CITA
“EN EL TRIUNFO SE HUMILLÓ, EN LAS HUMILLACIÓNES TRIUNFÓ”
S.Son
Actas de Juan “Él -escribe un autor del siglo II- está en la cárcel, está en los sepulcros y en los cepos, está en las cárceles, está en medio de las ofensas y bajo proceso; porque con los que sufren, sufre también él” ().
San Agustín: si no hubiera querido padecer, no habría padecido, aquella sangre no habría sido derramada; si aquella sangre no hubiera sido derramada, el mundo no habría sido redimido. Demos, pues, gracias tanto al poder de su divinidad, como a la misericordia de su debilidad. (Sobre el Evangelio de san Juan 9-10: CCL 36, 336-338).
“De estos tres misterios (la crucifixión, la sepultura y la resurrección) nosotros cumplimos en esta vida presente aquello de lo cual es símbolo la cruz, mientras mantenemos por la fe y la esperanza aquéllas cuyo símbolo son la sepultura y la resurrección de Cristo. Ahora se dice al hombre: Toma tu cruz y sígueme (san Agustín, Ep. 55,24).
San Gregorio Nacianceno “Si eres Simón Cireneo, toma la cruz y sigue al Maestro” (Oratio XLV, in Pascha, 23-25)
San Cipriano: «… Todo lo soporta hasta el fin con firmeza y perseverancia, para que se consuma en la paciencia total y perfecta…»(Del bien de la paciencia, 7).
San Bernardo Mientras se disponían los moradores de la ciudad para sa- lir a recibirle, El no ignoraba lo que aún permanecía oculto en el fondo de sus corazones, y por eso se presentó a ellos, no montado en carroza tirada por caballos enjaezados con frenos de plata y guarniciones claveteadas de oro, sino sentado sobre humilde jumento, puestas debajo las vestiduras de los Apóstoles, que no creo fuesen de las más preciosas de aquella tierra [. . . ] (Sermón para el Domingo de Ramos,2,4).
Andrés de Creta Ea, pues, corramos a una con quien se apresura a su pasión, e imitemos a quienes salieron a su encuentro. Y no para extender por el suelo, a su paso, ramos de olivo, vestiduras o palmas, sino para prosternarnos nosotros mismos, con la disposición más humillada de que seamos capaces y con el más limpio propósito, de manera que acojamos al Verbo que viene, y así logremos captar a aquel Dios que nunca puede ser totalmente captado por nosotros. Sermón 9 sobre el domingo de Ramos : PG 97, 990-994.
Santo Tomás Moro Nada hay tan eficaz para la salvación y para la siembra de todas las virtudes en un corazón cristiano, como la contemplación piadosa y afectiva de cada uno de los sucesos de la Pasión de Cristo.
Santa Teresa de Jesús: «Si algo acontece en contra de lo que hemos pedido, tolerémoslo con paciencia».
Santa Catalina de Siena «Mi Hijo unigénito, enamorado de mi Voluntad, quiso ser verdadera y totalmente obediente y se entregó, con toda prontitud, a la muerte afrentosa de la cruz, y, con esta santísima muerte, os dio a vosotros la vida, no con la fuerza de su naturaleza humana, sino con el poder de su divinidad» ()
Santa Rosa de Lima, “Fuera de la cruz no hay otra escala por donde subir al cielo” (vida 618).
San Josemaría EscriváLos santos ‑me dices‑ estallaban en lágrimas de dolor al pensar en la Pasión de Nuestro Señor. Yo, en cambio… Quizá es que tú yo presenciamos las escenas, pero no las “vivimos”
Teilhard de Chardin No se puede ser cristiano sin ser desesperadamente humano
Schnackenburg Rudolf, “La dimensión profunda de sus dolores se manifiesta sobre todo en el huerto de los olivos, en el que Jesús atraviesa de antemano los abismos de la agonía con un sacudimiento psíquico, y se da a conocer una vez más en su última palabra sobre la cruz que expresa su infinito desamparo y su aparente lejanía de Dios”. (El evangelio según san Marcos Herder, Barcelona 3 ed. 1980, p.232)
Catecismo, 557: «Como se iban cumpliendo los días de su asunción, Él se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén» (Lc 9,51). Por esta decisión, manifestaba que subía a Jerusalén dispuesto a morir. En tres ocasiones había repetido el anuncio de su Pasión y de su Resurrección. Al dirigirse a Jerusalén dice: «No cabe que un profeta perezca fuera de Jerusalén» (Lc 13,33).
