La rica y culta Baviera establece por ley que los edificios y despachos oficiales tengan una cruz

Los edificios públicos del land de Baviera, la gran región católica y rica del sur de Alemania, tendrán que contar con una cruz. Así
lo decidió este martes el Gobierno regional. ¿Vulnerará eso la
neutralidad religiosa del Estado? Según el primer ministro regional,
Markus Söder, no lo vulnera, porque se considerará que la cruz no es un signo religioso sino un “símbolo fundamental de la identidad cultural cristiana y occidental”.

Por supuesto, diversos comentaristas cristianos han respondido que la cruz sí es un signo religioso, aunque pueda ser también cultural.

La norma empieza a aplicarse a partir del 1 de junio en las oficinas que
dependen del Estado bávaro. Ya se ha instalado una en la entrada de la
Cancillería regional. La norma pide que haya cruces visibles en todos los despachos de las autoridades bávaras y a la entrada de edificios públicos regionales (no los federales).

La oposición ha criticado duramente el gesto, que consideran
electoralista. El líder del partido liberal (FDP), Christian Lindner, ha hablado de un “uso político de la religión” comparable al que hace el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.

La CSU, gobernando desde los años 40

El Gobierno de la Unión Social Cristiana (CSU) tiene 101 escaños de los 180 del Parlamento regional, y un 48% de los votos en 2013. El segundo más votado son los socialistas con apenas 42 diputados. Pronto habrá elecciones (las
últimas fueron en 2013) y la CSU hace del tema simbólico e identitario
una bandera para dejar sin discurso a Alternativa para Alemania (AfD),
la opción anti-inmigración a su derecha. La CSU ha gobernado casi
siempre Baviera desde que acabó la II Guerra Mundial.

Baviera tiene casi 13 millones de habitantes, de los que un 50% se declaran católicos (datos de 2016), un 19% son protestantes, un 4% musulmanes y un 3% cristianos ortodoxos. Sumaría un 72% de población que se declara cristiana,
teniendo en cuenta que pueden ser más, ya que hay cristianos que no
admiten serlo (aunque tengan cierto nivel de fe) para no tener que pagar
el impuesto religioso.

La cruz no es excluyente

Thomas Sternberg, presidente del Comité Central de Católicos Alemanes,
una veterana asociación de laicos católicos, comentó la medida. “No veo
ninguna razón para oponerse a las cruces”, dijo al “Kölner
Stadt-Anzeiger” de Colonia. “Todas las partes deben tratar con respeto
la cruz”, comentó. Eso sí, aclaró que las cruces “no son algo excluyente, las cruces no son un arma contra los demás, sino que muestran el propósito y la razón de nuestra fe, muestran el valor de la religión”.

El presidente del Consejo Central de Musulmanes, Aiman ​​Mazyek, dijo a la Agencia de Prensa Alemana: “Nosotros, los musulmanes, no tenemos ningún problema con la cruz, incluso con la apreciación de la religión en la vida social. Sin embargo, la neutralidad del estado siempre debe respetarse. Lo que no funciona es el doble estándar de aceptar símbolos cristianos, pero desterrar del público a musulmanes, judíos u otros”.

(La religión musulmana cree que Jesús no llegó a ser crucificado ni
muerto, sino que una ilusión o un sustituto engañaron a los
espectadores: “No le mataron ni le crucificaron, sino que les pareció así”, dice el Corán en la sura 4:157-158). 

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