Muchos adultos mayores –como Louise Rutherford, residente de Lansdale, Pennsylvania (Estados Unidos)—de larga vida en la fe católica, al fin de sus años se tienen que “contentar” con ver la Misa a través de la televisión.
A veces surgen las dudas sobre la validez o no de ese acto, como la propia Louise le expone al padre Charles Pope, párroco de San Cipriano, quien escribe para la arquidiócesis de Washington y responde preguntas de muy diversa índole de los católicos estadounidenses a través de su blog: blog.adw.org:
Tengo 87 años, vivo en una comunidad de retirados y ya no puedo conducir. Voy a la Misa que se ofrece en este lugar una vez al mes, y recibo la sagrada comunión semanalmente, cuando vienen a dárnosla los ministros extraordinarios de la Eucaristía. Veo la Misa por televisión. Pero alguien me dijo que no cumplía con mi obligación de asistir a Misa viéndola por televisión. También me dijo que no me contaba. ¿Es eso cierto?
La respuesta del padre Pope no deja lugar a dudas y puede ser extrapolada a mucha gente mayor que ve Misa por televisión en el mundo (y que pudiera sentir que no está participando realmente en la Misa):
“Dada su edad y sus capacidades de movilidad, las reglas y las normas generales no aplican. Sin embargo, vamos a revisar las normas generales y echar un vistazo sobre su situación.
“Decir que una Misa cuenta implica que uno cumple la obligación asistiendo al templo. Como regla general, los católicos están obligados a ir a Misa cada domingo. Esto es en cumplimiento del Segundo Mandamiento. Viendo, simplemente, la Misa por televisión no se llena esa obligación. Un católico que razonablemente pueda hacerlo, debe asistir a la Misa en una parroquia o en un templo.
“Sin embargo, estas normas generales no siempre aplican. Por ejemplo, una temperatura extrema puede hacer que se cancele la obligación de asistir a Misa en una iglesia. De igual forma, mala salud o el cuidado de un enfermo, o alguna otra necesidad muy seria puede excusarnos del requerimiento de asistir a la Misa dominical.
“En su caso, dadas las dificultades que le ha atraído su edad, es difícil argüir que tenga alguna obligación de asistir a Misa. Al contrario, la Iglesia tiene la obligación de asegurarse que usted reciba los sacramentos regularmente.
“En cuanto a ver la Misa por televisión, se le anima a hacerlo. Escuche las oraciones y las lecturas y probablemente el corto sermón. Todo esto es bueno, incluso si no es lo mismo que asistir a una Misa. No tiene que “contar” ya que no tiene, en primer lugar, la obligación de asistir al templo.
“Así que anímese. Y muchas gracias por estar en oración y unida a la Iglesia a través de la Misa televisada, así como recibiendo la sagrada comunión cuando es ofrecida en su comunidad”.
Aleteia