558: Jesús recuerda el martirio de los profetas que habían sido muertos en Jerusalén. Sin embargo, persiste en llamar a Jerusalén a reunirse en torno a Él: «¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus pollos bajo las alas y no habéis querido!» (Mt 23,37b). Cuando está a la vista de Jerusalén, llora sobre ella y expresa una vez más el deseo de su corazón: «¡Si también tú conocieras en este día el mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos» (Lc 19,41-42).
559: ¿Cómo va a acoger Jerusalén a su Mesías? Jesús rehuyó siempre las tentativas populares de hacerle rey, pero elige el momento y prepara los detalles de su entrada mesiánica en la ciudad de «David, su padre» (Lc 1,32). Es aclamado como hijo de David, el que trae la salvación («Hosanna» quiere decir «¡sálvanos!», «¡Danos la salvación!»). Pues bien, el «Rey de la Gloria» (Sal 24,7-10) entra en su ciudad «montado en un asno» (Zac 9,9): no conquista a la hija de Sión, figura de su Iglesia, ni por la astucia ni por la violencia, sino por la humildad que da testimonio de la Verdad. Por eso los súbditos de su Reino, aquel día fueron los niños y los «pobres de Dios», que le aclamaban como los ángeles lo anunciaron a los pastores. Su aclamación, «Bendito el que viene en el nombre del Señor» (Sal 118,26), ha sido recogida por la Iglesia en el «Sanctus» de la liturgia eucarística para introducir al memorial de la Pascua del Señor.
560 «La entrada de Jesús en Jerusalén manifiesta la venida del Reino que el Rey-Mesías llevará a cabo mediante la Pascua de su Muerte y de su Resurrección. Con su celebración, el domingo de Ramos, la liturgia de la Iglesia abre la Semana Santa»
San Juan Pablo II La Iglesia (…) cree que el hombre, hecho a imagen del Creador, redimido con la sangre de Cristo y santificado por la presencia del Espíritu Santo, tiene como fin último de su vida ser alabanza de la gloria de Dios, haciendo así que cada una de sus acciones refleje su esplendor ().
“Pasa ante nuestra mirada la intensidad de la escena de la agonía en el huerto de los Olivos. Jesús, abrumado por la previsión de la prueba que le espera, solo ante Dios, lo invoca con su habitual y tierna expresión de confianza: « ¡Abbá, Padre! ». Le pide que aleje de él, si es posible, la copa del sufrimiento (cf. Mc 14,36). Pero el Padre parece que no quiere escuchar la voz del Hijo. Para devolver al hombre el rostro del Padre, Jesús debió no sólo asumir el rostro del hombre, sino cargarse incluso del « rostro » del pecado. « Quien no conoció pecado, se hizo pecado por nosotros, para que viniésemos a ser justicia de Dios en él » (2 Co 5,21). Nuovo millenio ineunte,
Benedecto XVI “«El destruirá los carros de Efraím y los caballos de Jerusalén; romperá el arco de combate, y él proclamará la paz a las naciones. Su dominio irá de mar a mar y desde el río hasta los confines de la tierra» (Za 9, 10). Así afirma el profeta tres cosas sobre el futuro rey.
En primer lugar, dice que será rey de los pobres, pobre entre los pobres y para los pobres. La pobreza, en este caso, se entiende en el sentido de los anawin de Israel, de las almas creyentes y humildes que encontramos en torno a Jesús, en la perspectiva de la primera bienaventuranza del Sermón de la montaña. Uno puede ser materialmente pobre, pero tener el corazón lleno de afán de riqueza material y del poder que deriva de la riqueza. Precisamente el hecho de que vive en la envidia y en la codicia demuestra que, en su corazón, pertenece a los ricos. Desea cambiar la repartición de los bienes, pero para llegar a estar él mismo en la situación de los ricos de antes.
En segundo lugar, el profeta nos muestra que este rey será un rey de paz; hará desaparecer los carros de guerra y los caballos de batalla, romperá los arcos y anunciará la paz.
Zacarías dice que el reino del rey de la paz se extiende «de mar a mar (…) hasta los confines de la tierra»
“¿Por qué me has abandonado?”. Son las mismas palabras que puso Jesús en sus labios poco antes de su muerte. “Son las de un inocente perseguido y rodeado de adversarios que quieren su muerte; él recurre a Dios en un lamento doloroso que, en la certeza de la fe, se abre misteriosamente a la alabanza” (XXI Jornada Mundial de la Juventud. Domingo 9 de abril de 2006)
«El poder de Dios en este mundo es un poder silencioso. La causa de Dios parece estar siempre como en agonía. Su gloria ha resultado ser apariencia. Pero la gloria de Cristo, la gloria humilde y dispuesta a sufrir, la gloria de su amor, no ha desaparecido ni desaparecerá» ()
Papa Francisco, «La ternura es el mejor modo para tocar lo que es frágil en nosotros. El dedo que señala y el juicio que hacemos de los demás son a menudo un signo de nuestra incapacidad para aceptar nuestra propia debilidad, nuestra propia fragilidad». ()
Detengámonos en estos días a mirar el Crucifijo, la “cátedra de Dios”, para aprender el amor humilde, que salva y da la vida. Volvamos a él la mirada, pidamos la gracia de entender algo de su anonadación por nosotros; reconozcámoslo Señor de nuestra vida y respondamos a su amor infinito con un poco de amor concreto.
