XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario

CITA

«Cuando bebas agua, piensa en la fuente»

De bien nacido es ser agradecido”

“Nadie da gracias al cauce seco del río por su pasado”.

Eclesiástico 35,2 “Ser agradecidos a Dios es ofrecer flor de harina.”

san Agustín: No seas soberbio; alaba siempre a Dios, no te olvides de sus retribuciones. Retribución suya es que, pecador impío, fueras llamado para recibir la justificación; retribución suya es que, una vez levantado, hayas sido dirigido para que no cayeras; retribución suya, que se te haya dado fuerza para perseverar hasta el fin; retribución suya, que este mismo cuerpo tuyo que te oprime resucite sin que perezca un cabello de tu cabeza; retribución suya, que alabes indefectiblemente a un Dios eterno. No te olvides de ninguna de sus retribuciones, si quieres que tu alma bendiga al Señor, que te corona en su misericordia.

San Bernardo, También vemos en nuestros días que hay un cierto número de personas que piden a Dios con insistencia lo que les hace falta, pero tan sólo un número reducido de entre ellos parece reconocer los beneficios recibidos. Sermones diversos, nº 27.

San Bernardo decía que “al conocer lo que Dios nos ha dado encontraremos muchísimas cosas por las que dar gracias continuamente”.

“el Evangelio de la Ingratitud”, sermón XLIII.

San Basilio Magno ¿Cómo pagaremos, pues, al Señor todo lo que nos ha hecho? Es tan bueno que no nos pide nada como recompensa de sus beneficios: se contenta con que le amemos. Grandes Reglas monásticas: Sus heridas nos curaron

San Francisco de Sales, Piensa en todo lo que Dios te ha dado en el ámbito del espíritu, del cuerpo, del alma: te ha dado la salud, el bienestar, los buenos amigos…Te alimenta con sus Sacramentos, te ilumina con sus luces, te ha perdonado tantas veces… Introducción a la Vida Devota. 1a parte, Cáp.. 9 y ss. III, 34.

Meister Eckhart, “Si la única oración que dijeras es ‘Gracias,’ eso sería suficiente.”

san Josemaría Escrivá: Negar a nuestro Creador y Redentor el reconocimiento de los abundantes e inefables bienes que nos concede, encierra la más tremenda e ingrata de las injusticias. Vosotros, si de veras os esforzáis en ser justos, consideraréis frecuentemente vuestra dependencia de Dios –porque ¿qué cosa tienes tú que no hayas recibido? (1 Co 4, 7)-, para llenaros de agradecimiento y de deseos de corresponder a un Padre que nos ama hasta la locura.

«Cuando pasen treinta años, echaréis la mirada atrás y os pasmaréis. Y no tendréis más que acabar la vida agradeciendo, agradeciendo…»

Acostúmbrate a elevar tu corazón a Dios, en acción de gracias, muchas veces al día. ―Porque te da esto y lo otro. ―Porque te han despreciado. ―Porque no tienes lo que necesitas o porque lo tienes. Porque hizo tan hermosa a su Madre, que es también Madre tuya. ―Porque creó el Sol y la Luna y aquel animal y aquella otra planta. ―Porque hizo a aquel hombre elocuente y a ti te hizo premioso… Dale gracias por todo, porque todo es bueno[“En las manos de Dios” (2-X-1971)].

Benedicto XVI, Quien sabe agradecer, como el samaritano curado, demuestra que no considera todo como algo debido, sino como un don que, incluso cuando llega a través de los hombres o de la naturaleza, proviene en definitiva de Dios. En verdad, la lepra que realmente desfigura al hombre y a la sociedad es el pecado; son el orgullo y el egoísmo los que engendran en el corazón humano indiferencia, odio y violencia. Plaza de San Pedro, 14-10-2007

«Las misericordias de Dios nos acompañan día a día. Basta tener el corazón vigilante para poderlas percibir»

Papa Francisco: ¿Recordáis el Evangelio de Lucas? Jesús cura a diez enfermos de lepra y sólo uno regresa a decir gracias a Jesús. Y el Señor dice: “Y los otros nueve, ¿dónde están?” Esto es válido también para nosotros: ¿sabemos agradecer? En vuestra relación es importante tener viva la conciencia de que la otra persona es un don de Dios, y a los dones de Dios se dice ¡gracias!, siempre se da gracias.

