«No nos conformemos con el pensar mundano, nos quita libertad», pide Francisco en Santa Marta

El Papa Francisco ha predicado en la misa matinal de este martes en la Residencia Santa Marta acerca de la necesidad de buscar la santidad sin dejarnos limitar por la mentalidad “del mundo”, es decir, de las cosas socialmente aceptadas, comunes y cómodas, pero que no son de Dios.

Ser santo no es tener cara de estampita

El Papa analizaba la primera lectura del día (1 Pe 1, 10-16) en la que
Pedro invita a caminar hacia la santidad. “Muchas veces pensamos en la
santidad como algo extraordinario, como tener visiones u oraciones
elevadísimas… o algunos piensan que ser santo significa tener una cara de estampita,…no. Ser santos es otra cosa. Es caminar en esto que el Señor nos dice sobre la santidad. Y ¿qué es caminar sobre la santidad? Pedro lo dice: “pongan toda su esperanza en la gracia que recibirán cuando se manifieste Jesucristo”.

“Caminar hacia la santidad”, por lo tanto, dice Francisco, es caminar
hacia la esperanza y estar en tensión hacia el encuentro con
Jesucristo.

No regresar a los esquemas del mundo

Para caminar hacia la santidad es necesario “estar libres y sentirse
libres”. El Papa advierte, sin embargo, que hay muchas cosas que nos
esclavizan. Por esto Pedro exhorta a no conformarse a los deseos de un
tiempo “cuando vivían en la ignorancia”. También Pablo en la Primera
Carta a los Romanos dice: “no se conformen”, lo que significa: “no entren en los esquemas”:

“Esta es la traducción correcta de estos consejos – no entren en los esquemas del mundo, no entren en los esquemas, en el modo de pensar mundano, en el modo de pensar y de juzgar que te ofrece el mundo, porque esto te quita la libertad”.
Y para caminar sobre la santidad, es necesario ser libres: la libertad
de ir mirando hacia la luz, de ir hacia adelante. Y cuando nosotros
regresamos, como dice aquí, al modo de vivir que teníamos antes del encuentro con Jesucristo, o cuando volvemos a los esquemas del mundo, perdemos la libertad”.

Sin libertad no se puede ser santos

En el Libro del Éxodo se ve, de hecho, cómo muchas veces el Pueblo de
Dios no ha querido mirar hacia adelante, hacia la salvación, sino volver
hacia atrás. Se lamentaban e “imaginaban la vida bella que pasaban en Egipto”, donde comían cebollas y carne, evidencia Francisco.
“En los momentos de dificultad, el pueblo vuelve retrocede”, “pierde la
libertad”: es verdad que comían cosas buenas, pero en “el comedor de la
esclavitud”.

No mirar hacia atrás, al pasado mundano

En los momentos de prueba, explica el Pontífice, tenemos la tentación de
mirar hacia atrás, de mirar los esquemas del mundo, los esquemas que
teníamos antes de iniciar el camino de la salvación: sin libertad. Y sin libertad no se puede ser santos. La
libertad es la condición para poder caminar viendo la luz adelante. No
entrar en los esquemas de la mundanidad: caminar hacia adelante, mirando
la luz que es la promesa, en esperanza; ésta es aquella promesa como
pueblo de Dios en el desierto: cuando miraban adelante iban bien; cuando
sentían nostalgia porque no podían comer las cosas buenas que les daban
allí, se equivocaban y olvidaban que allí no tenían libertad.

Los esquemas mundanos prometen todo y no dan nada

El Señor, por lo tanto, llama a la santidad de todos los días. Y hay dos
parámetros para saber si estamos en camino hacia la santidad: primero
que todo, si miramos hacia la luz del Señor con la esperanza de
encontrarlo, y, luego, si cuando llegan las pruebas, miramos hacia adelante y no perdemos la libertad refugiándonos en los esquemas mundanos, que “te prometen todo y no te dan nada”.

“Sean santos porque yo soy Santo”: es el mandamiento
del Señor. El Papa Francisco lo recuerda de nuevo en la conclusión, para
exhortar a pedir la gracia de entender bien qué cosa es el camino de la
santidad: “camino de libertad pero en tensión de esperanza hacia el encuentro con Jesús”. Y
también, a entender bien qué es volver hacia los “esquemas mundanos que
teníamos todos nosotros, antes del encuentro con Jesús”.

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