CITA
Pero no todos han prestado oídos al Evangelio. Romanos 10
“Bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica” (Lc 11, 28).
«¿Tenéis ojos y no veis, tenéis oídos y no oís?» (Mc 8,17-18).
No hay peor sordo que el que no quiere oir
«Ni el ciego juzga de colores, ni el sordo de razones».
San Agustín: “Dichosos nosotros si llevamos a la práctica lo que escuchamos y cantamos. Porque cuando escuchamos es como si sembráramos una semilla, y cuando ponemos en práctica lo que hemos oído es como si esta semilla fructificara. Empiezo diciendo esto porque quisiera exhortaros a que no vengáis nunca a la iglesia de manera infructuosa, limitándonos sólo a escuchar lo que allí se dice, pero sin llevarlo a la práctica” (Sermón 23 A, 1)
Al comentar este pasaje del Evangelio, dice que la lengua de quien está unido a Dios “hablará del bien, pondrá de acuerdo a quienes no lo están, consolará a los que lloran… Dios será alabado, Cristo será anunciado” Sermón 311, 11
San Ambrosio “etiam gesta Verbi, verba sunt”: los hechos del Verbo son también verbos, o palabras.
San Beda «Es sordo y mudo el que no tiene oídos para oír la palabra de Dios, ni lengua para hablarla; y es necesario que los que saben hablar y oír las palabras de Dios ofrezcan al Señor a los que ha de curar». ()
Juan Taulero Y el Verbo habla sin cesar al hombre….Pero el hombre no puede escuchar ni entender todo lo que se le dice, a causa de la sordera de la que está afectado. Pero viene Nuestro Señor: mete su dedo sagrado en la oreja el hombre, y la saliva en su lengua, y el hombre encuentra de nuevo la palabra. Sermón: ¿De dónde nos viene la sordera?Sermón 49
San Buenaventura de Bagnoregio, la mente debe “ir más allá de todo con la contemplación e ir más allá no sólo del mundo sensible, sino también más allá de sí misma” (Itinerarium mentis in Deum VII, 1).
Lorenzo de Brindisi Todo lo ha hecho bien. La ley dice que Dios todo lo hizo bueno; el evangelio, en cambio, dice que todo lo ha hecho bien: hacer las cosas buenas y hacer las cosas bien no son conceptos inmediatamente convertibles. Muchos hacen cosas buenas, pero no las hacen bien: tales las obras de los hipócritas, ciertamente buenas, pero realizadas con mal ánimo y con perversa y torcida intención; Dios, al contrario, todas sus obras las ha hecho buenas y bien: El Señor es justo en todos sus caminos, es bondadoso en todas sus acciones. Todo lo hiciste con sabiduría, esto es, sapientísima y óptimamente; por eso dicen: Todo lo ha hecho bien. Homilía 1 en el domingo XI de Pentecostés, 1. 9. 11. 12: Opera omnia, t. 8, 124. 134. 136-138
S. Josemaría Escrivá Hay que difundir las maravillas del Señor (…). Es necesario que llegue a todas partes la verdad de Dios: con la prensa y con otras publicaciones, con el cine, la radio y la televisión… Y esto es una labor vuestra ().
Existe una sordera del alma peor que la del cuerpo, pues no hay peor sordo que el que no quiere oír. Son muchos los que tienen los oídos cerrados a la Palabra de Dios, y muchos también quienes se van endureciendo más y más ante las innumerables llamadas de la gracia. El apostolado paciente, tenaz, lleno de comprensión, acompañado de la oración, hará que muchos amigos nuestros oigan la voz de Dios y se conviertan en nuevos apóstoles que la pregonen por todas partes. Ésta es una de las misiones que recibimos en el Bautismo HABLAR CON DIOS Oír a Dios y hablar de Él.
Concilio Vaticano II: “en la liturgia no se hará acepción de personas o de condición social, ni en las ceremonias ni en el ornato exterior” (SC 32).
