Fiesta de la Sagrada Familia

CITA

Santa Isabel de la Trinidad «La Virgen conservaba todas estas cosas en su corazón» (Lc 2, 19 y 51): toda su historia puede resumirse en estas pocas palabras. Fue en su corazón donde ella vivió, y con tal profundidad que no la puede seguir ninguna mirada humana. Retiro: Una espada traspasó su corazón.

San Alfonso María de Ligorio “Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti”.

Orígenes, A Jesús no se le encuentra entre los parientes y consanguíneos; no se le encuentra entre los que corporalmente le están unidos. Mi Jesús no puede ser hallado en una nutrida caravana. Aprende dónde lo encuentran quienes lo buscaban, para que buscándolo también tú puedas encontrarlo como José y María… Busca, pues, tú también a Jesús en el templo, búscalo en la Iglesia, búscalo junto a los maestros que hay en el templo y no salen de él. Si de esta forma lo buscas, lo encontrarás… Por tanto, para que también nosotros podamos escucharlo y pueda él plantearnos problemas, roguémosle y busquémosle en medio de fatigas y dolores, y entonces podremos encontrar al que buscamos. Homilía 18 sobre el evangelio de san Lucas, 2-5: Edit GCS 9, 112-113.

Pablo VI, Nazaret es la escuela donde se comienza a entender la vida de Jesús: la escuela del Evangelio…Una lección de silencio ante todo. Que nazca en nosotros la estima del silencio, esta condición del espíritu admirable e inestimable… Una lección de vida familiar. Que Nazaret nos enseñe lo que es la familia, su comunión de amor, su austera y sencilla belleza, su carácter sagrado e inviolable… Una lección de trabajo. Nazaret, oh casa del “Hijo del Carpintero”, aquí es donde querríamos comprender y celebrar la ley severa y redentora del trabajo humano …; cómo querríamos, en fin, saludar aquí a todos los trabajadores del mundo entero y enseñarles su gran modelo, su hermano divino (discurso 5 enero 1964 en Nazaret).

San Antonio de Padua, Entonces, no dudéis en obedecer, en someteros a la autoridad… Bajar, venir a Nazaret, estar bajo autoridad, obedecer perfectamente: ahí está toda la sabiduría… Esto es ser sabio con sobriedad. Sermón: Jesús nos enseña la verdadera sabiduría.

Benedicto XVI “El niño de Belén nos hace poner los ojos en todos los niños que sufren y son explotados en el mundo, tanto los nacidos como los no nacidos. En los niños convertidos en soldados y encaminados a un mundo de violencia; en los niños que tienen que mendigar; en los niños que sufren la miseria y el hambre; en los niños carentes de todo amor. En todos ellos, es el niño de Belén quien nos reclama; nos interpela el Dios que se ha hecho pequeño. En esta noche, oremos para que el resplandor del amor de Dios acaricie a todos estos niños, y pidamos a Dios que nos ayude a hacer todo lo que esté en nuestra mano para que se respete la dignidad de los niños; que nazca para todos la luz del amor, que el hombre necesita más que las cosas materiales necesarias para vivir”.

“La Sagrada Familia de Nazaret es verdaderamente el ‘prototipo’ de toda familia cristiana, que unida en el sacramento del matrimonio y nutrida por la Palabra y la Eucaristía, está llamada a realizar la extraordinaria vocación y misión de ser célula viva no sólo de la sociedad, sino de la Iglesia, signo e instrumento de unidad para todo el género humano”. (Fiesta de la Sagrada Familia)

“La Palabra de Dios presenta a la familia como la primera escuela de la sabiduría, una escuela que educa a los propios miembros en la práctica de esas virtudes que conducen a la felicidad auténtica y verdadera”

”La familia cristiana transmite la fe cuando los padres enseñan a sus hijos a rezar y rezan con ellos. Cuando todos se reúnen para leer la Biblia, iluminando la vida familiar a la luz de la fe y alabando a Dios como Padre”.

