Francisco, en el avión desde Rumanía: «Los jefes hacemos diplomacia, pero los pueblos rezan juntos»

El
gran tema del Papa Francisco en su viaje a Rumanía ha sido el
ecumenismo y los mártires, temas que suele enlazar. En el avión de
vuelta desde Bucarest el domingo 2 de junio por la tarde, explicaba a
los periodistas que vuelan con él el significado de lo que llama “el ecumenismo de la sangre”:
“Cuando asesinaban a los cristianos no preguntaban: ¿Tú eres ortodoxo?,
¿tú eres católico?, ¿tú eres luterano?, ¿tú eres anglicano? No. ‘Tú eres cristiano’. La sangre se mezclaba”, ha dicho en el avión.


La Iglesia Ortodoxa Rumana es de las más abiertas al trato con la Iglesia Católica,
más que la rusa y mucho más que la griega o la búlgara. Que en Rumanía
se hable una lengua latina puede tener algo que ver con esa apertura. La Iglesia Ortodoxa Rumana es la comunidad ortodoxa más fuerte de la Unión Europea: entre 17 y 20 millones de seguidores y unas 15.000 parroquias, con un país en el que el 80% de la población rumana se declara ortodoxa y el 96% de la población declara creer en Dios. Fue probada por la persecución comunista.


Sin embargo, los comunistas jugaron al “divide a los cristianos y vencerás”,
golpeando más fuerte a los católicos y tratando de integrar a los
gregocatólicos en las estructuras ortodoxas que podían controlar mejor.
En el proceso de persecución murieron los 7 obispos mártires gregocatólicos canonizados el domingo por el Papa.


Sabedor de estas heridas, el Papa ha intentado reforzar las relaciones con el mundo ortodoxo.
“Caminemos juntos teniendo siempre esta idea: el ecumenismo no es
llegar al final del partido, de la discusión. El ecumenismo se hace
caminando juntos, rezando juntos; el ecumenismo de la oración”, explicó
el Papa a los periodistas.


“Caminar juntos es ya una unidad de los cristianos, pero no esperen que los teólogos se pongan de acuerdo para llegar a la Eucaristía.
La Eucaristía se hace todos los días con la oración, con la memoria de
la sangre de nuestros mártires, con las obras de caridad y deseándose el
bien”, añadió.



francisco_patriarca_danielFrancisco con el Patriarca Daniel de la Iglesia Ortodoxa Rumana en la nueva catedral ortodoxa de Bucarest


Sin embargo, en el avión se le ha comentado al Papa que el rezo del Padrenuestro con los ortodoxos en la catedral ortodoxa
de Bucarest no lo hicieron realmente juntos: es decir, el Papa y el
Patriarca Daniel no pronunciaron el Padrenuestro juntos, a la vez. Fue
más bien un comentario sobre el texto que se reza.


En el vídeo, el momento de la oración en la catedral ortodoxa

El Papa respondió: “Hago una confidencia. No he permanecido en silencio, he rezado el Padrenuestro en italiano y he visto durante la prédica del Padrenuestro que la mayoría de la gente, sea en rumano, sea en latín, rezaba. La gente va más allá de nosotros las cabezas. Nosotros los jefes debemos hacer los equilibrios diplomáticos para asegurar que caminamos juntos. Hay hábitos, reglas diplomáticas que es bueno mantener para que las cosas no se arruinen. Pero cada pueblo reza junto. También nosotros cuando estamos solos rezamos juntos. Este es un testimonio, y tengo una experiencia de oración con tantos pastores, luteranos, evangélicos, también ortodoxos. Los Patriarcas están abiertos.
También nosotros los católicos tenemos gente cerrada que no quiere, que
dice que los ortodoxos son cismáticos. Son cosas viejas. Los ortodoxos
son cristianos. Hay grupos católicos un poco integristas. Debemos
tolerarlos, rezar por ellos, porque el Señor con el Espíritu Santo
ablande. Pero yo he rezado. ¿Los dos? No he mirado a Daniel, pero creo que él también, lo mismo”.


Reproducimos a continuación el diálogo completo con los periodistas en el avión.


