Filipinos, indios, ceilandeses, jordanos, palestinos, sirios, iraquíes… la Península Arábiga está llena de inmigrantes católicos,
que han llegado buscando trabajo en las monarquías petroleras o
escapando de las guerras siria e iraquí.
Según distintas fuentes, hay unos 2,4 millones de católicos en el vicariato de Arabia del Norte (www.avona.org, que cubre Bahrain, Kuwait, Qatar y, nominalmente, Arabia Saudí). Hay que sumarle otros 940.000 católicos en el vicariato de Arabia del Sur (sobre todo, en los Emiratos Árabes Unidos; muy pocos en los países vecinos más pobres, Omán y Yemen).
A Emiratos Árabes llega el Papa Francisco el próximo domingo, convirtiéndose en el primer sucesor de Pedro que visita la Península Arábiga en misión pastoral.
El Papa estará en Abu Dabi del 3 al 5 de febrero, participando en un encuentro interreligioso internacional sobre la “fraternidad humana”.
Le invita el jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan, que tiene el cargo de
Ministro de la Tolerancia, y la Iglesia católica local. Además, el país
celebra un “Año de la Tolerancia”.
Una escena del encuentro de Jóvenes Católicos de octubre de 2018 en Emiratos Árabes
En Emiratos Árabes hay bastante estabilidad política, aunque la
agencia católica AsiaNews recuerda que “no carece de aspectos oscuros,
como son su implicación en la guerra de Yemen y los casos de represión interna“.
Libertad de culto, pero no plena libertad religiosa
El padre Bishoy, párroco de la catedral de San Antonio, en Abu Dabi,
subraya que la visita papal corona la política de “tolerancia” de los
Emiratos, que él alaba. Que el Papa sea invitado a Emiratos Árabes es
una forma de plantar cara a los que promueven “el fanatismo y el
extremismo”.
Inmigrantes en Abu Dabi explican en AsiaNews que tienen libertad para practicar la fe, pero no es del todo exacto.
Hay libertad de culto para acudir a las pocas iglesias del país… si
los jefes musulmanes lo permiten (el domingo no es festivo). Pero no
se pueden realizar actividades religiosas en las calles, ni procesiones,
ni predicaciones ni invitar a un musulmán a hacerse cristiano.
Tampoco hay libertad para criticar el Islam. Pero para la inmensa
mayoría de inmigrantes, poder ganarse la vida, ir a misa y que sus hijos
reciban catequesis ya es suficiente alegría.
El evento será retransmitido por la televisión de los Emiratos, y por otros canales de noticias. No solo los católicos están ilusionados y esperanzados; también lo están los cristianos de diversas iglesias orientales,
como pueden ser los numerosos cristianos egipcios de la Iglesia Copta
-la iglesia cristiana más numerosa de Oriente- presentes en el país.
“Hablar y comprendernos, salvaguardando la diversidad”
El Ministro de la Tolerancia, el jeque Nahyan Ben Mubarak Al Nahyan,
confirma que el pontífice se reunirá con líderes religiosos musulmanes
de primera línea, y con políticos y personalidades de la cultura local.
El jeque puntualiza: “Nuestra definición de tolerancia es comprender a
los demás; hablar, pero salvaguardando la diversidad”. Que parece una
forma de decir “hablar, sí, pero nada de convertirse al cristianismo”.
El ministro alude al “bello mosaico” formado por rasgos diferentes
entre sí, ya sea “por religión, cultura u otros comportamientos”. Su
deseo a futuro es que el encuentro interreligioso con Francisco pueda concluirse con una declaración conjunta final,
que funcione como una hoja de ruta entre los distintos credos “para que
trabajen con el objetivo de crear un mundo mejor”. Y concluye diciendo
que “este es el mensaje más fuerte que podemos enviar a cuantos tratan
de dividirnos, a aquellos que crean desconfianza entre nosotros”.
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