“Revitalizar la fe en vuestras casas, y tomar conciencia del Credo que profesamos”.

Concilio Vaticano II “íntima comunidad de vida y de amor” (cfr. Gaudium etspes, 49).

San Óscar Arnulfo Romero Dios no es un ser solitario, Dios es familia, Dios es comunión, Dios es amor participa con tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Catecismo de la Iglesia Católica, “La casa familiar es llamada por el Concilio Vaticano II justamente “Iglesia doméstica”. Cada miembro, según su propio papel, ejerce el sacerdocio bautismal, contribuyendo a hacer de la familia una comunidad de gracia y de oración, escuela de virtudes humanas y cristianas, y el lugar del primer anuncio de la fe a los hijos”. (nº 350).

«El cuarto mandamiento recuerda a los hijos mayores de edad sus responsabilidades para con los padres. En la medida en que ellos pueden, deben prestarles ayuda material y moral en los años de vejez y durante sus enfermedades, y en momentos de soledad o de abatimiento. Jesús recuerda este deber de gratitud (cfr Mc 7,10-12)» (n. 2218).

S. Juan Pablo II “La familia debe ocupar el centro de los planes pastorales diocesanos y nacionales” o “el futuro de la humanidad, se fragua en la familia”. “Sobre todo en la familia cristiana., importa que los hijos aprendan desde los primeros años a conocer y a adorar a Dios. Elemento fundamental e insustituible de la educación es el ejemplo concreto, el testimonio vivo de los padres; sólo orando junto con sus hijos, el padre y la madre, mientras ejercen su propio sacerdocio real, calan profundamente en el corazón de sus hijos, dejando huellas que los posteriores acontecimientos de la vida no lograrán borrar.” (Familiaris Consortio, 60).

Papa Francisco “Orar en familia, esto hace fuerte a la familia: la oración”

Recordemos las tres palabras clave para vivir en paz y alegría en la familia: permiso, gracias, perdón. Cuando en una familia no se es entrometido y se pide «permiso», cuando en una familia no se es egoísta y se aprende a decir «gracias», y cuando en una familia uno se da cuenta que hizo algo malo y sabe pedir «perdón», en esa familia hay paz y hay alegría.

San Josemaría, Jesús obedece, y obedece a José y a María. Dios ha venido a la tierra para obedecer, y para obedecer a las criaturas. Son dos criaturas perfectísimas: Santa María, nuestra Madre, más que Ella sólo Dios; y aquel varón castísimo, José. Pero criaturas. Y Jesús, que es Dios, les obedecía. Hemos de amar a Dios, para así amar su voluntad y tener deseos de responder a las llamadas que nos dirige a través de las obligaciones de nuestra vida corriente: en los deberes de estado, en la profesión, en el trabajo, en la familia, en el trato social, en el propio sufrimiento y en el de los demás hombres, en la amistad, en el afán de realizar lo que es bueno y justo (Es Cristo que pasa, n. 17).

CONTO

Un señor casado le decía a un amigo suyo médico:

– estoy preocupado por mi mujer. Cada día está más sorda y no quiere reconocerlo. ¿Cómo podría demostrarle que está perdiendo oído?

– Colócate a unos diez pasos de ella y hazle una pregunta -aconseja el amigo-. SI no te contesta te acercas un paso y vuelves a preguntarle. Si no te oye, otro paso…y así hasta que te conteste. Dentro de un mes, más o menos, repites la operación y así ya ves si pierde o no pierde oído.

Esa misma noche se puso manos a la obra. Colocado a unos diez metros de su mujer, preguntó:

-¿Qué tenemos para cenar?