«La historia de la salvación se cumple creyendo contra toda esperanza a través de nuestras debilidades. Muchas veces pensamos que Dios se basa sólo en la parte buena y vencedora de nosotros, cuando en realidad la mayoría de sus designios se realizan a través y a pesar de nuestra debilidad. Esto es lo que hace que san Pablo diga: – Para que no me engría tengo una espina clavada en el cuerpo, un emisario de Satanás que me golpea para que no me engría. Tres veces le he pedido al Señor que la aparte de mí, y él me ha dicho: – ¡Te basta mi gracia!, porque mi poder se manifiesta plenamente en la debilidad (2 Co 12,7-9). Si esta es la perspectiva de la economía de la salvación, debemos aprender a aceptar nuestra debilidad con intensa ternura». Carta apostólica S. José, Patris Corde
Rabindranath Tagore: No me dejes pedir protección ante los peligros, sino valor para afrontarlos. No me dejes suplicar que se calme mi dolor, sino que tenga ánimo para dominarlo. No me dejes buscar aliados en el campo de batalla de la vida, como no sea mi propia fuerza. No me dejes anhelar la salvación, lleno de miedo e inquietud, sino desear la paciencia necesaria para conquistar mi libertad. Concédeme no ser cobarde, experimentar tu misericordia no sólo en mi éxito; pero déjame sentir que tu mano me sostiene en mi fracaso.
Víctor Frankl, todo aquello que amamos nos lo pueden arrebatar; lo que no nos pueden quitar es nuestro poder elegir qué actitud asumimos ante esos acontecimientos.
HUMILDAD
Cuanto más grande seas, humillate más, y hallarás gracia ante el Señor. Porque grande es el poder del Señor, y es glorificado por los humildes. Si 3,20.
Cuanto más se abaja el corazón por la humildad, más se levanta hacia la perfección (SAN AGUSTIN, Sermón sobre la humildad y el temor de Dios).
Si me preguntáis qué es lo más esencial en la religión y en la disciplina de Jesucristo, os responderé: lo primero la humildad, lo segundo la humildad y lo tercero la humildad (SAN AGUSTIN, Epístola 118).
Si no tenéis humildad, podéis decir que no tenéis nada (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la humildad).
(Es) madre y maestra de todas las virtudes (SAN GREGORIO MAGNO, Moralia,23,23).
Amad la humildad, que es fundamento y guarda de todas las virtudes (SAN BERNARDO, Sermón 1, en la Natividad del Señor).
Humilde es el que se esconde en su propia nada y se sabe dejar en Dios (San Juan De La Cruz)
El que es humilde admite de buena gana que todos le manden (Santa Teresita Del Niño Jesús)
No es humilde quien no desea ser despreciado (San José de Calasanz)
Con humildad todo se consigue; por fuerza, nada (San Francisco Javier)
No le aprovechará el conocimiento… sin humildad (San Buenaventura)
La humildad es el camino de la verdad (San Bernardo)
La humildad es hija de la verdad; para ser humilde hay que conocer perfectamente a Dios y al hombre (San Luis María Grignon)
Cuanto mayores son los dones que Dios nos da, más humildes debemos ser; porque sin humildad, ninguna virtud es acepta a Dios (San Francisco de Asís)
San José es el modelo de los humildes (San Juan Pablo II)
CONTO
HAAKON
Cuenta una antigua leyenda Noruega, acerca de un hombre llamado Haakon, quien cuidaba una Ermita. A ella acudía la gente a orar con mucha devoción.
En esta ermita había una cruz muy antigua. Muchos acudían ahí para pedirle a Cristo algún milagro. Un día el ermitaño Haakon quiso pedirle un favor.
Lo impulsaba un sentimiento generoso. Se arrodillo ante la cruz y dijo:
“Señor, quiero padecer por ti. Déjame ocupar tu puesto. Quiero reemplazarte en la cruz”. Y se quedó fijo con la mirada puesta en la efigie, como esperando la respuesta. El Señor abrió sus labios y habló.
