Don Julián invita en la Fiesta de la Epifanía a “dejarnos envolver por el amor misericordioso del Niño Dios”

El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, presidió este viernes día 6 de enero, Solemnidad de la Epifanía, la Eucaristía del Día de los Reyes Magos en la Catedral compostelana.

En su homilía, Don Julián indicó que para Melchor, Gaspar y Baltasar “la luz de la estrella se hizo camino”. Y añadió que “el hombre religioso está en camino y ha de estar dispuesto a dejarse guiar, a salir de sí, para encontrar a Dios que sorprende siempre”.

El arzobispo destacó que adorar al Niño justificó a los Magos hacer el largo y duro camino que emprendieron, dejando la serena ocupación de todos los días: “También hoy muchas personas dejan todo por el Señor, renunciando a la tranquilidad indiferente y pasiva. A veces la estrella se oculta como les aconteció a los Magos”. Y añadió que “en ocasiones la estrella del entusiasmo sentimental se apaga porque Dios quiere que miremos a la Iglesia donde encontramos la luz de la Palabra, la gracia de los sacramentos y el testimonio de quienes viven junto a nosotros conforme al espíritu de Dios, más allá de nuestras satisfacciones materiales inmediatas”.

En este sentido afirmó que “nosotros sabemos que Jesús se encuentra en los pobres, los que sufren, los excluidos y los olvidados, pero fácilmente miramos para otra parte”.

“El año que comienza debe ser un momento para recomenzar nuestro caminar hacia la plenitud que Dios nos invita a vivir con Él, cambiando aquello que nos impide reconocer la manifestación de Dios en medio de su pueblo. Volver por otro camino es descubrir aquellos aspectos de nuestra vida que deben cambiar, que deben transformarse por el amor que Dios nos muestra, por la paz que nos trae su Enviado, por la vida que nos regala a través del Niño Jesús”, dijo.

Finalmente, Don Julián invitó a ofrecer “el oro de nuestra existencia, el incienso de nuestra oración y la mirra de nuestros sufrimientos. Dejémonos envolver por el amor misericordioso del Niño Dios y llevemos a todo el mundo la luz de Cristo que nos salva, anunciando el Evangelio”.

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