Este sábado 12 de marzo, Francisco Conesa, ha tomado posesión como nuevo obispo de Solsona en la catedral leridana de Santa María. De este modo, Conesa sucede a la polémica salida del obispado de Mons. Javier Novell, que dimitió del cargo en extrañas circunstancias. Dos días antes de su toma de posesión, expresó su deseo de que, con su nombramiento, la diócesis vuelva “a la normalidad” tras la salida de su anterior obispo.
Tras el comienzo de la celebración, que contó con una representación de 24 obispos, el se presentaron las Letras Apostólicas con las que Conesa recibió su nuevo nombramiento, antes de serle entregado el báculo por el administrador apostólico Romà Casanova.
Conesa comenzó su homilía recordando su propia ordenación episcopal y anunciando las ideas que guiarán su periodo al frente de la diócesis.
La reforma de la Iglesia, una “exigencia”
Además de comenzar “cargado de ilusión en continuar el anuncio de Jesucristo” y de “caminar” junto a sus fieles, el nuevo obispo de Solsona expresó su convencimiento de que “habrá que renovar estructuras y reformar muchos elementos de la Iglesia“: “No debemos tener miedo. Vivimos tiempos nuevos que exigen la reforma en la Iglesia”.
Asimismo, manifestó su afán evangelizador a nivel diocesano ya que “son muchos los que no han recibido la luz del Evangelio” y “cuyos corazones no han sido tocados por la gracia y transformados por la fe”.
En este sentido, afirmó que la propia diócesis de Solsona “existe como tal para anunciar a Jesucristo”, lo que exige a fieles y autoridades a “ser una Iglesia de puerta abiertas y salir a las calles para comunicar el gozo de creen en Jesucristo”.
También se refirió a la necesidad de “proclamar un mensaje de reconciliación y de paz“, especialmente “hoy, cuando sentimos que la barbarie de la guerra se hace presente en Europa”. Es entonces cuando “sentimos con más fuerza la urgencia de proclamar el mensaje del Evangelio y seguir anunciando la misericordia y el perdón“.
Antes de concluir, el nuevo obispo de Solsona destacó la importancia de “aumentar la participación de todos los cristianos en la vida de la Iglesia” y se dirigió a los fieles para recordarles su importante papel como transmisores de la fe. “Para llevar a cabo esta misión necesito la ayuda de todos vosotros. Sin vosotros no será posible la evangelización“, añadió.
Doctor en Teología y antiguo obispo de Menorca
Doctor en Teología (1994) y en Filosofía (1995) por la Universidad de Navarra, Mons. Conesa fue sacerdote en la diócesis de Orihuela-Alicante, donde fue vicario parroquial de la parroquia ilicitana de la Virgen del Carmen (1985-1987), de la Inmaculada de San Vicente del Raspeig (1994-1996) y de la Virgen de Gracia de Alicante (1997). De 1998 a 2014 fue el vicario general de la diócesis de Orihuela-Alicante.
El 27 de octubre de 2016 el Papa Francisco le nombró obispo de Menorca y en la Conferencia Episcopal Española es miembro de la Comisión Episcopal de la Doctrina de la Fe desde marzo de 2017. Puedes consultar aquí la homilía completa de Mons. Francisco Conesa.