Sus palabras cayeron de lo alto. Susurrantes y amonestadoras: “Siervo mío, accedo a tu deseo, pero ha de ser con una condición” – ¿Cuál, Señor?, – preguntó con acento suplicante Haakon. – ¿Es una condición difícil? – ¡Estoy dispuesto a cumplirla con tu ayuda, Señor!, – respondió el viejo ermitaño.
Escucha: “suceda lo que suceda y veas lo que veas, has de guardarte en silencio siempre”. Haakon contesto: “Os, lo prometo, Señor” Y se efectuó el cambio.
Nadie advirtió el trueque. Nadie reconoció al ermitaño, colgado con los clavos en la Cruz. El Señor ocupaba el puesto de Haakon. Y Éste por largo tiempo cumplió el compromiso. A nadie dijo nada. Pero un día, llegó un rico, después de haber orado, dejo allí olvida da su cartera. Haakon lo vio y calló. Tampoco dijo nada cuando un pobre, que vino dos horas después, se apropió de la cartera del rico. Ni tampoco dijo nada cuando un muchacho se postro ante el poco después para pedirle su gracia antes de emprender un largo viaje.
Pero en ese momento volvió a entrar el rico en busca de la bolsa. Al no hallarla, pensó que el muchacho se la había apropiado. El rico se volvió al joven y le dijo iracundo: -¡Dame la bolsa que me has robado! El joven sorprendido replicó: – ¡No he robado ninguna bolsa!- ¡No mientas, devuélvemela enseguida! – ¡Le repito que no he cogido ninguna bolsa! Afirmó el muchacho. El rico arremetió, furioso contra él.
Sonó entonces una voz fuerte: -¡Detente! El rico miró hacia arriba y vio que la imagen le hablaba. Haakon, que no pudo permanecer en silencio, gritó, defendió al joven, increpo al rico por la falsa acusación. Este quedó anonadado, y salió de la Ermita. El joven salió también porque tenía prisa para emprender su viaje.
Cuando la Ermita quedo a solas, Cristo se dirigió a su siervo y le dijo: – “Baja de la Cruz. No sirves para ocupar mi puesto. No has sabido guardar silencio” -“Señor, – dijo Haakon – ¿Cómo iba a permitir esa injusticia?”. Se cambiaron los oficios. Jesús ocupó la Cruz de nuevo y el ermitaño se quedó ante la Cruz.
El Señor, siguió hablando: – “Tu no sabías que convenía que el rico perdiera la bolsa, pues llevaba en ella el precio de la virginidad de una joven mujer. El pobre, por el contrario, tenía necesidad de ese dinero e hizo bien en llevárselo, en cuanto al muchacho que iba a ser golpeado, sus heridas le hubiesen impedido realizar el viaje que para él resultaría fatal. Ahora, hace unos minutos acaba de zozobrar el barco y él ha perdido la vida. Tú no sabías nada. Yo sí. Por eso Callo. Y el Señor nuevamente guardó silencio”.
Muchas veces no preguntamos ¿Por qué razón Dios no nos contesta? ¿Por qué razón se queda callado Dios? Muchos de nosotros quisiéramos que Él nos respondiera lo que deseamos oír. Pero, Dios no es así. Dios nos responde aún con el silencio. Debemos aprender a escucharlo. Su Divino Silencio, son palabras destinadas a convencernos de que, Él sabe lo que está haciendo. En su silencio nos dice con amor:
¡CONFÍA EN MÍ, QUE SÉ BIEN LO QUE DEBO HACER!
Tomado de MSC
ANÉCDOTA
MONTE DE LOS OLIVOS
La cita de este lugar no es sólo geográfica, sino también teológica. El Monte de los Olivos era el lugar en el que, según la profecía de Zacarías, el Señor iba a poner los pies cuando regresara para regir los destino de Israel. (Zac 14,4). El evangelio cita este lugar no sólo porque por debajo de él pasara el camino de Betania y Beƞagué hacia Jerusalén (pequeñas aldeas cercanas a Jerusalén donde se escondía Jesús), sino para afirmar que Jesús es el Mesías, Dios presente en medio de su pueblo.
MONTADO EN UN BORRIQUILLO
Con este gesto Jesús protesta contra la idea de un Mesías violento. Jesús debió conocer que le esperaban en Jerusalén para aclamarlo como Mesías político. Es entonces cuando, recordando un texto famoso del profeta Zacarías, decide entrar a lomos de un borriquillo. ¿Qué decía ese texto? «Alégrate, muchacha de Jerusalén. Mira a tu rey que viene a Ɵ . Es justo y misericordioso, es humilde y cabalga sobre un borriquillo. Viene para quitar los carros de guerra y los caballos del ejército. Tu rey romperá el arco que dispara saetas.
Él proclamará a los pueblos la paz…» (Zac. 9, 9-10).
