos con más decisión. SS. Juan Pablo II

“Que la paz que anuncian con sus palabras este primero en sus corazones. Sin la oración nadie puede progresar en el servicio divino”. San Francisco de Asís.

¿Que no sabes orar? —Ponte en la presencia de Dios, y en cuanto comiences a decir: «Señor, ¡que no sé hacer oración!…», está seguro de que has empezado a hacerla. San Josemaría Escrivá de Balaguer

Que rece no para ser preservado de los peligros, sino para enfrentarlos Rabindranath Tagore

Queréis cantar alabanzas a Dios?
Sed vosotros mismos el canto que vais a cantar…
Vosotros mismos seréis su alabanza…, si vivís santamente… San Agustín de Hipona

Quien aprende a orar bien, aprende a vivir bien. San Agustín de Hipona

“Quien no reza al Señor, ora al diablo”. Léon Bloy

Quien ora se ocupa en la cosa más importante. San Juan Bosco

Quiero vivir y morir en el ejército de los humildes, uniendo mis oraciones a las suyas, con la santa libertad del obediente. Miguel de Unamuno

Reza, pero no dejes de remar hacia la orilla. Proverbio Ruso

Reza y confía; no te agites. La agitación nada mejora. Dios es misericordioso y escuchará tus oraciones. Padre Pío

Rezar es aceptar ser encontrado por Dios en ese lugar de nuestra persona donde él quiera hablarnos. Jean Lafrance

Rezar no es pedir, rezar es la respiración del alma. Mohandas Karamchand Gandhi

“Rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies” (Lc 10,2).

Sabe bien vivir quien sabe bien orar. San Agustín de Hipona

¿Santo, sin oración?… —No creo en esa santidad. San Josemaría Escrivá de Balaguer

Satanás estorba la oración, pero la oración también estorba a Satanás. Autor desconocido

Se busca a Dios en los libros y se lo encuentra en la oración. San Pío de Pieltrecina

Se puede vivir algunos días sin comer pero no sin rezar. Mohandas Karamchand Gandhi

Sé sincero en tus oraciones. La sinceridad es humildad y ésta solo se consigue aceptando las humillaciones. Beata Madre Teresa de Calcuta 

Sea, pues, esta la regla: que comas siempre con tal templanza que, acabando de comer, puedas rezar y leer alguna cosa. San Jerónimo a Eustoquia

Señor, concédeme que siempre desee más de lo que puedo lograr. Michel Angelo Buonaroti

Señor, entrego mi pasado a tu perdón; mi presente a tu amor; mi futuro a tu providencia. Nasscimbeni

Ser pequeño ante Dios es orar. Ser pequeños y orar son dos cosas que forzosamente van juntas. Padre Tomas Morales

“Si el afligido invoca al Señor, El lo escucha”. (salmo 33,7)

Si la única oración que uno dijera en toda su vida fuera ‘gracias’, sería suficiente. Meíster Eckhart

Si no eres hombre de oración, no creo en la rectitud de tus intenciones cuando dices que trabajas por Cristo. San Josemaría Escrivá de Balaguer

Si no estás convencido de que la oración es la solución a todos los problemas de la vida, es inútil que te canses en discernir. Autor desconocido

Si no se te concede el poder detenerte por mucho tiempo en oración, en lecturas, etc., no debes desanimarte por eso. San Padre Pío de de Pietrelcina

Si no tratas a Cristo en la oración y en el Pan, ¿cómo le vas a dar a conocer? San Josemaría Escrivá de Balaguer

Si tratáis a Cristo, oiréis también vosotros en lo más íntimo del alma los requerimientos del Señor, sus insinuaciones continuas. SS. Juan Pablo II

Si oramos, creeremos. Si creemos, amamos. Si amamos, serviremos. Beata Madre Teresa de Calcuta

Sí la oración no cambia nuestro destino, cambia nuestros sentimientos, lo cual no es una utilidad menor. Joseph Joubert

Si quieres vivir cristianamente con facilidad, haz mucha oración y lo conseguirás. San Agustín

Sin la gracia de la oración es imposible mortificar la carne y aún mucho más mortificar el espíritu. San Pedro de Alcántara

“Sin oración, no sólo somos cristianos mediocres, sino cristianos en riesgo” Juan Pablo II

Si rezamos el Padre nuestro y lo vivimos, seremos santos. Madre Teresa de Calcuta

“Sin silencio no hay oración; sin oración no hay fe; sin fe no hay amor; sin amor no hay servicio” Madre Teresa de Calcuta

Sirviendo al Señor, con la alegría de la esperanza; constantes en la tribulación; perseverantes en la oración. Romanos 12,12

Sólo deseo ser un pobre monje que reza… Dios ve las manchas también en los ángeles, ¡Cómo verá las mías! San Pío de Pieltrecina

Sólo la oración sincera franca es atendida. La oración pronunciada de labios para afuera se vuelve como una maldición contra el que la formula. Adolfo Kolping

Sólo cuando los hombres aprenden a rezar empiezan a creer. Calvin Coolidge

Solo la mirada de Dios puede curar tus heridas, en el silencio de la oración. Autor desconocido

Te diré, plagiando la frase de un autor extranjero, que tu vida de apóstol vale lo que vale tu oración. San Josemaría Escrivá de Balaguer

Toda apostasía es la religión tiene su origen en la falta de oración. Si hago bien mi oración, perseveraré en mi vocación. San Juan Berchmans

Todas las oraciones son buenas, siempre que vayan acompañadas, por la recta intención y la buena voluntad. San Pío de Pieltrecina

Todo el trabajo de aprender a ser contemplativo se resume en desvelar el natural deseo de amar, mirar después hacia Dios y extender los brazos hacia él movidos de un fortísimo deseo de estar con él. Pedro Finkler

Tomad, pues, y conservad este importante consejo: Tened por día perdido aquél en el que no hacéis oración. San Leonardo de Portomauricio

Un creyente puede hacer más en cuatro horas, después de emplear una en orar, que cinco sin oración. Jorge Müller

Una de las mejores respuestas de la oración es ser capaz de continuar en oración. Robert C. Chapman

Una oración valiente, humilde y fuerte cumple milagros. SS. Francisco

Una profunda y ferviente mirada a Cristo es la mejor oración: yo le miro y Él me mira. Y en el momento en que te encuentras con Él cara a cara adviertes sin poderlo evitar que no eres nada, que no tienes nada. Beata Madre Teresa de Calcuta

Una flor sobre su tumba se marchita, una lágrima sobre su recuerdo se evapora. Una oración por su alma, la recibe Dios. San Agustín de Hipona

«Una oración que no lleva a la acción concreta hacia el hermano pobre, enfermo, necesitado de ayuda, en dificultad, es una oración estéril e incompleta» SS. Francisco

Vive con los hombres como si Dios te viera; habla con Dios como si los hombres te oyeran. Lucio Anneo Séneca

Y si el apóstol es fruto de la oración, encontrará en ella la luz y la fuerza para su acción. En efecto, nuestra misión pierde su fecundidad, e incluso se apaga, en el mismo momento en que se interrumpe la conexión con la fuente, con el Señor. SS, Francisco

…Y sólo la oración puede hablar dignamente de Él. Joseph Joubert

«Yo os digo: Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá» (Lc 11,9).

CONTO

PISADAS EN LA ARENA

Una noche tuve un sueño: Soñé que con el Señor caminaba por la playa, y a través del cielo, escenas de mi vida pasaban. Por cada escena que pasaba percibí que quedaron dos pares de pisadas en la arena. Unas eran las mías y las otras las del Señor. Cuando la última escena pasó delante nuestro, miré hacia atrás, hacia las pisadas en la arena, y noté que muchas veces en el camino de mi vida había sólo una par de pisadas en la arena. Noté también que esto sucedió en los momentos más difíciles de mi vida. Esto me perturbó y, entonces, pregunté al Señor: “Señor, tú me dijiste, cuando yo resolví seguirte, que andarías conmigo a lo largo de todo el camino, pero he notado que durante los peores momentos de mi vida se divisan en la arena sólo un par de pisadas. No comprendo por qué me dejaste en las horas que más te necesitaba”. Entonces El, clavando en mí su mirada infinita de amor, me contestó: “Mi hijo querido, yo siempre te he amado y jamás te dejaría en los momentos más difíciles. Cuando viste en la arena un solo par de pisadas, fue justamente allí donde yo te cargué en mis brazos”.

Tomado de P. Diego Millán

JUECES AFRICANOS

En un pequeño país de África había dos tribunales de justicia: el uno estaba formado por jueces cristianos y el otro por jueces paganos. El tribunal cristiano condenó como ladrón a un negro que, al pasar por una finca, cogió unas frutas para su esposa. El negro apeló al tribunal pagano y este condenó al propietario de la finca porque lo que había hecho el negro era sólo para ayudar a su mujer, que estaba encinta y estaba a punto de caer sin fuerzas.

Está claro cuál de las dos sentencias estaba de acuerdo con el Evangelio; y está claro que una cosa es llamarse cristiano y otra muy distinta es tener una conducta cristiana.

Tomado de Juan Jáuregui

POR FAVOR, ARRÉGLAME LA BICICLETA

Un día un niño pidió a su papá: “Por favor, arréglame la bicicleta que está malograda”. El día siguiente su papá le dijo que vaya a ver la bicicleta. El niño muy contento pensaba que ya estaba todo arreglado. Sin embargo, cuando se acercó vio que su bicicleta seguía malograda. Pero al lado había una caja con herramientas y también los repuestos necesarios para cambiar las piezas malogradas. Después de superar el momento de desilusión abrió la caja con los herramientas y comenzó a desarmar la bicicleta y cambiar las piezas rotas con los repuestos que su papá le había conseguido. Se puso muy contento cuando había terminado el trabajo y sabía que su papá le había regalado algo más precioso que una bicicleta en buen estado. ¿Qué cosas le había regalado su padre?… (Los repuestos, las herramientas y Aprender a arreglar la bicicleta). Es que de ahora en adelante sabría cómo repararla.