Al no oir respuesta alguna fue avanzando paso a paso repitiendo la misma pregunta. Cuando pregunto por sexta vez, oyó que su mujer le decía:

-¡Tortilla de patatas!. Ya te lo he dicho cinco veces

Agustín Filgueiras en “Orar con una sonrisa diaria”

Mahatma Gandhi “Si quieres cambiar el mundo, cámbiate a ti mismo

Un año, cuando la niña tenía 11 años, la sirvienta de toda la vida dejó la casa y el trabajo. Los padres de la niña estaban a punto de emprender un viaje a Europa y, a toda prisa, tuvieron que buscar otra sirvienta para que la cuidara.

Unos días antes del viaje, la niña observaba cómo su madre guardaba todas sus joyas y la vajilla de plata en la caja fuerte. Nunca lo había hecho antes. La niña le preguntó a su madre por qué lo guardaba todo este año bajo llave. La madre le dijo que no se fiaba de la nueva sirvienta. Esta observación hirió tanto a la niña que nunca lo olvidó.

¿Acaso no era ella la joya más valiosa de la familia?

¿Acaso no valía ella más que todos los cuchillos y tenedores de plata? ¿Por qué la dejaba a ella con una sirvienta de la que no se fiaba?

A FAVOR DEL AMOR Y MATRIMONIO

Un famoso maestro se encontraba frente a un grupo de jóvenes que estaban en contra del matrimonio. Los muchachos argumentaban que el romanticismo constituye el verdadero sustento de las parejas y que es preferible acabar con la relación cuando esta se apaga, en lugar de entrar a la hueca monotonía del matrimonio.

El maestro les dijo que respetaba su opinión, pero les relató lo siguiente:

“Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno y sufrió un infarto. Cayó, mi padre la alcanzó, la levantó como pudo y casi a rastras la subió a la camioneta. A toda velocidad, rebasando, sin respetar los altos, condujo hasta el hospital. Cuando llegó por desgracia, ya había fallecido.

Durante el sepelio, mi padre no habló, su mirada estaba perdida. Casi no lloró. Esa noche sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y nostalgia recordamos hermosas anécdotas. Él pidió a mi hermano teólogo que le dijera, donde estaría mamá en ese momento. Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte, conjeturó cómo y dónde estaría ella. Mi padre escuchaba con gran atención. De pronto pidió: “Llévenme al cementerio”.

“Papá -respondimos- ¡son las 11 de la noche! No podemos ir al cementerio ahora!” Alzó la voz y con una mirada vidriosa dijo: “No discutan conmigo por favor, no discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años”. Se produjo un momento de respetuoso silencio. No discutimos más. Fuimos al cementerio, pedimos permiso al vigilante, con una linterna llegamos a la lápida. Mi padre la acarició, lloró y nos dijo a sus hijos que veíamos la escena conmovidos: “Fueron 55 buenos años ¿saben?, nadie puede hablar del amor verdadero si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer así”. Hizo una pausa y se limpió la cara. “Ella y yo estuvimos juntos en aquella crisis, cambio de empleo continuo; hicimos el equipaje cuando vendimos la casa y nos mudamos de ciudad. Compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de seres queridos, rezamos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada Navidad, y perdonamos nuestros errores. Hijos, ahora se ha ido y estoy contento, saben ¿por qué?, porque se fue antes que yo, no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida. Ser yo quien pase por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto que no me hubiera gustado que sufriera”. Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo teníamos el rostro empapado de lágrimas. Lo abrazamos y él nos consoló: “Todo está bien hijos, podemos irnos a casa; ha sido un buen día”.

Esa noche entendí lo que es el verdadero amor. Dista mucho del romanticismo, más bien se vincula al trabajo y al cuidado que se profesan dos personas realmente comprometidas.

Cuando el maestro terminó de hablar, los jóvenes universitarios no pudieron debatirle, ese tipo de amor era algo que no conocían.

CANTO

CANTO DE LA SAGRADA FAMILIA

¿No sabéis quien soy?

VIDEO

JUAN MANUEL COTELO | “DIOS ES FAMILIA”

Delegación para el Clero de Santiago de Compostela