Catecismo, 1503 La compasión de Cristo hacia los enfermos y sus numerosas curaciones de dolientes de toda clase (cf Mt 4,24) son un signo maravilloso de que «Dios ha visitado a su pueblo» (Lc7,16) y de que el Reino de Dios está muy cerca. Jesús no tiene solamente poder para curar, sino también de perdonar los pecados (cf Mc 2,5-12): vino a curar al hombre entero, alma y cuerpo; es el médico que los enfermos necesitan (Mc 2,17). Su compasión hacia todos los que sufren llega hasta identificarse con ellos: «Estuve enfermo y me visitasteis» (Mt 25,36). Su amor de predilección para con los enfermos no ha cesado, a lo largo de los siglos, de suscitar la atención muy particular de los cristianos hacia todos los que sufren en su cuerpo y en su alma. Esta atención dio origen a infatigables esfuerzos por aliviar a los que sufren.
1504 A menudo Jesús pide a los enfermos que crean (cf Mc 5,34.36; 9,23). Se sirve de signos para curar: saliva e imposición de manos (cf Mc 7,32-36; 8, 22-25), barro y ablución (cf Jn9,6s). Los enfermos tratan de tocarlo (cf Mc 1,41; 3,10; 6,56) «pues salía de él una fuerza que los curaba a todos» (Lc 6,19). Así, en los sacramentos, Cristo continúa «tocándonos» para sanarnos.
1505 Conmovido por tantos sufrimientos, Cristo no sólo se deja tocar por los enfermos, sino que hace suyas sus miserias: «El tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades» (Mt 8,17; cf Is 53,4). No curó a todos los enfermos. Sus curaciones eran signos de la venida del Reino de Dios. Anunciaban una curación más radical: la victoria sobre el pecado y la muerte por su Pascua. En la Cruz, Cristo tomó sobre sí todo el peso del mal (cf Is 53,4-6) y quitó el «pecado del mundo» (Jn 1,29), del que la enfermedad no es sino una consecuencia. Por su pasión y su muerte en la Cruz, Cristo dio un sentido nuevo al sufrimiento: desde entonces éste nos configura con Él y nos une a su pasión redentora.
Pío XI “El bien no hace ruido y el ruido no hace bien”.
San Juan Pablo II “Effetá”, la misma orden se dirige ahora al hombre interior, para que se abra a los divinos misterios, mediante la luz de la fe, mediante el amor, la esperanza. (05-09-1982).
Benedecto XVI Debemos preguntarnos: ¿no habrá sucedido que los cristianos nos hemos quedado demasiado mudos? ¿No nos falta la valentía para hablar y dar testimonio como hicieron los que fueron testigos de la curación del sordomudo en la Decápolis? Homilía (25-01-2007)
Ser sordomudo, es decir, no poder escuchar ni hablar, ¿no será signo de falta de comunión y síntoma de división?,,, porque “hablar” y “escuchar” son condiciones esenciales para construir la civilización del amor. (25-01-2007).
Existe una cerrazón interior, que concierne al núcleo profundo de la persona, al que la Biblia llama el «corazón». Esto es lo que Jesús vino a «abrir», a liberar, para hacernos capaces de vivir en plenitud la relación con Dios y con los demás. (09-09-2012)
Más allá de la sordera física, existe otra sordera de la que la humanidad, más que curada, tiene que ser salvada: “es la sordera del espíritu, que levanta barreras cada vez más altas a la voz de Dios y del prójimo, especialmente al grito de socorro de los últimos y de los que sufren, y que encierra al hombre en un profundo y corrosivo egoísmo”. (Nov 2009).
«En este “signo” podemos ver el ardiente deseo de Jesús de vencer en el hombre la soledad y la incomunicabilidad creadas por el egoísmo, a fin de dar rostro a una “nueva humanidad”, la humanidad de la escucha y de la palabra, del diálogo, de la comunicación, de la comunión con Dios. Una humanidad “buena”, sin duda, como buena es toda la creación de Dios; humanidad sin discriminaciones ni exclusiones… de forma que el mundo sea realmente y para todos “espacio de verdadera fraternidad”…» (OR, 11.09. 2009, p. 6).