José Antonio Pagola Benedicto XVI advertía hace unos años que un agnóstico en búsqueda puede estar más cerca de Dios que un cristiano rutinario que lo es solo por tradición o herencia. Una fe que no genera en los creyentes alegría y agradecimiento es una fe enferma.

«En realidad, sólo agradece de verdad quien sabe captar en su vida el amor, no en abstracto, sino encarnado en pequeñas experiencias de cada día. Ese amor que se esconde en el interés que alguien se toma por nosotros, en la amistad sincera de quienes nos quieren bien, en el apoyo y la ayuda desinteresada que se nos ofrece. Sin duda, es mucho lo que debemos a muchas personas; pero, ¿a quién agradecer el amanecer de cada mañana o la respiración que nos mantiene vivos?, ¿a quién dar gracias por el ser, el bienestar interior o la alegría de vivir? Al creyente no le basta dirigir su acción de gracias a «la vida» en abstracto. Su agradecimiento se eleva hasta su Creador y Padre, fuente y origen de todo bien».

Rumi La gratitud es un “huésped honorable”

J.A. García-Monge El regalo se ha convertido muchas veces en «gesto social programado por los grandes almacenes donde se vende de todo menos gratuidad».

S. Máximo De Turín, “Ciertamente correspondemos a los beneficios divinos cuando confesamos haberlos recibido. De otro modo, si cuando los recibimos callamos y los echamos en olvido, por ingratos e indignos de tanta generosidad, nos privamos de la oportunidad de recurrir en la tribulación ante Dios cuyos beneficios no reconocimos, y pues no fuimos capaces de dar gracias en la prosperidad, quedamos incapacitados para acudir a Dios en la adversidad. Y así, por perezosos para alabar en tiempos de bonanza, habremos de llorar los peligros en tiempos de tormenta”.

Documento de Aparecida, Brasil: “Conocer a Dios es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer, con nuestra palabra y ejemplo, es nuestro gozo” (nº 32); es el gozo de evangelizar.

GRATITUD

Es tan grande el placer que se experimenta al encontrar un hombre agradecido que vale la pena arriesgarse a no ser un ingrato. Lucio Anneo Séneca

Hay que recordar siempre que el agradecimiento es una virtud. Autor desconocido

La mayor muestra de agradecimiento a Dios es amar apasionadamente nuestra condición de hijos suyos. San Josemaría Escrivá de Balaguer

La ofrenda más aceptable por Dios mismo, proviene de un corazón agradecido y lleno de alegría. Plutarco

La gratitud es una de las facetas de la humildad. El arrogante considera que no debe nada a nadie. Abbé Jean Gottigny

La mejor manera de expresar la gratitud a Dios y a las personas es aceptarlo todo con alegría. Madre Teresa de Calcuta

CONTO

AGRADECIDO

Un anciano estaba plantando mangos en su jardín. Un vecino le preguntó: “¿Qué haces? ¿Esperas llegar a comer mangos de esos árboles?”. “No, no pienso vivir tanto. Pero otros lo harán. Se me ocurrió el otro día que toda mi vida he disfrutado comiendo mangos plantados por otras personas, y así les muestro mi gratitud. En mi larga vida he recibido muchas cosas de los demás. Es justo que contribuya a que otros reciban algo de mí”.

GRATITUD, HAY QUE EXPRESARLA

Un niño enfermo tenia muchos dolores. Su mamá le dijo: “Vamos a rezar juntos para que Dios te quite los dolores: “Por fin amainan los dolores y la mamá cansada se queda a descansar en el sillón. De repente el niño la llama y le dice: “Mamá, le hemos pedido que Dios me aquiete los dolores. Ahora hay que darles las gracias por habérmelas quitado”.

GRATITUD, ES NECESARIA LA . . .ANTE DIOS

La víspera de un sábado el Rabí Baruc deambulaba en la casa y como de costumbre dio el saludo de la paz al ángel de la paz y luego la oración: “Reconozco mi deuda de gratitud ante Ti, Señor mi Dios y Dios de mis padres, por todos los beneficios que he recibido y que me concederás también en el futuro.” Se interrumpió y dijo: ¿”Por qué agradecer ahora por lo del futuro? Cada vez cuando reciba la gracia daré gracias”. Enseguida se contestó a sí mismo: “De repente me concederás un beneficio y no seré capaz de darte las gracias como corresponde por eso debe hacerlo ahora”. Y comenzó a llorar. Su discípulo Rabí Moshe que había estado en un rincón sin ver visto se acercó y le dijo: “¿Porqué llora? La pregunta fue buena y la respuesta también”. Rabí Baruc confesó: “He llorado porque pensaba: ¿Qué pecado cometeré para no ser capaz de dar gracias a Dios?”

