La Iglesia debe ser «un lugar seguro» sin cabida para la «omertà»: presentan la cumbre anti-abusos

El próximo jueves dará inicio en el Vaticano la cumbre de “Protección de los menores en la Iglesia” que convocó el Papa Francisco,
y que reunirá a los presidentes de todas las conferencias episcopales,
superiores religiosos y expertos en una cita que durará hasta el próximo
domingo.


En una rueda de prensa llena de expectación mediática se han ofrecido
algunos esbozos de lo que será esta cumbre. En ella han intervenido el
cardenal estadounidense Blase Cupich, miembro del comité organizador; Charles J. Scicluna,
arzobispo de Malta y recientemente subsecretario de la Congregación
para la Doctrina de la Fe por su experiencia en la lucha contra los
abusos; Federico Lombardi, que será el moderador de la cumbre; Hans Zollner, presidente del Centro para la Protección de los Menores de la Universidad Gregoriana.


“El silencio no es aceptable”


“La negación es un mecanismo primitivo, pero debemos alejarnos del código del silencio, romper la complicidad, porque la omertà no es aceptable”,
ha afirmado el arzobispo Scicluna, que pasó años estudiando y
analizando estos casos por petición del entonces Papa Benedicto XVI.



rueda-prensa3Estas palabras son una declaración de intenciones de lo que se
pretende con esta cumbre, avanzar en la dirección correcta para que no
se repitan casos de este tipo ni encubrimientos por parte de los
pastores o superiores.


Scicluna dejó claro que la cumbre no empezará de cero sino que la
Iglesia lleva años trabajando en muchos ámbitos y lugares. Ahora se
quieren crear las condiciones adecuadas para hacer algo en un ámbito
mundial: los obispos volverán a sus países y diócesis para continuar
con el trabajo que salga de aquí, se elaborarán procedimientos y deberán
ser conscientes de sus responsabilidades.


La Iglesia debe ser un lugar seguro


Cuando se trata de la “protección de la infancia” –agregó el
arzobispo maltés- “no debemos rendirnos” sino que hay encontrar
soluciones que sean apropiadas para el problema porque la Iglesia debe ser “un lugar seguro para todos, especialmente para los niños”.


También quiso hablar de las “expectativas” que se están generando en
torno a esta cita explicando que deben ser “razonables” pues en “tres días” no se pueden dar respuesta a todas las preguntas.


El cardenal Cupich, arzobispo de Chicago, aseguró que se pretende un “nuevo amanecer en lo que respecta a la transparencia”
y recalcó que los obispos y presidentes de las conferencias episcopales
deben entender claramente cuáles deben ser sus responsabilidades y
aplicar un “programa de salvaguarda” que evite la repetición de los
casos que han llevado al Papa a convocar esta reunión.



rueda-prensa2Tres días, tres temas a tratar


La dinámica de cómo será esta cumbre fue presentada por el exportavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi. Cada uno de los tres días se dedicará a un tema específico:
uno a las responsabilidades de los obispos, otro a la “rendición de
cuentas”, es decir, a quién deben rendir cuenta los obispos y superiores
generales, y un tercer día centrado en la transparencia.


Los 190 participantes escucharán de jueves a sábado tres informes diarios
que serán seguidos de un turno de preguntas y respuestas, antes de
trabajo en grupo. Habrá también testimonios de víctimas de abusos
sexuales así como momentos de oración al inicio y al final del día.


Una web de la cumbre


El Papa Francisco abrirá la reunión con una introducción el jueves y la clausurará con un discurso después de la Eucaristía. Habrá igualmente una celebración penitencial el sábado por la tarde.  De manera privada el comité organizador se reunirá con representantes de varias asociaciones de víctimas.


Por otro lado, en la rueda de prensa se ha informado de la activación de una página web sobre el evento  (http://www.pbc2019.org/) , que seguirá siendo una “herramienta para desarrollar iniciativas futuras”.

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