Instrumento de tu Amor

«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador (…).
Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que
deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis
fruto abundante; así seréis discípulos míos».


Qué bonito pensar que estamos unidos al Señor como los sarmientos a
la vid. De Él recibimos la vida, todo lo que necesitamos para vivir una
vida en plenitud. Dejémonos inundar de la vida del Señor en nosotros y
demos fruto de vida. El mundo lo necesita. Aquellos que tenemos al lado
necesitan de Dios. Seamos instrumentos de su Amor.


Verónica SanfilippoInstrumento de tu amor  https://youtu.be/MtNaIVBQhKc


Elena Fernández Andrés · https://twitter.com/poverellacm



Dedicamos este día a María, instrumento de Dios,
instrumento de Amor. Con Ella iremos haciendo el camino hacia
Pentecostés. Santa María entra en la historia mientras escucha a un
ángel, y marca el primer paso para el que quiera entrar en una relación
verdadera con las criaturas, con los hombres o con los ángeles: el arte
de la escucha. Nos muestra cómo dar espacio en nuestra
vida a la entrada de la luz. La meta más alta alcanzable en esta vida es
permanecer en silencio y dejar que Dios hable y actúe interiormente. Gabriel, Dios, Galilea, Nazaret, José, David, María: siete
nombres propios de personas y de lugares abren la narración del
anuncio. Nos indican que Dios se manifiesta en el tiempo, en personas y
lugares concretos. La acción de Dios se desarrolla en la historia, en
los acontecimientos, en el quehacer cotidiano. Hoy Dios quiere ser Dios
en nuestra casa, en nuestros caminos, en los lugares que recorremos… En
este mundo, Dios sigue realizando sus promesas. María es la mujer de las
periferias; mujer de Palestina, pequeña provincia periférica del
imperio Romano; mujer de Galilea, que es la región extrema de Israel,
casi en el Líbano, casi en Siria, región menor. ¿Será por eso que Ella
se ha aparecido en lugares pobres como Lourdes o Fátima?
Santa María, mujer de Nazaret, viene de la periferia para decirnos que
todos podemos reconocernos en Ella porque nadie tiene menos que Ella. Es
el camino de los pobres de Israel, el camino elegido por Cristo, que
inaugura con su nacimiento en el establo y que proclama en la sinagoga
de Nazaret. «He venido para anunciar la buena noticia a los pobres». Un
Mesías que hace de un niño el modelo de su Reino, que prefiere a los
últimos. Un Dios que se manifiesta a los pequeños y sencillos: Lucía, Jacinta, Francisco….


«El ángel entró en la casa donde ella estaba» (Lc 1,
28). Con el movimiento típico de una cámara, la narración parte de lo
infinito del Cielo para ir reduciendo progresivamente la imagen -como en
un prolongado zoom– hasta enfocar un único detalle: una casa.
Dentro, una jovencita. La primera imagen de María en el Evangelio es la
de una joven en su casa. María de Nazaret, es signo de la casa como lugar de oración y acogida de Dios. Y así.. hasta Pentecostés, la casa del fuego y del viento.


Montse de Javier · Comunidade Caná

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