La Compañía de Jesús anuncia oficialmente la apertura de la causa de beatificación de Pedro Arrupe

El Padre General de los jesuitas, Arturo Sosa SJ, ha confirmado a la
Compañía de Jesús, cuando se cumplen 111 años de su nacimiento, el
inicio del proceso de beatificación de Pedro Arrupe, jesuita bilbaíno que fue Superior General de la Compañía de Jesús entre 1965 y 1983.


“Tengo la alegría de comunicar a todo el cuerpo religioso y
apostólico de la Compañía de Jesús que ha comenzado oficialmente el
proceso hacia una posible beatificación del P. Pedro Arrupe, 28º
Superior General de la Compañía de Jesús. Desde ahora, por tanto, ya es
considerado ‘Siervo de Dios’. La causa se ha puesto en marcha en el
Vicariato de Roma, lugar de su muerte. Después de haberlo orado y
considerado atentamente, la Compañía ha pedido el inicio de este discernimiento eclesial sobre la heroicidad de sus virtudes”, afirmaba el padre Sosa en una carta enviada a la Compañía.


El Padre General continuó en su carta explicando que “nos encontramos en los primeros pasos de su causa. Una vez recibidos el nihil obstat
de la Santa Sede, el consentimiento de los obispos más cercanos a Roma
dentro de la Conferencia Episcopal Italiana y constatada la ausencia de
obstáculos de parte del pueblo de Dios, el 5 de febrero de 2019, en
el 28º aniversario de su muerte, tendrá lugar en la basílica de San Juan
de Letrán la sesión de apertura de su causa de beatificación”.


Testimonios desde España, Japón e Italia


A continuación, los distintos responsables del proceso diocesano comenzarán a trabajar tomando declaración a más de cien testigos repartidos principalmente en España, Japón e Italia.
Con todo, ya estos meses previos han empezado su labor dos comisiones
encargadas de revisar, respectivamente, todos sus escritos publicados
así como otros muchos documentos no publicados, tanto del propio padre
Arrupe como sobre él y del contexto socio-eclesial en el que vivió.


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El Padre General señalaba en su carta diversas cualidades
excepcionales de Arrupe y destaca su contribución a la Compañía, a la
espiritualidad ignaciana, a la vida consagrada, al sacerdocio y al
laicado. Arrupe ejemplificó “el deseo de integración de los mejores
valores de la tradición con aquellos necesarios para la adaptación del
cristianismo a los nuevos tiempos”.
También afirma que en sus
últimos viajes ha podido comprobar personalmente “lo vivo que se
encuentra el recuerdo y el legado del P. Arrupe”.


Estaba en Japón cuando se lanzó la bomba atómica


Por último, Sosa anunció la creación de un sitio web dedicado al
nuevo “Siervo de Dios” y solicitó remitir cualquier información
relacionada con la causa a la Postulación General de la Compañía en
Roma.


Pedro Arrupe nació en 1907 y fue Provincial de los jesuitas del Japón, donde vivió en 1945 la terrible experiencia del estallido de la primera bomba atómica en Hiroshima. El 22 de mayo de 1965 la Congregación General 31 de la Compañía de Jesús lo eligió como vigésimo octavo Superior General.


Según recoge Ecclesia, los primeros pasos para introducir la causa de beatificación de Pedro Arrupe se dieron hace seis años
cuando el entonces Superior General, el Padre Adolfo Nicolás SJ pidió a
Anton Witwer SJ, encargado de gestionar los procesos de beatificación y
canonización de jesuitas, unas sugerencias sobre el procedimiento a
seguir. Se iniciaba así el trabajo de recogida de información y
valoración de la posibilidad de introducir la causa, dando respuesta a
una petición con frecuencia expresada a la Curia General de la Compañía
de Jesús, por la estima de que goza el P. Arrupe entre muchos jesuitas y
no jesuitas.

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