El Consejo Diocesano de Pastoral avanza en la elaboración del nuevo Plan Pastoral Diocesano 2026-2029

El Consejo Diocesano se reunió en San Martín Pinario con el arzobispo, vicarios, delegados, religiosos y laicos para continuar el proceso de elaboración del Plan Pastoral.

Se organizaron los detalles de la Asamblea Diocesana donde se presentarán oficialmente los objetivos del Plan Pastoral 2026-2029, con el lema «Salió el Sembrador a sembrar la semilla».

Hoy sábado, 18 de octubre, se celebró en la sala Palatino de la Hospedería de San Martín Pinario la reunión plenaria del Consejo Diocesano de Pastoral, convocada para continuar los trabajos de elaboración del nuevo Plan Pastoral Diocesano 2026-2029 y para la preparación final para a Asamblea Diocesana del 15 de noviembre con el lema «Salió el Sembrador a sembrar la semilla».

La sesión estuvo presidida por el arzobispo de Santiago, monseñor Francisco José Prieto Fernández, y reunió a todos los miembros del Consejo: vicarios, representantes de arciprestazgos, delegaciones, movimientos, congregaciones religiosas y laicos.

La jornada comenzó a las 10:30 horas con un momento de acogida y una oración inicial que dio paso al trabajo sobre el borrador final del Plan Pastoral. La reflexión fue moderada por el vicario de pastoral, Javier Porro Martínez, y por Fátima Noya Varela, quienes guiaron las intervenciones y recogieron las aportaciones de los distintos sectores eclesiales.

El texto debatido constituye la cuarta versión del documento, fruto de un prolongado proceso de reflexión, escucha y discernimiento comunitario desarrollado a lo largo de los últimos meses.

En esta nueva redacción se redujeron los objetivos específicos de siete a tres, buscando mayor claridad, realismo y operatividad en la aplicación de las propuestas. Estos tres objetivos se centran en acoger las orientaciones del Sínodo de los Obispos y del Sínodo Diocesano, asumir el nuevo Directorio de Iniciación Cristiana y fomentar la creación de las Unidades Pastorales (UPAs).

Durante el diálogo, los miembros del Consejo coincidieron en que el Plan Pastoral no debe entenderse como un texto cerrado, sino como una base dinámica y abierta, susceptible de enriquecerse con las contribuciones de las comunidades parroquiales, movimientos y delegaciones. Desde la Comisión Permanente se destacó además que el documento es un reflejo de un proceso vivo que impulsa una nueva forma de concebir la pastoral diocesana: más corresponsable, participativa y sinodal.

En el momento central del encuentro, el arzobispo de Santiago, monseñor Francisco José Prieto Fernández, ofreció una profunda reflexión sobre el sentido y la finalidad del nuevo Plan Pastoral Diocesano, subrayando que este “no debe entenderse únicamente como una programación o un proyecto, sino como una expresión del ser mismo de la Iglesia”. En sus palabras, el documento constituye “una llamada a ser”, una invitación a vivir el Evangelio con autenticidad y compromiso.

Inspirándose en la parábola del sembrador, monseñor Prieto animó a los presentes a centrar la mirada en la misión evangelizadora más que en los resultados inmediatos: “No salimos a cosechar, sino a sembrar, incluso cuando el terreno parece difícil”.

El prelado compostelano exhortó a toda la comunidad diocesana a mirarse en el espejo del Evangelio y no en el propio, subrayando que el Evangelio nos pide más: “nos pide creer y vivir lo que somos”. En este sentido, destacó que la Iglesia está llamada a salir de sí misma, a sembrar con generosidad, esperanza y confianza en la acción del Espíritu.

Finalmente, monseñor Prieto enmarcó este proceso en el contexto del camino sinodal que vive la Iglesia universal, recordando que la sinodalidad ha venido para quedarse. En este horizonte de comunión, participación y misión, afirmó que “la semilla del Plan Pastoral no es solo un texto, sino el reflejo del Evangelio mismo, que nos impulsa a salir, a servir y a sembrar”.

Tras el descanso de media mañana, la sesión prosiguió con la preparación de la próxima Asamblea Diocesana de Pastoral, que se celebrará el 15 de noviembre, sábado posterior al Día de la Iglesia Diocesana. En este encuentro se presentarán oficialmente los objetivos y líneas fundamentales del nuevo Plan Pastoral Diocesano 2026-2029, concebido como una hoja de ruta común para toda la comunidad diocesana.

A la Asamblea están convocados los vicarios, delegados, responsables de departamentos, miembros de los consejos Diocesano, Presbiteral y de Consultores, así como los arciprestes, vicearciprestes y secretarios de arciprestazgos. También participarán representantes laicos de parroquias y Unidades Pastorales (UPAs), junto con miembros de comunidades religiosas, movimientos eclesiales y asociaciones laicales.

Para asegurar una representación equilibrada y participativa de todos los sectores de la diócesis, se recomendó que las inscripciones se canalicen a través de los arciprestazgos, favoreciendo así una preparación conjunta y coordinada de este importante acontecimiento eclesial.

Como preparación espiritual para la Asamblea, se propuso la organización de vigilias de oración interparroquiales en los días previos, bajo el lema: “Abrirnos al don del Espíritu Santo para renovar nuestro encuentro con Jesucristo y construir una Iglesia misionera, samaritana, sinodal y en salida”.

La reunión concluyó hacia las 14:30 horas con un turno de sugerencias, ruegos y preguntas, seguido de una comida fraterna. El ambiente final reflejó la esperanza y el compromiso compartido de toda la diócesis por seguir avanzando, con espíritu de comunión y corresponsabilidad, en la construcción de una Iglesia viva, abierta y en salida.

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