Rueda de prensa del Papa Francisco en el vuelo de regreso de Rumanía


Papa Francisco:


Buenas noches. Muchas gracias a su compañía y como dijo Gisotti, hoy
esta jornada llama a ustedes, llama nuestro pensamiento a ustedes.
Ustedes trabajan en las comunicaciones, son operadores como dijo
Alessandro, pero antes de todo ustedes son, deberían ser, testimonios de
la comunicación. Hoy la comunicación va en retroceso, en general, va
adelante el contacto, hacer los contactos y no llegar a comunicar. Y
ustedes por vocación son testimonios en el comunicar. Es verdad, deben
de hacer los contactos, pero no detenerse ahí. Los aliento a ir adelante en este testimonio de comunicar.
Este tiempo tiene menos necesidad de contactos y más de comunicación.
Gracias, felicidades por su jornada y adelante con las preguntas.


Diana Dumitrascu (TVR):


Santo Padre, le agradezco su visita a Rumanía. Santidad, usted sabe
que millones de nuestros connacionales han emigrado en los últimos años.
¿Cuál sería su mensaje para una familia que deja a sus propios hijos ir
a trabajar al extranjero con el objetivo de asegurar un futuro mejor?


Papa Francisco:


Esto me hace pensar en el amor de la familia, porque partirse en dos y
tres no es una cosa bella. Siempre está la nostalgia por el
reencuentro, pero partirse porque no falte nada a la familia es un acto
de amor. En la Misa de ayer hemos escuchado la última petición de
aquella señora que trabajaba en el extranjero para ayudar a la familia.
Siempre un desplazamiento así es doloroso. ¿Por qué se van? No para hacer turismo, por necesidad.
Tantas veces no es porque en el país no encuentren…tantas veces son
resultado de una política mundial que incide en esto. Sé que en la
historia de tu país después de la caída del comunismo, y después
tantas, tantas empresas extranjeras han cerrado para abrir en el
extranjero y ganar más
. Cerrar hoy una empresa es dejar a la
gente en la calle y esta es una injusticia mundial, general, de falta de
solidaridad. Es un sufrimiento.


¿Cómo luchar? Buscando abrir fuentes de trabajo. No es fácil, no es
fácil en la situación mundial de las finanzas y de la economía. Pero piensen que tienen un nivel de natalidad impresionante, aquí no se ve el invierno demográfico que se ve en Europa. Es una injusticia no poder tener fuentes de trabajo para tantos jóvenes.


Por eso deseo que se resuelva esta situación que no depende solo de
Rumanía, sino del orden mundial financiero, de esta sociedad del
consumismo, del tener más, del ganar más, y tanta gente queda sola. Esta
es mi respuesta, un llamado a la solidaridad mundial en este momento
que Rumanía tiene la presidencia [rotativa, de la Unión Europea Ndr).


Cristian Micaci (Radio María Rumanía de idioma húngaro):


Santo Padre, como dijo el director antes, se ha hablado tanto de
caminar juntos. Ahora a su partida que nos aconseja a nosotros en
Rumanía, cuáles deberían ser las relaciones entre las confesiones, en
particular entre la Iglesia Católica y Ortodoxa, entre la minoría
católica y la mayoría ortodoxa, la relación entre las varias etnias, la
relación entre el mundo político y sociedad civil?.


Papa Francisco:


Una relación en general yo diría. La relación de la mano extendida
cuando hay conflictos. Hoy un país en desarrollo con alto nivel de
natalidad como ustedes, no puede darse el lujo de tener enemigos dentro.


Se debe hacer un proceso de acercamiento, siempre. Diversas etnias,
diversas confesiones religiosas, sobre todo las dos cristianas. Esto es
lo primero: siempre la mano extendida, la escucha del otro. Con los
ortodoxos, ustedes tienen un gran patriarca, un hombre de gran corazón y
un gran estudioso. Conoce la mística de los padres del
desierto, la mística espiritual, estudió en Alemania, y también un
hombre de oración. Es fácil acercarse a Daniel
, es fácil,
porque lo siento hermano, y hemos hablado como hermanos, y no diré más
porque ustedes el lunes dirán… Caminemos juntos teniendo siempre esta
idea: el ecumenismo no es llegar al final del partido, de la discusión. El ecumenismo se hace caminando juntos, rezando juntos; el ecumenismo de la oración.


Tenemos el ecumenismo de la sangre. Cuando asesinaban a los cristianos no preguntaban: ¿Tú eres ortodoxo?, ¿tú eres católico?, ¿tú eres luterano?, ¿tú eres anglicano? No, tú eres cristiano. La sangre se mezclaba.


