Concelebraron el arzobispo emérito de Santiago, mons. Julián Barrio Barrio y el obispo de Mondoñedo-Ferrol, mons. Fernando García Cadiñanos.
El arzobispo de Santiago, mons. Francisco José Prieto, presidió la eucaristía en la festividad de santo Tomás de Aquino, en la capilla del Seminario Mayor compostelano. En su homilía, mon. Prieto destacó la figura del patrono de las universidades, “que penetró la fe desde la razón” pero sin olvidar que todo estudio teológico debe estar guiado por la revelación. En este sentido, insistió en que la búsqueda de la verdad no debe reducirse a un empeño frío, alejado del espíritu del discípulo, puesto que la sabiduría humana es reflejo “de la sabiduría de Aquel que se hizo carne y habitó entre nosotros”.
El arzobispo compostelano aseguró que “hacer teología es en primer lugar dejarse sorprender por Dios”, un Dios que es sencillo, y que “con su sencillez desborda siempre nuestras pretensiones y nuestra razón humana”. Deseó que esa búsqueda incesante de la sabiduría sea “la fuente desde la que discernir y atisbar el camino de la fe”, sin olvidar que ese camino debemos recorrerlo juntos, en comunidad.
Mons Prieto recordó que “estamos siempre aprendiendo a ser discípulos del Maestro”. Un aprendizaje que solo podremos recorrer desde la humildad, única vía para el encuentro con el Señor que se nos revela. Estamos llamados a darnos cuenta de que “solo en el caminar como discípulos podemos descubrir la auténtica maestría que Dios pone en nosotros”.
Tras la eucaristía, el arzobispo presidió un acto académico en el salón noble del Instituto Teológico Compostelano con una conferencia a cargo del profesor de Biblia del centro, Ricardo Sanjurjo.