Papa Francisco, En el Bautismo, están el gesto y la palabra de Jesús: “¡Effatá!-¡Ábrete!” Y el milagro se cumplió: en el Bautismo hemos sido curados de la sordera del egoísmo y del mutismo de la cerrazón y del pecado y hemos sido incorporados a la gran familia de la Iglesia; podemos escuchar a Dios que nos habla y comunicar su Palabra a cuantos no la han escuchado nunca o a quien la ha olvidado y sepultado bajo las espinas de las preocupaciones y de los engaños del mundo. Angelus 2015
“Es precisamente el corazón, es decir, el núcleo profundo de la persona, lo que Jesús vino a ‘abrir’, a liberar, a hacernos capaces de vivir plenamente nuestra relación con Dios y con los demás. Él se hizo hombre para que el hombre, sordomudo interiormente por el pecado, pueda escuchar la voz de Dios, la voz del Amor que habla a su corazón, y así aprenda a hablar, a su vez, el lenguaje del amor, traduciéndolo en gestos de generosidad y entrega”. Angelus 8 septiembre 2018
«Lo frenético nos impide escuchar bien lo que dice otra persona. Y cuando está a la mitad de su diálogo, ya lo interrumpimos y le queremos contestar cuando todavía no terminó de decir. No hay que perder la capacidad de escucha». (Todos hermanos)
El Primer Anuncio, «es el anuncio principal, ese que siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras y ese que siempre hay que volver a anunciar de una forma o de otra» (EG 164).
Franz Jalics, «El primer problema en el trato con las personas es que no escuchamos. Escuchar a alguien significa no solo oír las palabras, sino acoger la preocupación del interlocutor. Poner los cinco sentidos en cuanto le preocupa, para que se sienta completamente comprendido y aceptado. En el trato normal sólo escuchamos hasta que consideramos que hemos entendido más o menos lo que nuestro interlocutor quiere decir. Luego seguimos nuestros pensamientos o intereses». Ejercicios de contemplación, 53
Manuel de Tuya, “miró al cielo”, como indicando la fuente de la curación que iba a venir, y luego “gimió” (esténaxen), sin duda, como forma exquisita de su oración silenciosa al Padre (Rom 8,23.26). Biblia Comentada, B.A.C., Madrid, 1964, p. 683-685)
Manzoni: “Yo nunca he encontrado que el Señor haya comenzado un milagro sin terminarlo bien” (S.S. Francisco, 14 de junio de 2013, homilía en misa matutina en capilla de Santa Marta).
José Antonio Pagola Si vivimos sordos al mensaje de Jesús, si no entendemos su proyecto, ni captamos su amor a los que sufren, nos encerraremos en nuestros problemas y no escucharemos los de la gente. Pero, entonces, no sabremos anunciar ninguna noticia buena.
R. Cantalamessa, Los milagros de Cristo jamás son fines en sí mismos; son «signos».
Mari Patxi Ayerra Ábrenos los oídos, que a veces somos los sordos del Evangelio, que no te oímos bien y por eso no contamos el bien que vas haciendo en cada uno de nosotros, cuando te dejamos espacio en nuestra vida ()
ESCUCHA (Tomado de pensamientos.org)
El que no escucha primero a Dios no tiene nada que decir al mundo. Hans Urs von Baltasar
En el silencio Él nos escucha; en el silencio Él habla a nuestras almas. En el silencio se nos concede el privilegio de escuchar su voz. Madre Teresa de Calcuta
No hay que olvidar que antes de hablar es necesario escuchar; sólo así hablaremos a partir de la plenitud del corazón y entonces Dios nos escuchará. Madre Teresa de Calcuta
Escucha en silencio, porque si tu corazón está lleno de otras cosas no podrás oír su voz. Madre Teresa de Calcuta
Hay que aprender a escuchar a Dios que tiene sus modos y sus tiempos que muchas veces no son los nuestros. Monjas Dominicas de Orihuela
Para saber hablar es preciso saber escuchar. Plutarco
Quien se ha ejercitado en oír y escuchar el silencio es capaz de entender lo que no es dicho. Javier Melloni
CONTO
EL FLAUTISTA Y EL PORDIOSERO
Un día apareció un hombre que tocaba la flauta de manera tan exquisita que encantaba a todo ser animado que escuchaba el dulce acento de sus melodías. A escucharlo acudían todo tipo de personas y animales, y se agolpaban en la plaza para escuchar el divino y sonoro, pero oculto mensaje de la música del flautista.