Tomado de MSC

SEMBRAR PARA COSECHAR

Una mujer soñó que estaba en una tienda recién inaugurada y para su sorpresa, descubrió que Dios se encontraba tras el mostrador. – ¿Qué vendes aquí?, le preguntó. -Todo lo que tu corazón desee, respondió Dios. Sin atreverse a creer lo que estaba oyendo, se decidió a pedir lo mejor que un ser humano podría desear. -Deseo paz, amor, felicidad, sabiduría… Tras un instante de vacilación, añadió: -No sólo para mí, sino para todo el mundo… Dios se sonrió y le dijo: -Creo que no me has comprendido. -Aquí no vendemos frutos, únicamente vendemos semillas. -Para sembrar una planta hay necesidad de romper primero la capa endurecida de tierra y abrir los surcos; luego, desmenuzar y aflojar los trozos que aún permanecen apelmazados, para que la semilla pueda penetrar, regando abundantemente para conservar el suelo húmedo y entonces… -Esperar con paciencia hasta que germinen y crezcan! En la misma forma en que procedemos con la naturaleza hay que trabajar con el corazón humano, «roturando» la costra de la indiferencia que la rutina ha formado, removiendo los trozos de un egoísmo mal entendido, desmenuzándolos en pequeños trozos de gestos amables, palabras cálidas y generosas, hasta que con soltura, permitan acoger las semillas que diariamente podemos solicitar «gratis» en el almacén de Dios, porque EL mantiene su supermercado en promoción. Son semillas que hay que cuidar con dedicación y esmero y regarlas con sudor, lágrimas y a veces hasta con sangre, como regó Dios nuestra redención y como tantos han dado su vida y su sangre por otros, en un trabajo de fe y esperanza, de perseverante esfuerzo, mientras los frágiles retoños, se van transformando en plantas firmes capaces de dar los frutos anhelados…

Tomado de MSC

VIUDAS

Había muchas viudas en tiempos de Jesús: se casaban muy jóvenes; sus maridos morían antes que ellas; también las repudiadas en su matrimonio eran consideradas “viudas”. En aquella sociedad patriarcal, indefensas, eran objeto de muchas injusticias e incluso no les estaba permitido presentarse en persona ante un tribunal.

ORACIONES PELIGROSAS

Un autor Craig Groeschel ha escrito un libro titulado “oraciones peligrosas”. Y dice que en ese tipo de oración Dios actuaría interrumpiendo nuestros planes egocéntricos y nos orientaría hacia el “Hágase tu voluntad”. Nos preocuparíamos mucho más de los demás. Renunciaríamos a controlar nuestra vida y a confiar más en Él. La oración no nos haría “perfectos”, pero sí extraordinariamente “inquietos”.

JOHAN BAPTIST METZ

El gran teólogo Johan Baptist Metz se preguntaba: ¿cómo es posible que rezando tantísimas veces “¡Venga a nosotros tu Reino!” o el “pan nuestro de cada día, dánoslo” no haya llegado el Reino y el hambre siga presente en el mundo? ¡Excelente pregunta! La viuda del evangelio y Moisés nos dan la respuesta. ¡Hay que insistir! ¡Mantener elevadas nuestras manos hacia el cielo! La oración salvará al mundo.

José Cristo Rey García Paredes, cmf

(Tony de Mello)

Tomado de Inpas

Tomado de Parábolas.org

Tomado de Los cuentos que yo cuento

Tomado del P. Rainiero Cantalamesa

Tomado de Anecdonet

Tomado del Chatgpt

Tomado de P. Chinaglia

Tomado de Alejandro Illescas, Los cuentos de mis homilías

Tomado de P. Félix Jiménez

F. Kafka

Tomado de Lacompañiademaría.com

Anthony de Mello El canto del pájaro.

2022

Una joven de 28 años fue a la iglesia un domingo y al terminar la celebración le dijo al párroco: «Esta es la primera vez que vengo a la iglesia».

-¿Y qué te ha parecido?

-Me ha dado un poco de miedo.

-¿Por qué?

-Parece algo tan importante y, sabe una cosa, yo nunca voy a nada importante. Sí, esto es muy importante.

Tomado de P. Félix Jiménez

Hubo un hombre que se pasó la vida pidiendo a Dios una cosa que era buena para él y los demás; o muchas cosas, mejor dicho. Oraba con constancia, pues hacía novenas tras novenas a los santos más reputados de la Corte Celestial; oraba con confianza, pues había sido abandonado por su padre y por su madre, y se había refugiado en Dios, de acuerdo a aquello: “Pater meus et mater mea dereliquerunt me, Deus autem suscepit me; que se puede traducir: mi Rector y mi Provincial me abandonaron, pero Dios me adoptó; -oraba con reverencia, porque componía continuamente prosa y verso para loar el nombre de Dios y hacerlo conocer; y resulta que nunca obtenía lo que pedía y siempre le iba de mal en peor; hasta que un día, ya viejo y cansado, pensó “¿ Qué le costaba a Dios haberme dado siquiera el dormir bien, que es una cosa que da a todos? Si Dios nos habla, y Dios se hizo hombre, tiene que hablarnos el lenguaje de los hombres; y en el lenguaje de los hombres yo debo decirle que conmigo no ha cumplido sus promesas. Las cumplirá en la otra vida, bien; pero yo estoy en esta vida y no en la otra; y ahora no tengo más remedio que pensar así”. Se compadeció de él Dios; y esa noche le mandó un ángel en sueños que le mostró todo el mapa de su larga vida pasada; y él vio con asombro que todo lo que había pedido en serio a Dios, se había realizado de una manera secreta pero real. Estaba allí mirando estupefacto una cosa después de otra, como lechuza en jaula; y le dijo al Ángel: “¿Cómo es que no me he dado cuenta?” Dijo el Ángel sin enojo alguno: “Porque vos pedías como hombre, y Dios concedía como Dios”. Dijo el soñador: “Jesucristo vino al mundo a salvar a los desagradecidos, de los cuales yo soy el principal”. Después de lo cual, se murió; como les pasa a todos los que ven un Ángel.

Tomado de Castellani

SEMBRAR PARA COSECHAR

Una mujer soñó que estaba en una tienda recién inaugurada y para su sorpresa, descubrió que Dios se encontraba tras el mostrador. – ¿Qué vendes aquí?, le preguntó. -Todo lo que tu corazón desee, respondió Dios. Sin atreverse a creer lo que estaba oyendo, se decidió a pedir lo mejor que un ser humano podría desear. -Deseo paz, amor, felicidad, sabiduría… Tras un instante de vacilación, añadió: -No sólo para mí, sino para todo el mundo… Dios se sonrió y le dijo: -Creo que no me has comprendido. -Aquí no vendemos frutos, únicamente vendemos semillas. -Para sembrar una planta hay necesidad de romper primero la capa endurecida de tierra y abrir los surcos; luego, desmenuzar y aflojar los trozos que aún permanecen apelmazados, para que la semilla pueda penetrar, regando abundantemente para conservar el suelo húmedo y entonces… -Esperar con paciencia hasta que germinen y crezcan! En la misma forma en que procedemos con la naturaleza hay que trabajar con el corazón humano, «roturando» la costra de la indiferencia que la rutina ha formado, removiendo los trozos de un egoísmo mal entendido, desmenuzándolos en pequeños trozos de gestos amables, palabras cálidas y generosas, hasta que con soltura, permitan acoger las semillas que diariamente podemos solicitar «gratis» en el almacén de Dios, porque EL mantiene su supermercado en promoción. Son semillas que hay que cuidar con dedicación y esmero y regarlas con sudor, lágrimas y a veces hasta con sangre, como regó Dios nuestra redención y como tantos han dado su vida y su sangre por otros, en un trabajo de fe y esperanza, de perseverante esfuerzo, mientras los frágiles retoños, se van transformando en plantas firmes capaces de dar los frutos anhelados…

Tomado de MSC

Me gusta el final de aquella leyenda del centinela que se pasó toda una vida esperando la venida de Dios: Un día viéndose ya muy viejo y limitado, dejó salir de su corazón este grito: “me he pasado toda la vida esperando la visita de Dios y me voy a morir sin verte”. Estaba en la torre del castillo. En aquel mismo momento oyó una voz muy dulce a sus espaldas, “pero es que no me conoces”. El centinela aún no veía a nadie. Estalló lleno de alegría, “qué bien que ya has llegado”. ¿Por qué me has hecho esperar tanto? ¿Por dónde has venido que yo no te he visto? Y nuevamente la voz aún más dulce que anteriormente le dijo, “siempre he estado cerca de ti, a tu lado, más aún, siempre he estado dentro de ti. Has necesitado muchos años para darte cuenta, pero ahora ya lo sabes. Este es mi secreto, yo estoy siempre con los que me esperan y sólo los que me esperan pueden verme”. Qué triste sería si, cuando de nuevo vuelva el Señor a la tierra, se encuentre el torreón de su iglesia vacío.

Tomado de P. José María Maruri, SJ.

PISADAS EN LA ARENA

Una noche tuve un sueño: Soñé que con el Señor caminaba por la playa, y a través del cielo, escenas de mi vida pasaban. Por cada escena que pasaba percibí que quedaron dos pares de pisadas en la arena. Unas eran las mías y las otras las del Señor. Cuando la última escena pasó delante nuestro, miré hacia atrás, hacia las pisadas en la arena, y noté que muchas veces en el camino de mi vida había sólo una par de pisadas en la arena. Noté también que esto sucedió en los momentos más difíciles de mi vida. Esto me perturbó y, entonces, pregunté al Señor: “Señor, tú me dijiste, cuando yo resolví seguirte, que andarías conmigo a lo largo de todo el camino, pero he notado que durante los peores momentos de mi vida se divisan en la arena sólo un par de pisadas. No comprendo por qué me dejaste en las horas que más te necesitaba”. Entonces El, clavando en mí su mirada infinita de amor, me contestó: “Mi hijo querido, yo siempre te he amado y jamás te dejaría en los momentos más difíciles. Cuando viste en la arena un solo par de pisadas, fue justamente allí donde yo te cargué en mis brazos”.

A un hombre le encargaron reparar un pozo. Bajó ayudándosecon una gruesa cuerda. Al poco tiempo, se encontró con el nudo que señalaba el fin de la cuerda, pero todavía no tocaba el fondo del pozo. Estaba demasiado oscuro para saber cuánto le faltaba y, a la vez, estaba él demasiado cansado para intentar subir. En su desesperación se quedó allí colgando de la cuerda.

