Algunos aspectos de la normativa para afrontar pastoralmente la crisis del coronavirus

Estas son algunas de las normas, que a la espera de un
desarrollo posterior en próximas jornadas, la iglesia diocesana presenta
para afrontar pastoralmente la crisis sanitaria del coronavirus

I. Previamente a la apertura al culto organizado

  • Limpiar y desinfectar las superficies que hayan sido utilizadas recientemente.
  • Aislar retablos, imágenes y objetos artísticos para que no sean tocados ni besados.
  • Calcular la cabida del templo en orden a regular la asistencia
    garantizando la distancia de dos metros entre las personas y una
    ocupación de 1/3 en fase 1 y 50% en la 2.
  • Organizar un servicio de orden y limpieza que controle la ocupación y
    que proceda a limpiar y desinfectar las superficies que hayan sido
    usadas.
  • Dar a conocer a los fieles las medidas que se están tomando para su seguridad.

II. Medidas preventivas generale


  • Es obligatorio el uso de mascarillas para las personas mayores y en
    riesgo, mantener vacías las pilas del agua bendita, tener las puertas
    abiertas tanto al entrar como al salir.
  • Se contempla la entrada libre hasta completar el aforo máximo
    permitido en cada fase. En los casos de bautismos, comuniones, bodas,
    exequias y funerales de aniversario, serán las familias las que asuman
    el control del aforo, incluso comprometiéndose por escrito.
  • Hasta nuevo aviso, quedan suprimidas las procesiones.



III. Disposiciones a tener en cuenta durante la liturgia


  1. Sacramento de la Eucaristía


  • Allí donde no sea posible una celebración digna, invitar a los
    fieles a acudir al centro de la Unidad Pastoral. Las parroquias en que
    no se celebre la Eucaristía dominical, han de ser visitadas durante la
    semana.
  • Evitar los coros y no dar hoja de cantos, ni otro tipo de documentos de papel.
  • Para la colecta, se situará el cestillo cerca de la puerta de salida.
  • El sacerdote celebrante desinfectará sus manos al empezar el canon
    de la misa y los demás ministros de la comunión, antes de distribuirla.
    El cáliz, la patena y los copones estarán cubiertos con la “palia”
    durante la plegaria eucarística. La paz se sustituirá por un gesto.
  • El diálogo individual de la comunión (“El Cuerpo de Cristo”.
    “Amén”), se anticipa pronunciándolo de forma colectiva después de la
    respuesta “Señor no soy digno…”.
  • En el caso de sacerdotes mayores, establecer ministros
    extraordinarios de la Eucaristía para distribuir la comunión. Para la
    distribución de la Eucaristía, con el apoyo del servicio del orden, se
    organizarán las filas guardando la distancia, evitando el roce entre las
    personas y caminando en una única dirección, yendo por el pasillo del
    centro y retornando por los laterales. Se recomienda recibir la comunión
    en la mano.



  1. Sacramento de la Reconciliación


  • Se ha de escoger un espacio amplio, guardar la distancia de
    seguridad asegurando la confidencialidad y colocarse mascarilla confesor
    y penitente. La distancia podría disminuirse colocando una mampara de
    metacrilato entre ambos. Al concluir el encuentro se procederá a limpiar
    las manos y la superficie de objetos con los que se ha estado en
    contacto.



  1. Sacramento de la Unción de enfermos


  • Se hará por el rito breve, valiéndose de un algodón o bastoncillo de
    un solo uso. A poder ser, encárguense los curas jóvenes de hacerlo. En
    todo caso, para atender a los enfermos de coronavirus es necesario el
    uso de bata, guantes, mascarilla y pantalla protectora que se han de
    desinfectar después de cada uso.



Santiago de Compostela, 5 de mayo de 2020.

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