Un día, un joven, que conocía a un anciano del pueblo que era sordo y que pedía limosna en las afueras del pueblo, quedó sorprendido de que día a día, aquel anciano acudiera a la plaza para ‘oír’ al flautista. No aguantando la curiosidad, escribió unas preguntas al pordiosero:
– ¿Qué vienes a hacer aquí si tú no puedes escuchar? ¿Qué te extasía tanto si tú no puedes apreciar lo que él toca?.
Aquel pordiosero, con dificultad en el hablar, contestó: – Mira el centro de la plaza, alza la vista, ¿qué ves? – Una cruz, respondió el joven. Y el pordiosero le contestó: – Es la cruz de Cristo que se alza sobre la cúpula de la vieja Iglesia. Me extasía no escuchar nada y soñar que algún día, la música de la verdad crucificada, fascine y cautive a los hombres. Cuando se reúnen en la plaza, sueño que venzan su sordera espiritual y su ceguera, y que la música del mundo no los encante como serpientes y sean capaces de dejarse conquistar por la música del cielo.
Sordo no es el que no percibe sonidos, sino el que no es capaz de percibir y soportar la música del amor y la verdad. Vosotros oís, los que oyen utilizan el tímpano; yo escucho, los que escuchamos utilizamos el corazón».
Tomado de P, Diego Millán
MÚSICA PARA SORDOS.
Yo antes estaba completamente sordo. Y veía a la gente, de pie y dando toda clase de vueltas. Lo llamaban baile. A mí me parecía absurdo… hasta que un día oí la música. Entonces comprendí lo hermosa que era la música.
Ahora veo la absurda conducta de los santos.
Pero sé que mi espíritu está muerto. De manera que suspendo mi juicio hasta que esté vivo. Tal vez entonces comprenda.
Veo también el disparatado comportamiento de los que aman.
Pero sé que mi corazón está muerto.
De modo que, en lugar de juzgarlos, he comenzado a orar para que un día mi corazón llegue a vivir.
Anthony de Mello.
ANÉCDOTA
TIRO Y SIDÓN
Eran dos ciudades portuarias a orillas del mar mediterráneo, de gran importancia para los fenicios, quienes eran grandes navegantes y comerciantes del mundo antiguo. En el tiempo de Jesús el país de Tiro era una provincia romana de Siria con la que los judíos tenían buenas relaciones comerciales, sobre todo los judíos de Galilea con quienes compartía la misma frontera.
Allí vivían muchos judíos de la diáspora que habían salido de Israel huyendo de la guerra o de la miseria, y encontraron en estas ciudades buenas oportunidades para hacer negocios y prosperar. Por su sentido nacionalista y a veces racista, vivían sin mezclarse con los nativos, a quienes normalmente llamaban sirofenicios y de manera despectiva llamaban perros[1].
Actualmente estas ciudades están en territorio libanés. En el siglo VII d.C. cayeron bajo dominio sarraceno (de religión musulmana). En el siglo XII fueron conquistadas por los cruzados que las conservaron hasta 1291, cuando volvieron al dominio musulmán. Tiro integra desde 1984 la lista de Patrimonio de la Humanidad con una población (según el censo de 2003), de 117.100 habitantes. Sidón, es actualmente más conocida como Sayda o Saida, cerca de Beirut. Es un centro exportador de aceite de oliva, naranjas y limones, y también de cultivo de seda, tabaco e higos. Con una población (censo 2003), de 149.000 habitantes. Las dos ciudades sufrieron graves daños durante la ocupación de Israel en el Líbano en 1982, pero se recuperaron con el esfuerzo de todos los ciudadanos, quienes las convirtieron en ciudades pujantes, levantadas en medio de los conflictos sociales. Hace unos días las bombas del genocida ejército de Israel las dejó reducidas a escombros. Como ahora los judíos son ricos y tienen el apoyo de otros ejércitos ricos y más genocidas, como los de Estados Unidos e Inglaterra, entonces no les importa destruir pueblos enteros para “rescatar tres tristes tigres”.
