No puedes evangelizar adolescentes hoy si no tienes Instagram: ahí hacen su vida… y miran la tuya

“Encontrarás algunos jóvenes en la plaza, a otros en el campo de baloncesto, a otros en la calle… pero a practicamente todos los encontrarás en Instagram”, explica Jordi Massegú, responsable en España del método de evangelización LifeTeen (www.lifeteen.es), que trabaja con jóvenes de 12 a 18 años.

Hablando ante unos doscientos asistentes en el encuentro europeo de LifeTeen, que se ha celebrado en el Seminario de Barcelona del
10 al 12 de marzo, Massegú pregunta: “¿Quién tiene Facebook? ¿Y quién
tiene un Facebook parroquial? Bueno, pues con los adolescentes no os
servirá de nada. Ellos no están en Facebook, sino en Snapchat y sobre todo en Instagram.
Quiero que todos los que evangelizáis adolescentes salgáis de aquí con
una cuenta en Instagram”.  E insiste: “casi ningún adolescente está en
Facebook o Twitter, excepto alguno que esté muy interesado en noticias”.




La realidad es que el evangelizador ha de estar allí donde están los jóvenes,
y hoy ellos están en estas redes sociales. Igual que el misionero que
va a un país exótico aprenderá antes el idioma y su cultura, el
evangelizador ha de conocer la cultura de los adolescentes nativos
digitales y enganchados a las pantallas.

 


Jordi Massegú explica 2 razones por las que el evangelizador o catequista de adolescentes debe apuntarse a Instagram o Snapchat:




2 razones para estar en Instagram


1- Para contactar con los chico:“Ellos están ahí y ahí
es donde los vamos a encontrar y tratar. Allí es donde los buscan
también las grandes marcas comerciales, y el porno… ¿No vamos a estar
nosotros? Ahí los trataremos y estaremos en contacto”.




2. Para ver lo que hacen, dicen y sienten: Más de un
60% de jóvenes dicen en las encuestas que lo que les gusta en las redes
es ver vídeos y comunicarse… pero sobre todo “ver otros perfiles”. Es
decir, fisgonear, cotillear, ver a qué se dedica “el otro”.




Al mismo tiempo, ellos también expresan como se sienten, sobre todo con fotos en Instagram.
Un chico que publica fotos melancólicas de sí mismo es que está
sufriendo soledad, tristeza, problemas… Una chica que publica fotos de
sus amigas de otro país es que las echa de menos y se siente sola.




El catequista ha de conocer estos sentimientos y acompañarlos. Un
catequista puede ver en las redes que un chaval tenía un examen y luego,
en la reunión, puede preguntarle: “¿Qué tal te fue el examen?” O mandar un mensaje de ánimo a quien se sienta desanimado.
El chico apreciará ver que su catequista se interesa por sus cosas.
Instagram muestra también sus aficiones y gustos, y así el catequista
puede compartirlos, comentarlos… Por su parte, un sistema de
evangelización como LifeTeen ofrece materiales diseñados específicamente
para tratar con adolescentes que se pueden subir a Instagram y apoyan
los temas de catequesis de LifeTeen.




¡Ten ambición: has de ser el Apple de tu pueblo!


Jordi Massegú explica que el evangelizador de hoy ha de ser ambicioso y ha de inspirarse en los grandes comunicadores, que son aquellos que cada día comunican sin cesar
a los jóvenes, es decir, las grandes empresas que comunican bien.
“¡Vamos a ser Apple, el Apple de nuestro pueblo, de nuestra parroquia!
Haremos cosas nuevas para tocar el corazón de los jóvenes”




¡Evita los carteles “cutres”! Usa WordSwag y Canva


“Las parroquias usan carteles que parecen a veces de parvulario”, constata Massegú. “En Internet debemos publicar cosas con calidad.
Muchos chicos saben diseñar y esperan que nosotros sepamos. La
parroquia, el grupo de jóvenes ha de tener un contenido atrayente.
¡Hemos de competir con profesionales de la comunicación y publicidad!
Por suerte hay trucos, hay herramientas sencillas en la red fáciles de usar que dan un diseño muy bueno”.




Una opción muy recomendable es WordSwag (wordswag.co), que con rapidez permite escribir mensajes con diseño atractivo. Es lo que usa la Delegación de Jóvenes de Barcelona, por ejemplo. 




Otra opción es Canva (www.canva.com/es_es/), una herramienta de diseño muy fácil, “para los que no saben diseñar”.  Por último, los que sí tienen formación en diseño siempre pueden usar el clásico y potete PhotoShop.

 


Snapchat: fotos que duran diez segundos


Snapchat es una aplicación de móvil que combina mensajes de texto (chat)
con fotos que usan filtros divertidos. Es fugaz: el contenido
desaparece después de visto. Es para “mantener contacto” y decir “ey, mira qué pinta tengo” o “mira qué estoy haciendo ahora”.
Los adolescentes quieren presumir en riguroso directo de lo bien que lo
pasan y lo guapos que están (postureo). Es rápido, dinámico y volátil.
Pero últimamente Instagram se come su espacio con su “videolife”: un vídeo en directo de lo que se hace en tiempo real. Es la dictadura de lo fugaz y efímero. 




YouTuberos: los nuevos predicadores


Hay gente en YouTube que graba un vídeo de 15 minutos hablando de cualquier cosa y consigue millones de visionados. “Son como predicadores de YouTube, que juntan millones de visitas diciendo todo tipod e mensajes, incluso barbaridades… y los cristianos, con nuestro mensaje, tenemos que competir con eso”, señala Massegú.




LifeTeen, desde su sede central en Atlanta, trabaja para realizar vídeos
cortos pensados para jóvenes (de 1 a 7 minutos) con sus propios
Youtuberos, o animaciones, o cortos, de buena calidad. Poco a poco se
irán traduciendo o subtitulando. Estos vídeos deben poder llegar a los
jóvenes cristianos.




Whatsapp: lo útil es el grupo con los chicos


La gran utilidad pastoral de Whatsapp, considera Jordi Massegú, es el
poder crear grupos de Whatsapp para tener a los chicos accesibles en el
móvil, avisarles de actividades, quizá reenviar algún material “y vemos
si están ahí y si nos leen. Pastoralmente lo útil es hacer un grupo con todos los chicos de nuestro grupo de LifeTeen o catequesis”.




Catequista: cuida tu perfil


En las redes hay mucha basura, grosería y fealdad. También hay muchas
cosas hermosas y apasionantes que pueden distraer del Evangelio. El
catequista o el cristiano que pretende ser referente para los jóvenes
ha de tener mucho cuidado con lo que publica o dice en su perfil

personal o en el de la parroquia o el grupo. Debe centrarse sobre todo
en mensajes positivos y en cosas bellas, inspiradoras y edificantes.




Pero al final, el trato debe pasar a lo presencial. “Los
chicos suben fotos buscando “likes” y comentarios, buscando apreciación
y compañía… pero nosotros se lo daremos sobre todo en persona, en la
reunión de LifeTeen; ellos buscan amistades, y en nuestros encuentros en
persona, en nuestras reuniones, es donde les damos de verdad
esta amistad y acompañamiento sincero”.

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