El demonio es «peligrosísimo», afirma el Papa, que pide no dialogar con él y refugiarse en la Virgen

Una vez más, el Papa Francisco advirtió durante su homilía de los peligros del demonio y aunque “derrotado” todavía tiene una gran capacidad de seducción.

“Él, el diablo, tiene esa capacidad, esa capacidad de seducir”,
advirtió Francisco. “Por eso es tan difícil de entender que está
derrotado, porque se presenta con gran poder, te promete muchas cosas,
te da regalos, bellos, bien envueltos. Y podemos pensar: ‘¡Oh, qué
bonito!’. Pero tú no sabes qué es lo que hay dentro. Sabe presentar sus
propuestas ante nuestra vanidad, ante nuestra curiosidad, y nosotros lo
compramos todo, cedemos ante las tentaciones”.

El diablo es “peligrosísimo”

De este modo, Francisco avisó de que el diablo “es peligrosísimo. Se
presenta con todo su poder, y sus promesas son todas mentira, y
nosotros, como tontos, las creemos. Sabe hablar bien, es capaz de cantar
para engañar. Es un derrotado que se mueve como si fuera un vencedor.
Sus luces son deslumbrantes como fuegos artificiares, y como tales, no
duran, se desvanecen. Por el contrario, la luz del señor es suave, pero
permanente”.

¿Cómo defendernos? El Santo Padre explicó que “debemos estar atentos a no dialogar con el diablo como, por el contrario, hizo Eva: se creyó la gran teóloga y cayó”.

Sin embargo, Jesús en el desierto no entra en este diálogo con Satanás,
responde con la Palabra de Dios. Y por ello, Francisco avisó de nuevo
que “con el diablo no se dialoga, porque él nos vence, es más
inteligente que nosotros”.

Refugiarse en la Virgen María

El Papa animó a buscar refugio en la Virgen María ante las acciones del diablo. El diablo “es un condenado, es un derrotado, un encadenado que está a punto de morir, pero es capaz de causar estragos. Nosotros debemos rezar, hacer penitencia, no acercarnos, no dialogar con él”.

Agregó que “debemos ir donde la madre, como los niños. Cuando un niño tiene miedo, va junto a la madre: ‘¡Mamá, mamá…, tengo miedo!’”.

“Id donde la Virgen, ella nos custodia. Los Padres de la Iglesia, sobre
todo los místicos rusos, dicen: en el tiempo de las turbaciones
espirituales, hay que refugiarse bajo el manto de la gran Madre de Dios.
Ir donde la Medre de Dios. Que ella nos ayude en esta lucha contra el derrotado, contra el perro encadenado para vencerlo”, concluyó.

ReligiónenLibertad