Tomado de Neptalí Díaz Villán CSsR.
DECÁPOLIS
Región geográfica y confederación política formada por «diez ciudades». Estas grandes urbes eran de cultura griega, aunque también existían núcleos de población judía. Las ciudades más importantes:
Gerasa, Pella, Gadara, Hipos… Poseían templos dedicados a las divinidades griegas, teatros, hipódromos, baños, anfiteatros… Aunque limitaban con la región de Galilea, dependía de Siria.
Las regiones de Decápolis y Galilea eran zonas en las que convivía la cultura griega y la judía. Jesús de Nazareth realizó en estas ciudades numerosas predicaciones y curaciones. Vivió un ambiente social donde se daba cultura griega y la judía, creando un espacio de tolerancia. No ocurría lo mismo en la ortodoxa e integrista ciudad de Jerusalén.
Tomado de Tiempo interior
LOS FENICIOS
Son paganos ricos que desconocen la fe en Yahvé y adoran al terrible ídolo Baal, divinidad enemiga de Yahvé, de donde proviene la expresión «Baal-zebú» o «Belzebú», príncipe de los demonios.
Eran ciudades ricas. El nombre de Sidón deriva de la raíz «Sid», factoría pesquera.
También poseía una importante industria de vidrio con el que comerciaba por toda la cuenca del Mediterráneo. Tiro era aún más floreciente y cosmopolita. Se han hallado restos arqueológicos de diversas industrias: metalurgia, textil, vidrio y pesquerías de salazón que tenían mercado directo con Jerusalén…
Jesús no tiene inconveniente en ayudar a quien sufre, sin importarle su raza, nacionalidad y credo religioso. Jesús se sitúa en el universalismo de los profetas. Es un ciudadano del mundo que acude allí donde alguien está sufriendo. Jesús supera los estrechos límites del nacionalismo judío.
El segundo dato importante es la forma que Ɵ ene Jesús de realizar el milagro… Algunos autores modernos piensan que este texto es una inclusión extraña al evangelio, pues Jesús actúa como un mago curandero de su época: Llevarse aparte al enfermo, meterle los dedos en los oídos, escupir y tocarle la lengua con saliva…
Así era el comportamiento de magos y curanderos.
Tomado de Tiempo interior
EFETA
La iglesia conserva el signo de Jesús: En la liturgia del sacramento del bautismo se conserva la palabra y el significado de este gesto de Jesús. Sobre el niño, o el adulto, que va a ser bautizado o ya ha sido bautizado, el sacerdote señala su oreja y pronuncia el “effetá”, ábrete. Por el bautismo el hombre está en la mejor disposición para escuchar la palabra de Dios. La fe ha de entrar por el oído, como recuerda el apóstol san Pablo. Pero ha de penetrar hasta el corazón, como la semilla cuando cae en buena tierra. De ahora en adelante, el bautizado tendrá que prestar la mayor atención a la palabra de Dios, a la voz de Dios, que nos sorprende constantemente en la proclamación del evangelio y en la lectura de la Biblia, y que nos sale al encuentro en la palabra del hermano que se dirige a nosotros. La palabra de Dios, que conserva, transmite y actualiza la Iglesia, pero que cobra su sentido pleno en los pobres, con los que Jesús se ha identificado.
Tomado de eucaristía 1982, 41
MADRE TERESA DE CALCUTA.
Tuvo un sueño en su penúltima gravísima enfermedad: LLegó al cielo y San Pedro le dijo: “Vete que aquí no hay suburbios”.
SAN JUAN DE RIBERA,
Arzobispo de Valencia, daba, no recibía regalos, hipotecando sus poderes. “Los regalos al poderoso sobornan”.
Tomado de J. Marti-Ballester
SILLA DEL OBISPO
En la «Didascalia de los Doce Apóstoles», un documento del siglo III, se le dice al obispo que preside la celebración que, si entra un pobre, sobre todo si es mayor, y no encuentra asiento, que le deje él, el obispo, el suyo, aunque él tenga que sentarse en el suelo.