ALFOMBRABAN EL CAMINO CON SUS MANTOS
Este gesto comenzó a utilizarse cuando el profeta Eliseo ungió como rey a Jehú, hacia el siglo VIII a.C. Cuando Jehú subió las escaleras del templo, el pueblo puso sobre ellas sus mantos, en señal de aceptación. Este gesto también lo realizaban los guerrilleros zelotes ante su jefe.
Poniendo el manto sobre el lugar por donde iba a pasar el jefe, expresaban la total disposición de sus personas a seguirle.
HOSANNA, HIJO DE DAVID
La gente comienza a gritar: «¡Bendito el que viene como rey, en nombre del Señor!» . Luego, como si se tratase de un rey, «echaron encima del borrico los mantos. Muchos alfombraron el camino con sus mantos, otros con ramas cortadas en el campo». La gente del pueblo hizo un flaco favor a Jesús al aclamarle como «rey». En la Jerusalén de aquel tiempo gobernaba José Caifás, Sumo sacerdote. Y en Israel fue siempre proverbial la lucha entre la monarquía y el gobierno sacerdotal. Cuando el Sumo Sacerdote ve que Jesús es aclamado como descendiente de David, intuye que la situación comienza a ser peligrosa para sus intereses políticos. En este momento es cuando decide eliminar a Jesús.
EL SIMBOLISMO DEL POLLINO
«Hosanna» es la versión griega de una expresión formada por dos palabras hebreas: Yashana (salvación-ahora). Hosanna forma parte del gran Hallel, oración de alabanza basada en los salmos bíblicos (113-118) .Entrar sobre un pollino blanco no es un dato accidental: los reyes entraban triunfantes montados en recios caballos; los generales en carros… Entrar sobre un pollino blanco era símbolo: «Tu rey viene para quitarlos carros de guerra y los caballos del ejército. Tu rey romperá el arco que dispara saetas. Él proclamará a los pueblos la paz…»(Zacarías 9,9-10)
Tomado de Tiempo Interior
NOTA SOBRE JOSÉ CAIFÁS, SUMO SACERDOTE
Caifás fue Sumo Sacerdote del Templo y presidente del Sanedrín, durante 18 largos años. Desde el año 18 dC. al año 36 dC. Jesús fue apresado y condenado durante su gobierno y mandato.
Aunque parezca extraño, Caifás fue principal gobernante de Judea durante la vida de Jesús. Y fue así porque los gobernadores romanos otorgaban potestad al Sumo Sacerdote y Sanedrín para que siguieran con sus instituciones religiosas tradicionales. Los dirigentes del imperio romano dejaban libertad a las instituciones de los pueblos que dominaban. Los romanos tan sólo eran implacables en el cobro de los impuestos.
Caifás fue un buen gobernante. Supo mantener un cierto equilibrio entre las tradiciones del pueblo de Israel y las autoridades romanas. Caifás disponía de una policía judía de 8.500 hombres que se encargaba de mantener el orden en Judea. El procurador romano (Poncio Pilato en tiempos de Jesús adulto) residía en la ciudad costera de Cesarea Marítima, y desde allí acudía a Jerusalén en las grandes ocasiones. Por ese motivo Poncio Pilato estaba en la capital durante la Pascua en la que fue prendido y ajusticiado Jesús de Nazareth.
Tomado de Tiempo Interior
ORIGEN DE LA PASCUA
Se acercaba la fiesta de la pascua. Mateo y Marcos precisan que “faltaban dos días”.
Marcos la designa con la doble expresión de “pascua” y “ácimos”. Originariamente, la pascua era una fiesta de pastores, que se celebraba al comienzo de la primavera y tenía la finalidad de propiciar la fecundidad de los rebaños y de alejar de ellos las potencias maléficas. Marcaba también el comienzo de la trashumancia. Más tarde se incluyó en ella el recuerdo de la liberación de la esclavitud de Egipto, ocurrida doce siglos antes de Cristo, con lo que vino a ser la fiesta principal de los judíos. Solamente podía celebrarse en Jerusalén.
La fiesta de los ácimos, de origen agrícola, marcaba el comienzo de la siega de la cebada y tenía el carácter de ofrenda de las primicias a Yavé. Como es lógico, no tenía fecha fija, al depender de la recolección de los campos. El nombre le venía del pan sin levadura que era obligatorio comer durante todos los días de la fiesta.
