XVI Domingo del Tiempo Ordinario

CITA

Si persigues dos conejos, ambos se escaparán (Anónimo)

San Agustín, Creo que comprendéis que estas dos mujeres, las dos amadas por el Señor, las dos dignas de su amor, las dos discípulas suyas…, estas dos mujeres, pues, son imagen de dos formas de vida: la vida de este mundo y la vida del mundo futuro, la vida de trabajo y la vida de descanso, la vida llena de preocupaciones y la vida en la bienaventuranza, la vida en el tiempo y la vida eterna. Sermón 104 : PL 38, 616.

«No andes por fuera. No te desparrames. Adéntrate en la intimidad. La verdad reside en el hombre interior».

San Ambrosio, Esforcémonos también nosotros a poseer eso que nadie nos podrá quitar, pongamos nuestro oído atento, no distraído… Seamos como María a quien animaba el deseo de la sabiduría: esta es una obra mayor, más perfecta que las otras… Así pues, no critiques, no juzgues como perezosos a aquellos que tienen deseo de esta sabiduría… Tratado sobre el evangelio de san Lucas, 7, 85-86.

Santa Isabel de la Trinidad, “Vuestra fuerza está en el silencio” (cf Is 30,15)… Mantener la fuerza en el Señor, es hacer la unidad en todo su ser a través del silencio interior, es recoger todas sus fuerzas para ocuparlas únicamente en el ejercicio de amar; es tener esa mirada simple que permite que la luz se derrame (Mt, 6,22). Un alma que entra en discusión con su yo, que está ocupada en sus sensibilidades, que discurre pensamientos inútiles, un deseo sin importancia, esta alma dispersa sus fuerzas, no está del todo ordenada a Dios… Todavía hay en ella cosas demasiado humanas, hay una disonancia…

¡Toda la Trinidad habita en el alma que la ama de verdad, es decir, observando su palabra!… Retiro: Unirse a Dios a través del silencio.

Santa Teresa: “no es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama” (vida 8).

S. Juan Pablo II Tratemos de llevar a nuestra vida diaria esta lección del Evangelio de San Lucas. Que ninguna otra palabra, venga de donde venga, nos distraiga de nuestra adhesión de fe y de amor al Señor Jesús. Extraigamos de su voz la fuerza necesaria para afrontar y superar todas las dificultades que se interponen en nuestro camino. Para hacerlo así, acojámoslo en nuestra casa, como lo hicieron Marta y María, y reconozcámosle el puesto de honor que le corresponde. De su presencia y de su disponibilidad nace y se consolida el sentido de nuestra existencia, y dimana la alegría que siempre necesitamos para hacer más llevadero el camino de la vida.(Homilía en la Misa a los empleados de las villas pontificias en Castelgandolfo el día 17 de julio de 1983)

Madre Teresa, “Haz de tu casa un lugar permanente de acogida, haz de tu hogar un lugar de perdón y de paz. Invita a tu mesa. El espíritu resaltará más en la sencillez que en la abundancia de alimentos”.

Benedicto XVI ha recordado que desde el inicio de la Iglesia “el ejercicio de la caridad se confirmó como uno de sus ámbitos esenciales, junto con la administración de los Sacramentos y el anuncio de la Palabra: practicar el amor hacia las viudas y los huérfanos, los presos, los enfermos y los necesitados de todo tipo, pertenece a su esencia como el servicio de los Sacramentos y el anuncio del Evangelio”.

La palabra de Cristo es clarísima: ningún desprecio por la vida activa, ni mucho menos por la generosa hospitalidad; sino una llamada clara al hecho de que lo único verdaderamente necesario es otra cosa: escuchar la Palabra del Señor; y el Señor en aquel momento está allí, ¡presente en la Persona de Jesús! Todo lo demás pasará y se nos quitará, pero la Palabra de Dios es eterna y da sentido a nuestra actividad cotidiana. (Ángelus, Palacio Apostólico de Castelgandolfo, Domingo 18 de julio de 2010)

Papa Francisco “¿Qué quiere decir Jesús? ¿Cuál es esa sola cosa que necesitamos? Ante todo, es importante comprender que no se trata de la contraposición entre dos actitudes: la escucha de la Palabra del Señor, la contemplación, y el servicio concreto al prójimo. No son dos actitudes contrapuestas, sino, al contrario, son dos aspectos, ambos esenciales para nuestra vida cristiana; aspectos que nunca se han de separar, sino vivir en profunda unidad y armonía”

Padre Arnaldo Bazan El huésped es el que se hospeda, pero la hospitalidad la ejerce quien abre su puerta a otros.

CHISTE

UNA LECCIÓN DE HOSPITALIDAD

Los extraterrestres del espacio exterior visitaron la Tierra. Vinieron en paz y sorprendentemente, con su tecnología avanzada, pudieron comunicarse en cualquier idioma que había en el mundo. Obviamente, todos los jefes de gobierno y líderes religiosos querían hablar con los extraterrestres, por lo que organizaron una reunión con los visitantes a la tierra. Los líderes se turnaron para hacer preguntas y cuando el Papa tuvo la oportunidad les preguntó: “¿Conocen ustedes a nuestro Señor y Salvador Jesucristo?”

“¿Refiere usted a JC?”, le respondió el extraterrestre. “¡Sí, lo conocemos! Es el mejor. Nos visita todos los años solo para asegurarse de que lo estamos haciendo bien”.

Incrédulo, el Papa prosiguió con otra pregunta: “¿Él les visita todos los años? ¡Han pasado más de dos milenios y todavía estamos esperando su segunda venida!”

El extraterrestre vio que el Papa se había puesto inquieto ante este hecho y empezó a intentar racionalizar: “¿Quizás le gustaba más nuestro chocolate que el suyo?”