Tomado de MSC

PAGADO CON UN VASO DE LECHE

Un joven que pagaba sus estudios trabajando de vendedor ambulante, sentía hambre, pero no tenía dinero para almorzar. Decidió vencer la vergüenza que le daba mendigar y pedir algo de comer en la próxima puerta que tocase. No obstante, perdió su nervio cuando una hermosa joven le abrió la puerta. En lugar de pedir comida pidió solo un vaso de agua.

Ella, sin embargo, se apiadó de el y le trajo un vaso de leche. El se lo tomó tímidamente y preguntó, “¿Cuánto le debo?”. – “No me debe nada,” respondió ella. “Mi madre nos enseñó a nunca aceptar pago por hacer un favor.” “Entonces le agradezco de corazón.”, respondió el joven.

Aquel joven llamado Howard Kelly se fue de aquella casa, no solo sintiéndose fortalecido en su cuerpo sino también en su fe en Dios y en la humanidad. Antes del incidente estaba pensando en rendirse y renunciar.

Muchos años más tarde aquella joven, ya mayor, se enfermó gravemente. Los doctores locales estaban muy preocupados. Finalmente la enviaron al hospital de una gran ciudad donde practicaba un famoso especialista en aquella enfermedad.

Cuando el médico se dio cuenta del nombre de su nueva paciente y del pueblo de procedencia, inmediatamente se levantó y fue a verla. La reconoció inmediatamente. Volvió a su oficina resuelto a hacer todo lo posible para salvar su vida. La lucha fue larga pero la señora se salvó.

Por su parte la señora andaba muy preocupada sabiendo que el precio de su estancia en el hospital sería astronómico. Sin que ella supiese, el doctor envió órdenes que le pasaran a el la cuenta final. Después de examinarla escribió un mensaje al pie de la cuenta antes de que fuese enviada a la señora.

Ella abrió aquella cuenta con gran temor, pensando que pasaría el resto de sus días pagándola. Finalmente miró y cual fue su asombró cuando leyó al pie de la lista de enormes cifras:

Todo Pagado por completo con un vaso de leche.

Firmado: Dr. Howard Kelly.

Tomado de www.corazones.org

SER AGRADECIDOS

Cuentan que una vez llegó un hombre al cielo y Jesús comenzó a enseñarle los diferentes departamentos existentes. El hombre notó lo atareados que estaban en el departamento de “peticiones” y “bendiciones”, donde se reciben las peticiones de las personas y donde se entregan las bendiciones solicitadas. Notó un departamento solitario y con un solo ángel. El hombre le preguntó a Jesús cuál era ese departamento. Jesús le contestó: “es el departamento donde se reciben los agradecimientos por las bendiciones recibidas a través de las peticiones”.

Tomado de Padre Diego Millan García

RECUERDA Y SERÁS FELIZ

Si te has levantado de la cama esta mañana… recuerda cuantos no pueden. Un millón de personas no va a sobrevivir esta semana…

Si nunca has experimentado el peligro de una batalla, la soledad del encarcelamiento, la agonía de la tortura, o la angustia del hambre… recuerda a 500 millones de tus hermanos que lo sufren en este momento.

Si puedes asistir a la iglesia sin temor de ser acosado, arrestado, torturado, o matado… recuerda que tres billones de tus hermanos en el mundo no gozan de esa libertad.

Si tienes alimentos en el refrigerador, ropa para ponerte, un techo sobre tu cabeza, y un lugar donde dormir… recuerda que eres mas rico que el 75% de tus hermanos.

Si tienes dinero en el banco, en tu billetera, y menudo o cambio en algún lugar de tu casa… estas en el tope del 8% de los ricos del mundo.

Si tus padres siguen casados… esto es algo extraordinario en cualquier parte del mundo.

Si agradeces a Dios por tantas bendiciones en tu vida y le correspondes de corazón, eres afortunado pues la mayoría pueden, pero no lo hacen.

