«Si cierras la puerta de tu corazón por dentro, Jesús no puede abrirla»: le rechazas, avisa el Papa

El Papa Francisco en la homilías de este martes 6 de noviembre ha
comentado el capítulo 14 de San Lucas, cuando un fariseo invita a comer a
Jesús y la gente se pelea por los primeros puestos. Uno de los
comensales exclama: “¡Dichoso el que coma en el banquete del reino de
Dios!” Y Jesús cuenta la historia del hombre que organizaba una gran
cena pero a la que nadie acudía, dando todo tipo de excusas.


“Siempre excusas. Excusarse es la palabra educada para no decir: “Rechazo”. Rechazan, pero educadamente”, señaló el Papa.


Entonces el patrón manda a los siervos a la calle a llamar a los
pobres, a los enfermos, a los cojos y a los ciegos, y ellos llegan a la
fiesta. “Es el pasaje del Evangelio – afirmó Francisco – y termina con
el segundo rechazo, pero esto de la boca de Jesús”. (…). “Quien
rechaza a Jesús, Jesús espera, da una segunda oportunidad, quizá una
tercera, una cuarta, una quinta… Pero al final rechaza Él
”.


“Y esto del rechazo nos debe hacer pensar en nosotros, en las
veces en que Jesús nos llama; nos llama a hacer fiesta con Él, a estar
cerca de Él, a cambiar de vida. Piensen que busca a sus amigos más
íntimos ¡y ellos lo rechazan!
Después busca a los enfermos… y van;
tal vez alguno lo rechace. Cuántas veces nosotros sentimos la llamada de
Jesús para ir con Él, para hacer una obra de caridad, para rezar, para
encontrarlo, y nosotros decimos: ‘Pero, disculpa Señor, estoy atareado, no tengo tiempo. Sí, mañana, no puedo…’. Y Jesús permanece allí”.


Cuántas veces nos inventamos excusas con Jesús


El Papa se preguntó cuántas veces también nosotros le pedimos a Jesús
que nos disculpe cuando Él “nos llama para encontrarnos, para hablar,
para tener una buena charla”. Y también nosotros rechazamos la
invitación de Jesús.


“Cada uno de nosotros pensemos: en mi vida, ¿cuántas veces he sentido
la inspiración del Espíritu Santo para hacer una obra de caridad, para
encontrar a Jesús en esa obra de caridad, para ir a rezar, para cambiar
de vida en esto, en esto que no va bien? Y siempre he encontrado un motivo para disculparme, para rechazar”.


Si cierras tu corazón, Él no puede entrar


Francisco afirmó que al final entrará en el Reino de Dios quien no
rechaza a Jesús o quien no es rechazado por Él. Y haciéndose intérprete
de quien piensa que Jesús es bueno y al final perdona todo, el Papa
objetó:


“‘Sí, es bueno, es misericordioso’ – es misericordioso, pero también es justo. Y si tú cierras la puerta de tu corazón por dentro, Él no puede abrirla, porque es muy respetuoso de nuestro corazón. Rechazar a Jesús es cerrar la puerta por dentro y Él no puede entrar”.


Jesús ha pagado el banquete con su muerte


Pero hay otro elemento sobre el que se dirige la atención del Papa, y
precisamente ¿quién paga el banquete? ¡Es Jesús! El Apóstol Pablo en la
primera Lectura, “nos hace ver la factura de esta fiesta” hablando de Jesús que ‘se despojó de sí mismo, tomando una condición de siervo y humillándose a sí mismo hasta morir en la cruz.
“Con su vida – dijo Francisco – Jesús ha pagado la fiesta. Y yo digo:
‘No puedo’ (…). Que el Señor – concluyó diciendo – nos dé la gracia de
comprender este misterio de dureza del corazón, de obstinación, de rechazo y la gracia de llorar”.

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