Sus brazos y manos pronto empezaron a sentirse incapaces de aguantar más el peso del cuerpo. Creyendo que había llegado al final de su vida, cerró los ojos, se soltó y esperó un golpe de muerte.

Para su sorpresa, sólo le faltaba un metro para llegar al suelo.

As¡ viven muchas personas la vida cristiana. No tienen suficiente luz para ver todo el camino; por otra parte, han ido ya demasiado lejos para volverse atrás. Están allí colgando de la cuerda, llenas de temor acerca de lo que está por delante. Llegado el momento de dar el salto final, se dejan caer para ver, en su sorpresa, que han caído en los brazos de su amante Padre celestial.

Jesucristo nos aseguró ambas cosas en Juan 14:14 y 17:24.

Tomado de 501 ilustraciones

COLGÓ EL TELÉFONO

Una mujer habló por Teléfono al gerente de un teatro y le dijo que había perdido su prendedor de diamantes más valioso la noche anterior. El hombre le pidió esperar en la línea. Se hizo una búsqueda y el prendedor fue encontrado; pero cuando regresó al Teléfono, la mujer había colgado. Esperó a que volviera a hablar, y aún puso un anuncio en el periódico, pero nunca volvió a escuchar de ella.

Aplicación – Qué mujer tan tonta, diríamos, pero muchos cristianos son iguales. Oramos a Dios, contándole nuestro problema y necesidad, pero fallamos en esperar la respuesta. Como resultado, perdemos el gozo de una oración contestada, no hallamos la respuesta necesitada y perdemos el deleite y la recompensa de una fe persistente.

Pastor Scott P. Brown Elbe – Acapulco, GRO, México

ANÉCDOTA

INMANUEL KANT

Afirmaba —y justificaba— que cualquier proposición metafísica tiene las mismas probabilidades de ser cierta que su contraria, y esto es algo que nos conviene no olvidar cuando decidimos hacer metafísica. ¿Es Dios transcendente o inmanente? ¿Es el creador del universo? ¿Se preocupa por nuestra suerte?… ¿Es el ser humano parte de Dios? ¿Es una mera criatura compuesta de cuerpo caduco y alma inmortal?… No lo sabemos, pero si alguna de estas hipótesis le ayuda a alguien a vivir con más sentido, pues bendito sea Dios.

Tomado de Miguel Ángel Munárriz Casajús

JUAN ANTONIO ESTRADA

En su libro “La pregunta por Dios”, Juan Antonio Estrada, sacerdote jesuita, nos deja esta excelente reflexión con la que vamos a finalizar. Dice así: «Es característico de la naturaleza humana plantearse grandes cuestiones filosóficas que escapan a las limitaciones de su conocimiento, y acabar reconociendo que nuestra mente limitada no tiene respuesta para muchos enigmas existenciales que ella misma nos plantea».

Y añade: «Debemos acostumbrarnos a vivir sabiendo que hay cosas que no conocemos y que hay preguntas a las que no sabemos responder».

Tomado de Miguel Ángel Munárriz Casajús

EL EJEMPLO DE UNA VIUDA (Lucas 18, 1-8)

Los cristianos para los que Lucas escribió su evangelio no estaban muy acostumbrados a rezar, quizá porque la mayoría de ellos eran paganos recién convertidos. Lucas se esforzó en inculcarles la importancia de la oración: les presentó a Isabel, María, los ángeles, Zacarías, Simeón, pronunciando las más diversas formas de alabanza y acción de gracias; y, sobre todo, a Jesús retirándose a solas para rezar en todos los momentos importantes de su vida.

El comienzo del evangelio de este domingo parece formar parte de la misma tendencia: “En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola”. En ella, una viuda da ejemplo de constancia en defender sus derechos ante un juez inicuo. Algo que nosotros debemos imitar en nuestra oración.

Sin embargo, el final de la parábola nos depara una gran sorpresa. El acento se desplaza al tema de la justicia, a una comunidad angustiada que pide a Dios que la salve. No se trata de pedir cualquier cosa, aunque sea buena, ni de alabar o agradecer. Es la oración que se realiza en medio de una crisis muy grave. Recordemos que Lucas escribe su evangelio entre los años 80-90 del siglo I. El año 81 sube al trono Domiciano, que persigue cruelmente a los cristianos y promulga la siguiente ley: “Que ningún cristiano, una vez traído ante un tribunal, quede exento de castigo si no renuncia a su religión”.

En este contexto de angustia y persecución se explica muy bien que la comunidad grite a Dios día y noche, y que la parábola prometa que Dios le hará justicia frente a las injusticias de sus perseguidores.

Sin embargo, Lucas termina con una frase desconcertante: «Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?». En medio de las dificultades y persecuciones, un desafío: que nuestra fe no se limite a cinco minutos o a un comentario, sino que nos impulse a clamar a Dios día y noche.

Tomado de J.L.Sicre

JULIO II,

conocido como el “Papa Guerrero” por la intensa actividad política y militar de su pontificado (1503 a 1513), manejaba con más destreza la espada para derrotar a sus enemigos que las rodillas para pedir por ellos. Frecuentaba con más devoción los campos de batalla que la iglesia. Todo lo contrario de lo que dice y hace nuestro Papa Francisco que, en carta vaticana del 7 de julio de 2016 a los obispos les propone la “Red Mundial de la Oración al servicio de los desafíos de la humanidad y de la misión de la Iglesia”.

Tomado de Vicente Martínez

AÑOS 80-90 DEL SIGLO I.

Recordemos que Lucas escribe su evangelio entre los años 80-90 del siglo I. Algunas fechas ayudan a comprender mejor el texto.

Año 62: Asesinato de Santiago, hermano del Señor.

Año 64: Nerón incendia Roma. Culpa a los cristianos y más tarde tiene una persecución en la que mueren, entre otros muchos, según la tradición, Pedro y Pablo.

Año 66: los judíos se rebelan contra Roma. La comunidad cristiana de Jerusalén, en desacuerdo con la rebelión y la guerra, huye a Pella.

Año 70: los romanos conquistan Jerusalén y destruyen el templo.

Años 81: sube al trono Domiciano, que persigue cruelmente a los cristianos y promulga la siguiente ley: “Que ningún cristiano, una vez traído ante un tribunal, quede exento de castigo sin que renuncie a su religión”.

En este contexto de angustia y persecución se explica muy bien que la comunidad grite a Dios día y noche, y que la parábola prometa que Dios le hará justicia frente a las injusticias de sus perseguidores.

Sin embargo, Lucas termina con una frase desconcertante: «Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?»

Tomado de J.L.Sicre

EL AÑO 79

Algunos pasajes de ese discurso parecen escritos teniendo en cuenta lo ocurrido el año 79, cuando el Vesubio entró en erupción arrasando las ciudades de Pompeya y Herculano. Muchos cristianos pudieron ver este hecho como un signo precursor del fin del mundo y de la vuelta de Jesús. Ese mismo tema lo recoge Lucas al final de la parábola para relacionar la oración en medio de las persecuciones con la segunda venida de Jesús.

Tomado de J.L.Sicre

LOS AMALECITAS,

Un pueblo nómada, atacaban a menudo a los israelitas durante su peregrinación por el desierto hacia la Tierra Prometida. Una persecución parecida a la que sufrieron los cristianos por parte de Roma. Pero Moisés no espera que Dios intervenga para salvarlos; ordena a Josué que los ataque. Lo interesante del relato es que mientras Moisés mantiene las manos en alto, en gesto de oración, los israelitas vencen; cuando las baja, son derrotados. ¿Y si se cansa? A los judíos nunca le faltan ideas prácticas para solucionar el problema.

Tomado de J.L.Sicre

LOS EJEMPLOS SIEMPRE COJEAN

(Decían los romanos: «exempla nunquam currunt quattuor pedibus»).

El Padre de Jesús no es este juez inicuo, descreído y fanfarrón, y no hace falta aporrearle la puerta del despacho para que nos escuche. De todas las formas la insistencia machacona de la viuda, figura desvalida y en contraste con el juez prepotente, consigue lo que busca, que se le haga justicia. La figura de la viuda se asemeja más a la nuestra que la del juez a Dios. Tampoco Jesús intenta aplicar a Dios la última razón del juez para hacer justicia: «para que deje de molestarme de una vez».

Tomado de Marcos Martínez De Vadillo

Dabar 1989/51

«HACER JUSTICIA»

Se repite cuatro veces en este pasaje, en el que aparecen también cuatro personajes: un juez injusto que se mofa de la justicia, aunque la cumple a regañadientes por su propia conveniencia, y que representa a las instituciones de la sociedad injusta; una viuda -personificación de los pobres y marginados- que solicita insistentemente que se le haga justicia; Dios, que hace justicia «sin tardar» a los oprimidos; y, finalmente, los elegidos -los apóstoles y discípulos-, que, no conformes con la pseudojusticia, quieren que se cumpla la justicia de Dios.

Tomado de Jose Antonio Pagola

Buenas Noticias Navarra 1985.Pág.306.,

INJUSTICIAS

El hombre que liga con cinco mujeres es un machote; la mujer que liga con cinco hombres es una fulana. Es hora de que nos dejemos de machismos. Las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres. No es admisible el maltrato, demasiado frecuente, que la mujer recibe del hombre.

Llamamos delincuente al que con una navaja hiere a un vecino; pero no al que, a un vecino, le hace la vida imposible. Pero es que, además, en el mundo hay injusticias que claman al cielo.

Recuerdo que un obrero murió víctima de la contaminación que sufrió trabajando en una fábrica; y el médico de la empresa, para que la esposa no pudiera cobrar lo que por la ley le correspondía, certificó que el obrero murió por exceso de bebida; y la verdad es que no probaba el alcohol.

En América grandes terratenientes eliminaron a familias enteras para apoderarse de sus pequeñas propiedades. En concreto, en el Salvador, monseñor Romero y varios jesuitas fueron asesinados porque, como Jesús, levantaron la voz en defensa de los pobres.

En el mundo hay personas honradas que se las ven y se las desean para sacar su familia adelante. Y hay vivales sin conciencia que amasan grandes fortunas pasando por encima de todo; estos, o nunca tuvieron conciencia o, si la tuvieron, la han perdido. ¡Cuántos crímenes, cuántas injusticias, cuántas lágrimas, y todo por el dios dinero! Ante el dios dinero no se respeta ni lo más sagrado. En este mundo, ¿dónde está la justicia?

