El Papa recuerda en el Angelus a la «amada y atormentada» Siria: «Esto es inhumano», afirma

En el segundo domingo del tiempo de
Cuaresma, el Papa Francisco recordó, desde el balcón del Palacio
Pontificio, la invitación que nos hace el Evangelio de hoy de
“contemplar la transfiguración de Jesús” y quiso tener un recuerdo especial para la “atormentada” Siria.

Un pasaje del Evangelio según San Marcos que está íntimamente
relacionado con la revelación que hizo Jesús a sus discípulos cuando a
éstos les dijo que tendría que “sufrir mucho y ser rechazado por los
ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a
muerte y resucitar después de tres días” (Mc 8,31). Este anuncio, explica el Papa Francisco, puso en crisis a Pedro y a todos los discípulos, pues no contemplaban la idea de que Jesús fuese rechazado por los líderes del pueblo y asesinado.

 

La transfiguración de Jesús: amor infinito

Según informa Vatican News,
el Papa hizo una pausa para lanzar una pregunta a los fieles presentes:
¿Cómo poder seguir a un Maestro y Mesías cuya vida terrenal terminaría
de esa manera?
La respuesta – asegura – viene precisamente de
la transfiguración: “una aparición pascual anticipada”. La
transfiguración permite a los discípulos afrontar “la pasión de Jesús”
de un modo positivo, sin sentirse abrumados, también les ayudó y nos
ayuda hoy a nosotros, “a comprender que la pasión de Cristo es un
misterio de sufrimiento”, pero sobre todo, “un don de amor infinito por
parte de Jesús” que dona su vida en sacrificio, atravesando el camino de
la persecución, el sufrimiento y la muerte.

Francisco también explica que si antes de la pasión no hubiese
estado la “Transfiguración de Jesús”, la resurrección y el misterio
pascual de Jesús “no se hubieran comprendido fácilmente en toda su
profundidad”.
Para comprenderlas, – afirma el Papa – “es
necesario saber de antemano que Aquel que sufre y que es glorificado no
es sólo un hombre, sino el Hijo de Dios” que nos ha salvado con su amor
fiel hasta la muerte.

La divinidad de Jesús debe manifestarse precisamente en la cruz

La revelación de la “divinidad de Jesús” tuvo lugar en la montaña,
relata Francisco, y es por ello que invita a “subir con Jesús a la
montaña” y permanecer con Él, “estar más atentos a la voz de Dios y
dejarse envolver y transformar por el Espíritu”, especialmente durante
la Cuaresma. Una experiencia de contemplación y oración, en la que el
Papa también nos pide que la vivamos “no para escapar de la dureza de lo
cotidiano, sino para disfrutar de la familiaridad con Dios”, y reanudar
así con vigor renovado “el camino extenuante de la cruz, que conduce a
la resurrección”.

Paz en Siria

Tras el rezo del Angelus, el Papa quiso recordar a la “amada y atormentada Siria” y dijo que sus pensamientos estaban en el país “donde la guerra ha vuelto a explotar, especialmente en el este de Guta.

El Santo Padre destacó el hecho de que este mes de febrero fue uno de
los más violentos en siete años de conflicto, y agregó que se han
producudo miles de víctimas civiles, incluidos niños, mujeres y
ancianos.

El Pontífice continuó diciendo que los hospitales habían sido golpeados y que la gente no podía conseguir comida. “Todo esto es inhumano”, subrayó el Papa, “uno no puede luchar contra el mal con otro mal”, dijo.

Para acabar, el Papa Francisco hizo un sincero llamado para el cese
inmediato de la violencia en el país para que las personas puedan
acceder a la ayuda humanitaria, como alimentos y medicinas, y los
heridos y enfermos podrían ser evacuados.  “Le pedimos a Dios, dijo, que esto suceda sin demora”.

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