FECHA: Al juntarse las dos fiestas y ocupar el primer lugar la celebración de la liberación de la esclavitud de Egipto, se hizo depender su celebración de la primera luna llena de primavera: esa noche se celebraba la pascua, sin tener en cuenta el día que fuera de la semana. Luna llena que había facilitado la salida de noche de los israelitas después de la décima plaga. Noche que hacían coincidir con el comienzo del día 15 del mes de Nisán (marzo-abril), día grande de las fiestas. Algo parecido hacemos nosotros con nuestra semana santa: el domingo siguiente a la primera luna llena del equinoccio de primavera celebramos nuestra pascua: la resurrección de Jesús.
La víspera de su comienzo -día 14 de Nisán- había que retirar de las casas todo pan con levadura. Ese día tenía lugar una curiosa ceremonia: el padre de familia, con la ayuda de un farol, buscaba todos los restos de pan fermentado que pudiera haber en cualquier rincón de la casa, ya que debían desaparecer completamente. Posteriormente, los rabinos, para asegurarse mejor del cumplimiento del precepto de la ley de comer pan sin levadura, extendieron esta obligación desde el mediodía del día 14. Con ello, en el uso vulgar, las fiestas vinieron a durar ocho días: hasta el 21 de Nisán.
Tomado de Francisco Bartolome Gonzalez
Acercamiento a Jesus De Nazaret- 4 Paulinas/Madrid 1986.págs. 128-135
EL EJEMPLO DEL BURRO
Si nos fijamos, es una de las pocas cosas que necesitó Jesús. Mandó a sus discípulos que se lo trajeran, «porque el Señor lo necesita» (Mc. 11, 3). Jesús nunca pidió dinero ni casa ni comida ni defensa. Pidió, sí, un par de veces un poco de agua, a la vez que prometía veneros de agua viva. ¡Qué hermosa recompensa tendrán los que sepan ofrecer a los sedientos un vaso de agua fresca!
Ahora Jesús necesita un burrito. No pide un mulo o un caballo. El burro se adapta mejor, porque es paciente, es manso, es laborioso, es sencillo, es pequeño, es humilde. El burro carga con todo, como Jesús. Hay pinturas que simbolizan a Jesús como un elefante que lleva sobre sus lomos el peso del mundo. El burro vale para todos los trabajos, especialmente los humildes. Jesús se entrega a todo lo que el Padre le encomiende. El burro se deja conducir fácilmente. También Jesús se deja llevar enteramente de la mano del Padre. El burro no es violento, y aguanta muchos palos. Es lo que hizo Jesús en su pasión. El burro no se presenta a concursos, ni se jacta de su trabajo, ni exige recompensas. Tampoco Jesús se manifestó gloriosamente, sino que se ocultó en el más grande anonimato y se rebajó hasta la muerte de cruz. El burro tiene dos grandes orejas, porque está más dispuesto a escuchar que a rebuznar. Algo que va siempre muy bien con todo discípulo de Cristo.
Marcos apunta dos detalles sobre el burro:
«En él ningún hombre ha montado» (11, 2). Este mismo dato lo recoge Lucas: «En él ningún hombre ha montado jamás» (19, 30). Este paseo de Jesús era por lo tanto una primicia, como si el burro estuviera hecho y preparado para esto. No estaba aún manchado por otras monturas y otros caminos. El estaba reservado para el Mesías y para la Paz. Su misión era llevar en triunfo a la Paz. No se por qué utilizamos tanto la paloma como símbolo de la paz. Habría que empezar a utilizar el burro.
“Que luego lo devolverá” (11, 3). El Señor no quiere propiedades, y menos exigidas. Así que, terminada la procesión, los discípulos devolvieron el burro a su madre y a sus dueños. Seguro que el burrito lloraría también por tener que separarse de tan buena montura. El debiera haber sido consagrado solamente para el Mesías. Y ya no se dejaría montar fácilmente. Hubiera sido bonito que en este burro nadie más hubiese montado. O, quizá, que montaran todos, pero todos los que llevaban en el corazón el mensaje de la paz. Recordando el asno, al que alude Jacob en su bendición a Judá (Gn. 49, Il), la liturgia siríaca hace este simbólico comentario: «Jacob ató un asno a una cepa de viña y esperó. Vino Zacarías, que lo desató y lo dio a su Señor».
Caritas Un amor asi de grande
Cuaresma Pascua 1991.Págs. 130-134
EL ÚLTIMO GRITO.
En el relato de la pasión sólo se recogen estas palabras de Jesús en la cruz: «¿Por qué me has abandonado?». A este porqué no se le da ahora ninguna respuesta. De momento no hay lugar para ningún tipo de alivio. Por eso la vida del Salvador del mundo termina con «un grito muy fuerte» en el que da expresión, no sólo humanamente, sino también divino-humanamente, a la tremenda injusticia perpetrada contra Dios por la historia del mundo, a la ignominia más inconcebible. Y precisamente este grito, con el que expira Jesús, conduce al centurión a la fe.
