Donde falta disponibilidad a mirarse dentro no hay misericordia
«La misericordia no debería confundirse con el sentimentalismo. Tener compasión o misericordia equivale al movimiento interior de las entrañas que desde lo íntimo se acerca al prójimo. Contemplar la compasión del buen samaritano y del padre misericordioso.
Es necesario mirarse desde dentro: Si el hijo menos no hubiese entrado en sí mismo, no habría emprendido el camino de vuelta a casa. Sólo cuando el juez injusto habla consigo mismo, se decide a hacer justicia a la viuda. La belleza de la misericordia se decide en un corazón humano despojado en el que se descubre el grado de compasión que demuestra hacia el prójimo. Donde falta disponibilidad a mirarse dentro no hay misericordia: queda sólo la pompa de un hombre rico, vestido de púrpura y lino carísimo pero incapaz de mirar al pobre Lázaro”». (MONS. JULIÁN BARRIO BARRIO, del Retiro de Cuaresma 2016 a los sacerdotes)
Boletín de la Delegación para el clero
del Arzobispado de Santiago de Compostela –Febrero 2016–
Jubileo extraordinario de la Misericordia
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