Santo del día

 San Leandro de Sevilla
Eran cuatro hermanos santos: Leandro, el mayor, fue un gran luchador contra el arrianismo

(Cartagena, ca. 534 – Sevilla, 13 de marzo de
600 ó 601). Clérigo católico, santo, nacido de una notable familia
hispanorromana. Su padre era hispanorromano y su madre era visigoda. Su
padre se llamaba Severiano y se le adjudica el título de dux (si bien su
hermano Isidoro establece que era simplemente un ciudadano).

Tuvo tres hermanos menores (Fulgencio, Isidoro y Florentina)
todos los cuales, como él mismo, fueron canonizados y son conocidos como
los Cuatro Santos de Cartagena.


Se supone a su familia huida de Cartagena con ocasión de la ocupación
bizantina (¿552? ¿555?), estableciéndose en Sevilla (si los bizantinos
eran aliados de Agila I, tendría mucho sentido que la familia de Leandro
se trasladara a la capital de su rival Atanagildo); la región de
Cartagena en tal caso, hubiera sido partidaria de Atanagildo) donde
ingresó en un monasterio.


Cuando su padre murió, Leandro asumió la dirección de su familia
quedándose como tutor de sus tres hermanos y ocupándose de la educación
de Isidoro. Terminada la educación de sus hermanos San Leandro se dedicó
a la vida monástica y a difundir el catolicismo entre los visigodos en
contra del arrianismo.


Su hermano Isidoro de Sevilla le atribuye la conversión de
Hermenegildo al catolicismo el 579 aunque podría tratarse de un afán de
protagonismo (pues cuando lo escribió Hermenegildo ya había triunfado).
Sí es cierto que, tras conseguir la conversión, saldría inmediatamente
hacia Constantinopla a solicitar auxilio imperial para el príncipe, o
bien acababa de regresar de la capital del Imperio de Oriente, pues no
parece que tuviera tiempo de volver en el mismo año y convertir al
príncipe.


Su acceso al arzobispado de Sevilla se había producido antes del 584,
año en que Leovigildo tomó la ciudad, siendo después desterrado por el
rey.


Desde el monasterio es elevado a las sede episcopal hispalense, donde
sigue su preocupación contra la herejía arriana, que Leovigildo quiso
hacer extensiva a toda Hispania. Pero el plan real sufre un duro golpe
cuando su hijo Hermenegildo se convierte al catolicismo.


El padre le había hecho gobernador de la bética cuya capital era
Sevilla. Aquí, san Leandro e Infunda, esposa católica de Hermenegildo,
logran que este se convierta a la fe católica. Todos los autores
contemporáneos atribuyen su conversión a la predicación y consejos de
san Leandro.


Esto provoca una guerra civil entre el duque de la bética,
Hermenegildo contra su padre Leovigildo. Hermenegildo es vencido y
desterrado. El rey veía en Leandro el culpable de la conversión de su
hijo y por tanto su mayor obstáculo en su intento de unificación
político-religiosa sobre la base de la fe arriana, por eso lo desterró.


Desde el exilio, san Leandro siguió combatiendo el
arrianismo. Viendo Leovigildo la imposibilidad de unificar la península
en el arrianismo levanto el destierro a los obispos católicos. 


Su otro hijo, Recaredo, en contacto con san Leandro se convierte al
catolicismo en el III Concilio De Toledo, en el año 586, presidido por
el arzobispo hispalense. De esta forma, la población española adquiere
la convicción de que forma un pueblo, una nación.


Pero la influencia de san Leandro en la sociedad hispana no termina en ese concilio. En
el 590 convoca y preside el I Concilio de Sevilla, creada por el, fue
el más ilustre de todas las de España y el centro de la restauración
científica visigótica. De esta escuela salió su discípulo más
importante, su hermano San Isidoro.


Falleció a finales del siglo (finales de febrero o mediados de marzo
del 598 o 601) en Sevilla. Se ha llegado a suponer que tenía una hermana
llamada Teodosia o Teodora, que sería la primera esposa de Leovigildo, y
por tanto Hermenegildo y Recaredo serían sus sobrinas, a causa de lo
cual tuvo tanta influencia sobre ellas, pero nada acredita este extremo.


La mayor parte de sus restos mortales descansan junto a algunos de
sus tres hermanos santos, Fulgencio, Isidoro y Florentina, en una urna
de plata expuesta en el altar mayor de la catedral de Murcia, ya que la
mayor parte de los restos de san Fulgencio y santa Florentina están en
la parroquia de san Juan Bautista de Berzocana (Cáceres) pueblo en donde
fueron hallados sus restos en 1223 y del que son sus santos patronos.


Oremos


Señor, tú que colocaste a san Leandro de Sevilla en el número de los
santos pastores y lo hiciste brillar por el ardor de la caridad y de
aquella fe que vence al mundo, haz que también nosotros, por su
intercesión, perseveremos firmes en la fe y arraigados en el amor y
merezcamos así participar de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo.


Artículo publicado originalmente por evangeliodeldia.org

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