HANS URS von BALTHASAR Luz De La Palabra
Comentarios a las lecturas dominicales A-B-C
Ediciones ENCUENTRO.MADRID-1994.Pág. 149 s.
RAMOS Y PASIÓN
A lo largo de la historia de la Iglesia, la celebración de este domingo tuvo connotaciones diferentes. Desde el Siglo V y hasta el siglo X, en Roma, tuvo como tema central a la Pasión del Señor. En Jerusalén en cambio se celebraba el Domingo de Ramos, recordando la entrada triunfal de Jesús, y dando preponderancia a la procesión con la bendición de los ramos.
Actualmente ya no existen dos celebraciones separadas. Es verdad que existen la procesión y la misa pero son dos elementos de un todo. De hecho, ni la procesión tiene un final, ni la misa tiene un principio, pues la procesión desemboca en la misa, y esta no tiene un rito de entrada distintivo de la procesión. Se han integrado así dos tradiciones: la de Jerusalén y la de Roma
Por eso, la celebración de este domingo comienza con el rito de la bendición de los ramos. Sigue la lectura del Evangelio que relata la entrada de Cristo en la Ciudad Santa, y termina con la procesión o la entrada solemne. Se ha simplificado la bendición de los ramos, y se ha dado mucho más realce a la procesión, poniendo de manifiesto que no se trata tanto del simbolismo de las palmas, cuanto de rendir homenaje a Cristo, Mesías – Rey, imitando a quienes lo aclamaron como Redentor de la humanidad.
Tomado de Mercaba
AQUÍ QUIEN MANDA ERES TÚ
“Se ha dicho en el banco azul
que España ya no es cristiana.
Aunque sea republicana
aquí quien manda eres Tú,
Estrella de la mañana”
(Saeta a la Virgen de la Estrella, el Domingo de Ramos de 1932: fue la única cofradía que salió a la calle)
Tomado de Anecdonet
CHISTE
¡Tenemos tanto apego por los lunes festivos que algunos andan preguntando si el domingo de ramos lo pasaron al lunes!
POEMA
Lo que vos queráis, Señor, sea lo que vos queráis.
Si queréis que, entre las rosas ría
hacia los matinales resplandores de la aurora,
sea lo que vos queráis.
Si queréis que entre los cardos sangre,
hacia las insondables sombras de la noche eterna,
sea lo que vos queráis.
Gracias si queréis que mire,
gracias si queréis cegarme,
gracias por todo y por nada.
Lo que vos queráis, Señor, sea lo que vos queráis
Juan Ramón Jiménez
POEMA DE LA CRUZ
Hazme una cruz sencilla, carpintero…
sin añadidos ni ornamentos…
que se vean desnudos los maderos,
desnudos y decididamente rectos:
los brazos en abrazo hacia la tierra,
el mástil disparándose a los cielos.
Que no haya un solo adorno que distraiga este gesto:
este equilibrio humano de los dos mandamientos…
sencilla, sencilla…hazme una cruz sencilla, carpintero.
León Felipe
ORACIÓN
Dios viviente
Nosotros creemos en Ti.
Enséñanos a comprender
la hora en la que parece
que Tú nos has abandonado,
Tú, que eres la fidelidad eterna….
Dios viviente, nosotros creemos en Ti.
Danos la fuerza para resistir
Cuando todo se hace vano a nuestro alrededor.
Padre, nosotros creemos en Ti,
Porque aquello que nosotros llamamos mundo,
Es obra de tus manos. Tú lo has modelado,
Has querido que existiese y sólo de Ti
Recibe su duración y su esplendor.
Tú guías todas las cosas.
Tú guías también nuestra pequeña vida.
La guías en el misterio de tu silencioso gobierno.
Nosotros debemos confiarnos totalmente sólo de tu amor.
Tu magnanimidad ha querido tener necesidad de nosotros,
Tú has puesto el mundo que creaste, y es tuyo,
en nuestras manos,
Tú quieres que pensemos con tus pensamientos
Y que obremos de acuerdo con tus decretos.
Cristo Jesús,
Redentor del mundo,
que volviste al Padre, cuando “todo fue cumplido”.
Tú te sientas a la derecha del Padre en el trono de la gloria,
Y esperas la hora en la que volverás con poder
Para juzgar vivos y muertos.
Nosotros creemos en Ti.
Enséñanos a ofrecer en el abandono,
la fe que esta hora espera de nosotros,
Porque que parece que tu luz ya no luce,
Y, sin embargo, ella brilla más que nunca en la obscuridad.
Tú has redimido todo en el misterio de tu amor,
Lo has redimido todo en tu obediencia,
Que es tan grande como el mandato de tu Padre.