Si te olvidas de ti mismo y vives para Dios y para tus hermanos, si te acercas a ellos para compartir tus riquezas espirituales y materiales, has encontrado la felicidad mas grande.

Si puedes leer este mensaje, eres dichoso pues tienes vista y la estás utilizando en un lugar que alimenta tu fe. Dios te ama. Comparte tu dicha. Alaba a Dios y se agradecido. Dos billones de personas en el mundo ni siquiera pueden leer muchos millones mas son ciegos.

Ten un buen día, cuenta tus bendiciones, y compártelas. Comparte también este mensaje.

Tomado de www.corazones.org

EL MONO Y EL COCO

Un hombre estaba debajo de una palmera.

En eso, un mono enfurecido, le tiró desde arriba un coco sobre la cabeza.

Primero, el hombre se quedó sorprendido, sin moverse. Entonces, se agarra la cabeza porque le duele. Después cae su mirada sobre el coco, delante de él. El hombre sonríe, mira hacia arriba y le dice al mono:

Gracias

Parte el coco, bebe su contenido, come su carne y de la cáscara fabrica dos pequeños platos.

Lo mismo se puede aplicar al leproso del evangelio. Todo el mundo habría dicho: Qué desgracia sufre ese pobre leproso. Pero sin embargo, mirando hacia atrás, este samaritano, tal vez agradeció a Dios su lepra. Porque eso que le parecía quizás la más horrible desgracias, se le convirtió en Gracia.

Tomado de Padre Weichs

LA AYUDA DE DIOS EN EL DESIERTO.

Un hombre se perdió en el desierto. Y más tarde, refiriendo su experiencia a sus amigos, les contó cómo, absolutamente desesperado, se había puesto de rodillas y había implorado la ayuda de Dios.

¿Y respondió Dios tu plegaria?, le preguntaron.

¡Oh, no! Antes de que pudiera hacerlo, apareció un explorador y me indicó el camino.

Anthony de Mello.

ANÉCDOTA

GRACIAS, LA MEMORIA DEL CORAZÓN

Imagínese que un amigo le regala un gran plato de arena mezclada con finísimas limaduras de hierro.

Tiene como tarea separar la arena de las limaduras de hierro.

Intenta buscarlas con los ojos y no lo consigue.

Después intenta cribarlas entre los dedos y no consigue nada.

Finalmente se le ocurre la feliz idea de buscar un imán que pasea por la arena, lo mira y lo encuentra cubierto de limaduras. El imán ha hecho la tarea fácil y agradecida.

La persona ingrata es como los ojos que miran la arena o la criba de los dedos y no encuentran nada. Es la persona que nunca encontrará motivos para dar gracias.

Tomado de P. Félix Jiménez

Quien contribuyó más que nadie para que cambiara la actitud y la legislación respecto a los leprosos fue Raoul Follereau, escritor, periodista y poeta francés. Instituyó en 1954 la Jornada Mundial de la Lepra, promovió congresos científicos y finalmente, en 1975, logró que se revocara la legislación sobre la segregación de los leprosos.

Hoy la lepra no es una enfermedad tan temible (aunque en el mundo hay todavía 16 millones de leprosos). Pero hay otras lepras que provocan exclusión en quien las padece (sida, homosexualidad…). ¿Cuál es mi actitud ante estas personas?, ¿la de la ley mosaica, o la de Jesús?

Tomado de José María Martín OSA

San Francisco. Un día fue a buscar a un hombre que se portaba muy mal y ofendía a Dios. Y junto con él se fue caminando por la ciudad hasta encontrar a un ciego. San Francisco le dijo al ciego: “¿Me amarías si te devolviera la luz de tus ojos?” Contestó el ciego: “Sería tu esclavo para siempre”. Se volteó San Francisco hacia él que no vivía como cristiano: “Este me amaría a mi si le devolviera el uso de sus sentidos. ¿Por qué no amas tú a Dios que te los ha dado perfectos?”.

Tomado de MSC

Se llamaba Jouzas Montvila. Nació en Lituania. Se hizo sacerdote. Las autoridades rusas, ocupantes del estado lituano, le habían amenazado. Su hermano Petras, que había emigrado y residía en Nueva York, le propuso que se fuese a los Estados Unidos. El sacerdote Jouzas tomó la decisión coincidiendo con la primera travesía del barco que «ni Dios podía hundir».