Una de dos: o existe Dios o no existe. Si no existe, este mundo es un mundo sin sentido; todo es absurdo. Y entonces ¡qué importa un absurdo más! Habrá que gritar: «¡Vivan los pillos!». Pero si Dios existe, oye los gritos de las víctimas y hará justicia.

Tomado de Juan Jáuregui

LA PRUEBA DEL LABERINTO

Es el título de la novela de Fernando Sánchez-Dragó, que acaba de conseguir el premio Planeta. Desconozco el contenido de ese libro que, según su mismo autor, será polémico y que va a venir seguido por otro dedicado a la vida de Jesucristo. Sánchez Dragó ha afirmado que en esta novela toma como punto de partida su propia crisis personal que le lleva a Jerusalén donde se encuentra con Cristo y consigo mismo.

Precisamente el autor de «La prueba del laberinto» tiene un texto espléndido, ya antiguo, sobre las misiones, que quizá estaba apuntando su propia trayectoria personal: «Quiero partir una lanza por las misiones… y disipar calumnias en lo tocante a estas instituciones, cuyos adelantados se limitan -así de fácil, así de claro- a ayudar al prójimo en zonas de dolor, de miseria, de enfermedad, de abigarramiento, de analfabetismo, de tiranía, de hambre y de consunción. (Los misioneros) no venden; ofrecen. No predican, explican. No juegan; se la juegan. No explotan; siembran. No castigan; manumiten. No cobran; pagan. No asustan; consuelan. No se marchan; permanecen». Y acaba diciendo que, en lugar de entregar las ayudas a los países del tercer mundo a través de los organismos de las Naciones Unidas -«que sólo sirven para financiar, a costa del contribuyente, la opípara sopa boba de sus paniaguados»- habría que dársela a los misioneros «para que directamente las distribuyan desde abajo y entre los de abajo, con honradez y sentido común».

El texto es magnífico y constituye un testimonio impresionante de un gran viajero cuya biografía personal no le había aún acercado al cristianismo ni a la figura de Cristo.

Tomado de Javier Gafo

Dios a la vista Homilías ciclo C. Madris 1994.Pág. 341 ss

REZAR

No seas tú como aquel niño a quien su mami le preguntó: hijito ¿ya has rezado algo al levantarte? No, mami, durante el día yo no tengo miedo.

Sólo rezo de noche que es cuando me da miedo estar solo. Prefiero que digas como Gandhi: “Puedo pasar un día sin comer, pero no puedo pasar un día sin rezar…

Tomado de Juan Jáuregui

¿CÓMO SE CONSIGUEN LAS COSAS?

La «sabiduría esencial» nos enseña que, por más fórmulas mágicas que busquemos, al final nada se produce por casualidad, ni nos viene llovido del cielo como el maná. Todo es cuestión de seguir insistiendo, de tiempo, de poner todos los medios necesarios, de tenacidad y esfuerzo constante, de firme convicción y esperanza en el logro de nuestros objetivos, sin un resquicio de duda o desesperanza.

Bernabé Tierno.

Tomado de Anecdonet

LA MAYOR FUERZA DE TRANSFORMACIÓN DEL MUNDO

“La fe es la fuerza que en silencio, sin hacer ruido, cambia el mundo y lo transforma en el reino de Dios, y la oración es expresión de la fe. Cuando la fe se colma de amor a Dios, reconocido como Padre bueno y justo, la oración se hace perseverante, insistente; se convierte en un gemido del espíritu, un grito del alma que penetra en el corazón de Dios. De este modo, la oración se convierte en la mayor fuerza de transformación del mundo”.

Benedicto XVI, “Los caminos de la vida interior”, p. 113.

Tomado de Anecdonet

DÍA MISIONAL DEL DOMUND.

En 1926 Pío XI estableció esta jornada dedicada a tomar conciencia de nuestra identidad cristiana, así como de nuestra tarea misionera de transmitir la buena noticia del Evangelio.

Tomado de Tomás Muro

MALA FAMA.

Es innegable que, para mucha gente, la Iglesia tiene mala fama. Al nombrarla, lo primero que viene a la mente de la gente son los obispos, curas, noticias negativas, escándalos… Se ve como una institución de poder político y de manipulación de gente crédula. Y no hay que esconder que a veces esa mala fama nos la hemos ganado a pulso. Y a menudo, cuando se trata de ‘defender’ a la Iglesia, se recurre a poner de manifiesto la labor social que realiza, y a la entrega de los misioneros en países pobres; pero esto se hace sin mencionar la razón que les impulsa: la evangelización.

Tomado de ACG

Jaime Tatay, sj

Tomado de Pastoral Sj

Tomado de Tiempo Interior

Tomado de Pastoral Sj

Tomado de Sobrado 2019

Tomado de Anecdonet

Tomado de P. Félix Jiménez

C. H. Spurgeon.

Tomado de P. Félix Jiménez

Padre Justo López Melús

Tomado de Motivaciones.org

Tomado de 500 ilustraciones

Tomado de Ángel Calvo, En otras palabras

Tomado de Fray Marcos

Tomado de Enrique Martínez Lozano

Tomado de Dehonianos

Tomado de Fe adulta

Tomado de Rainiero Cantalamessa

Tomado de P. Félix Jiménez

Tomado de Tiempo Interior

Tomado de Anecdonet

Tomado de Biblia de Navarra

Tomado de Dehonianos

Tomado de Quique Martínez de la Lama-Noriega, cmf.

Tomado de Mercaba

Tomado de Servicio Bíblico Latinoamericano 2004

Javier Gafo Dios a la vista Homilías ciclo C Madris 1994.Pág. 217 ss.

Tomado de Dies Domini

Fray Miguel de Burgos Núñez

Tomado de Alforjas de pastoral

EUCARISTÍA 1992, 15

Tomado de Mercaba

San Juan Eudes, “Vida y Reino de Jesús”

Tomado de Centro Bíblico Pastoral CELAM

EJEMPLOS PREDICABLES

(ROMERO, F., Recursos Oratorios, Editorial Sal Terrae, Santander, 1959, p. 166)

Tomado de MSC

2022

Al entrar en una iglesia encontré este mensaje.

En la iglesia guarda silencio, concéntrate, sé reverente porque ésta es la casa de Dios.

Antes de la celebración: habla a Dios.

Durante la celebración: deja que Dios te hable a ti.

Después de la celebración: habla con los hermanos.

Tomado de P. Félix Jiménez

La Madre Teresa de Calcuta, la servidora de los más pobres entre los pobres, visitó un día al famoso y poderoso abogado de Washington Edward Bennett Williams.

Williams, abogado de Richard Nixon, Frank Sinatra y otros personajes importantes, presidía una pequeña fundación caritativa y Madre Teresa decidió visitarle en busca de ayuda para un hospital de enfermos del Sida que iba a construir.

Antes de la visita, Williams confió a su colaborador Paul Dietrich: “Pablo, sabes que el Sida no es mi enfermedad preferida y no quiero dar dinero para esa causa, pero tengo una santa católica que viene a verme y no sé qué hacer”.

Decidieron recibirla con cortesía, escucharla y decirle que no.

Madre Teresa entró en la oficina, les expuso su proyecto y les pidió la ayuda económica.

Wlliams le dijo: ”Nos conmueve su petición, pero no es posible”.

Madre Teresa contestó: “Vamos a rezar”.

Williams y Paul bajaron sus cabezas y terminada la oración Madre Teresa hizo la misma súplica.

De nuevo Williams le dijo que no era posible.

Madre Teresa dijo una vez más: “Vamos a rezar”.

Williams, exasperado, miró al techo y dijo: “Está bien, está bien. Paul tráeme la chequera”.

Tomado de P. Félix Jiménez

DON’T GIVE UP

Sólo los hombres tozudos y perseverantes consiguen grandes metas y realizan sus sueños.

Tres años necesitó Winston Churchill para aprobar el curso de octavo, no aprobaba el inglés.

Muchos años más tarde, le pidieron que pronunciara el discurso de comienzo de curso de la Universidad de Oxford. Su famosa alocución contenía sólo tres palabras: “Don’t give up”. Nunca os rindáis.

Tomado de P. Félix Jiménez

En la gran Historia del mundo, lo mismo que en la pequeña historia de cada día hay ejemplos de una parte fuerte vencida por la debilidad. Gandhi venció con su debilidad al Imperio Británico, consiguiendo la independencia de la India, gracias a su constancia. Pues esta constancia es la que nos pide el Señor. Constancia hasta que nos oigan.

Tomado de P. José María Maruri, SJ.

ALGUNOS EJEMPLOS DE ORACION

Moisés clama a Dios, y el mar es dividido; Josué ora, y Achán es descubierto, Ana ora, y nace Samuel; Asa ora y gana una victoria; Daniel ora, y le son reveladas las setenta semanas; Mardoqueo le ordena a Ester que ayune y ore, y Amán muere en la horca que él mismo había mandado levantar para Mardoqueo; Nehemías ora, y el corazón del rey se ablanda en un minuto; Elías ora, y la lluvia desciende a la tierra; Eliseo ora, y el Jordán es dividido; Eliseo ora, y un niño resucita; la iglesia ora ardientemente, y Pedro es libertado por un ángel; Pablo y Silas oran y cantan, y las puertas de la prisión les son abiertas y caen las cadenas de todos los presos.

Hay millares de ejemplos que manifiestan el éxito de la oración.

Tomado de Ilustraciones para predicar

LUTERO DESALENTADO

Se refiere de Martín Lutero la siguiente anécdota.

«Una vez estaba yo penosamente intranquilo por mis propios pecados, por la maldad del mundo, y por los peligros que rodeaban a la iglesia. Entonces mi esposa, vestida de luto, se acercó a donde estaba yo, y con gran sorpresa le pregunté quién había muerto. Con sus respuestas tuvimos el diálogo siguiente:

–¿No sabes? ¡Dios en el cielo ha muerto!

–Pero, ¿cómo puede Dios morir? ¡Él es inmortal!

–¿Es cierto esto?

