San Juan de Ávila y el Sacerdocio: “Se ha de enseñar al pueblo que tiene un Dios, de quien ha de recibir todo bien y remedio”

“Se ha de enseñar al pueblo que tiene un Dios, de quien ha de recibir todo bien y remedio de todas sus necesidades, y que es padre de huérfanos y desconsolados y pobres. Por ignorar esto piensan los hombres ser huérfanos, y van a dar en desesperación. A los cuales dice Dios: Numquid rex non est tibi, et consiliarius huius periit? Quare ergo doles sicus parturiens? (¿A caso no tienes un rey o ha desaparecido tu consejero?¿Por qué te dueles como parturienta?) (cf. Miq 4, 9).

Este afecto han de tener los hombres, y se han de vestir; que tienen a Dios por remedio y amparo; que es piadosísimo y fidelísimo para que acudan a Él. Y se ha de enseñar este artículo, y fundar en la Escritura las condiciones de nuestro Señor y sus entrañas, y que tiene más gana de dar vida, que nosotros le pedimos. Y de aquí, de este sentimiento, ha de nacer en el alma una gran confianza que alcanzaremos lo que pedimos; y es cosa importantísima para alcanzar cuanto pidiéramos”.

San Juan de Ávila, Pláticas, 3: A los padres de la Compañía de Jesús