«Sínodo diocesano: «No pretendamos vivir una reforma pastoral al margen de la cruz»
«Yo pregunto y me pregunto, porque desde la primera sesión sinodal fue una cuestión que yo me planteé: ¿Estamos mirando a la Diócesis desde nosotros mismos o estamos mirando a la Diócesis desde el Señor? Es una respuesta que tenemos que dar cada uno de nosotros; pero yo percibo que a veces tratamos de focalizar y mirar a la Diócesis desde cada uno de nosotros personalmente, cuando en realidad tendríamos mirarla desde el Señor. No es tan importante lo que nosotros podamos decir podamos decir – ¡que lo tenemos que decir! – cuanto pensar si realmente aquello que decimos es lo que el Señor diría en estas circunstancias concretas que nos toca vivir. Desde esa perspectiva concreta cada uno de nosotros tenemos que asumir nuestras responsabilidades: Ni sacerdotes laicales ni laicos clericalizados, que son realidades que, con la mejor buena voluntad, a veces se dan. […]
Por otra parte, no pretendamos vivir una reforma cristiana, una reforma pastoral, al margen de la Cruz. Si alguno se apunta a eso, que ciertamente piense que está equivocado… La cruz forma parte de toda renovación cristiana… El pensar en una resurrección al margen de la cruz es perder el tiempo totalmente… Hablo de la cruz que nos viene dada: esa hay que asumirla… No pretendamos hacer una renovación sinodal de la Diócesis al margen de esta realidad. Para quien no sabe adónde va, no va a encontrar viento favorable nunca… Aquí el viento favorable es la realidad de la cruz». (SANTO PADRE FRANCISCO, Resumen de la Meditación diaria en la Misa matutina Capilla de la Domus Sancate Marthae, 9–12-2016)
Boletín de la Delegación para el clero
del Arzobispado de Santiago de Compostela
–Enero 2017–
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