El papa le respondió: “¿Chocolates? ¿De qué está hablando? ¿Qué tienen que ver los chocolates con algo?”

El extraterrestre le contestó: “¡Cuando Jesús visitó nuestro planeta por primera vez, naturalmente, le dimos regalos y cuando Él salió, le dimos una caja enorme de bombones! ¿Por qué? ¿Qué hicieron ustedes?”

ORACIÓN

“Tarde o temprano

te has de encontrar.

No sigas siendo un extraño

en tu heredad.

Vuélcate sobre ti mismo,

abierto de par en par.

Sólo el que sabe enfrentarse

descubrirá la verdad.

Solamente el que se acepta

acogerá a los demás.

Sólo encuentra al Dios oculto

el que se sabe buscar”

Pedro Casaldáliga

POEMA

EL AMOR DESPUÉS DEL AMOR

Un tiempo vendrá

en el que, con gran alegría,

te saludarás a ti mismo,

al tú que llega a tu puerta,

al que ves en tu espejo

y cada uno sonreirá a la bienvenida del otro,

y dirá, siéntate aquí. Come.

Seguirás amando al extraño que fuiste tú mismo.

Ofrece vino, Ofrece pan. Devuelve tu amor

a ti mismo, al extraño que te amó

toda tu vida, a quien no has conocido

para conocer a otro corazón

que te conoce de memoria.

Recoge las cartas del escritorio,

las fotografías, las desesperadas líneas,

despega tu imagen del espejo.

Siéntate. Celebra tu vida.

(Derek Walkott)

CONTO

Érase una vez un padre de familia que intentaba leer el periódico después de un largo día de trabajo. A cada instante era importunado por sus hijos. Uno le pedía dinero para ir a comprarse un helado. Otro se le acercaba llorando, se había hecho daño en el pie y quería que un beso lo curara. El mayor le pedía que le ayudara a resolver un problema de matemáticas. Finalmente el más pequeño entró corriendo en la sala en busca del buen padre. Éste le preguntó cansado: “¿y tú que quieres?” El pequeño le contestó: “Papá, yo no quiero nada. Sólo quiero que me cojas en tus brazos”.

Tomado de P. Félix Jiménez

EL PODER DE LA ORACIÓN

Algunos dicen que se pierde el tiempo empleado en la oración, que pierden horas de apostolado. ¡Qué gran tentación ésta para los apóstoles más celosos! Si también nosotros pensamos eso, estamos muy equivocados.

Si uno reza por las almas, sabemos que por esa oración, Dios envía un ángel; se acerca a una niña que estaba por sucumbir ante una tentación grave y fortalecida por el invisible mensajero resiste al tentador y vence.

Un pecador hace muchos años que no recibe los sacramentos, mas movido por una fuerza interior irresistible se echa a los pies del confesor, y se levanta para una vida nueva.

Un matrimonio que vive en continua discordia resuelve solicitar el divorcio, pero al día siguiente se dan de nuevo la mano y se prometen fidelidad.

En una casa hay un moribundo que no quiere convertirse, pero al aproximarse el ángel a su lecho, cambia de opinión y se confiesa.

Todo esto lo hace el ángel; todo esto lo has conseguido tú de rodillas, y acaso no lo conseguirías andando de una parte a otra. La consigna debe ser: De la oración a la acción.

(ROMERO, F., Recursos Oratorios, Tomo II, Editorial Sal Terrae, Santander, 1959, p. 86)

NO ESTABAS

Cuentan que se murió una persona y, muy confiada, caminó hacia el cielo para entrar por que había hecho muchas obras buenas. Cuando llegó al trono de Jesús éste le preguntó: “Alma, ¿quien eres? ¡No te conozco!” Contestó el alma: “Pero Señor, yo he hecho tantas cosas buenas por tu reino. Los lunes ayudaba en la clínica, los martes en el orfanato, el miércoles en la Cruz Roja, el jueves en la colecta pública, el viernes a los pobres y el sábado en la parroquia. ¿Y no me conoces?” Le dijo el Señor: “Cada vez cuando quería visitarte, no estabas”.

LOS DOS REMOS

Cuentan que un monje quería aprender de San Benito como hacer bien las cosas. San Benito lo llevó a un lago, le hizo subir a un bote y le dio un remo en el cual estaba escrito “Labora”. El monje comenzó a remar y el bote dio vuelta y vuelta y vuelta y no avanzaba. San Benito le dio otro remo que llevaba escrito “Ora” y le quitó el anterior. El monje remaba por el otro lado, pero el bote solo dio vueltas y vueltas ahora en el sentido contrario. San Benito le dio los dos remos, el monje comenzó a remar y el bote avanzó tranquilamente.

ANÉCDOTA

HOSPITALIDAD

La ley de hospitalidad es una de las normas fundamentales del código del desierto. El hombre que recorre estepas interminables sin una gota de agua ni poblados donde comprar provisiones, está expuesto a la muerte por sed o inanición. Cuando llega a un campamento de beduinos o de pastores no es un intruso ni un enemigo. Es un huésped digno de atención y respeto, que puede gozar de la hospitalidad durante tres días; cuando se marcha, se le debe protección durante otros tres días (unos 100 kilómetros). Esta ley de hospitalidad es la que pone en práctica Abrahán.

Tomado de J.L.Sicre

“Sabed que siempre que vengáis a Roma encontraréis un amigo que os espera con una habitación con la luz encendida y un pan fresco en la mesa” (dijo S. Juan XXIII a sus feligreses de Venecia cuando fue elegido Papa).

CANTO

Athenas – Marta y María (Quiero Estar a Tus Pies)

Delegación para el Clero de Santiago de Compostela