Una nueva catedral ha sido presa de las llamas, y son ya varias en los últimos tiempos. Pero a diferencia de lo sucedido en Notre Dame de París (donde todo apunta a un accidente o negligencia), el incendio que se ha declarado este sábado en la catedral gótica de Nantes apunta desde un primer momento a que ha podido ser provocado.
La catedral de San Pedro y San Pablo de Nantes, ciudad del oeste de Francia, ha comenzado este sábado a arder en torno a las 7.30 de la mañana, y en cuanto se ha dado la alarma más de 100 bomberos han trabajado en su extinción.
El fiscal de Nantes, Pierre Sennes ha explicado a la emisora France Bleu Loire Océan, tal y como recoge El Mundo, que el incendio ha podido ser un “fuego provocado” puesto que los bomberos al llegar se han encontrado con tres focos diferentes.
Los vecinos de la zona alertaron a las 7:45 al ver llamas en el interior de la catedral a la altura del rosetón. Los bomberos han declarado controlado el incendio dos horas después de iniciarse, pero no han podido evitar que las vidrieras explotaran y el fuego devorara el gran órgano del siglo XV.
“Después de Notre Dame, la catedral de San Pedro y San Pablo, en el corazón de Nantes, está en llamas. Apoyo a nuestros bomberos que asumen todos los riesgos para salvar esta joya gótica de la ciudad de los Duques”, ha escrito el presidente Emmanuel Macron a través de Twitter.
Este incendio, y la posibilidad de que haya sido un ataque contra la catedral, es un episodio en una cadena de numerosos ataques a templos católicos, muchos de ellos incendiados. Un ejemplo fue la histórica iglesia de San Sulpicio en París.
Esta oleada de ataques llevó a varios diputados franceses a pedir una investigación de esta sucesión de ataques y profanaciones.
Por otro lado, otra serie de ataques a templos y monumentos religiosos se está registrando en este momento a nivel global, especialmente en EEUU, pero también de manera importante en Europa.