–¡Indudablemente! ¿Cómo puedes dudarlo? ¡Tan cierto como que hay Dios en el cielo, es que él nunca morirá!.

–Y, entonces ¿Por qué estás tan desalentado y abatido?.

Comprendí cuán sabia era mi esposa y dominé mi pesar.

Tomado de Ilustraciones para predicar

Roger Simms hacía autostop el 7 de mayo, fecha que nunca olvidó. Hizo señal a un Cadillac nuevo y muy elegante. No esperaba que parara, pero lo hizo. Corrió hacia el coche, dejó su maleta en el asiento de atrás y se sentó junto al conductor. Dio las gracias al hombre guapo y bien trajeado ¿Vuelve a casa para quedarse? Si va a Chicago tiene suerte, le dijo el conductor. No, voy cerca de Chicago. ¿Y usted vive allí? No, pero tengo un negocio en la ciudad. Mi nombre es Hanover.

Roger, cristiano convencido y practicante, sentía necesidad después de hablar de muchas cosas de hablar también de su fe en Jesucristo. Media hora antes de llegar a su destino se aclaró la garganta y le dijo: Me gustaría decirle algo que para mí es muy importante y le explicó que Jesús es el camino, la verdad y la vida y que para salvarse hay que aceptar a Jesucristo.

Para sorpresa de Roger, Hanover paró el coche a la orilla de la carretera y pensó que lo iba a mandar a paseo. El hombre de negocios inclinó su cabeza sobre el volante, prometió recibir y servir a Cristo, le dio las gracias y le dijo: Esto es lo mejor que me ha pasado en mi vida.

Cinco años más tarde, Roger casado y con dos hijos, tuvo que hacer un viaje a Chicago y se acordó del señor Hanover. Encontró su tarjeta con la dirección del negocio y decidió hacerle una visita. Cuando llegó a las oficinas preguntó por él y el conserje le dijo que no lo podía ver, pero que podía saludar a su señora.

¿Usted conoció a mi marido? Le preguntó. ¿Puede decirme cuándo? ¿Recuerda algo especial de ese día?

Fue el 7 de mayo hace cinco años, le dijo Roger. Y le contó la conversación del viaje y cómo había aceptado a Cristo y cómo le había entregado su vida.

La señora estalló en lágrimas y le dijo: Durante años recé a Dios por mi marido y pensé que no me escuchaba y dejé de creer en él y de servirle. ¿Y dónde está su marido? Murió. A usted le dejó en su casa, pero él nunca llegó a la suya, murió el 7 de mayo, hace cinco años en un accidente.

En este domingo del DOMUND todos deberíamos ser Roger Simms que después de hablar de todo un poco habló de lo esencial, de su fe, al hermano que se encontró en el camino de la vida.

Tomado de P. Félix Jiménez

Es un estímulo para nosotros, cristianos modernos, recordar las palabras que los mártires Saturnino y sus compañeros dirigieron, en el año 305, al juez romano que les había mandado arrestar por haber participado en la reunión dominical: «El cristiano no puede vivir sin la Eucaristía dominical. ¿No sabes que el cristiano existe para la Eucaristía y la Eucaristía para el cristiano?».

P. Raniero Cantalamessa,

Si non asequistes, decíroslo he gratis

Fue, dissol’Sant’Yago, quia male petatis.

Cayetano Fernández en los versos de sus “Fábulas Ascéticas”

Un día un niño pidió a su papá: “Por favor, arréglame la bicicleta que está malograda”. El día siguiente su papá le dijo que vaya a ver la bicicleta. El niño muy contento pensaba que ya estaba todo arreglado. Sin embargo, cuando se acercó vio que su bicicleta seguía malograda. Pero al lado había una caja con herramientas y también los repuestos necesarios para cambiar las piezas malogradas. Después de superar el momento de desilusión abrió la caja con los herramientas y comenzó a desarmar la bicicleta y cambiar las piezas rotas con los repuestos que su papá le había conseguido. Se puso muy contento cuando había terminado el trabajo y sabía que su papá le había regalado algo más precioso que una bicicleta en buen estado. ¿Qué cosas le había regalado su padre?… (Los repuestos, las herramientas y Aprender a arreglar la bicicleta). Es que de ahora en adelante sabría cómo repararla.

Tomado de MSC

El Santo Cura de Ars a un joven sacerdote que, aparentemente, no veía frutos pastorales en su vida pastoral le apostillaba: ¿no será que no rezas con fe? ¿No será que no lo haces frecuentemente? ¿No será que no lo haces con insistencia? Fe, frecuencia e insistencia son tres termómetros que ponen sobre la mesa la verdad y la profundidad de nuestra oración.

Tomado de P.Javier Leoz

Al principio de mi sacerdocio me impresionó un amigo mío, me mandó llamar pues quería confesarse. Lo visité en su casa. Después de confesarle le dije que rezara en penitencia un Padre nuestro. Por favor, Juan, mándame una penitencia. No me digas que rezar un Padre nuestro es penitencia. Para mí, rezar, es algo muy agradable, placentero, me siento a gusto rezando. Díme, ¿por qué los sacerdotes habeís acostumbrado tan mal a la gente en la confesión? Por una parte los invitaís a que recemos a Dios diariamente, y luego nos habláis de la oración como “una penitencia por los pecados”.., por favor, … Desde entonces no se me ha ocurrido nunca mandar a nadie que como penitencia rece un padrenuestro.

No seas tú como aquel niño a quien su mami le preguntó: hijito ¿ya has rezado algo al levantarte? No, mami, durante el día yo no tengo miedo. Sólo rezo de noche que es cuando me da miedo estar solo. Prefiero que digas como Gandhi: “Puedo pasar un día sin comer, pero no puedo pasar un día sin rezar…

Tomado de P. Juan Jauregui

En un pequeño país de África había dos tribunales de justicia: el uno estaba formado por jueces cristianos y el otro por jueces paganos. El tribunal cristiano condenó como ladrón a un negro que, al pasar por una finca, cogió unas frutas para su esposa. El negro apeló al tribunal pagano y este condenó al propietario de la finca porque lo que había hecho el negro era sólo para ayudar a su mujer, que estaba encinta y estaba a punto de caer sin fuerzas.

Está claro cuál de las dos sentencias estaba de acuerdo con el Evangelio; y está claro que una cosa es llamarse cristiano y otra muy distinta es tener una conducta cristiana. Me pregunto: ¿Haya no hay justicia en el mundo? Los que ganan un pleito tal vez digan que sí; los que lo pierden tal vez digan que no. Personalmente pienso que en el mundo hay poca justicia. Llamamos violador al que abusa de una mujer valiéndose de la fuerza. En cambio, llamamos listo al que abusa de una mujer valiéndose de mentiras y engaños. El hombre que liga con cinco mujeres es un machote; la mujer que liga con cinco hombres es una fulana.

Tomado de P. Juan Jauregui

EL PODER DE LA ORACIÓN

Con tres días de oración y ayuno decretados por el Rey de Inglaterra salieron 800.000 soldados del cerco Nazi en Dunquerque.

«Antes de que pidan, yo responderé» (Isaías 65:24).

Una noche, había trabajado duro para ayudar a una madre en su parto;
pero a pesar de todo, ella murió dejándonos con un bebé prematuro diminuto y una hija de dos años que lloraba.
Sabíamos que tendríamos dificultad en mantener con vida al bebé, ya que no teníamos incubadora (ni siquiera teníamos electricidad para hacer funcionar una incubadora).

Tampoco teníamos facilidades para darle alimentación especial. A pesar e vivir en el ecuador geográfico, las noches a menudo eran frías con corrientes de aire. Una comadrona estudiante fue a traer la caja que teníamos para esos bebés y la frazada de algodón en la que debería envolverse al bebé.

Otra fue a avivar el fuego y a llenar una bolsa con agua caliente. Regresó rápido apenada a decirme que al llenar la bolsa, esta se había reventado (el plástico fácilmente se echa a perder en los climas tropicales). Exclamó, «¡Y es nuestra última bolsa de agua caliente!»

En occidente decimos que no es bueno llorar sobre leche derramada. Tampoco en el África Central es bueno llorar sobre una bolsa de agua caliente estallada. Estas no se dan en los árboles y no hay farmacias en los extravíos de la selva.

«Está bien,» le dije, «ponga al bebé tan cerca del fuego y con todo el cuidado que pueda, y duerma entre el bebé y la puerta para librarlo de los vientos. Su trabajo es mantener al bebé con calor.» La tarde siguiente, tal como lo hacía la mayoría de días, fui a rezar con algunos de los niños del orfanato que se reunían conmigo. Yo les di a los más jóvenes varias sugerencias de cosas por las cuales rezar y les conté del diminuto bebé. Les expliqué nuestro problema por mantener al bebé caliente. Mencioné lo de la bolsa para agua caliente, y que el bebé podría morir fácilmente si se enfriaba. También les conté de la hermanita de dos años, llorando porque su mamá había muerto.

Durante el tiempo de oración, una niña de diez años, Ruth, rezó con la
forma usual concisa y sin remilgos de nuestros niños africanos. «Por favor,
Dios» pidió ella, «envíanos una bolsa para agua caliente. No nos servirá
mañana, Dios, porque el bebé ya estará muerto, así que por favor envíanosla esta tarde.»

En lo que me tragaba una bocanada de aire frente a la audacia de la
oradora, ella agregó, «¿Y a la vez, podrías por favor enviarnos una muñeca para la pequeña hermana para que sepa que realmente la amas?»

Como pasa con la oración de los niños, fui puesta en un apuro. ¿Podía decir yo honestamente, «Amén»? Oh, si, yo sé que Dios todo lo puede, la Biblia dice así. Pero hay límites, ¿o no?. La única forma en que Dios podía responder a esta oradora muy particular sería enviándome un paquete desde mi país. Yo había estado en África por casi cuatro años para ese entonces, y nunca, nunca había recibido un paquete enviado desde mi país. De todos modos, si alguien me enviase un paquete, ¿quién pondría una bolsa para agua caliente? ¡Yo estaba viviendo en el ecuador geográfico!

A media tarde, cuando estaba dando clases a las enfermeras, recibí el
mensaje de que un carro estaba estacionado en la puerta de enfrente de mi residencia.