Un ecumenismo del testimonio, de la oración, de la sangre, el
ecumenismo del pobre que es trabajar juntos. Eso: debemos trabajar para
ayudar a los enfermos, a los marginados, ayudar. Mateo 25 es un bello
programa ecuménico. Caminar juntos es ya una unidad de los
cristianos, pero no esperen que los teólogos se pongan de acuerdo para
llegar a la Eucaristía
. La Eucaristía se hace todos los días
con la oración, con la memoria de la sangre de nuestros mártires, con
las obras de caridad y deseándose el bien.


En una ciudad de Europa hay una relación entre el arzobispo católico y
el arzobispo luterano. El arzobispo católico debía estar en el Vaticano
el domingo en la noche, me ha llamado que llegaría el lunes en la
mañana. Cuando ha llegado me dijo: “Discúlpame, ayer el arzobispo
luterano ha debido irse a una reunión de ellos y me ha pedido ‘ven por
favor a mi catedral y haz tú el culto’”. Existe la fraternidad, llegar a
esto es tanto, ¿no? Y la hizo el católico. No hizo la Eucaristía, pero
sí la predicación.


Cuando yo en Buenos Aires he sido invitado por la Iglesia escocesa a hacer prédicas, iba y hacía la prédica. Se puede caminar juntos. Unidad, fraternidad, mano extendida, mirarse bien, no hablar mal de los demás. Defectos tenemos todos, si caminamos juntos, todos los defectos los dejamos de lado.


Xavier de Normand (medios franceses):


Santidad, mi pregunta tiene que ver con la primera. El primer día de
este viaje usted fue a la catedral ortodoxa para este momento bello pero
también un poco duro de la oración del Padrenuestro. Un poco duro
porque católicos y ortodoxos estaban juntos, pero no han rezado juntos. Usted ha hablado del ecumenismo de la oración. Mi pregunta es: Santidad, ¿qué ha pensado usted cuando ha permanecido en silencio durante la oración del Padrenuestro en rumano?, y ¿cuáles son los próximos pasos concretos en este caminar juntos?


Papa Francisco:


Hago una confidencia. No he permanecido en silencio, he rezado el Padrenuestro en italiano
y he visto durante la prédica del Padrenuestro que la mayoría de la
gente, sea en rumano, sea en latín, rezaba. La gente va más allá de
nosotros las cabezas. Nosotros los jefes debemos hacer los equilibrios
diplomáticos para asegurar que caminamos juntos, hay hábitos, reglas
diplomáticas que es bueno mantener para que las cosas no se arruinen.
Pero cada pueblo reza junto. También nosotros cuando estamos solos rezamos juntos.
Este es un testimonio, y tengo una experiencia de oración con tantos
pastores, luteranos, evangélicos, también ortodoxos. Los patriarcas
están abiertos, también nosotros los católicos tenemos gente cerrada que
no quiere, que dice que los ortodoxos son cismáticos. Son cosas viejas.
Los ortodoxos son cristianos. Hay grupos católicos un poco integristas.
Debemos tolerarlos, rezar por ellos, porque el Señor con el Espíritu
Santo ablande. Pero yo he rezado los dos, no he mirado a Daniel pero
creo que él también lo mismo.


Manuela Tulli (Ansa):


Hemos estado en Rumanía, país que se mostró europeísta. En estas
elecciones algunos líderes como nuestro vicepremier Matteo Salvino han
hecho campaña política mostrando símbolos religiosos. ¿Qué impresión le
ha dado esto? Y si es cierto que usted no quiere encontrar a nuestro
vicepremier…


Papa Francisco:


Comienzo con la segunda. Yo no he escuchado que nadie del gobierno, excepto el premier, haya pedido audiencia, nadie. Porque para una audiencia se debe hablar a la Secretaría de Estado.
El premier Conte la ha pedido, fue dada como indica el protocolo. Fue
una bella audiencia con el premier, de una hora o más quizás, un hombre
inteligente, un profesor que sabe de qué cosa habla.


Segundo: del vicepremier no he recibido nada, y de los demás ministros tampoco. Sí, al presidente de la República lo he recibido.


Sobre las imágenes: he confesado tantas veces que de los periódicos leo dos: el diario del partido, que es L’Osservatore Romano.
Sería bello que ustedes lo leyesen porque encontrarían interpretaciones
muy interesantes, y cosas que digo también están ahí. El periódico del
partido y después Il Messaggero que me gusta porque tiene los títulos grandes y lo hojeo así,
algunas veces me detengo ahí; y no he entrado en estas noticias de las
propagandas, cómo ha hecho un partido la propaganda electoral, de
verdad.


