Papa Francisco: Dedicamos tiempo a los amigos… ¿Y a Dios?

El Pontífice invita a leer la Biblia….

“Alimentarnos en la mesa de la Palabra con la lectura, la escucha, el estudio y el testimonio de vida,
invitó el papa Francisco al referirse a la difusión de la Biblia.  Lo
hizo este jueves 5 de octubre de 2017 ante representantes de las
Sociedades Bíblicas Unidas (SBU).


Se trata de la red mundial que trabaja en más de 200 países para que
“llegue el día en que todos puedan tener acceso a la Biblia en el idioma
y medio de su elección”, dicen es un lema.


En este sentido, instó a ser servidores de la Palabra. “Dedicamos tiempo a los que amamos, y aquí se trata de amar a Dios, que ha querido hablarnos y nos ofrece palabras de vida eterna”.


El Papa instó a ser servidores de la Palabra de salvación que no
volverá al Señor vacía. Dejarse “herir” por la Palabra es, pues,
 indispensable para expresar con la boca lo que  sobreabunda del
corazón.


Por ello, la Palabra de Dios, “penetra entre el alma y el espíritu,
hasta las junturas y  médulas, y escruta los sentimientos y pensamientos
del corazón” (Hebreos 4:12).”, sostuvo el papa Francisco ante 12
miembros del Comité para las Relaciones con las Iglesias de la SBU.


“Es imprescindible que hoy la Iglesia salga a anunciar el Evangelio a
todos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin
asco y sin miedo. (Evangelii gaudium, 23)”.


El Papa pidió en esto obediencia al “mandato misionero del Señor y
con la certeza de su presencia entre nosotros hasta el fin del mundo (Mt
28,20)”.


Asimismo, constató que ser siervos “de la Palabra de verdad (Jn
8,32)·”, significa estar convencidos de que “la unidad querida por Dios
sólo se puede realizar en la adhesión común al contenido íntegro de la
fe revelada”.


“En materia de fe, una solución de compromiso está en contradicción
con Dios que es la Verdad. En el Cuerpo de Cristo que es « camino,
verdad y vida » (Jn 14, 6), ¿quién consideraría legítima una
reconciliación lograda a costa de la verdad? “(Enc. Lett. Ut unum sint,
18), constató.


Francisco como en la audiencia general del miércoles recuerda el
sacrificio de los cristianos que arriesgan por defender su fe hasta la
vida y su libertad.


Somos servidores de la Palabra de Dios potente que ilumina, protege y
defiende, sana y libera. “¡La palabra de Dios no está encadenada!” (2
Tim. 2: 9). Por ella  muchos de nuestros hermanos y hermanas están en la
cárcel y muchos más han derramado su sangre como testimonio de su fe en
Jesucristo.


El Pontífice agradeció a la SBU y todos aquellos que por la gracia
del Espíritu Santo “se esfuerzan  para dar a conocer  el Evangelio,
facilitando el acceso a la Biblia en las lenguas más diversas y, en la
actualidad, a través de las muchas formas de comunicación social”.

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