Mons. Julián Barrio a los nuevos sacerdotes: “tended siempre hacia la santidad que es el rostro más bello de la Iglesia”.

Desde este domingo la Archidiócesis de Compostela cuenta con dos nuevos diáconos y otros dos sacerdotes

El arzobispo de Santiago presidió este domingo en la Catedral, la Eucaristía en la que fueron ordenados sacerdotes Mario Agustín Pérez Moya y Martín Anani Konassi Kouman. En la misma ceremonia también recibieron el diaconado Ernesto Gómez Juanatey y Mateo Aguado Domínguez.

En su homilía, monseñor Julián Barrio dijo a los nuevos diáconos que “hoy es un día para vosotros de dones y de gracias, de obligaciones y de compromisos”. El arzobispo los exhortó a que “no salga de vuestra boca ninguna palabra ociosa. Cuando exhortéis moralmente, infundid bondad a la gente. El Diaconado se convierte en un compromiso que, libremente aceptado, ha de configurar vuestro estilo de vida en el servicio a los demás, fundamento de la espiritualidad diaconal”.

El prelado compostelano también se dirigió a los candidatos al presbiterado con estas palabras: “el sacerdocio es un don y no una función, no es un contrato de trabajo. Al ungir a los enfermos y a los bautizados recordad que compartís vuestra vocación y vuestra vida”. Y añadió que “la finura espiritual evitará que os convirtáis en burócratas de la pastoral. Hablad con todos acompañándoles con misericordia en el camino de la reconciliación”.

Una vez acabada la homilía los candidatos al diaconado y presbiterado manifestaron su deseo de ser ordenados y la voluntad de vivir su ministerio con humildad y el alma limpia para proclamar la fe según el Evangelio y la Tradición de la Iglesia. A continuación, los cuatro prometieron celibato, oración y obediencia.

Tras el rezo de las Letanías, el arzobispo a través de la imposición de manos y la plegaria de ordenación confirió a los candidatos el don del Espíritu Santo para su ministerio diaconal y presbiteral. En la ceremonia también estuvo presente el obispo auxiliar, mons. Francisco José Prieto.

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