Tomado de José Aldazábal
LA HISTORIA BREVE DE BEETHOVEN
El gran genio de la música tuvo que pasar por la peor de las pruebas para un músico. Su carrera quedó bruscamente interrumpida por la sordera, que empezó a afectarle desde 1796. En 1815 se quedó completamente sordo. La soledad fue la tónica de la vida de Beethoven en sus últimos años. La introspección y el enclaustramiento coincidieron con la época en la que creó sus obras más impresionantes y conocidas, consideradas universalmente como obras maestras.
Pruebe el amable lector a escuchar cualquier sinfonía de Beethoven contemplando a la persona amada y simplemente cogidos de las manos. Puede ser que, estéis donde estéis, este sordo sublime consiga que el Cielo baje a la tierra y todo lo percibáis inundado por la magia de su música, tonificante y gratificante.
Bernabé Tierno
Tomado de anecdonet
LOS CAPÍTULOS 34-35 DEL LIBRO DE ISAÍAS
Constituyen aquello que, habitualmente se llama “pequeño apocalipsis de Isaías” (para distinguirlo del “gran apocalipsis de Isaías”, que aparece en los capítulos 24-27).
Describen los últimos combates entablados por Yahvé contra las naciones (particularmente contra Edom) y la victoria definitiva del Pueblo de Dios sobre sus enemigos. Estos dos capítulos pueden ser relacionados con los capítulos 40-55 del Libro de Isaías (cuyo autor es ese Deutero-Isaías que actuó en Babilonia entre los exiliados, en la fase final del Exilio).
¿Por qué razón estos dos capítulos se presentan separados de su “ambiente natural” (Is 40-55)? Probablemente, fueron atraídos por las piezas escatológicas sueltas de Is 28-33, y especialmente por el capítulo 33. El autor de estos textos escribe en la fase final del exilio del Pueblo de Dios en Babilonia (alrededor del año 550 antes de Cristo).
La intención del profeta es consolar a los exiliados, desanimados, frustrados y hundidos en la desesperación, porque la liberación tarda y parece que Dios les ha abandonado (una temática que será desarrollada y profundizada en los capítulos 40-55 del Libro de Isaías). Después de presentar el juramento de Dios (cf. Is 34,1-4) y el castigo de Edom (cf. Is 34,5-15) el autor describe, por contraste, la alegría del Pueblo de Dios porque la liberación llegó y por la transformación extraordinaria del desierto sirio, por el cual van a pasar los israelitas liberados, que vuelven del Exilio.
Tomado de Dehonianos
CHISTE
EL AUDÍFONO…
-A ver abuelita, ¿cómo le ha ido con el nuevo audífono que le puse?
-Muy bien doctor! ¡Oigo perfectamente!
-Qué bueno, ¿y qué ha dicho su familia?
-Nada. No les he querido decir nada del audífono. ¡Y ya he cambiado el testamento cuatro veces!
MI MUJER SE QUEDA SORDA
Un señor casado le decía a un amigo suyo médico:
– estoy preocupado por mi mujer. Cada día está más sorda y no quiere reconocerlo. ¿Cómo podría demostrarle que está perdiendo oído?
– Colócate a unos diez pasos de ella y hazle una pregunta -aconseja el amigo-. SI no te contesta te acercas un paso y vuelves a preguntarle. Si no te oye, otro paso…y así hasta que te conteste. Dentro de un mes, más o menos, repites la operación y así ya ves si pierde o no pierde oído.
Esa misma noche se puso manos a la obra. Colocado a unos diez metros de su mujer, preguntó:
-¿Qué tenemos para cenar?
Al no oír respuesta alguna fue avanzando paso a paso repitiendo la misma pregunta. Cuando pregunto por sexta vez, oyó que su mujer le decía:
-¡Tortilla de patatas!. Ya te lo he dicho cinco veces
Agustín Filgueiras en “Orar con una sonrisa diaria”
CANCIÓN
A QUIEN QUIERA ESCUCHAR
Cuando una amiga me enseñó esta canción se hizo el silencio y llegó la emoción de sentir que estaba escrita con momentos que muchos hemos vivido en nuestra vida (también de fe).
