El Papa Francisco en el Jubileo del Mundo del Espectáculo Viajante

“Ustedes son artesanos de la fiesta, de la maravilla, de lo bello: con estas cualidades enriquecen la sociedad de todo el mundo”, alimentando “sentimientos de esperanza y de confianza”, “con exhibiciones que tienen la capacidad de elevar el ánimo”: así definió el Papa Francisco a los participantes en el Jubileo del Mundo del Espectáculo Viajante, 7.000 entre circenses, feriantes, lunaparkistas, integrantes de bandas musicales y artistas de la calle, a quienes recibió en audiencia en la mañana de este jueves, 16 de junio, en el Aula Pablo VI.

“Fiesta y alegría son signos distintivos de su identidad” – les dijo Francisco luego de agradecerles por los testimonios y el breve espectáculo que acababan de ofrecer – y en el Jubileo de la Misericordia – dijo – no podía faltar este encuentro”. Porque “ustedes tienen un especial riqueza: con sus continuos desplazamientos pueden llevar a todos el amor de Dios, su abrazo y su misericordia  – aseguró. Pueden ser comunidad cristiana itinerante, testigos de Cristo que está siempre en camino para encontrar también a los más alejados”.

De los labios del Santo Padre también las felicitaciones a estos artistas porque en este Año Santo “abrieron sus espectáculos a los más necesitados, a los pobres y a las personas sin techo, a los encarcelados y a los jóvenes necesitados”.

Tras recordar que el espectáculo viajante es “la forma más antigua de entretenimiento dirigida a todos, capaz de difundir la “cultura del encuentro” y de ser “lugar de “agregación y de fraternidad”, el Obispo de Roma los alentó a “ser siempre acogedores hacia los pequeños y los necesitados; a ofrecer palabras y gestos de consolación a quien está encerrado en sí mismo” y recordó las palabras de San Pablo: “Quien realiza obras de misericordia, lo haga con alegría”.

“Transmitan a sus hijos el amor por Dios y por el prójimo”, “cuiden de su propia fe y aprovechen cada ocasión para acercarse a los Sacramentos – les pidió finalmente el Papa Francisco no sin antes constatar las dificultades que conlleva este tipo de trabajo para formar parte de una parroquia en manera estable.

“La Iglesia se preocupa – les aseguró el Pontífice –  de los problemas que acompañan su vida itinerante y los quiere ayudar a eliminar los prejuicios que, a veces, los tienen un poco marginados”.

“¡Ustedes no pueden imaginar el bien que hacen, un bien que se siembra!””¡Gracias por esto!” puntualizó el Papa.

AgenciaSIC