El Santísimo recorre el Paseo de la Fama de Hollywood para visitar a sus pobres: increíbles imágenes

Hollywood es un lugar de grandes contrastes. Es el centro del
cine mundial y se asocia a la fama, al dinero y al poder. Además su
poder de influencia en millones de personas lo convierte en un elemento
fundamental para crear una agenda cultural a nivel mundial, en muchas
ocasiones en contra de los valores cristianos.


Pero a su vez, entre los famosísimos actores y actrices, los Premios
Oscar, los coches deportivos y los miles de turistas que recorren sus
calles, en Hollywood hay también una enorme pobreza. Una pobreza moral más presente pero oculta entre muchos de los ricos de la zona, y otra física, más visible. Son muchas las personas sin hogar que viven en esta zona de Los Ángeles esperando que alguien les dé limosna o comida.


Los católicos son conscientes de ambas pobrezas, y trabajan para luchar contra ellas. En Hollywood hay monjas de clausura que rezan constantemente por la conversión de una industria del cine ya muy alejada de los valores cristianos.



También son numerosos los grupos católicos que se han organizado para
llevar a Cristo en toda su dimensión a los pobres y olvidados de
Hollywood. Y se han unido en el “Beloved Movement (Movimiento Amado), un foro que promueve el discipulado y la comunidad espiritual, donde el pobre tiene una especial atención.


El gran acto central que ha dejado espectaculares imágenes y a miles de personas boquiabiertas fue la procesión eucarística que recorrió el Paseo de la Fama de Hollywood. Con el Santísimo expuesto bajo palio, incienso y cruz procesional este recorrido de Cristo Eucaristía estaba especialmente destinado en esta ocasión a los numerosos pobres a los que encontraba a su paso.



Tras una Eucaristía celebrada en la iglesia del Sagrado Corazón de Hollywood, la procesión eucarística recorrió el pasado 17 de noviembre los lugares más conocidos y concurridos de esta zona y congregó a más de 700 personas, de las cuales muchas se unieron durante el recorrido.


Las imágenes tomadas por Beloved Movement muestran la gratitud de
muchos pobres por este gesto y la sorpresa de miles de turistas. Durante
la procesión, los miembros de este movimiento se sentaron y escucharon a las personas sin hogar que estaban en el bulevar, presentándoles un Cristo amoroso hacia ellos y ofreciéndoles ayuda tanto material como espiritual.


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Desde 2010 se produce esta procesión eucarística por Hollywood, en un
principio en la fiesta de Cristo Rey. Desde 2015, este evento se
denomina “Beloved” (Amado), al convertirse en un acto de solidaridad de Jesús con todos aquellos que están con sus sueños rotos en este conocido bulevar.


Respondiendo a la llamada del Papa Francisco de escuchar “el grito de los pobres”,
los seminaristas de la Archidiócesis de Los Ángeles encabezaron la
procesión. También participaron miembros de distintas órdenes
religiosas, las Hijas de San Pablo, los frailes y hermanas de Jesús
Pobre, las hermanas de los enfermos, o las hermanas del Sagrado Corazón.
También quisieron participar representantes de la Orden de San Lázaro y
los Caballeros del Santo Sepulcro.


La procesión concluyó en el aparcamiento de la parroquia ante el gran número de asistentes que se dio cita. Hubo adoración, alabaza y oración silenciosa.


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El sitio web de Beloved Movement ha informado que la procesión busca recordar a las personas la dignidad común que existe entre quienes viven en la calle y quienes no.
Consideran que si Cristo soportó y cargó con las debilidades de la
humanidad los católicos no pueden tener miedo de las personas que sufren
como lo son las que viven en la calle.


“Jesús compartió nuestras debilidades, heridas y limitaciones para que no tuviéramos que temerlas, en nosotros mismos o en los demás”, se lee en el sitio web.


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El sacerdote Spencer Lewrenz, uno de los principales
organizadores de este evento actualmente, participa desde que era
seminarista. Tras estos años asegura que “mi experiencia es que hay mucha amargura y desesperación entre la población sin hogar porque sienten que a nadie le importa”.


Por tanto, asegura que “si yo puedo reconocer donde me siento un poco
‘sin hogar’ por alguna razón en mi interior, entonces esto me ayudar a
poder a hablar con esa persona”.

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