Santa María Virgen, Reina

s. Jerónimo “Leemos las Santas Escrituras y entiendo que el Evangelio es el cuerpo de Jesús, y que las Santas Escrituras son su doctrina. Sin duda que el texto «El que come mi carne y bebe mi sangre» tiene una aplicación total en el misterio eucarístico; pero es verdad también que la palabra de las Escrituras es verdadero Cuerpo de Cristo y su verdadera Sangre, es doctrina divina. Si cuando celebramos los santos misterios cae una partícula, nos inquieta. Si cuando escuchamos la palabra de Dios, mientras entra en nuestros oídos se nos ocurre pensar en otra cosa, ¿a qué responsabilidad no nos exponemos?” Carta: Hemos de preocuparnos si somos sordos a su Palabra. n. 53 a Paulino

Padre Pío de Pietrelcina: “Ocurre a menudo que las abejas, al atravesar los prados, recorren grandes distancias antes de llegar a las flores que han escogido; seguidamente, fatigadas pero satisfechas y cargadas de polen, vuelven a entrar en la colmena para realizar allí la transformación silenciosa, pero fecunda, del néctar de las flores en néctar de vida. Haz tú lo mismo: después de escuchar la Palabra, medítala atentamente, examina los diversos elementos que contiene, busca su significado profundo. Entonces se te hará clara y luminosa; tendrá el poder de transformar tus inclinaciones naturales en una pura elevación del espíritu; y tu corazón estará cada vez más estrechamente unido al corazón de Cristo”. Epistolario 3, 980: GF, 196s

Le Petit Prince de Antoine de Saint-Exupéry: “Lo que embellece el desierto es que esconde un pozo en alguna parte”.

Juan Ramón Jiménez “Él siempre supo adónde llevaban los caminos, y nos ayudará a encontrar las adecuadas respuestas”

Jean Onimus: «¿Por qué vas a ser tú propiedad privada de predicadores, doctores y de algunos eruditos, tú que has dicho cosas tan sencillas, tan directas, palabras que siguen siendo palabras de vida para todos los hombres?».

ORACIÓN

El Dios de la fe

En medio de la sombra y de la herida

me preguntan si creo en Ti. Y digo:

que tengo todo, cuando estoy contigo,

el sol, la luz, la paz, el bien, la vida.

Sin Ti, el sol es luz descolorida.

Sin Ti, la paz es un cruel castigo.

Sin Ti, no hay bien ni corazón amigo.

Sin Ti, la vida es muerte repetida.

Contigo el sol es luz enamorada

y contigo la paz es paz florida.

Contigo el bien es casa reposada

y contigo la vida es sangre ardida.

Pues si me faltas Tú, no tengo nada:

ni sol, ni luz, ni paz, ni bien, ni vida.

José Luis Martín Descalzo

ANÉCDOTA

Era 1924. Los Juegos Olímpicos se celebraban en París. Fueron los primeros Juegos Olímpicos en los que se agregó el deporte de la canoa a la lista de juegos.

El equipo estadounidense fue el favorito para ganar. Bill Havens fue parte de ese primer equipo de carreras de canoas. Estaba emocionado más allá de las palabras por ser parte de esta experiencia.

Pero había un problema. La esposa de Bill estaba embarazada y parecía claro que daría a luz a su primer hijo casi al mismo tiempo que Bill competiría en París.

En una época en la que no había aviones a reacción y solo barcos de movimiento lento, Bill se enfrentó a un dilema: ir a París y perderse el nacimiento de su hijo o quedarse en casa. La esposa de Bill insistió en que fuera. Sabía cuántos años había trabajado para esto. Para Bill, la decisión fue fácil. Se quedó en casa. Consideraba que estar con su esposa era una prioridad más alta que ir a París.

Estados Unidos ganó el oro. La esposa de Bill tardó en dar a luz. De hecho, llegó tan tarde que Bill fácilmente podría haber ido a París y regresar en el tiempo. La gente decía: “Qué vergüenza”.

Bill dijo que no se arrepiente. Su compromiso con su esposa fue más importante. Siempre sería más importante.

Ahora han pasado 28 años. Es 1952. Es hora de los Juegos Olímpicos en Helsinki, Finlandia.

El hijo que le nació a Bill Havens y su esposa ahora está compitiendo y le envía a su padre este cablegrama que cito exactamente:

“Papá, gané

Traigo a casa la medalla de oro que perdiste

esperando que yo naciese”.

CONTO

“Satanás convocó una convención mundial de demonios.

En su discurso de apertura dijo: No podemos hacer que los cristianos dejen de ir a la Iglesia. No podemos evitar que lean sus Biblias y conozcan la verdad. No podemos evitar que formen una relación íntima con su Salvador. Una vez que establecen esa conexión con Jesús, nuestro poder sobre ellos se pierde. Así que dejad que asistan a sus Iglesias; dejad que tengan sus cenas familiares con platos y cubiertos, pero robadles su tiempo, de manera que no tengan tiempo para desarrollar una relación con Jesucristo.

Esto es lo que quiero que hagáis, dijo el diablo. ¡Distraedlos de querer obtener esa unión con su Salvador y de querer mantener esa conexión vital durante todo el día!

¿Cómo haremos eso?, gritaron sus demonios.

Mantenedlos ocupados en las nimiedades de la vida e inventen innumerables proyectos que ocupen sus mentes, respondió. Tentadlos a tener y tener, a gastar y gastar. Persuadidlos a trabajar muchas horas y días cada semana, para que puedan costearse sus estilos de vida vacíos. ¡No dejéis que pasen tiempo con sus hijos. A medida que sus familias se fragmenten, pronto, sus hogares no serán un escape a las presiones del trabajo!

Atiborrad sus mentes para que no puedan escuchar esa pequeña voz. Tentadlos a que escuchen sus radios siempre que conduzcan sus vehículos. A que mantengan constantemente encendidos, en sus hogares, su TV, Video, CD ́s y sus ordenadores. Esto atiborrará y romperá sus mentes y romperá esa unión con Cristo.

Aún en sus horas de esparcimiento y distracción, haced que sean excesivos. Que regresen de divertirse agotados. Que estén demasiado ocupados como para poder salir a la naturaleza y reflexionar sobre la creación de Dios. ¡Mantenedlos ocupados, ocupados, ocupados!

Y cuando tengan reuniones de tipo espiritual, involucradlos en chismes, wathsapss y charlatanería para que salgan de allí con sus conciencias perturbadas. Llenad sus vidas con tantos interesantes motivos que no tengan tiempo para buscar el poder de Jesús.

Pronto, estarán trabajando con sus propias fuerzas, sacrificando su salud y su familia por el bien de la causa. ¡Funcionará! ¡Funcionará!

¡Era todo un plan! Los demonios se dispusieron animosos a sus tareas haciendo que Los cristianos en todas partes se volviesen más ocupados y tuviesen que hacer las cosas más a prisa, yendo de aquí para allá. Teniendo poco tiempo para su Dios o sus familias. Sin tiempo para hablar a otros acerca del poder de Jesús para cambiar sus vidas.

Creo que la pregunta es: ¿Ha tenido éxito el diablo con su plan? ¡Sé tú juez!”.

PD: Como dice Santa Teresa: “Quien no hace 15 minutos de oración, no necesita demonio que lo tiente”.

CANTO

Salve Regina (tono simple) | 450 voces – coro virtual | Música Católica

Athenas – Reina del cielo

Delegación para el Clero de Santiago de Compostela