Hay un tercer elemento. En esto me confieso ignorante: yo no comprendo la política italiana y de verdad debo estudiarla,
entonces, decir una opinión sobre el comportamiento de una campaña
electoral, de uno de los partidos, sin una información así, sería muy
imprudente de mi parte. Yo rezo por todos, porque Italia vaya adelante, para que los italianos se unan y sean leales en el compromiso, también yo soy italiano porque soy hijo de un inmigrante italiano, de sangre soy italiano.
Mis hermanos tienen todos la ciudadanía, yo no he querido tenerla
porque en el tiempo que la han concedido yo era obispo y he dicho que el
obispo debe ser de la patria.


Hay en la política de tantos países la enfermedad de la corrupción.
Por todos lados. No digan mañana que el Papa ha dicho que la política
italiana es corrupta. No. Yo he dicho que una de las enfermedades de la política, por todas partes, es caer en la corrupción. Por favor, no me hagan decir lo que no he dicho.


Una vez me han dicho cómo son los pactos políticos. Figúrate una
reunión de nueve empresarios, a la mesa; discuten para ponerse de
acuerdo sobre el desarrollo de su empresa, al final después de horas,
horas, café, café, café, se ponen de acuerdo, han tomado la palabra,
hacen el asunto, agradecen, “de acuerdo, de acuerdo”; mientras lo hacen
imprimir, toman un whisky para festejar, y después, comienzan a girar
los papeles para firmar el acuerdo. En el momento que giran los papeles,
bajo la mesa, le hago otro bajo la mesa. Esto es corrupción política.
Que se hace un poco por todas partes. Debemos ayudar a los políticos a ser honestos, a no hacer campaña con banderas deshonestas, la calumnia, la difamación, los escándalos; y tantas veces sembrar odio y miedo.


Esto es terrible, un político nunca debe sembrar odio y miedo, solo
esperanza. Justa, exigente, pero esperanza, porque debe conducir al país
ahí, y no darle miedo.


Eva Fernández (cadena COPE, España):


Santo Padre, ayer en el encuentro con los jóvenes y las familias ha
insistido de nuevo en la importancia de la relación entre los abuelos y
los jóvenes a fin que los jóvenes tengan raíces para ir hacia adelante y
los abuelos puedan soñar. Usted no tiene una familia cercana, pero ha dicho que Benedicto XVI es como tener un abuelo en casa. ¿Aún lo ve así?


Papa Francisco:


Y más. Cada vez que voy donde él a visitarlo lo siento así, le tomo
la mano y le hago hablar. Habla poco, habla despacio, pero con la misma
profundidad de siempre, porque el problema de Benedicto son las rodillas, no la cabeza.
Tiene una gran lucidez. Y sintiéndolo hablar me vuelvo fuerte, siento
el zumo de las raíces que me vienen y me ayudar a seguir adelante.
Siento esta tradición de la Iglesia que no es una cosa de museo la
tradición. La tradición es la raíz que te dan el zumo para crecer, y tú
no serás como la raíz, no; tú florecerás, el árbol crecerá y dará los
frutos, y las semillas serán las raíces para los demás. La tradición de la Iglesia está siempre en movimiento.


En una entrevista que ha hecho Andrea Monda en L’Osservatore Romano – ustedes leen L’Osservatore, ¿no? – hace unos días, había una situación que me ha gustado tanto, del músico Gustav Mahler, y hablando de la tradición él decía: la tradición es la garantía del futuro y no la custodia de las cenizas.
No es un museo. La tradición no custodia las cenizas. La nostalgia de
los integristas: regresar a las cenizas. No, las tradiciones son raíces
que garantizan que el árbol crezca, florezca y dé fruto; y repito esa
pieza del poeta argentino (Francisco Luis Bernárdez, Ndr) que me gusta tanto: todo lo que el árbol tiene de florido, vive de lo sepultado.


Estoy contento porque en Iasi hice referencia a esa abuela que ha
tenido un gesto de complicidad y que con los ojos, en aquel momento he
estado tan emocionado que no he reaccionado, y después el papamóvil ha
seguido adelante y habría podido decir a esta abuela que venga para
hacer ver este gesto, y he dicho al Señor Jesús: es una pena, pero Tú
eres capaz de resolver, y nuestro bravo Francisco cuando ha visto la
comunicación que he tenido con aquella mujer con los ojos, ha tomado la
fotografía y hecho pública. La he visto esta tarde en Vatican Insider. Estas son las raíces. Y esto crecerá, no será como yo, pero yo doy lo mío. Es importante este encuentro.