En medio de todas nuestras rutinas, hay días grises que dan la sensación de tener que volver a a empezar otra vez. Promesas que te habías hecho y no terminaste de cumplirlas.
Es entonces cuando el misterio se viste de esperanza de ser tú mismo, deshacerte de todo lo que te sobra. Desde ahí ahondar en las dudas y en la soledad, porque en ellas también Él nos abriga.
Pregúntate qué significa para ti ese «siempre», quizá se quede en otra promesa vacía o sea un paso más a darle sentido a la monotonía y entregarte sin falta.
Maldita Nerea y Ana Mena
Otro giro en la historia
Otra vuelta a empezar
Otro error
Otro error sin memoria
Justo ahora
Que empezaba a volar
Esta vez voy despacio
No sé bien
No sé bien que pensar
Ahora que no lo andaba buscando
Va el amor y me vuelve a encontrar
Aquí queda
A quien quiera escuchar
Escuchar
Lo que cuenta el misterio
Al oírte callar
Al salir al encuentro
Al saber que vendrás
Otra vez en la noche
A mis brazos llenar
Aunque luego este siempre
Se convierta en quizás
No es el miedo en el alma
No lo es, no
Es la duda al entrar
Eres tú
Eres tú, es la esperanza
Que me invitan a dejarme llevar
A quedarme sin armas
A quitarme el disfraz
A entregarme sin falta
Sólo al verte al llegar
Y a sentirte en silencio
En silencio, cuando aquí ya no estás
Aquí queda
A quién quiera escuchar
Escuchar
Lo que cuenta el misterio
Al oírte callar
Al salir al encuentro
Al saber que vendrás
Otra vez en la noche
A mis brazos llenar
Aunque luego este siempre
Siempre
Ya no duerme esta luna
Nunca calma este mar
Donde encallan mis dudas
Y mi soledad
Como abruma ese cielo
Que nos suele abrigar
Aunque luego este siempre
Se convierta en quizás
Y lo dice el misterio
Al oírnos callar
Al salir al encuentro
Al saber que vendrás
Otra vez en la noche
A mis brazos llenar
Aunque luego este siempre
Se convierta en jamás
Ya no duerme esta luna
Nunca calma este mar
Donde encallan mis dudas
Y mi soledad
Como abruma ese cielo
Que nos suele abrigar
Aunque luego este siempre
Se convierta en jamás, hey
Como abruma este cielo
Que nos suele abrigar
Aunque luego este siempre
Se convierta en jamás
Tomado de Pastoral sj
POEMA
¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva,
tarde te amé! y tú estabas dentro de mí y yo afuera,
y así por de fuera te buscaba; y, deforme como era,
me lanzaba sobre estas cosas que tú creaste.
Tú estabas conmigo, pero yo no estaba contigo.
Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que,
si no estuviesen en ti, no existirían.
Me llamaste y clamaste, y quebraste mi sordera;
brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera;
exhalaste tu perfume, y lo aspiré, y ahora te anhelo;
gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti;
me tocaste, y deseo con ansia la paz que procede de ti.
Agustín de Hipona, Las Confesiones
ORACIÓN
¡OH BUEN JESÚS, ÓYEME!
Claro, Tú siempre lo haces, aunque no te lo implore.
Estás siempre atento a mi súplica y a mi agradecimiento.
Conoces mis necesidades, mis carencias y mis fallas. También conoces mis dones, mis aciertos y mis luces.
Oyes mi voz entre todas las que se alzan hacia ti, porque me conoces y me amas en lo individual. Me oyes con amor y compasión ya que conoces mis afanes.
Siempre me oyes, aunque me sienta solo y crea que mis palabras se las lleva el viento. Oyes mi voz por encima del incesante ruido frenético de mi vida apurada. Me oyes aunque mis peticiones, cuestionamientos, dudas y reclamos sean más frecuentes que mis agradecimientos. Me oyes incluso cuando la opresión de la injusticia dificulta la salida de mi voz. Oyes mi llanto ante la tragedia y la desigualdad que sembramos en el mundo.