Cuando llegué a mi casa, el carro ya se había ido, pero allí, sobre la
baranda, había un paquete grande de veintidós libras. Sentí lágrimas mojando mis ojos. No podía abrir el paquete yo sola, así que mandé a llamar a los niños del orfanato.

Juntos tiramos de las cintas, deshaciendo cuidadosamente cada nudo.
Doblamos el papel, cuidando de no romperlo demasiado. La excitación iba en aumento.

Algunos treinta o cuarenta pares de ojos estaban enfocados en la gran caja de cartón. e hasta arriba, saqué unos jersey de punto de colores brillantes. Los ojos relumbraban conforme los levantaba. Después había las vendas de punto para los pacientes leprosos, y los niños mostraron un leve aburrimiento. Luego venía una caja de pasas mixtas con pasas de Esmirna -estas harían una porción para el pan del fin de semana. A continuación, cuando volví a meter la mano, pensé ¿…estoy sintiendo lo que en realidad es? Agarré y saqué si, una bolsa para agua caliente nueva. Lloré. No le había pedido a Dios que me la enviara; porque realmente no creí que Él pudiera hacerlo. Ruth estaba al
frente de la fila que formaban los niños. Ella se abalanzó, afirmando, «¡Si
Dios nos envió la bolsa, debió mandarnos también la muñeca!»

Hurgando hasta el fondo de la caja, ella sacó la muñeca pequeña y
bellamente vestida. ¡Sus ojos brillaron! ¡Ella nunca dudó!

Viendo hacia mi, preguntó: «¿Puedo ir con usted y darle esta muñeca a la niña, para que ella sepa que Jesús la ama en realidad?»

El paquete había estado en camino por cinco meses completos. Empacado por mis antiguos alumnos de la escuela dominical, cuyo líder había escuchado y obedecido a Dios urgiéndole a enviar una bolsa para agua caliente, a pesar de que iba para el ecuador geográfico. Y una de las niñas había puesto una muñeca para una niña africana -cinco meses antes, en respuesta a la oradora de diez años que creyó y pidió que lo trajera «esa tarde.»

«Antes de que pidan, yo responderé» (Isaías 65:24).

¿Alguna vez has sentido la urgencia de orar por alguien y lo has dejado para mañana?. Lee este testimonio:

Un misionero en vacaciones contó la siguiente historia cuando visitaba su Iglesia local en Michigan, EU.: «Como misionero en un pequeño hospital en el área rural de Africa, cada dos semanas viajaba a la ciudad en bicicleta para comprar provisiones y medicamentos. El viaje era de dos días y debía atravesar la jungla. Debido a lo largo del viaje, me era necesario acampar en el punto medio, pasar la noche y reanudar mi viaje temprano al siguiente día. En uno de estos viajes, llegué a la ciudad donde planeaba retirar dinero del banco, comprar las medicinas y los víveres, y reanudar mi viaje de dos días de regreso al hospital.

Cuando llegué a la ciudad, observé a dos hombres peleándose, uno de los cuales estaba bastante herido. Le curé sus heridas y al mismo tiempo le hablé de Nuestro Señor Jesucristo. Después de esto, reanudé mi viaje de regreso al hospital. Esa noche acampé en el punto medio y a la mañana siguiente reanudé mi viaje y llegué al hospital sin ningún incidente.

Dos semanas mas tarde repetí mi viaje. Cuando llegué a la ciudad, se me acercó el hombre al cual yo había atendido en mi viaje anterior y me dijo que la vez pasada, cuando lo curaba, él se dio cuenta de que yo traía dinero y medicinas. El agregó: «Unos amigos y yo te seguimos en tu viaje mientras te adentrabas en la jungla, pues sabíamos que habrías de acampar. Planeábamos matarte y tomar tu dinero y medicinas. Pero en el momento que nos acercamos a tu campamento, pudimos ver que estabas protegido por 26 guardias bien armados».

Ante esto no pude más que reir y le aseguré que yo siempre viajaba solo. El hombre insistió y agregó: «No señor, yo no fui la única persona que vio a los guardias armados, todos mis amigos también los vieron, y no solo eso sino que entre todos los contamos».

En ese momento, uno de los hombres en la Iglesia se puso de pie y le pidió al misionero que por favor le dijera la fecha exacta de cuando sucedió ese hecho. El misionero les dijo la fecha y el mismo hombre le dijo la siguiente historia: «En la noche de tu incidente en Africa, era de mañana en esta parte del mundo, y yo me encontraba con unos amigos. Estábamos a punto de comenzar un juego de golf, cuando sentí una imperiosa necesidad de orar por ti, de hecho, el llamado que el Señor hacia era tan fuerte, que llamé a algunas personas de nuestra iglesia para que se reunieran conmigo lo mas pronto posible.» Entonces, dirigiéndose a la congregación dijo: «todos los hombres que vinieron en esa ocasión a orar, ¿podrían por favor ponerse de pie?». Todos los hombres que habían acudido a orar por él se pusieron de pie, el misionero no estaba tan preocupado por saber quienes eran, mas bien se dedicó a contarlos . . . eran 26.

Tomado de corazones.org

HUMOR

El capitán de un barco que oraba mientras su barco se hundía le dijo a Dios: «Sé que no hemos hablado en quince años, y te prometo que si me ayudas a salir de este problema, no te molestaré por otros quince años».

Tomado de P. Félix Jiménez

PERSISTENTE

Un vendedor entra a una casa ofreciendo diferentes productos (aspiradoras, relojes, armas) y, sin importar lo que el dueño diga, él insiste con su mercancía.

Cuando el dueño finalmente apunta con un arma, el vendedor le ofrece chalecos antibalas.

Tomado de Chatgpt

Tomado de Anecdonet

2022

El capitán de un barco que oraba mientras su barco se hundía le dijo a Dios: «Sé que no hemos hablado en quince años, y te prometo que si me ayudas a salir de este problema, no te molestaré por otros quince años».

Tomado de P. Félix Jiménez

REZAR NO SOLO POR TU INTERÉS

Una piadosa anciana, al acabar la guerra: “Dios ha sido muy bueno con nosotros: hemos rezado sin parar… ¡y todas las bombas han caído en la otra parte de la ciudad!”

Tomado de A. MELLO

POEMA

HOMBRE DIOS

Hombre es amor. Hombre es un haz, un centro

donde se anuda el mundo. Si Hombre falla

otra vez el vacío y la batalla

del primer caos y el Dios que grita «¡Entro!»

Hombre es amor, y Dios habita dentro

de ese pecho y profundo, en él se acalla;

con esos ojos fisga, tras la valla,

su creación, atónitos de encuentro.

Amor-Hombre, total rijo sistema

yo (mi Universo). ¡Oh Dios, no me aniquiles

tú, flor inmensa que en mi insomnio creces!

Yo soy tu centro para ti, tu tema

de hondo rumiar, tu estancia y tus pensiles.

Si me deshago, tú desapareces.

(Hablando de la dimensión religiosa de su poesía, decía Dámaso Alonso que en ella estaba, precisamente, “la raíz de su pensamiento poético”. En su soneto Hombre Dios podemos apreciarlo claramente.)

Tomado de Vicente Martínez

Mi alma se ha empleado

y todo mi caudal en su servicio;

ya no guardo ganado

ni ya tengo otro oficio,

que ya sólo en amar es mi ejercicio.

Juan de la Cruz en Cántico espiritual.

(Franck Widro)

Tomado de Padre Fidel Oñoro CJM

(A. Machado, A un olmo seco)

Tomado de Vicente Martínez

(Pedro Casaldáliga)

Tomado de Pastoral sj

Javier Pérez Benedí

Tomado de alforjas depastoral

2022

Poema de Leonard Cohen que, a modo de protesta contra las imposiciones de Tiempo y de la Naturaleza, solfea:

Los pájaros cantan al hacerse de día:

“empieza de nuevo”,

oí que decían.

No pierdas el tiempo

pensando en lo que ya pasó

o en lo que aún no ha pasado.

Tañe las campanas que aún pueden repicar,

olvídate de tu ofrecimiento perfecto.

Todo tiene una grieta:

así es como entra la luz.

“Vuelve tu rostro hacia el sol y las sombras caen detrás de ti”.

Tomado de Vicente Martínez

Como dijo un frondizista:

En esta vida embromada

Sin chicha y sin limonada

El buen saber es la clave:

Quien sabe salvarse, sabe;

Y el que no, no sabe nada.

Tomado de Castellani

En 1864 escribía Baudelaire al final de su palpitante diario “Mon coeur mis à nu” (Mi corazón desnudado): “Me juro a mí mismo tomar desde hoy las reglas siguientes por reglas eternas de mi vida:

“Hacer cada mañana mi oración a Dios, depósito de toda fuerza y toda justicia, a mi padre, a Marieta y a Poe, como intercesores; rogarles que me comuniquen la fuerza necesaria para llenar todos mis deberes y otorguen a mi madre una vida bastante para que goce de mi transformación; trabajar todo el día, o al menos, hasta donde alcancen mis fuerzas; confiar en Dios, es decir, en la Justicia misma, para el éxito de mis proyectos; hacer todas las tardes otra oración pidiendo a Dios la vida y las fuerzas para mi madre y para mí; hacer de todo lo que gane cuatro partes: -una para gastos cotidianos, una para mis acreedores, una para mis amigos, y la cuarta para mi madre-; obedecer a las normas de la más estricta sobriedad, la primera de las cuales es la supresión de todos los excitantes, sean los que fueren”.

Tomado de MSC

ORACIÓN

¿CÓMO CALLARNOS…?

Cuando la causa es justa,

cuando lo que está en juego es la vida,

sea la propia o la ajena,

cuando los valores que anhelamos

son los de tu evangelio,

cuando se nos arrebata lo que nos diste gratis

desde el inicio de esta historia…

¿Cómo callarnos…?

Haznos osdos hasta la impertinencia,

pero sin cambiar de bando.

Ante tantos desmanes de quienes elegimos

para ser nestros representantes

y para que nos defendieran en tiempos de crisis,

o de quienes llegaron junto a nosotros

como enviados para enseñarnos

a estar a tu lado y vivir como hermanos,

ante el buen vivir de quieres no nos dejan vivir…

¿Cómo callarnos…?

Haznos osdos hasta la impertinencia,

pero sin cambiar de bando.