Haz que Tu amor por nosotros no sea vano.
Espíritu Santo,
Enviado a nosotros,
Que habitas en nosotros,
a pesar de que los espacios hacen ecos vacíos,
Como si Tú estuvieras lejano.
En tus manos están todos los tiempos.
Tú ejercitas tu poder en el misterio del silencio
Y Tú llevarás a término todas las cosas.
Por ello, nosotros creemos en el mundo futuro, (en la vida eterna)
¡Y lo esperamos!
¡Enséñanos a esperar en la esperanza!
Haznos partícipes del mundo futuro
A fin de que en nosotros
encuentre cabal cumplimiento la promesa de la gloria eterna.
Romano Guardini
ENTRA, AMIGO Y REY
Remonta, Rey y Señor, a Jerusalén,
porque si no lo haces, tampoco, nosotros,
podremos ascender a la gloria que nos prometes.
Déjate aclamar, aunque suenen a hueco y flameen estériles
muchos de nuestros ramos y palmas
Adéntrate camino de la Pasión, porque sin ella,
estaríamos descorazonados y sin posibilidad de billete con vuelta.
No mires, Señor, a la tiniebla que mañana te espera,
pues necesitamos de Ti para que, la nuestra, no sea eterna
Te esperábamos, Señor,
aunque, hoy te digamos ¡viva! y, mañana gritemos ¡muera!
Hoy nos adherimos a Ti, Señor,
para luego, aún siendo los mismos, decir no conocerte
Entra, Rey, amigo y Señor,
y si te escandaliza este triunfo, cuando tanta sangre espera,
perdónanos, Señor.
Somos así, incluso los que más te queremos
los que en la intimidad, más hemos convivido contigo:
No entendemos esta entrada en humillante pollino
no comprendemos el por qué una cruz al mejor hombre
nos resistimos al triunfo si ha de pasar primero por la muerte
Avanza, Rey, amigo y Señor
Porque si te detienes fuera de los muros de la ciudad
el hombre quedará definitivamente sumido en su mala suerte
o el cielo puede que se cierre definitivamente
la cruz quedará sin nadie que la domine sobre sus hombros
sin poder salvar, así, a toda la humanidad de la incertidumbre que le
asola.
¡Cómo no bendecir tu nombre, Señor!
Si eres Palabra cumplida al detalle
Esperanza de los profetas
Manos apropiadas para el madero
Cena que, en Jueves Santo, esperamos gustar
Palabras que, en Viernes Santo, estremecerán todavía más nuestro llanto
¡Cómo no exaltar tu nombre, Señor!
Cuando sabemos, que al final,
después de las espinas y del dolor
del vértigo y de la muerte
gritaremos lo que Tú, tantas veces nos repetiste:
hay que morir para dar abundante fruto.
Y, si algo tienes Tú, Señor, es mucho para darte
y otro tanto para exigirte.
Amén.
Javier Leoz
MEDITACIÓN
SERÁS UN TRIUNFADOR-ENTRADA TRIUNFAL
Serás un triunfador… cuando el egoísmo no limite tu capacidad de amar.
Cuando confíes en ti mismo aunque todos duden de ti y dejes de preocuparte por el qué dirán.
Cuando tus acciones sean tan concisas en duración como largas en resultados.
Cuando puedas renunciar a la rutina sin que ello altere el metabolismo de tu vida.
Cuando sepas distinguir una sonrisa de una burla, y prefieras la eterna lucha que la compra de la falsa victoria.
Cuando actúes por convicción y no por adulación.
Cuando puedas ser pobre sin perder tu riqueza y rico sin perder tu humildad.
Cuando sepas perdonar tan fácilmente como ahora te disculpas.
Cuando puedas caminar junto al pobre sin olvidar que es un hombre, y junto al rico sin pensar que es un dios.
Cuando sepas enfrentar tus errores tan fácil y positivamente como tus aciertos.
Cuando halles satisfacción compartiendo tu riqueza.
Cuando sepas obsequiar tu silencio a quien no te pide palabras, y tu ausencia a quien no te aprecia.
Cuando ya no debas sufrir por conocer la felicidad y no seas capaz de cambiar tus sentimientos o tus metas por el placer.
Cuando no trates de hallar las respuestas en las cosas que te rodean, sino en Dios y en tu propia persona.
Cuando aceptes los errores, cuando no pierdas la calma, entonces y sólo entonces, serás… ¡UN TRIUNFADOR!
Web Católico de Javier
CANTO
Calzada de Pasión Juan Susarte & Confía 2
Al Contemplarte en la Cruz Athenas
https://youtu.be/ammpQfcTJe0 (feat. Joan Sanchez)
Delegación para el Clero de Santiago de Compostela