Quiero aprender a escuchar como Tú.
Quiero aprender a escuchar a mi prójimo. A no gritar por encima de sus palabras, ni ahogar su voz con mis prejuicios y mis pendientes. Quiero aprender a oír sus palabras con solidaridad, compromiso y encuentro.
Quiero aprender a escuchar como Tú.
Quiero aprender a escucharme y estar atento a mis palabras. Que sean siempre de aliento y consuelo. Que lo que oiga salir de mi boca no cause dolor. Que no sean palabras de desánimo o calumnia que separen.
Jesús, soy yo quien necesita oírse, quien necesita escucharse, ya que Tú siempre lo haces.
Frederick Armstrong
GRACIAS POR LA ESCUCHA
Gracias, Señor, por hacernos capaces de la escucha.
Por poder acoger otra vida sin adulterarla
y agradecer con asombro lo que se nos confía.
Sin opiniones prematuras, sin valoraciones patosas.
Gracias por hacernos capaces de estarnos de pie
ante la ternura y la inocencia de otro
cuando se nos muestra sin tapujos.
Y por hacernos brotar de lo más hondo
los deseos más sinceros de su bien con esperanza.
Sin segundas intenciones, sin querer sacar tajada,
sin pretender cambiar lo que no podemos,
sin prometer falsas respuestas inmediatas,
sin aparentar saber lo que no sabemos,
sin querer salir corriendo.
Menudo regalo, la escucha.
Intuir lo que pasa y sentirlo bien adentro.
Agradecer desde fuera todo lo que tantas veces
uno mismo desde dentro no lo puede.
Reconocer Tu paso que todo lo empapa
sin invadir en nada.
Y saberse de repente ya parte de otra vida
sin que nada de lo suyo te pertenezca.
Compartir con valentía un poco de su muerte
y descubrir insospechadamente tanta vida.
Gracias, Señor, por hacernos capaces de la escucha.
Fran Delgado, sj
Tomado de Pastoral sj
MEDITACIÓN
¿DE DÓNDE NOS VIENE LA SORDERA?
Es preciso que examinemos de cerca qué es lo que hace que el hombre sea sordo. Por haber escuchado las insinuaciones del Enemigo y sus palabras, la primera pareja de nuestros antepasados han sido los primeros sordos. Y nosotros también, detrás de ellos, de tal manera que somos incapaces de escuchar y comprender las amables inspiraciones del Verbo eterno. Sin embargo, sabemos bien que el Verbo eterno reside en el fondo de nuestro ser, tan inefablemente cerca de nosotros y en nosotros que nuestro mismo ser, nuestra misma naturaleza, nuestros pensamientos, todo lo que podemos nombrar, decir o comprender, está tan cerca de nosotros y nos es tan íntimamente presente como lo es y está el Verbo eterno. Y el Verbo habla sin cesar al hombre.
Pero el hombre no puede escuchar ni entender todo lo que se le dice, a causa de la sordera de la que está afectado. Del mismo modo ha sido de tal manera golpeado en todas sus demás facultades que es también mudo, y no se conoce a sí mismo. Si quisiera hablar de su interior, no lo podría hacer por no saber dónde está y no conociendo su propia manera de ser.
¿En qué consiste, pues, este cuchicheo dañino del Enemigo? Es todo este desorden que él te hace ver y te seduce y te persuade que aceptes, sirviéndose, para ello, del amor, o de la búsqueda de las cosas creadas de este mundo y de todo lo que va ligado a él: bienes, honores, incluso amigos y parientes, es decir, tu propia naturaleza, y todo lo que te trae el gusto de los bienes de este mundo caído. En todo esto consiste su cuchicheo.
Pero viene Nuestro Señor: mete su dedo sagrado en la oreja el hombre, y la saliva en su lengua, y el hombre encuentra de nuevo la palabra.
Juan Taulero Sermón: Sermón 49
CANTO
Efatá – Eric Costa / Música Católica
VIDEO
PAPA FRANCISCO La revolución de la ternura
Delegación para el Clero de Santiago de Compostela