Hoy que parece estar todo atado y bien atado,

porque las leyes las hacen los de siempre;

hoy, que se impone el silencio y el rendimiento

y nos invitan a ser peones en el tablero;

hoy, que está mal visto alzar el vuelo

y mirar desde otro punto que no sea el de ellos;

hoy, que se nos sugiere que no merecemos lo que tenemos…

¿Cómo callarnos…?

Haznos osdos hasta la impertinencia,

pero sin cambiar de bando.

Porque queremos ser tus hijos

y no olvidarnos de que somos hermanos,;

porque queremos ejercer nuestros derechos,

los que tú nos diste al inicio;

porque nos susurras que no renunciemos

a tu soplo y Espíritu;

porque no queremos otros señores…

¿Cómo callarnos…?

Haznos osdos hasta la impertinencia,

pero sin cambiar de bando.

Florentino Ulibarri

Nuria Romay | creer

Tomado de Pastoral Sj

Mari Patxi Ayerra

Javier Leoz

Grevnille kleiser

Tomado de ACG

Benjamín González Buelta, sj

Tomado de Alforjas de Pastoral

(Rafael Ángel Marañón Barrio)

Tomado de Motivaciones.org

2022

«¡Señor, no me des nada fuera de lo que tú quieras y haz, Señor, lo que quieres y como lo quieres

de cualquier modo!»

Oración de un niño:

«QUIERO SER UN TELEVISOR»

Dios mío, tu que me quieres mucho,

Quiero pedirte un gran favor:

Hazme ser un televisor.

Así mis padres me cuidarán como lo cuidan a él.

Mami me mirará todos los días como mira su telenovela preferida

Papi me escuchará como al noticiero.

Cuando alguien habla por la tele, toda la familia calla para escucharle,

Quiero que, cuando yo me enferme,

papi y mami se preocupen por mi como cuando se rompe la tele.

Quiero ser televisor para ser el mejor amigo de mis padres y su héroe favorito.

Dios mío, déjame ser televisor aunque sea un solo día.

…Señor – dije, en la rama de aquel árbol hay un cuervo; comprendo que tu majestad no puede rebajarse hasta mí. Pero yo necesito un signo. Cuando termine mi oración, ordena a este cuervo que emprenda el vuelo. Esto será como una indicación de que no estoy completamente solo en el mundo… Y observé al pájaro. Pero siguió inmóvil sobre la rama. Entonces me incliné de nuevo ante la piedra.

Señor –dije- tienes razón. Tu majestad no puede ponerse a mis órdenes. Si el cuervo hubiera emprendido el vuelo, yo ahora me sentiría más triste aún. Porque este signo lo hubiera recibido de alguien igual a mí, es decir, de mi mismo; sería el reflejo de mis deseos. Y de nuevo no hubiera encontrado sino mi propia soledad.

A. de Saint-Exupery

Tomado de Pedrojosé Ynaraja.

Me prosterné y me volví. Pero en aquel preciso instante mi desesperación se trasformó en una inesperada alegría…

«No pido milagros y visiones, Señor, pido la fuerza para la vida diaria. Enséñame el arte de los pequeños pasos. Ayúdame a distribuir correctamente mi tiempo; dame la capacidad de distinguir lo esencial de lo secundario. Te pido fuerza, autocontrol y equilibrio para no dejarme llevar por la vida y organizar sabiamente el curso del día. Haz de mí un ser humano que se sienta unido a los que sufren. Permíteme entregarles en el momento preciso un instante de bondad, con o sin palabras».

A. de Saint-Exupery

Tomado de P, Carlos Padilla

DAME, SEÑOR

Dios, dame el día de hoy fe para seguir adelante,

Dame grandeza de espíritu para perdonar

Dame paciencia para comprender y esperar

Dame voluntad para no caer

Dame fuerza para levantarme si caído estoy

Dame amor para dar

Dame lo que necesito y no lo que quiero

Dame elocuencia para decir lo que debo decir

Haz que yo sea el mejor ejemplo para los que me rodean

Haz que yo sea el mejor amigo de mis amigos

Haz de mí un instrumento de tu voluntad

Hazme fuerte para recibir los golpes que me da la vida

Déjame saber que es lo que Tú quieres de mi

Déjame tu paz para que la comparta con quien no la tenga

Por último, anda conmigo y déjame saber que así es.

Tomado de P. José María Maruri, SJ.

ESCÚCHAME, SEÑOR

Aunque, mi pensamiento, vuele por otros cielos

y no sea consciente de tu presencia

Aunque, mis labios se abran para bendecirte,

y mi corazón siga amando otros dioses.

ESCÚCHAME, SEÑOR

Porque, temo y siento a veces,

que mi oración es pura y simple palabrería,

que mi alabanza es un quedar bien contigo

que mi confianza es débil y muy interesada

ESCÚCHAME, SEÑOR

Porque tengo miedo a cortar contigo

Porque, aún hablándote, me siento solo

Porque, aún queriéndote,

no siempre eres mi amor primero

¿ME ESCUCHARÁS, SEÑOR?

¡Ayúdame!

Que no caiga en la tentación de la pereza

Que no me canse nunca de estar junto a Ti

ni de buscarte en el oasis de la oración.

¿ME ESCUCHARÁS, SEÑOR?

Ojala, que en el día que tú me llames,

aún con mis deficiencias, hipocresías y pecados

encuentres un poco de fe, sólo un poco de fe,

en este que siempre quiere ser tu amigo

Amén.

Tomado de P. Javier Leoz

ORAR DE JÉSED

Orar es entrar en tu amistad, en frecuente soledad

¡Sabiendo que tú me amas!

Orar es mirar que tú me miras, es buscarte sin

descanso, en penas y en alegrías.

Orar es encontrarme contigo, a solas y en todo

tiempo, en tu amor y tu amistad.

Orar es dejarme transformar para ser uno contigo y

hacer tu voluntad.

Mi Señor, mi Dios, mi Amigo, que no te cansas de dar:

¡Nada menos que contigo, Pueda yo así conversar!

Mi Señor, mi Dios, mi amigo: ¡Que yo entienda esta

verdad!:

Que tú me amaste primero y tú me invitas a amar.

Orar, orar, orar.

MEDITACIÓN

«HAY QUE ORAR SIEMPRE, SIN DESANIMARSE» (Lc 18,1).

Se me ha puesta esta cuestión: Hay mucha gente que se querría retirar completamente del mundo para vivir en la soledad y encontrar la paz, o bien, permanecer en la iglesia- ¿es esto lo mejor que se puede hacer? Yo respondo: ¡No! Y digo por qué.

La persona de un comportamiento recto se encuentra bien en todas partes y con todo el mundo. Pero aquella que le falta esta rectitud se encuentra mal en todas partes y con todo el mundo. El que posee a Dios no tiene más deseo que Dios sólo y todo lo demás se convierte para él en Dios sólo. Esta persona lleva a Dios consigo a todas partes y toda su actividad reviste un carácter divino…

Es cierto que para ello hace falta el esfuerzo y el amor, una vigilancia atenta de su conciencia, una inteligencia vigilante, verdadera y efectiva que orienta toda nuestra actitud espiritual hacia las personas y las cosas. No se puede adquirir esta inteligencia con una actitud evasiva, huyendo ante las cosas para refugiarse lejos del mundo exterior, a la soledad. Antes bien, hace falta aprender una soledad interior que nos acompaña por doquier, estemos donde estemos y con quien estemos. Hay que aprender a penetrar en el misterio de las cosas para encontrar en ellas a Dios… Así nos impregnamos de la presencia de Dios, seremos remodelados según la forma del Dios de amor y unidos a él siendo uno con él, para que la presencia de Dios nos ilumine sin el menor esfuerzo.

Maestro Eckart

Obras: Impregnarse de Dios.

Conversaciones espirituales.

Uno de los grandes defectos de mi vida espiritual durante el primer año fue la falta de devoción a la Madre de Dios. Creía en las verdades que la Iglesia nos enseña acerca de Nuestra Señora, y decía el Ave María cuando oraba, pero esto no era suficiente. Las personas no se dan cuenta del gran poder que tiene la Virgen bendita ni saben quién es ella: de sus manos recibimos todas las gracias porque Dios ha querido que ella participe en su trabajo para la salvación de la humanidad.

Para mí, en aquellos días, aunque creía en ella, Nuestra Señora significaba un poco más que un hermoso mito, pues en la práctica yo no le ponía más atención que la que se le presta a un símbolo o a un poema. Ella era la virgen que se veía a la entrada de las catedrales medievales. Ella era la que yo había visto en todas las estatuas del Museo de Cluny y cuyas pinturas decoraban las paredes de mi estudio en Oakham.

Sin embargo, ese no es el lugar que le pertenece a María en la vida de los seres humanos. Ella es la madre de Cristo, su madre en nuestra alma. Ella es la madre de la vida sobrenatural que llevamos dentro de nosotros. Nosotros logramos la santidad por su intercesión. Dios no quiere que sea de otra manera.

Thomas Merton (La Montaña de los Siete Círculos)

Sobrado, 2025

Las cosas que son buenas son buenas y si uno responde a esa bondad, se pone en contacto con una verdad de la que se recibe algo. La verdad nos hace bien. La verdad del sol, la verdad de la lluvia, la verdad del aire fresco, la verdad del viento entre los árboles, todas esas son verdades. ¡Y siempre son accesibles! Expongámonos a ellas de manera que nos hagan bien.»

Thomas Merton (Acción y contemplación)

Sobrado, 2025

La plenitud de la justicia

está en la entrega absoluta y total.

Esto no tiene nada que ver con nuestra justicia.

La mayor de las injusticias

sufrida desde esta perspectiva,

es compatible con la plenitud humana más absoluta.

…………………

Jesús en la cruz, llegó a la plenitud humana

porque se identificó totalmente con Dios.

Ahí está su máxima gloria.

Ese es el camino que él ha marcado

para todo ser humano.

Darse totalmente es la meta más alta

que puede alcanzar el hombre.

…………………

Nuestra justicia está siempre mezclada con la venganza.

Mi plenitud no está en la derrota del enemigo

sino en dejarme derrotar por mantenerme en el amor.

Esto es el evangelio. ¿Quién se lo cree?