Al subir a bordo del «Titanic» recibió una tarjeta blanca que le aseguraba un puesto en los botes salvavidas para caso de emergencia, junto con mujeres y niños. Un privilegio sacerdotal al que él renunciaría junto con otros dos sacerdotes, uno alemán y otro inglés, al oír los gritos desesperados de un padre de familia numerosa. El reverendo Jouzas le dijo:

«No llore. Tome mi tarjeta y váyase.» Los otros dos sacerdotes hicieron lo mismo.

Testigos presenciales dijeron que los tres sacerdotes se hundieron otorgando la absolución al resto de los pasajeros que corrieron su misma suerte.

El sacerdote Kasimiras Montvila, primo de Jouzas, declara haber enviado cartas documentadas al Vaticano para el proceso de beatificación.

En el muro de la iglesia lituana de Londres, junto a la fotografía de Jouzas, se lee en una placa:

«Cumplió su deber hasta el final.»

Tomado de Religion en libertad

Jerry Miller es uno de los más de doscientos condenados a muerte o a cadena perpetua que, después de 24 años de cárcel, de exclusión social familiar y religiosa, fue declarado inocente gracias a la evidencia del DNA.

Jerry Miller, su curación fue su declaración oficial por la justicia de su inocencia, no se dedicó a airear su ira contra un sistema injusto ni a blasfemar contra Dios que permite que los inocentes sean encarcelados y marginados.

Jerry Miller, libre, fue también a su iglesia, para alabar a Dios con sus hermanos y proclamar: “No estoy enfadado. Estoy agradecido y me siento orgulloso porque he cumplido lo que me propuse, demostrar que mis acusadores mintieron y demostrar mi inocencia.

Uno salió de la cárcel y dio gracias y alabó a Dios. ¿Y los otros dos cientos?

Tomado de P. Félix Jiménez

Tanto los eruditos bíblicos como los científicos médicos están de acuerdo la verdadera lepra casi seguro que no existió en la antigua Palestina.

Cierto, tenían algún tipo de trastorno de la piel escamosa.

Pero no los hizo contagiosos, los hizo inmundos.

La lepra bíblica no es “pegajosa”, es “sucia”.

(John Pilch, El Mundo Cultural de Jesús, p. 148)

Charles Brown sugirió una lista bastante cínica de razones por las que nueve de los diez no regresaron:

*Se esperó a ver si la cura era real.

*Se esperaba a ver si duraba.

*Uno dijo que vería a Jesús más tarde.

*Uno decidió que nunca había tenido lepra.

*Uno dio gloria al Templo.

*Uno le dio una gran propina al cura.

*Los nueve leprosos se olvidaron de Jesús como nosotros nos olvidamos de tantas personas que encontramos en nuestro camino a casa. Ni siquiera era un conocido.

Sanados pero no salvos, los nueve volvieron a su estilo de vida normal.

Tomado de P. Félix Jiménez

Desde muy antiguo, las culturas del mundo han visto en el avance del día hacia la noche una imagen de la vida. La vida es como un día, y un día es como la vida. Por eso, si el agradecimiento es propio de la sabiduría de quien ha vivido mucho, qué bueno es acabar el día agradeciendo. Al detenerse en la presencia de Dios a sopesar la jornada, Dios agradecerá que le agradezcamos tantas cosas, «etiam ignotis»: también las que desconocemos; e incluso que le pidamos perdón, con confianza de hijos, por no haber agradecido suficiente.

Tomado de Carlos Ayxelà

Los padres de un joven muerto a los veintiún años publicaron en el lugar de las esquelas de un diario la siguiente nota: «Con estas breves líneas los padres de Oriol queremos expresar a todos nuestro más profundo agradecimiento. Las muestras de duelo y afecto y la gran cantidad de flores, así como vuestra asistencia y plegarias en el día del entierro y del funeral nos servirán siempre de consuelo.

También nos ayuda el hecho de que nuestro hijo hiciese donación de sus órganos. Lo reviviremos en unas personas totalmente desconocidas, deseosas de vida, en París, Sevilla y Barcelona. Y siempre en lo más íntimo lo contemplaremos como un joven de veintiún años, omnipresente en nuestro hogar y en toda nuestra vida, con la esperanza de encontrarnos todos juntos un día en el cielo».