Después están los verbos, cuando los abuelos sienten de tener nietos
que llevarán adelante la historia, comienzan a soñar; y los abuelos
cuando no sueñan se deprimen. Existe el futuro y los jóvenes animados comienzan a profetizar.


Lucas Wiegelmann (Herder Correspondenz):


Santo Padre en estos días ha hablado tanto de la fraternidad y de la
gente y del caminar juntos, como hemos ya escuchado, pero vemos que en
Europa crece el número de los que no desean la fraternidad, sino el
egoísmo y el aislamiento, y prefieren caminar solos. ¿Por qué es así?, y
¿qué debe hacer Europa para cambiarlo?


Papa Francisco:


Discúlpame si me cito, pero lo hago sin vanidad, por utilidad. Hablé
de este problema en los dos discursos en Estrasburgo: en el discurso que
he dado cuando recibí el Premio Carlo Magno y después en el discurso
que di a todos los jefes de Estado y de gobierno en la Capilla Sixtina
en el aniversario de los pactos, en la fundación de la Unión Europea.


En estos discursos he dicho todo lo que pienso, y también hay un
quinto discurso que no lo he dado yo, sino el alcalde Bugermeister de
Aachen [Aquisgrán, en Alemania, cerca de Bélgica y Holanda]. Este es una joya, una joya suya de los alemanes.


Europa debe dialogar. No debe decir: “ya estamos unidos, ahora dile a Bruselas ‘arréglense ustedes’.”


Todos somos responsables de la Unión Europea y esta circulación de la presidencia [rotativa de la UE]  no es un gesto de cortesía como bailar el minueto: te toca a ti, te toca a ti. No, es un símbolo de la responsabilidad que cada uno de los países tiene sobre Europa.
Si Europa no mira bien los retos futuros, Europa se desvanecerá, será
desvanecida. Me permití decir en Estrasburgo que siento que Europa está
dejando de ser la madre Europa; se está convirtiendo la “abuela Europa”.
Se ha envejecido, ha perdido la ilusión de trabajar juntos. Quizás a
escondidas alguno se puede hacer la pregunta: ¿no será este el fin de
una aventura de 60 años?


Retomar la mística de los padres fundadores. Retomar
esto. Europa tiene necesidad de sí misma, de ser ella misma, de la
identidad propia, de la propia unidad; y superar con esto, con tantas
cosas que la buena política ofrece, las divisiones y las fronteras.
Estamos viendo las fronteras en Europa. Esto no hace bien, al menos las
fronteras culturas, no hacen bien. Es verdad que cada país tiene su propia cultura y debe cuidarla, pero con la mística del poliedro. Hay una globalización donde se respeta la cultura de todos, pero todos unidos.


Por favor, que Europa no se deje vencer por el pesimismo o las ideologías, porque Europa es atacada no con cañones o bombas en este momento, sí con ideologías, ideologías que no son europeas,
que vienen de afuera, o crecen en los grupitos de Europa, que no son
grandes. Piensen en la Europa dividida y beligerante del 14 y del 32,
33, hasta el 39, que ha estallado la guerra. No regresemos a esto por
favor. Aprendamos de la historia, no caigamos en el mismo hueco. La otra
vez les he dicho que se dice que el único animal que cae dos veces en
el mismo hueco es el hombre. El asno nunca lo hace. Pero lee el discurso
de Bugermeister, una joya.


Gisotti:


Gracias Santo Padre, gracias por esta disponibilidad al término de
tres días así ocupados, también para estos cinco viajes, uno después del
otro en esta primera parte del año, ricos de momentos.


Papa Francisco:


Ahora dos cosas, por motivos del clima debí ir ayer en auto dos horas
y cuarenta. Fue una gracia de Dios, he visto un paisaje bellísimo como
nunca había visto. He cruzado toda Transilvania. Hoy para ir a Blaj, lo
mismo. Una cosa bella. El paisaje de este país, agradezco también la lluvia que me ha hecho viajar así y no en helicóptero. Tener más contacto con la realidad.


La segunda cosa: sé que algunos de ustedes son creyentes, otros no tanto, pero diré a los creyentes: recen por Europa, recen por Europa, el Señor nos dé la gracia. A los no creyentes deseen la buena voluntad, el deseo de corazón para que Europa regrese a ser el sueño de los padres fundadores.

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