Fray Marcos

José María Rodríguez Olaizola, sj | creer

Tomado de Pastoral sj

Dom Helder Camara

Tomado de Pastoral sj

CARITAS Un dios para tu hermano

Tomado de ADVIENTO Y NAVIDAD 1991.Págs. 55-59

Pascal., Pensamientos

Tomado de Anecdonet

2022

RECENDO DE GRATUIDADE

A perseverancia é un esforzo continuo, supón alcanzar o que un se propón e buscar solucións ás dificultades que poida xurdir, un valor fundamental na vida para obter un resultado concreto.

Con perseverancia obtense a fortaleza e isto permítenos non deixarnos levar por lo fácil e o cómodo. O estudio sempre implica paciencia e perseverancia para a súa conclusión. Por isto é moi importante que aprendamos a ser perseverantes. Daranos de estabilidade, confianza en nós mesmos e madurez.

A perseverancia aprendese con exemplos. Se pais e mestres das crianzas, lles ensinan que é ser perseverante a través das súas accións. Entenderán a importancia da constancia en cada unha das facetas da vida.

(Educar-en-valores-la-perseverancia )

CANTO

El profeta interpretado por Jóvenes Catedral de San Isidro

«Insiste” – Soul Pop Rock con clamor y fe

Diego Torres – Hasta Cuando

2022

El auxilio me viene del Señor hermana Glenda

https://youtu.be/1OtvHAO5xtA testimonio

Nada es imposible para ti INSTR

Enséñanos a orar – Kairoi

Orar – Jésed

Atende Domine Juliano Ravanello

Nuestra ayuda está en el nombre del Señor (Salmo 120) athenas

Samuel hernandez – levanto mis manos

https://youtu.be/SaeNngCS27w buena

Dante Gebel – Levanto mis manos (ft. Roberto Pettinato)

Manos en alto (Lenguaje de amor) – Alex Campos

VIDEO

2022

VIDEOS de ORDINARIO 29-C: Lucas 18, 1-8

-El juez injusto, dibujos: http://youtu.be/OrrODD4h0xo

-Lucas 18, 1-8, película: https://www.youtube.com/watch?v=JSLz1_28HSc

-La viuda y el juez injusto, texto e imágenes: https://www.youtube.com/watch?v=3mn6hUy8tWs

-Parábola con imágenes: http://youtu.be/ezNukgcxjf8

-Justicia, Verbo Divino 2010, reflexión: https://youtu.be/J1MqHAwlXqY

-Justicia y oración, Verbo Divino 2013, reflexión: https://youtu.be/PruDGScZtQY

-Nos escucha, Verbo Divino 2016, reflexión: https://youtu.be/N9wigo8u3LQ

-Misioneros del Mundo, Verbo Divino-2019, reflexión: https://youtu.be/TmnCOyV1HM4

-Orar sin desanimarse, Verbo Divino 2022, reflexión: https://youtu.be/PxYdDct0NFU

-El juez y la viuda, un teatrillo con niños: https://www.youtube.com/watch?v=HVV-7–N6g0

-Cantos para orar en Youtube: Orar de Jésed; El Señor sostiene mi vida de Salomé Arricibita o Al orar de Canto infantil

Cristiano Aventuri UE (con gestos)

-El Juez y la Viuda, de Javier Brú, canto: https://youtu.be/FY676Sindmg

-Lecturas en Lenguaje Signos: https://youtu.be/oXpGcUZZubo https://youtu.be/IaBDTUvjKak

-CATEQUIZIS, Cap. 2, La primera oración, Juan Manuel Cotelo: https://youtu.be/watch?v=GOeG5zogdMs

-Alex Navarro Mulet presenta en YouTube el Evangelio del domingo para niños de forma simpática, con toques de

humor… (“Cosas de Dios”) *Lo sube los sábados+ https://www.youtube.com/channel/UCft6btUTuaN3TRF_syJixww/videos

ORAR DE JÉSED

Orar es entrar en tu amistad, en frecuente soledad

¡Sabiendo que tú me amas!

Orar es mirar que tú me miras, es buscarte sin

descanso, en penas y en alegrías.

Orar es encontrarme contigo, a solas y en todo

tiempo, en tu amor y tu amistad.

Orar es dejarme transformar para ser uno contigo y

hacer tu voluntad.

Mi Señor, mi Dios, mi Amigo, que no te cansas de dar:

¡Nada menos que contigo, Pueda yo así conversar!

Mi Señor, mi Dios, mi amigo: ¡Que yo entienda esta

verdad!:

Que tú me amaste primero y tú me invitas a amar.

Orar, orar, orar.

MATERIAL MULTIMEDIA

2025

La esperanza es un estado mentalPor Eckhart Tolle.Cuando esperas, estás creando un conflicto inconsciente entre tu aquí y ahora (el lugar donde estás), y el futuro proyectado (el lugar donde quieres estar). Esto reduce mucho la calidad de tu vida, obligándote a perder el presente…

Caminar descalzoEsta canción, está inspirada en la vida y el ejemplo de San Francisco de Asís, que nos recuerda que la verdadera riqueza está en la humildad y en el amor por toda la creación.

Salomé Arricibita: Levanto mis ojos¿De dónde nos viene el auxilio? Este domingo el salmo nos llena de esperanza, hacemos nuestra esta oración que se ha elevado a lo largo de generaciones. Hoy con más fuerza que nunca esperamos en Él.

Canta para míPor Luis Guitarra.Canción llena de esperanza y compromiso social con los músicos, los artistas, los profesionales de la cultura y con todos los que creen que el arte es la mejor herramienta para cambiar el mundo. Una grabación inolvidable para crear este precioso mosaico de música y compromiso.

Equipo Quiero Ver: No dejes de sonreirAl igual que la sonrisa que te acompaña toda la vida, la oración es esa pequeña semilla que reanima nuestra esperanza, fortalece nuestras ansias de justicia, alivia nuestro cansancio, ayuda ante nuestra debilidad. Esa es nuestra misión en el mundo hoy. No dejes de sonreír… y de rezarlo.

El abrazoPor Encanto al Alma.Medicina milagrosa para el alma. No dejes de disfrutar esta maravillosa canción, que sea cual sea tu profesión, se necesita para estos tiempos difíciles e incomprensibles que estamos viviendo como humanidad.

2022

Mi primer despertarPor Eckhart Tolle. Impresionante relato que nos acerca a lo más profundo del sentido de nuestra vida, y su equilibrio perfecto.

Humildad. Humildad es reconocer que no soy nada… y soy TODO. Preciosa presentación.

Salomé Arricibita: Que nos guíe tu justiciaLa justicia de Dios no es como la nuestra. Va más allá de las leyes, porque se basa en la bondad y en el amor y como éste, es paciente, hace crecer lo bueno de cada uno, a su ritmo, en su tiempo. No, la justicia de Dios, no es como la nuestra…

Yo soy luzCanción India.Arie. ¡Somos seres de luz viviendo una experiencia humana! Mi alma ha elegido este cuerpo para evolucionar. Yo soy luz. Yo soy inocencia. Yo soy amor puro. “Soy la divinidad definida, yo soy el Dios en el interior, una parte del Todo”.

Equipo Quiero Ver: Orar para no desfallecerNecesitamos acrecentar nuestra vida de fe y nuestra relación con el Señor, abrir los ojos y el corazón a los demás y salir a su encuentro. ¿Qué personas de tu alrededor te recuerdan a esa viuda perseverante y confiada? ¿A qué personas de mi alrededor puedo salir al encuentro?

La audacia del corazónPor Ruah. En lo pequeño goza tu mirada, en mi fragilidad brilla tu luz, en mis anhelos crecen tus alas y en lo escondido me hablas Tú. La audacia, arma poderosa de la esperanza, porque contigo lo puedo todo.

2019

Leer me salvó la vida, escribir le dió sentidoPor Jordi Serra i Fabra. Un testimonio impresionante y muy actual, de una persona muy especial y un ejemplo motivador para todos.

RenacerPor Óscar Santos. “Elegir para soñar”, una magnifica canción en la que se le canta a la esperanza de poder renacer… de vivir la vida con mayor consciencia y compromiso.

Salomé Arricibita: Sí“Sé que el mundo no lo entenderá, pero haz que se haga en mí tu voluntad”. Todos somos llamados a ser misioneros y entregarnos al mundo desde el Amor.

AprovechaPor Santiago Benavides. Presentación Lenin Cárdenas. Porque no sabes lo que pasará mañana y puedes dar Amor con cada parte de tu Ser.

Equipo Quiero Ver: Misioneros del mundoEl mundo está lleno de misioneros, personas que dan su vida por los demás, transmitiendo con cada una de sus acciones valores como solidaridad, humanidad, compasión… Ante todos estos ejemplos, ¿tengo hambre y sed de justicia y soy capaz de ser perseguido por ello?

¡Si llueve, que llueva!Por Gadis. Un emotivo video sobre la aceptación, la alegría, la gratuidad y el agradecimiento por lo que somos y tenemos.

2016

Sólo estás a un pensamiento de cambiar tu vidaPor Wayne Dyer. Siento que algo más se ocupa de nosotros, así que sólo tenemos que rendirnos a ese Amor al que estamos conectados”.

Dejar ir. Fluir con la Vida, la no resistencia a lo que es, resumido y cercano en este video, que nos ilumina un poco más sobre esta experiencia espiritual.

Salomé Arricibita: Que nos guíe tu justiciaLa justicia de Dios no es como la nuestra. Va más allá de las leyes, porque se basa en la bondad y en el amor y como éste, es paciente, hace crecer lo bueno de cada uno, a su ritmo, en su tiempo. No, la justicia de Dios, no es como la nuestra…

Seguiré adelanteQue estas frases nos acompañen en la vida diaria, para llenar nuestro presente de esperanza, amor y paz interior.

Equipo Quiero Ver: Nos escuchaNo estamos solos. Dios está en ti y en mí y con su amor incondicional nos acoge y escucha.

El arte de estar sentadoPor Borja Vilaseca.¡¡Toma conciencia y comprométete contigo mismo!! “¿Cómo puede ser tan difícil no hacer nada, y sentirme en paz?”. Un testimonio en primera persona realmente impactante.

Delegación paa el Clero de Santiago de Compostela