Papa Francisco: Padre Pío, una “caricia viviente” de Dios

“Podemos verdaderamente decir que Padre Pío fue un servidor de la misericordia. Lo fue a tiempo pleno, practicando, tantas veces hasta el cansancio ‘el apostolado de la escucha”, dijo el Papa Francisco a los grupos de oración del Padre Pío, recibidos en la Plaza de san Pedro al día siguiente de la llegada del cuerpo del santo a la Basílica Vaticana.

El Papa recordó la memoria de San Padre Pio que a través del ministerio de la Confesión aseguró: “llegó a ser una caricia viviente del Padre que cura las heridas del pecado e reconforta el corazón con la paz”.

“Veo que son numerosos…Dirijo un saludo a todos los que han venido de diferentes países y regiones, unidos por el afecto y agradecimiento a San Pio de Pietrelcina”, dijo el Papa ante las 80.000 personas que abarrotaron la plaza de San Pedro esta mañana.

“San Pío no se cansó jamás de recibir a las personas y de escucharlas, de perder tiempo y fuerzas para difundir el perfume del perdón del Señor. Podía hacerlo porque estaba siempre unido a la fuente: se saciaba perennemente de Jesús”, explicó.

La ciudad de Roma ha vivido en las últimas 24 horas una fiesta de la fe en el contexto del Año Santo de la Misericordia.

Las reliquias de San Pio (1887-1968) y San Leopoldo Mandic (1866) han llegado a la Basílica de San Pedro ayer en la tarde (17.00) luego de una multitudinaria procesión desde la Iglesia San Salvatore Laudo, ubicada en el centro de la capital italiana.

El Papa al traer las reliquias de los dos santos a Roma ha querido ponerlos como ejemplo a los misioneros de la misericordia para que sean misericordiosos en el confesionario; quienes serán enviados por el mundo en la misa de cuaresma para perdonar los pecados exclusivos de la sede apostólica.

El Obispo de Roma aseguró que San Pio fue un canal de misericordia. “Ha llevado en el corazón a tantas personas y tantos sufrimientos, uniendo todo al amor de Cristo que se ha entregado “hasta el extremo”. Vivió el gran misterio del dolor ofrecido por amor.

De este modo, su pequeña gota de agua ha llegado a ser un gran río de misericordia, que ha irrigado tantos corazones desiertos y ha creado oasis de vida en muchas partes del mundo”, expresó.

Por ello, encontró en la Plaza de San Pedro a los Grupos de Oración de Padre Pio; los empleados de la Casa de Alivio de los Sufrimientos y los fieles de la arquidiócesis italiana de Manfredonia-Vieste-San Giovanni Rotondo, en Roma con motivo de la traslación del cuerpo de San Pio de Pietrelcina para el Jubileo de la Misericordia.

La Casa de Alivio es una obra iniciada por san padre Pio hace 60 años, quien ha querido construir una ciudadela-hospital con médicos de todo el mundo y cuidados a la vanguardia. 300 personas trabajan en la estructura, con 1000 camas. Grupos de oración de laicos apoyan la misión a nivel espiritual.

Junto a la obra de misericordia espiritual de los grupos de oración, Pío quería una extraordinaria obra de misericordia corporal: la “Casa Alivio del Sufrimiento”.

“Le gustaría tener no sólo un excelente hospital, sino un “templo de la ciencia y la oración”, constató.

“Ha sido puesta en la tierra una semilla que Dios calentará con sus rayos de amor. Una nueva milicia hecha de renuncias y de amor está por surgir por la gloria de Dios, y para confortar las almas y los cuerpos enfermos”, había dicho san padre Pío en el día de la inauguración de la Casa de Alivio de los Sufrimientos (hospital).

Por otro lado, el Papa ha recibido en donación una casa. Los frailes capuchinos le han regalado un inmueble en San Giovani Rotondo, sur de Italia, para que se puedan acoger a varias familias de refugiados.

Aleteia