Tomado de P. Juan Jáuregui

CHISTE

Érase una vez un niño que jugando en el muelle del puerto se cayó a las aguas profundas del océano. Un viejo marinero, sin pensar en el peligro, se lanzó al agua, buceó para encontrar al niño y finalmente, agotado, lo sacó del agua.

Dos días más tarde la madre vino con el niño al muelle para encontrarse con el marinero. Cuando lo encontró le preguntó: “¿Es usted el que se lanzó al agua para rescatar a mi hijo?

-“Sí, yo soy”, respondió.

-La madre le dijo: “¿Y dónde está el gorro de mi hijo?

Tomado de P. Félix Jiménez

MAL AGRADECIDA

Había una viejita en la calle que vendía panes a 1 peso. Todos los días llegaba un joven y dejaba 1 peso, y se iba sin tomar el pan. Un día la viejita lo detuvo antes de que se fuera y el joven dijo:

– Sí, ya sé que quiere saber por qué siempre le dejo el dinero y me voy.

Y responde la viejita:

– No es eso, sólo quería decirle que los panes ahora cuestan 3 pesos…

ENCONTRAR APARCAMIENTO

Un padrino de boda se encuentra un gran atasco en la carretera y tardaba en llegar.

La ceremonia tuvo que comenzar sin él y, por encima, al llegar a la iglesia no había sitio dónde aparcar.

Se puso a reza:

-Señor si me encuentras un sitio, te prometo que iré todos los domingos a Misa.

De repente aparece una plaza de aparcamiento vacía y exclama:

  • Señor olvídate, ya encontré yo sitio.

Tomado de D. Juan Figueiras

ORACIÓN

EL LEPROSO AGRADECIDO

Los otros nueve

quedaron satisfechos

al quedar sanos,

como nosotros mismos

cuando estrujamos los goces,

y archivamos avaros

en grabadoras y vídeos,

en orlas y seguros,

los destellos pasajeros,

y nos olvidamos

de ir agradecidos

hasta el único sol,

que se da

sin fin y sin medida.

Diez leprosos

se encontraron con Jesús

desde la necesidad.

Solo uno lo buscó

desde la gratitud.

Diez encontraron la salud.

Solo uno encontró

enteramente a Jesús.

(Benjamín G. Buelta, sj)

GRACIAS

«Padre te quiero agradecer por todos los momentos alegres de mi vida, porque en ellos conozco tu sonrisa, esa que me dice cuánto me amas. Gracias por cada amanecer en que el firmamento se llena de luz y color y me recuerda que ahí estás tú. Gracias porque en la sonrisa de las personas descubro tu misericordia, porque en las palabras sabias del anciano conozco tu consejo, porque en cada momento que respiro siento tu aliento que me sostiene y alimenta.

Padre hoy también quiero agradecerte por aquellos momentos difíciles, tristes o complicados… por cada vez que un saludo no es correspondido o una sonrisa muere en mi rostros ante la negativa de un hermano, porque allí aprendo a dar amor donde no hay amor. Porque en el rechazo o la indiferencia encuentro la oportunidad de seguir siendo fiel y dar testimonio de ti, porque en los momentos en que arriba la soledad o la preocupación a mi vida, llega también la inmensa necesidad de ir en tu búsqueda. Gracias por aquellos momentos de oscuridad absoluta en los que mi alma te busca como única fuente de luz…

Bendito sea cada momento que me ha hecho recordarte y buscarte. Porque cada oportunidad de estar contigo es como un pasaje a vivir el paraíso en la tierra, porque cuando me acerco feliz y radiante a darte gracias, siento tu amor que me anima a continuar. Porque cuando me acerco a ti cabizbajo o desanimado siento tu abrazo que me llena de fuerzas para seguir adelante, porque cuando me acerco a ti lleno de arrepentimiento siento tu mano que me perdona y levanta… porque cuando me acerco a ti, nada sigue igual. Gracias Señor».

Tomado de Catholic link

“Creo en Dios como un ciego cree en el sol;

no porque lo ve, sino porque lo siente.

Dios es la unión profunda de todo cuanto existe,

de todo cuánto hay en el Universo

Las palabras pueden abrir caminos

Hacia realidades nuevas

Que no se pueden aprender con palabras”.

Phil Bosmans Tomado de Ángel Calvo, En otras palabras

CANTO

Athenas – Gracias, Señor

Kairy Marquez – Gracias Mi Dios

Delegación para el Clero de Santiago de Compostela